O4.
—¡San!— la menor llegó junto a su amigo. —¿En donde esta?— el de mechones rojos apuntó la puerta. —Gracias.
Yi Ren entró empujando la puerta, interrumpiendo las conversaciones de todos.
—Yu Qi, tenemos que irnos.
—No... no me iré.
—¿Estas ebria?
—Que te importa.
—Vamos linda, déjala que se divierta.
—Primera, tú no me hables, segunda, Yu Qi ya vámonos— le ordenó.
—No me iré, yo me quedaré aquí.
—Bien, como quieras entonces— salió de esa habitación mas furiosa.
—¿Que pasó?— su amigo le preguntó.
—Se rehusa a venir conmigo.
—¿Y qué harás?
—Que se joda, no le insistiré, esta bastante grande para saber qué hace.
—¿De verdad la dejarás?— Yi Ren se quedó callada y se dio la vuelta para salir del lugar.
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