43| Enemies to lovers

Forty-three;
Enemies to lovers





















































































































La mano de Nancy apretaba con fuerza la pecosa mano de Andi. Este se mantenía sentado a su lado en el sofá y daba pequeñas caricias con su dedo pulgar queriendo tranquilizarla. La mirada de la joven se encontraba perdida en el suelo del trailer. Lo que anteriormente había pasado, había dejado conmocionada a la chica. Y Andi la entendía más que nadie, sabía que Max también.

— Él me mostró...... — Habló Nance por primera vez, manteniendo el tono suave — Cosas que aún no han pasado. Cosas espantosas. Vi....una nube oscura que se expandía sobre Hawkins. El centro en llamas. Soldados muertos — Todos la escuchaban en silencio mientras ella les contaba. Lo que dijo después de eso, les hizo compartir un par de miradas preocupadas — Y una.....una criatura gigante con.....la boca abierta. Y la criatura no estaba sola. Había muchos monstruos. Un ejército. Y estaban entrando a Hawkins. A nuestros vecindarios. Nuestros hogares. Y luego.....Me mostró a mi mamá. Holly. Mike. Y.....estaban todos.....— Su voz se quebró y dejó de hablar, pero no hizo falta seguir haciéndolo para saber a qué se refería.

El silencio se hizo entre ellos por unos pesados segundos. Todos con las miradas gachas y sus pensamientos en mil cosas.

— Está bien — Comenzó Steve, atrayendo las miradas a él — Pero solo intenta asustarte, Nance. ¿No? Es decir, no es real.

— Todavía no — Respondió ella asustada — Pero....había algo más. Me mostró portales. Cuatro portales. Extendiéndose por Hawkins. Y estos portales se parecían al del trailer de Eddie, pero no dejaban de crecer. Y no era el Hawkins del Otro Lado. Era nuestro Hawkins. Nuestro hogar.

Nancy parpadeó varias veces al sentir sus ojos llenarse de lágrimas y su voz quebrarse. Estaba asustada, al igual que todos. Ian apretó su mano con fuerza, haciéndole saber que estaba ahí para ella, y dejó que ella apoyara su cabeza en su hombro.

— Cuatro campanadas — Habló repentinamente Max — El reloj de Vecna......

Andi dirigió su vista a ella — Siempre suena cuatro veces — Dijeron al mismo tiempo y sus miradas se encontraron. Ambas ocultaban lo mismo. Miedo.

Nance se reincorporó del hombro de Ian — También lo escuché.

— Nos estuvo contando su plan todo este tiempo.

— Cuatro muertes. Cuatro portales — Fue Lucas quien se atrevió a decir lo que todos pensaban — El fin del mundo.

— Si eso es cierto..... — Continuó Dustin — Está a solo una muerte.

El corazón de Andi se sintió apretado mientras sus celestes ojos no se despegaban de Max. Su respiración volviéndose algo acelerada al igual que su corazón al pensar que podría perderla. O que tal vez podría ser él.

— Por el amor de Dios — Dijo Eddie exaltado.

— Llamalos de nuevo — Pidió Steve a la chica y esta fue hacia el teléfono a hacer lo pedido.

Andi dejó salir un suspiro tembloroso por lo bajo, mirando fijamente su mano entrelazada con la de su mejor amiga. Esta misma, al escucharlo, giró su cabeza hacia él y se quedó viéndolo, examinando su expresión escondida de miedo.

Levantó su mano libre y la colocó con lentitud en la parte trasera de la cabeza del chico, entre sus anaranjados mechones de cabello, dejando allí caricias. Ian se atrevió a dar vuelta su cabeza y conectar sus miradas a la vez que le daba un apretón a la pequeña mano contraria.

— No estés asustado — Le susurró ella.

Inhaló de manera lenta — No lo estoy — Dijo del mismo modo, pero no era la verdad.

— Nada. Sonó un par de veces y dio ocupado — Informó Max, volviendo a ellos.

— Quizá marcaste mal.

— No marqué mal — Contradijo a Steve.

Este se encogió de hombros — Bueno, no sé.

— Creo que sabe usar el teléfono — Defendió Dustin.

— Solo digo que pudo haber marcado mal — Se excusó el mayor.

— Joyce es televendedora. Siempre está al teléfono — Habló esta vez Andi, cortando la discusión.

— Sí, pero da ocupado ¿hace cuánto? ¿Tres días? — Preguntó Maxine mientras negaba con la cabeza — No es por Joyce. Imposible. Algo anda mal.

— Tiene razón — Coincidió Nancy — No puede ser casualidad. No puede ser. Lo que sea que esté pasando en Lenora está conectado a esto. Estoy segura. Pero Vecna no puede lastimarlos. No si está muerto.

