—No responde— sonó preocupada. —¡Song Yu Qi!

Volvió a llamar pero no contestó.

—¿Donde diablos estas?— cansada, salió del apartamento que compartían.

Hacia frío y recordó que su amiga salió sin ningún abrigo.

—¿Si fuera Yu Qi a donde diablos iría?— pensó, ¿La heladería? Con este frío... claro. ¿A una tienda y comer algo de ramen en las mesas de afuera? —¡Yu Qi!— gritó furiosa y desesperada.

Recibió una llamada y contestó.

—¿Que ocurre San?

—Tú amiga Yu Qi está aquí.

—¿En donde?

—En el club cerca de tu apartamento.

—¿Qué?

—Apresúrate, al parecer entró a un cuarto lleno de gente mayor.

—¡Voy para aya!— colgó rápidamente y corrió en dirección al bar. —En que lió te metiste Yu Qi.