Bajó del auto y acomodó su traje.

Miró la gran iglesia y cerró sus ojos, quería renunciar, darse la vuelta y marcharse de ahí.

Pero un brazo rodeó el suyo y volteó rápidamente.

Ahí vio a su mejor amiga, sonriéndole.

—¿Estas listo?

—S..si— contesto con nervios.

Ambos entraron a la iglesia y tomaron asiento junto a sus amigos. La mayoría de estos se sorprendieron al verlo ahí.

—Jun Kyu— Ji Hoon lo saludo. —¿C..cómo estás?

—Intentando seguir— sonrió.

Saludó a los demás y Hyun Suk solo le sonrió.

Muy en el fondo estaba orgulloso de que enfrentara por fin su dolor.

Las campanas sonaron y eso sólo aceleró su corazón.

La gente volteó y él imitó a la mayoría, volteando también hacia la entrada.

Y ahí lo vio.

Tan sonriente, tan feliz. Caminando con la que en unos minutos se convertiría en su esposa.

Los recuerdos de los mejores momentos que tuvieron lo atacaron.

—Hola me llamo Ye Dam.

—Yo soy Jun Kyu.

El mayor apretó más el agarre de su amiga, sus piernas y todo su cuerpo comenzó a temblar.

—No sé como decirte esto pero... me gustas mucho— las mejillas del menor estaban demasiado enrojecidas.

—A mi también me gustas Dammie— sonrío.

La pareja por fin había llegado al altar.

Donde el padre dio comienzo a la ceremonia.

Todo aquello se pasó en cámara lenta.

Aguantando sus ganas de impedir esa unión, sintiendo cómo su corazón se iba partiendo en dos.

—No quiero estar con nadie que no sea contigo.

Solo faltaban dos frases y todo llegaría a su final.

—Los declaro marido y mujer— la voz del padre resonó. —Puede besar a la novia.

Ye Dam retiró el velo de su ahora esposa y se acercó a ella para besarla.

—Te amo Jun Kyu, siempre te amare.

—Yo te amo aún más Ye Dam.

Jun Kyu dejo caer una lagrima.

Hoy por fin había despertado.

Ya lo había perdido.