La chica se quedó viendo a través de la ventana del trailer, mientras pensaba, y luego se dio la vuelta hacia ellos.

— Tenemos que volver. Al Otro Lado.

De inmediato, Eddie y Steve comenzaron a negar a dicha petición como si estuviera loca. El segundo hasta se había puesto de pie.

— Pensémoslo bien.

— ¿Qué quieres pensar? — Preguntó alterada.

— Casi no salimos de ahí — Respondió Steve del mismo modo.

— Porque no estábamos preparados. Pero esta vez lo estaremos. Con armas y protección. Cruzaremos el portal, lo encontramos y lo matamos.

— O terminamos muertos — Sacó en cara el chico, viendo la otra cara de la moneda — Solo sobrevivieste porque él quiso. No nos tiene miedo.

Robin se levantó del suelo — Y por una buena razón. Nos equivocamos con Vecna. Henry. Uno. Lo siento, ¿cómo le decimos ahora?

— Vecna — Respondió Andi, coincidiendo con Erica, al contrario de Dustin y Lucas que dijeron "uno", mientras Nancy elegía "Henry".

— Bien. Aprendimos algo sobre Vecna/Henry/Uno. Es un número, como Once, pero la versión masculina, malvada y con piel fea — Comenzó a vacilar de manera rápida — Pero el punto es que es superpoderoso. Nos pulverizaría en en un segundo. No es una pelea justa.

— ¿Por qué sería justa? — Preguntó Henderson — Tienes razón. Es como Once. Pero es nos da ventaja. Conocemos los puntos fuertes de Once. Y sus debilidades.

— ¿Debilidades?

— Cuando Ce se transporta, entra en un estado como de trance. Vecna debe ser igual.

— Eso debía estar haciendo en el ático — Concluyó Lucas.

Dustin lo señaló — Exacto. Cuando ataque a su próximo víctima, estará en ese ático, y su cuerpo quedará indefenso.

— Sí, ¿y el ejército de murciélagos? — Recordó Steve.

— Cierto. Tendremos que pasarlos o distraerlos de algún modo.

— ¿Y cómo hacemos eso? — Cuestionó Eddie colocándose de pie.

— Ni idea — Respondió el menor, haciendo que Edward volviera a sentarse — Pero una vez que se vayan, será pan comido. Será como matar a Drácula mientras duerme en su ataúd.

— Suena bien, pero no hay un patrón en los asesinatos de Vecna. Am menos, no que yo sepa. No sabemos cuándo atacará. Ni siquiera a quién atacará.

— Sí lo sabemos — Interrumpió Max — Aún puedo sentirlo. Sigo marcada. Maldita. Si dejo de escuchar Kate Bush, volverá a enfocarse en mí.

— No puedes. Te matará — Negó su ex novio a su lado.

— Sobreviví una vez. Puedo sobrevivir de nuevo. Sólo debo entretenerlo el tiempo suficiente para que ustedes entren en el ático. Y ahí pueden contarle la cabeza. Apuñalarlo, hacerlo volar con explosivos caseros de Dustin. No me importa cómo lleven a ese imbécil a la tumba. Pero....sea lo que sea....hagan lo que hagan....intenten no fallar.

A penas la pelirroja terminó de hablar, todos se quedaron callados como si estuvieran de acuerdo con la idea. Pero, de inmediato, Andi se puso de pie.

— No — Respondió firmemente, haciendo que todos lo miraran — No. Eso no va a pasar.

— Andi..... — Quiso hacer razonar la menor.

— ¡No! — Gritó molesto — ¡No voy a dejar que mueras! ¿Crees que voy a permitir ese plan de mierda? — Nadie dijo absolutamente nada y él respiró profundo — No voy a permitir que seas tú.

— No hay otra forma, Andi.

— Puedo ser yo ¡No me importa! No me importa si es para salvarte. Pero no voy a quedarme aquí sentado a ver como vas caminado a lo que podría llegar a ser tu muerte. No voy a cavar tu tumba — Dijo enojado.

— ¿Qué "no te importa"? — Respondió sarcástica, recalcando sus palabras — Bueno, ¡a mi me importa! ¡Yo tampoco quiero que lo hagas! ¡Y mucho menos si es por mi!......Es más probable que me busque a mi que a ti. Tu primera visión fue hace tan solo un par de horas.

— No me importa que pienses. No lo harás — Declaró antes de dirigirse a la puerta.

— ¡No te necesito! ¡No eres mi maldito hermano! — Recalcó enojada en un grito, como si él no estuviera lo suficientemente cerca para escucharla.

Se sintió como una estaca al corazón para Andi. "No eres mi hermano". Esas palabras se incrustaron en su cerebro cual cuchillo y se quedaron ahí repitiéndose una y otra vez, dejándole sentir un amargo y horrible sentimiento de encierro en su pecho. Intentó no tomarle importancia, pues en caliente cualquiera dice lo primero que se le viene a la cabeza, pero no pudo. Se sintió como hablar con una desconocida.

