Tenía miedo.

Miedo a ser juzgado, no era fácil, no estando aquí.

Mudarme fue lo más complicado, pero ahora enfrento algo más allá de lo complicado.

Amar.

Nunca imaginé algo así, nunca creí que sería de esas personas que luchan diariamente por su libertad de amar.

Es normal, amarse unos a otros sin importar su sexo, religión, nacionalidad, gusto o creencia.

Lo importante era sentirte bien al hacerlo.

Lee Min Ho llegó a mi vida en un día de lluvia.

Al conocerlo sentí un fuerte sentimiento, y con el tiempo ese sentimiento se volvió más fuerte.

Estaba enamorado de él.

Christopher Bang llegó en un momento inesperado.

Pero su llegada me hizo darme cuenta de mis verdaderos sentimientos.

Estaba asustado, creía que me encontraba en un triángulo amoroso, que al final solo podía elegir a uno.

Pero no....

Estaba enamorado de ambos, y ellos de mi.

— — —

—Vamos bebé.

—Es mala idea.

—Hazlo por nosotros.

—No lo sé— el menor comenzó a caminar por la habitación. —Mis padres nunca han sabido escucharme.

—Ten fe, no creo que pase nada malo.

—Y si si.

—Estaremos aquí para ti.

Chan le dio un beso y después Min Ho le dio otro.

Felix sentía tantos nervios.

Sus padres nunca fueron personas de mente abierta, sería difícil y poco creíble que aceptaran algo así.

— — —

—Dime que es una broma— su madre sonaba muy molesta.

—Nunca bromearía con algo así.

—¡Patrick dile algo!

Felix miró a su padre que tenía una expresión atónita.

—Nunca creí que sucedería algo así.

—Estas enfermo.

—¡No lo estoy!, ¡amar no es una enfermedad!

—Si lo es cuando se trata de un hombre, ¡y mucho peor!, ¡dos hombres!

—¿Para eso querías irte a Corea?

—Papá esa nunca fue mi...

—Nunca lo espere de ti Felix— unió miradas con su padre, ver esa expresión decaída y de decepción lo devasto.

—Pero tú fuiste el que me dijiste  que no tuviera miedo de amar y que fuera libre de hacerlo.

—¡PERO NO ME REFERÍA A ESO!— su grito lo asustó.

Su padre cerró sus ojos y suspiró hondo.

—No volverás a Corea.

—Pero padre.

—Nunca debiste irte y no volverás.

—Ya no soy un niño para seguir tus órdenes.

—Pero eres mi hijo, y mientras yo siga vivo, me obedecerás.

— — —

Fue una mala idea, él lo presentía, pero sus novios le insistieron en hacerlo.

—¿Ahora que haré?— una lágrima cayó.

No podía permitir que se acabara así.

No podía dejarlos ir.

Eran sus padres, pero no podía permitir que le arrebataran su mayor felicidad.

Suspiro hondo y comenzó a empacar sus cosas nuevamente.

Una pequeña figura se asomó a su puerta.

—¿Que haces aquí Lia?, ve a tu cuarto.

—¿Por qué empacas?

—Me iré de casa, y esta vez es definitivo.

—¿No volveré a verte?— Felix dejo de empacar y miró a su hermana.

—Si lo harás, pero primero tengo que resolver algo muy importante con mamá y papá.

—¿Y falta mucho para eso?

—Me temo que si.

—Te extrañare mucho— su hermana le dio un abrazo.

—Yo también te extrañare— susurró. —Pero prometo que volveré.

Le dio un beso en su mejilla.

— — — —

Había pasado una semana desde que escapó de casa.

Tomó el dinero que tenía ahorrado y volvió a Corea. Sabía que Chan y Min Ho lo ayudarían.

—¿De verdad?

—¿Escapaste?

—No tuve elección, no los dejaría aquí sin una explicación.

—Pero bebé— Chan se sentó a su lado. —¿De verdad fuiste capaz de abandonar a tu familia por nosotros?

—Los dos se volvieron mi familia, fue doloroso, pero no me arrepiento— sollozó. —De verdad los amo.

Chan y Min Ho al escuchar lo último, ambos sintieron su corazón encogerse.

—Y nosotros te amamos cariño— los tres se unieron en un abrazo.

— — — —

—¿Patrick no crees que estás yendo demasiado lejos?

—Esos malditos desviaron a mi hijo.

—Pero es muy grave tu acusación.

—Hola buena noche.

—Señorita quiero reportar un secuestro.

—Dígame como sucedió.

—Dos hombres se llevaron a mi hijo, intervinieron en mi casa y se lo llevaron.

