PASADO

Parece un poco curioso. Miraba por la ventana viendo afuera del panorama. Todos se veían a simple vista felices menos él, claro, no era lo opuesto de felicidad sino más bien su humor se expresaba y vacilaba entre el aburrimiento y ordinario.

Ya han pasado tres meses y casi no había hecho amigos en su nueva preparatoria; debido a su actitud reservada y distante no se atrevía a entablar una conversación cercana con sus compañeros del aula. En realidad, la mayoría parecía sumidos en su propio mundo sin importarle o presentar a su entorno. Que peculiar.

Ya estaba acostumbrado de esa forma. Un año más pasando solo sin nadie.

Se relajo un poco en su asiento, se encontraba en lo último de la fila. Era hora de receso, se atrevió en levantar su mochila y abrir el cierre pequeño de ésta, finalmente sacó al aire un sándwich emparedado de pollo. Dio una mordida de su comida, prácticamente lo comió de una manera rápida.

Curvo las comisuras de sus labios, se sentía satisfecho de una vez por todas. Súbitamente, conectó una mirada con alguien más... en ese preciso momento Taehyung se encontraba paralizado ante sus movimientos.

Ese chico de cabellos pelinegros lo había visto " comer" - que verguenza - y cuando cruzaron miradas en el momento del lapso volteó su cabeza a un lado.

Taehyung frunció el ceño un poco extrañado. El chico se ubicaba a dos asientos por delante a su lado derecho. Supuso que en realidad ese chico tiene hambre y por ese motivo lo vio, seguramente se antojó. Gradualmente se levantó de la silla, por suerte tiene un sándwich extra dentro de su mochila. Camino hacia adelante rumbo al curioso chico.

─Hola ─sonrió dulcemente Taehyung tocando su hombro del contrario algo que a éste se sobresaltó producto del toque.

Al parecer se manifestaba asustado pues es lo que daba entender sus expresiones. Taehyung parpadeó varias veces esperaba no haberlo causo algún disgusto. El curioso chico quién lo vio comiendo su sándwich lucia un rostro apacible, rasgos definidos y atractivos. La primera impresión nunca se olvida.

─¿Sí? ─su tono de voz era aún más calmada.

─Disculpa si te moleste, pero vi que volteabas mucho atrás, ¿te gustaría dar un bocado de mi sándwich? ─le ofreció generosamente─ Seguramente tienes hambre, no te había visto comer durante el receso y esta a pocos minutos de terminar. Por favor, recíbalo.

El chico abrió sus ojos sin poder creérselo todavía. Dudo por unos segundos en tomarlo, posteriormente, se decidió en aceptar el gran gesto.

─Gracias, no soy de comer mucho que digamos.

Taehyung busco a su lado derecho una silla para poder sentarse un rato.

─Deberías de comer. Saltarte las comidas no es bueno para tu salud ─explico cuidadosamente. Pausó─. Por cierto, me da una espina de intriga, ¿Cómo te llamas? Llevo aquí tres meses y no suelo recordar los nombres.

─Mi nombre es Jung HoSeok.

Hasta su nombre suena hermoso con tan solo si lo pronuncia él mismo. Los ojos de Taehyung brillaron, su mano tapó sus labios reteniéndose la risa, se sentía ruborizado. Por otro lado, HoSeok se dispuso a masticar, pensándolo bien, este chico era un poco especial con su comida, pues se dedicaba en comer meticulosamente y saborearlo, todo lo contrario de él. Se sentía un poco cohibido, miro a otro lado. Contemplo cada movimiento de sus facciones.

─No esta para nada mal, tiene un delicioso sabor ─se limpió con su servilleta.

Que modales.

─¿Ah? Perdón, no te escuche bien ─ladeó la cabeza, había estado absorto viéndole comer por unos largos minutos.

─El sándwich que me diste tiene un sabor delicioso, Taehyung.

El mencionado se puso alerta. ¿Qué acaba de decir él?

─¿Tú...?

─Sé tu nombre ─sonrió ligeramente ─, tres meses de estudiar aquí, mediante vayan pasando la lista me recuerdo.

Vaya, eso nunca se lo esperaba.

─De todas formas, muchísimas gracias, en serio.

Inmediatamente se vio la necesidad de agarrar sus manos y agradecerle, inclino un poco la cabeza. Por una parte, Taehyung se ruborizó un poco debido al toque y suavidad de sus manos. Lo tomo desprevenido ante aquel toque y movimiento intrépido, bueno, solo por esta vez lo hará pasar.

Aprovecho la textura y la suavidad de ellas.

Ese creciente sentimiento dentro de su pecho se sentía bien al presenciarlo.