Sin decir una palabra, abrió la puerta del trailer y al salir la cerró con una inconsciente fuerza. Se alejó algunos pasos de allí y dio la vuelta al "hogar", para sentarse en el césped. Su espalda se apoyó contra la parte trasera del trailer y su cabeza terminó apoyada en sus manos.

Un largo suspiro tembloroso salió entre sus labios a culpa del nudo en su garganta. Se sentía imponente de no saber como solucionar la situación. Por supuesto que no quería morir, pero no dejaría que Max lo hiciera. No había plan que salvara a los dos, así que prefería ser él a que otro.

Sus dedos se enredaron entre mechones de su cabello y tiraron de ellos con frustración. El nudo en su garganta se sentía como ahogarse en una gran ola de mar. Al igual que sus lágrimas, que querían salir de sus orbes como la salada agua de la costa. Sus pensamientos revoloteando y golpeando con fuerza, como la arena junto al viento. Y el ruido que las olas hacen al desembocar en la costa, era remplazado por el viento rozando las hierbas del suelo, sintiéndose como un susurro inaudible al oído.

Escuchó unos pasos acercándose a él, sin embargo, no volteó a mirar. No le importaba saber quién iba en su dirección. La persona sólo se sentó a su lado en silencio y abrazó sus rodillas contra su pecho.

— Lo siento — Murmuró Maxine de manera tan suave que expresaba en serio su dolor — No quise gritarte.

Andi sacó la cabeza de sus manos y se sentó correctamente, para mirar hacia el frente. Sus codos apoyados en sus rodillas y sus dedos jugando entre sí con la otra mano.

— No importa — Restó importancia encogiéndose de hombros.

Ella suspiró. A penas sus palabras habían salido de su boca, hacía minutos atrás, sintió en su corazón el dolor del pinchazo de una aguja que ella misma se había clavado al escucharse. Se había arrepentido al instante y sabía que no solamente le habían herido a ella cuando Andi azotó la puerta del trailer.

— Andi.....Entiendo que estés preocupado y tengas miedo. Estoy muerta del miedo. ¿Crees que quiero morir? — Habló de manera tranquila — Pero, es el único modo que hay de derrotarlo.....

— Puedo ser yo — Interrumpió rápidamente él, esta vez sin alzar la voz como antes.

— No, Andi......Y lo sabes. Él viene principalmente por mi. Y a parte, tampoco quiero que algo te pase. Eres de las personas más importantes en mi vida, junto a Ce y Lucas — Se quedó callada pensando y luego parpadeó un par de veces sin querer llorar — De todos modos, no tengo a nadie. No tengo a nadie quien realmente me necesite aquí — Sollozó — Tú tienes un hermano, amigos, tontos adolescentes que cuidar, y yo......

El pelirrojo paso su brazo por los hombros de ella y la atrajo hacia su cuerpo cuando su voz se quebró.

— Hey. No digas eso. Eres tan importante para todos como cualquiera de aquí, ¿sí? Eres mi hermana, ¿por qué crees que no quiero que hagas esto? Porque creo que podría morir si te pierdo. A cualquiera de ustedes — Acarició su cabello con amor.

— Estoy tan asustada — Confesó mientras se aferraba al mayor — Pero tengo que hacer esto, Andi. Necesito que me dejes hacer esto.

Max tomó distancia con lentitud y sorbió su nariz. Vio a Ian a los ojos y pudo ver una lágrima cayendo por su mejilla. Este tomó su rostro con sus manos en ambas mejillas.

— Hace tres años atrás, antes de que llegaras, cuando todo esto comenzó, pensé que podría perder a Jonn o Nancy peleando contra el demogorgon. Hace dos años atrás, pensé que podría perder a Once mientras cerraba el portal. Y hace un año atrás, pensé que podría perder a Steve y Robin cuando los rusos nos tenían cautivos.......No quiero pensar que te perderé a ti este año.

La adolescente lo miró con ojos comprensivos y colocó sus manos por encima de las del chico. Ambas tan pecosas e iguales como sus celestiales ojos, que se miraban con cariño y miedo. En otra vida, podrían haber sido hermanos de sangre sin duda alguna.

Si sus familias se combinaran, podrían formar la perfecta familia que ambos siempre quisieron. Tres cercanos hermanos, junto a Vicktor, y dos enamorados y cariñosos padres, junto a su padre y la madre de Max. Una completa y feliz familia compuesta de cinco alegres pelirrojos. Sería tan perfecto......