—Recuerda algo, información que nos ayude a atraparlo más rápido.

—Ambos hablaban coreano, no logre entenderlos del todo.

—Tranquilo señor, mañana enviaremos un detective para averiguar el paradero de su hijo.

—¡No puedo esperar tanto tiempo es mi hijo!

—Ya le dije que se calme, mañana por la mañana....

El señor Lee tiro el teléfono al piso con enojo.

—No puedo esperara tanto tiempo.

—Patrick por favor tranquilízate.

La señora Lee ahora se encontraba angustiada.

—¿Mamá qué pasa?— Lia bajo asustada y se acercó a su madre.

—Nada grave— la abrazó y le dio un beso. —Nada grave.

— — — —

—Señor Lee, soy el detective Park Seong Hwa.

—Supongo es coreano— le extendió la mano. Y el detective asintió. —Será más fácil encontrar a mi hijo.

El señor Lee le permitió el paso y el oficial entró.

Después de contarle los hechos y analizar la situación.

—Lo siento señor Lee, pero es muy poca al información que nos está dando, no hay pruebas necesaria para iniciar la investigación.

—¿Y ESPERAN QUE ME QUEDE CON LOS BRAZOS CRUZADOS?

—Por favor tranquilícese.

—¡No me pida que me tranquilice cuando me acaban de decir que no harán nada para buscar a mi hijo. Son unos malditos inútiles lárguense de mi casa ahora mismo.

—No es necesario, ya nos íbamos.

El detective y sus oficiales se pusieron de pie y se retiraron.

Mientras tanto el señor Lee estaba hecho una furia.

—Malditos inútiles, tendré que resolverlo yo mismo.

—Patrick no hagas una locura.

