Johnny salió de su casa y rápidamente se dirigió hacia la casa del contrario.

Por otro lado, Chris caminaba hacia la casa de Johnny, todo iba bien, hasta que alguien interrumpió su camino.

—Chris— Rosé llegó con algo de nervios hacia él.

—Rosé— sonrió. —¿Qué pasa?

—Quería hablar contigo... ¿puedo?

—C...— suspiró. —Claro que si.

Ambos comenzaron a caminar mientras que la menor le iba contando cualquier cosa random de su vida.

Chris no quería ser grosero, pero la verdad es que no le interesaba ninguna palabra que salía de su boca.

—Entonces— reaccionó. —¿Qué dices?

—Yo....

—¿Aceptarías ser mi novio?— sus ojos se agradaron.

—Rosé yo... no sé si quiera— de pronto sintió un peso sobre sus labios, y fue cuando se dio cuenta que la menor lo estaba besando.

Johnny mantenía una sonrisa, ya que por fin aclararía sus sentimientos por el australiano.

Pero esa sonrisa desaprecio al ver tal escena.

Chris estaba besando a la chica de la otra vez, y parecía disfrutar de aquel beso.

Con solo unos segundos, se dio cuenta que al parecer el menor no sentía lo mismo por él.