— Pero no los perdiste. Siguen aquí contigo sanos y salvos, y todo porque tú estuviste ahí para salvarlos, Andi — Le sonrió a pesar de las lágrimas — Y confío en que tú me salvarás a mí también. Confío en que saldré sana y salva como ellos, y dentro de varios años esto solo será un horrible y mal susto del momento.......Confío en ti, ¿tú confías en mi?

Ian asintió — Sí. Confío en ti.

Maxine se acercó y lo abrazó por sobre su torso, haciendo que él devolviera la acción por encima de sus hombros.

— Por cierto — Le susurró — Siento lo que dije. Es mentira. Sí eres mi hermano.

El pelirrojo se permitió sonreír un poco y secó sus lágrimas con la palma de su mano — Por supuesto que soy tu hermano. ¿Crees que intentaría sacrificarme por ti si no lo fuera?

La chica se separó y golpeó su pecho con fuerza por la estúpida broma, haciendo que se quejara pero que terminaran riendo divertidos.

Max se levantó del suelo y limpió su pantalón — Vamos. Creo que los demás están viendo a dónde compraremos las armas.

Andi asintió y repitió sus acciones. Los dos juntos se fueron hacia la entrada del trailer e ingresaron. Ante el ruido, todos se dieron la vuelta hacia ellos y se les quedaron viendo.

— Entonces...... — Eddie se atrevió a hablar — ¿Todo bien?

Se miraron entre ellos dos — Sí, todo bien — Afirmó antes de acercarse a la mesa — ¿Cuál es el plan?

— Iremos a Zona de Guerra a conseguir armas. Fui una vez. Es enorme. Tienen todo lo necesario para matar cosas, básicamente — Explicó el rockero.

— ¿El falso Rambo tiene suficientes armas? ¿Es una granada? ¿Cómo es legal? — Preguntó Robin.

— Bueno, por suerte para nosotros, lo es. Este lugar está en las afueras de Hawkins. Si no vamos por calles principales, podremos evitar a los policías y a los brutos enojados.

Erica interrumpió — Para evitar a brutos enojados, mejor sería no ir a una tienda llamada Zona de Guerra.

— Es cierto, pero necesitamos las armas. Vale la pena el riesgo — Dio su punto de vista Nancy.

— ¿Y el tiempo? Nos llevará todo el día ir en bici — Recordó Dustin.

— ¿Quién dijo algo de bici?

— ¿Acaso tienes un auto? — Preguntó sarcástico Steve.

— No es precisamente un auto, Steve — Respondió Eddie, poniéndose rectamente a la altura de Steve — Y no es precisamente mío, pero......servirá — Sonrió un poco y se dio la vuelta hacia Max — Oye, Colo, ¿tienes un pasamontañas, una bandana o algo así?

La adolescente se quedó pensando y luego subió sus cejas al recordar algo en específico. Se fue de allí unos segundos y luego volvió con una máscara, la cuál le extendió al mayor. Este alzó ambas cejas de manera incrédula.

— Dijiste "o algo así" — Se encogió de hombros.

Edward suspiró antes de tomar y colocarse la máscara de Michael Myers. Hizo una seña para que lo siguiera y se fue hacia la puerta, mientras los demás hacían lo dicho.

Abrió la puerta y salió con rapidez pero precavido, para llegar al final del trailer. Se frenó y miró a todos lados antes de volver a correr. Los otros los seguían por detrás sin saber muy bien cuál sería el destino. Se acercaron cada vez más a un trailer, este siendo vehículo, y fueron por la parte trasera para que los dueños no los vieran.

Eddie buscó una ventana abierta, y al lograrlo, tiró primero su mochila antes de impulsarse con sus manos y adentrarse él. Le siguió Steve y luego Andi, después fueron los otros uno por uno, siendo ayudados por los mayores.

El pelirrojo se fue con Eddie, que se encontraba en el asiento de piloto, y observó lo que hacía.

— ¿Dónde aprendiste esto? — Preguntó Steve por sobre su hombro.

— Cuando los otros padres les enseñaban a sus hijos a jugar deportes, mi papá me enseñaba a puentesr autos. Me juré a mí mismo que no terminaría como él, pero ahora me buscan por asesinato, y pronto, por robo de vehículos. Le estoy haciendo honor al apellido Munson — Explicó concentrado en lo que hacía.

— Eddie — Llamó Robin — No me encanta la idea de que conduzcas tú.

— Oh, yo solo lo estoy arrancando. Harrington va a conducir — Sonrió hacia el chico y acercó su rostro — ¿No, grandote?

Este se quedó con un expresión de que estaba procesando lo que el chico le dijo, pero no le dio tiempo de decir mucho antes de que el motor del trailer se encendiera. De inmediato, los dueños comenzaron a golpear e insultar para que bajaran.

— ¡Mierda! Vamos — Ordenó Steve.