—¡Cállate mujer!

~~~

—Que hombre tan desagradable— mencionó.

—Comprendámoslo— dijo el mayor. —Es su hijo de quien se trata.

—No me sorprendería que el hijo escapara— sonrió.

—Si no hay pruebas, que nos asegura que escapó y lo está reportando como secuestro.

—El hombre se ve sospechoso.

Seong Hwa se quedó pensativo después de esa plática. El señor Lee se comportaba muy extraño después de todo.

— — — —

—Bebé estas muy cayado— Min Ho se sentó a un lado del menor.

—Estoy asustado— susurró. —¿Y si mi padre comienza a planea algo?

—No nos encontrará— le dio un beso en la mejilla. —Mientras Chan y yo vivamos. Nada malo te ocurrirá.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo.

— — — —

—Es muy riesgoso.

—No me importa. ¿Estas seguro de que tu gente es buena?

—De las mejores en todo el mundo.

—Quiero que los encuentren.

—Lo harán señor Lee, lo harán.

— — —

—¿Min Ho te encuentras bien?

—Tengo un mal presentimiento— se recargó en la pared adolorido.

—Tranquilo cariño— Chan lo ayudo a sentarse en el sillón.

—¿Y Felix?

—Fue a comprar algo, vuelve muy pronto.

—Me preocupa mucho lo de su padre.

—A mi igual, pero no creo al señor capaz de algo malo.

— — — —

—¿Está segura señora?

—Se fue desde hace días, me dijo que es de negocios pero tengo el presentimiento que va a buscarlos.

—Tranquila, el detective viajó el día de ayer para allá, me dijo que también tenía un mal presentimiento.

— — — —

—Cariño ya son más de las siete, esta lloviendo y Felix no ha llegado.

—Tranquilo amor, llegará pronto.

El timbre sonó y Chan sonrió.

—Ves, es él.

—Cariño pero Felix nunca toca el timbre.

Chan se quedó paralizado al escuchar unos gritos agresivos.

—¡ABRAN LA PUTA PUERTA MALDITOS!

—Min Ho, corre, corre, huye.

El menor corrió hacia la puerta trasera y siguió corriendo.

Por otra parte esos hombres lograron derrumbar la puerta y tomaron a Chan para comenzar a golpearlo sin piedad.

—¿Dónde está mi hijo maldito idiota?

—Nu....nun...nunca... se... lo... d..diré.

Les señor Lee les indico que siguieran golpeándolo.

— — —

Al llegar a su casa Felix notó el desastre y escuchó los gritos de lo que temía era su padre.

Vio la peor escena de su vida.

Chan siendo golpeado brutalmente por dos hombres.

Suspiró hondo y tomó el bate y un insecticida.

—¡Déjalo maldita sea!— golpeó a su padre con el bate, dejándolo inconsciente, y le echó insecticida en los ojos a los otros dos. —Vámonos Chan, corre— lo tomo de la mano y comenzó a correr.

—Felix, viene por ti, no te preocupes por mi.

—Cállate, y corre.

El señor Lee se levantó aún más furioso y comenzó a perseguir a su hijo. No sin antes tomar el arma.

Ambos seguían corriendo, pero al escuchar los disparos comenzaron a temblar.

—Déjame aquí.

—¡QUE NO!

—¡DETÉNGANSE!

—¡DÉJAME SER LIBRE, DÉJAME EN PAZ!

—¡Felix, Chan!— el grito de Min Ho los distrajo y Felix recibió una bala en su hombro.

El grito desgarrador de Min Ho se escuchó y Felix quedó paralizado.

—¡DETÉNGANSE POR FAVOR!

—Me las van a pagar malditos.

El señor Lee camino hacia Chan y lo apunto con su arma.

—Te vere en el infierno.

—¡NO!

Chan cerró sus ojos dispuesto a recibir el disparo, pero Felix con sus últimas fuerzas se interpuso entre ambos.

La bala impactó en su pecho, directamente al corazón.

Chan y Min Ho quedaron paralizados.

Los oficiales llegaron y fueron testigo de todo.

Tomando al señor Lee y esposándolo.

—Felix— susurró. —¡Hijo!— gritó. —¡NO MI HIJO NO!

—Hey, cariño, bebé, tranquilo.

Min Ho se acercó al cuerpo de su novio.

—¿M..m..moriré?

—No, no, no, no lo harás.

—No po... dré v... ver a mi... her... hermana.

—La veras Felix, la verás— lágrimas caían de los ojos de Chan y Min Ho.

—Hyungs— tenía difulcultas para hablar. —Gracias por enseñarme lo que es amar. Ustedes fueron mi mayor felicidad. Prométanme que seguirán, por favor... díganle a mi hermana que la amo y que me perdone por no cumplir mi promesa.

—Felix mi amor.

—Los amo Hyungs— el menor cerros sus ojos y dejó caer su mano.

—¡Felix!, ¡FELIX NO!

Min Ho comenzó a alterarse y Chan rápidamente lo abrazó.

Ambos lloraban la muerte de su novio, y de cómo un cruel hombre se los arrebató.

— — —

—Lo sentimos mucho señora Lee— susurro el oficial. —Su esposo mató a su hijo ayer por la noche.

La señora Lee soltó el teléfono y cayó de rodillas al piso.

—¡Mi niño no!, ¡No, el no por favor!, ¡No!

Lia se quedó paralizada al ver a su mamá en ese estado, pero no lograba comprender lo que sucedía.

— — —

[ Dos días después ]

Ambos llegaron al funeral de Felix, con la mirada caída y sus ojos hinchados por tanto llorar.

La señora Lee al verlos se acercó rápidamente a ellos.

—S..señora— susurró Min Ho.

—¿Ustedes son los hombres que...— ambos asintieron.

La señora Lee lagrimeo y suspiró.

—Lamentó mucho conocerlos en estas circunstancias— susurró. —Nunca tuve el honor y ahora lo tengo, de saludar a las personas que hicieron feliz a mi hijo.

—G..gracias señora.

Lia llegó junto a su madre y miró a los dos chicos altos.

—¿Tú eres Lia?— asintió. —Tú hermano me dijo que te dijera esto— se arrodilló a su altura. —Él lamenta no haber podido cumplir su promesa, pero él te amaba con toda su alma— Chan sacó un collar y se lo puso a la menor. —Él siempre estará contigo.

La niña asintió y unas lágrimas comenzaron a salir.

[ Dieciocho años después ]

—Esta es la historia de mi hermano— habló firme. —Y el como nunca dejo de luchar por su amor.

Las personas del auditorio aplaudieron. La pelinegra luchaba por no llorar.

—¿Que se siente que tu hermano cambio la vida de muchas personas?— un joven periodista le pregunto.

—Orgullosa— sonrió. —Por que no solo cambió mi vida, si no que inspiró a otra gente— suspiró. —Mi hermano hizo historia, de la mejor forma posible.

—Recuerda Lia— se puso a su altura y le sonrió. —Deja de lado todo aquello que te impida ser feliz.... solo ama.

FIN.

——————————————
———————————
———
🎡

Feliz cumpleaños monshis :(
me perd0n as¿
Gracias por tanto y perdón por tan poco
🥺🥺🥺

No sé qué decir me siento mal perdón por hacerte llorar en tu cumple soy un monstruo viste??

Te amo muchísimo bebé.
Felicidades mi ángel.
✨♥️