Eddie le otorgó el lugar al menor y este se sentó rápidamente. Mientras Ian se sentó en el asiento de copiloto, los otros dos se fueron hacia atrás.

— Es solo un auto. ¡Agárrense de algo! — Ordenó el chico.

— ¡Arranca, Steve, arranca! — Gritó Dustin desesperado.

De inmediato, hizo lo pedido y piso hasta el fondo el acelerador, dejando atrás a los dueños del vehículo, quienes los perseguían con desesperación. La adrenalina recorría por los cuerpos de todos por cometer una acción ilegal.

— Vaya, se ven enojados.

— No todos los días pierdes la casa y el auto a la vez — Bromeó Robin a pesar de la situación, sosteniéndose del asiento.

Andi rio divertido por la broma y extasiado por la situación — Basta, chicos. Les van a causar un infarto — Bromeó él también y se asomó por la ventana a su lado — ¡Estás tan cerca! Eso es — Se burló del hombre, que pronto dejó de correr al cansarse, y Andi volvió a sentarse.

Miró a Steve con una divertida sonrisa, aunque estaba más concentrado en conducir correctamente, y el mayor le dio una pequeña sonrisa a la vez que negaba con la cabeza, incrédulo de que se hubiera burlado de los dueños del trailer.

— Dios, en serio necesitaba eso — Suspiró el pelirrojo, dejándose caer en el respaldar.

— ¿Qué cosa? — Preguntó Steve.

— Un momento de adrenalina. Creo que es el único momento en que me he divertido desde hace......meses.

Harrington apretó los labios de manera pensativa — Lo siento por no haber estado ahí contigo.

— No es tu culpa, no lo sabías — Se giró a observarlo mientras él seguía conduciendo — Es mi culpa en todo caso.

— No es tu culpa — Contradijo de inmediato.

— Ah, ¿si? ¿Entonces de quién? — Cuestionó sarcástico.

— Vecna — Respondió firme — Pero no importa, recibirá todo lo que se merece y acabaremos con él.....Dicen que el mal nunca triunfa.

— Sí.....en serio espero que así sea — Suspiró y no hablaron más por un par de minutos, cada uno perdidos en sus pensamientos.

No mentía. La última vez que había logrado olvidarse un poco de la situación por la que estaba pasando, fue en la campaña de D&D de Eddie, además de eso, su vida llevaba siendo una completa mierda por meses.....Se sentía como una mierda.

¿Alguna vez estuvieron en una situación tan horrible en la que hubieran hecho cualquier cosa para solucionarla? ¿Cualquier cosa? Eso sentía Andi hacia meses, y había empeorado con el paso del tiempo.....o mejor dicho de las pesadillas y paranoias.

Escuchó un ligero suspiró a su lado y vio a su pareja sonriendo ligeramente, con su vista al frente y pensativo.

— ¿Qué sucede? — Arrugó el entrecejo.

Steve lo vio un momento antes de volver a la autopista.

— Es una tontería, pero siempre soñé con tener una familia enorme. Digamos que una manada de pequeños Harrington. Cinco, seis niños — Contó con una sonrisa.

— ¿Seis? — Sus cejas se levantaron impresionado y divertido, al igual que su sonrisa.

— Sí. Seis polluelos — Confirmó — Tres chicas, tres chicos. Y en el verano, todos los Harrington nos iríamos en algo como esto a conocer el país. Las Montañas Rocosas, el Gran Cañón, quizá Yellowstone. Terminaríamos, en algún pueblo costero de California. Pasaríamos una semana en la playa. Aprenderiamos a surfear.

Andi miraba con amor a Steve mientras hablaba. Su corazón llenándose de un hermoso sentimiento de ternura y calidez.

— Suena como el plan perfecto — Coincidió en un tono algo meloso.

Se giró hacia él — ¿Sí? — Quiso confirmar.

— Sí — Asintió — Y tenemos práctica — Miró unos segundos hacia atrás, donde estaban Max, Lucas, Dustin y Erica, y se volvió al frente — Seis Harrington.....mierda.

Steve rio por su tono incrédulo y mordió un poco su labio — ¿No te gusta la idea?

— Por Dios, me encanta. Malcriaría a cada una de esas mierdecillas — Sonrió divertido mientras se lo imaginaba, provocando una risa en Steve.

Después, volvió a hablar Siempre quise tener una hija llamada Venus......De niño me encantaba sentarme por horas a la madrugada a ver las estrellas, me desvelaba mucho por eso. De hecho, me sigue gustando. Una vez estaba con papá, él no podía dormir y se sentó junto a mí cuando me vio en el patio de la casa viendo el cielo, fue cuando descubrió que hacía eso — Se tomó unos segundos para pensar y relamió sus labios — Hablamos muchas cosas esa noche. Una de ellas fue cuando señaló hacía el cielo y me dijo: "¿Ves esa pequeña estrella rojiza de ahí? En realidad, es Venus". También, me contó que su sueño era tener una hija. En cada una de las ecografías se repetía una y otra vez por que fuera niña, pero no fue así. Fue ahí cuando desarrollé el deseo de formar una familia y tener una hija. Sin embargo, no fue hasta que papá falleció que yo comencé a amar Venus. No había noche en que no observaba a Venus por horas, mucho más si lo extrañaba. Y me dije a mi mismo que si algún día tenía una hija, la llamaría de ese modo. En su honor. Y para que siempre esté conmigo.

El tono de melancolía era muy notorio en su voz. Steve escuchó atentamente y comprendió el dolor de su novio en silencio.

— Nunca me contaste eso.

Se encogió de hombros — Nunca surgió el tema — Le sonrió y estiró su mano para poder acariciar el cabello del mayor.

— Me hubiera gustado conocer a tu padre — Confesó con tranquilidad.

— A mi me hubiera gustado que se conocieran. Estoy seguro de que te hubiera amado.

— ¿En serio? — Preguntó ilusionado — Pero, ¿él sabía? ¿Qué.....te gustaban los chicos?

— Sí. Se lo había dicho mucho antes de que se divulgara. Lo aceptó con naturalidad, me sorprendió mucho pero estuve tan aliviado. Me apoyó.

Steve hundió sus cejas confundido — ¿Él.....él no sabía lo mal que te trataba? ¿O lo mal que nos llevábamos?

Negó con la cabeza — Lo sabía, pero no fue una persona que guardara rencor, no como yo. Me decía que no hacía falta que me vuelva tu "mejor amigo" o algo por el estilo, pues no había razón para eso, pero quería que no te odiara a pesar de todo. Decía que guardar odio le haría mal a mi corazón, alma y esencia.

— Pero.....lo seguiste haciendo. Y no te juzgo por eso — Admitió Steve.

— Dios, no podía no odiarte. Habías confesado que era homosexual a todo Hawkins — Intentó manterse bien, pero recordar las malas épocas de su vida le hacían sentir destrozado — Sufrí tanto bullying por eso e hiciste mi vida imposible. El otro niño, del que estoy seguro que no te acuerdas, tuvo que mudarse por culpa del maltrato. Este pueblo es una mierda. Mi padre también quiso que nos mudaramos, pero mi madre no quiso. Decía que....tal vez me lo merecía. Y no me sorprende, es decir, ella me maltrataba y mi padre ni siquiera lo sabía. Claro que no era su culpa — Su voz se quebró un poco, pero la dureza seguía allí — Vicktor no tenía idea de nada, no quería que supiera de la horrible vida de su hermano en la escuela y de las actitudes de su madre, no quería romperle esa ilusión de amar a mamá y ser amado por ella. Al menos, él sí pudo disfrutarlo mientras duró. Me preguntaba por los hematomas y yo inventaba una excusa para cada situación. "Me caí", "me llevé puesto un poste de luz", "me metí en una pelea", "me golpearon con la pelota en baloncesto". Si no era en casa era en la escuela, era un tortura.

Se calló por segundos que se sintieron horas. Su pecho llenándose de horribles sentimientos negativos que odiaba.

— Mi momento favorito de la semana eran todas las veces que iba a ver a Jonn. Se sentía tan cálida la casa, como un verdadero hogar. Consideré a Joyce como una madre desde el principio, al igual que a Jonn y Will hermanos. Luego, conocí a Nance y Barb. Hopper. Ce — Un sollozo se escapó de su garganta y cerró sus ojos con fuerza, mientras apoyaba la cabeza contra el respaldar — Los extraño tanto. A todos. Los necesito conmigo ahora mismo. Necesito a papá.

El corazón de Steve se sentía partido, no en dos, en miles de pedazos. Ver a su novio contándole las espantosas cosas que había vivido por culpa de él, eran cuchillos clavados en su cuerpo. No porque le doliera que Andi le sacara en cara esas cosas, sino por la mierda que había sido. Si pudiera volver al pasado, se golpearía a sí mismo. Y si tuviera una segunda oportunidad, haría las cosas muy diferentes.

Se sentía incrédulo. Sufrió muchísimo y sin embargo, el tiempo, supo integrarlo a su vida de a poco. No sabía cómo había hecho para pasar de enemigos a amantes, pero no creía merecerse su amor en lo absoluto. Tuvo a las dos mejores personas del mundo en su vida y, sin embargo, lastimó a ambas. Tal vez, era él el problema.

Steve frenó el vehículo, ya que habían llegado a su destino, pero antes de avisarle a los demás, se levantó de su asiento, se acercó a Ian y tomó asiento a su mismo lugar para abrazarlo con toda la fuerza de su cuerpo. Andi lo abrazó por su torso y se encorvó un poco para ocultar su rostro en el pecho contrario. Sollozó un par de veces, dejando caer un par de lágrimas, pero aguantándose las ganas de llorar con mucha fuerza. Steve lo mantenía pegado a su cuerpo y pasaba los brazos por los hombros del pelirrojo abrazando su espalda.

— Lo siento. En serio lo siento, amor. No hay palabra que describa mi arrepentimiento y sé que tampoco hay una que describa tu sufrimiento. Pero quiero que sepas que en serio lo siento — Susurró en su oído — No voy a decir que volvería al pasado o una de esas mierdas, porque el pasado ya está hecho. Pero quiero que sepas que cada día trato de ser una mejor persona. Por ti.

Acarició su espalda de arriba a abajo y dejó un beso largo beso en su sien. Tomó una de las manos de Andi que lo abrazaba y la llevó a su pecho — ¿Sientes eso? Es mi corazón latiendo por ti. Porque te amo, Ian.

Andi sorbió su nariz y, sin despegarse de él y sin desocultar su rostro, llevó la misma mano de Steve que sostenía la suya a su pecho.

— Y el mío late por ti — Correspondió.

















[....]

















Luego de aquel momento, hacía ya casi una hora atrás, entraron a Zona de Guerra y compraron todo lo necesario e incluso más para su misión de detener, y en su mejor caso, matar a Vecna. Aunque, cuando aparecieron Jason y su pandilla, tuvieron que irse apurados de allí. Ahora se encontraban en el campo, cada uno haciendo lo que le correspondería y tendría que usar.

Andi se encontraba más callado de lo usual mientras llenaba las botellas con gasolina junto a su novio y Robin. Tenía un extraño presentimiento en el pecho que no lo dejaba hablar.

— No tiene sentido — Hablaba el chico con la otra.

— ¿Qué cosa?

— Ese era Dan Shelter. Se graduó hace como dos años. — Habló sosteniendo la botella mientras Ian la llenaba.

Steve intentaba animar a Robin o hacer que no le tomara importancia a la situación, pues en Zona de Guerra habían encontrado a Vickie junto a un chico, que ninguno a excepción de mayor conocía.

— ¿Y?

— Está en la universidad. Vino para el receso de primavera. Devolvieron Picardías estudiantiles hace una semana — Explicó — A menos que ella tenga un hermano cachondo, lo cual es imposible. ¿O quizá le gusta mucho Judge Reinhold?

— Steve — Interrumpió Robin dejando de realizar las cosas.

— ¿Qué?

— No me importa. Y a ti tampoco debería en esta situación. La verdad, este fue el momento ideal para enterarme de esto. Porque con el fin del mundo acercándose, mi vida amorosa se siente muy irrelevante.

Steve asintió — Sí. Te entiendo pero.....no pierdo la esperanza.

— No todo tiene un final feliz — Concluyó ella, agarrando una botella vacía.

— Sí, créeme, lo sé — Coincidió él recordando su relación con Nancy.

Robin rio un poco — No hablo de un romance fallido. Solo.....tengo la terrible.....sensación constante de que.....quizá esta vez no salga todo bien.

— ¿Crees que no deberíamos hacerlo?

Andi habló por primera vez — Creo que estamos totalmente locos, pero.....si no lo paramos nosotros, ¿quién lo hará?

— Tenemos que intentarlo, ¿no? — Robin miró a ambos con expresion de preocupación.

Ellos asintieron con la misma expresión — Sí. Por matar a Vecna.

Steve acercó la botella de su mano a ellos. Los dos agarraron una de las que ya estaban listas e hicieron lo mismo.

— Barra Henry — Agregó ella.

— Barra Uno — Finalizó Ian.

Chocaron las botellas haciendo que el vidrio sonara y se dieron entre los tres tristes sonrisas. Era increíble como ambos tenían ese feo sentimiento de que las cosas no saldrían bien, pero fingían por el otro, aún si los tres sabían la verdad.

— ¿Podrían.... — Ian carraspeó — ¿Podrían terminar con esto? Quiero hacer algo.

Los dos asintieron confundidos pero no dijeron nada al respecto — Está bien.

Andi dejó la botella en el suelo con cuidado y se puso de pie para comenzar a alejarse de ellos con pasos lentos. A lo lejos, yendo a su destino, veía Dustin y Eddie jugar divertidos entre ellos como si fueran guerreros y se estuvieran enfrentando. Golpeaban al otro, no de manera agresiva, se protegían con los escudos hechos por ellos mismos y corrían de un lado a otro. Reían entre ellos y de vez en cuando decían alguna frase fingiendo voz de un caballero.

Se frenó cuando estuvo cerca y se quedó observándolos en silencio con los brazos cruzados. Las facciones de su rostro se encontraban serias pero en realidad disfrutaba de ver al dúo jugar infantilmente.

— Oid, mortal Henderson — Habló Eddie con su vista pegada al adolescente — El sonido de la acecha se hace entre nosotros. Debemos de derrotar a los mirones superiores — Se quedó callado mientras fingía escuchar algo a su alrededor — Como al que observa desde la clandestinidad — Se giró en dirección hacia el pelirrojo y este arrugó las cejas preocupado al no entender qué quería decir — ¡Atacad!

A penas el mayor dio la orden, él junto a Dustin, corrieron hacia Andi haciendo que este maldiciera. Comenzó a correr mientras era perseguido por los otros dos, teniendo clara desventaja, pues los otros tenían escudos y eran dos.

Se tropezó y casi cae al suelo pero logro recuperarse rápidamente. Siguió con la misma velocidad y corrió en dirección de Lucas y Erica, que al pasar por su lado logró arrebatarle una lanza a la niña. Claro que recibió un insulto de su parte pero no pudo responder al respecto.

Se frenó repentinamente y cuando Eddie llegó a él, lo esquivó para ir hasta Dustin y meterle la traba con el palo de la lanza, haciendo que este se cayera al suelo y rodara un poco al estar en desnivel. Oyó pasos detrás de él y supo que Eddie volvía en su dirección, por lo que retomó la carrera dejando a un agotado Dustin atrás.

Había perdido la ventaja por su plan con el menor, por lo que después de unos pasos, Eddie logró atraparlo. Lo empujó, haciendo que ambos fueran al suelo, y se colocó arriba del pelirrojo. El mayor soltó el escudo y Andi puso la lanza entre ellos mientras tironeaban de esta para sus lados.

— Abraza a la perdición y ríndete, joven pueblerino — Siguió con su papel mientras luchaban.

Como vio que el menor no pensaba rendirse, cambió su plan y soltó la lanza para comenzar a hacerle cosquillas al otro. Este rápidamente tiró la lanza a un lado y empezó a reír mientras intentaba alejar a Eddie de su cuerpo.

Lo golpeó un par de veces en el pecho e intentó tomar de sus brazos para que sus manos dejaran de hacerle cosquillas, pero su cuerpo había perdido la fuerza para poder defenderse y hacer más que reírse mientras las lágrimas se hacían presentes en sus ojos por la risa, a la vez que la falta de aire.

Cuando Edward vio que Ian ya no podía defenderse más, lo soltó y se rio de él, dejando que Andi pudiera finalmente dejar de reír y comenzar a recuperar el aire. Este dejó caer su cabeza hacia atrás con la respiración agitada, marcando su mandíbula, y sus ojos cerrados. Eddie se permitió disfrutar un poco la vista desde allí arriba antes de bajarse de él y acostarse en el suelo.

— Eso fue trampa — Habló luego de recuperarse un poco.

— No la fue — Negó riendo — Sí hay un enemigo se busca cualquier punto débil para acabar con él......¿No es eso lo que estamos haciendo ahora? ¿Buscar cualquier punto débil de Vecna para acabar con él?

— Tal vez tienes razón — Asintió.

Un cómodo silencio se hizo entre ellos, donde sólo sus respiraciones eran escuchadas. Sus vistas pegadas el celeste y despejado cielo, donde pasaba alguna que otra ave.

Sin embargo, mientras Andi disfrutaba del momento de paz, Eddie tenía un sentimiento de presión en el pecho que no lo dejaba pensar. Sentía, al igual que la mayoría, que no todo saldría como lo planeaban. Tenía miedo, y no quería ir a esa misión si no era completamente sincero con Ian. No sabía que pasaría y estuvo todo el día cuestionándose......

¿Es mejor hablar o morir?

¿Andi? Llamó con suavidad, tragando saliva.

— ¿Sí? — Respondió esperando a lo que tuviera que decir.

Suspiró nervioso y jugó con el césped del suelo arrancándolo — No sé si.....todo saldrá bien, ¿sabes? Y, por favor, no intentes convencerme de que así será porque no lo sabemos — Suplicó nervioso — Es por eso que yo.....necesito decirte esto. No arriesgarme a que algo suceda y tú no lo sepas.

Se detuvo repentinamente y se levantó para quedar sentado en el suelo, su respiración se había vuelto algo pesada por los nervios. Andi lo miró confundido y repitió su acción. Se quedó viéndolo, esperando que dijera algo.

— Eddie, ¿estás bien? — Preguntó preocupado, pero este levantó el dedo índice indicándole que le diera un segundo para pensar.

— Andi...... — Volvió a hablar antes de girarse hacia él y mirarlo a los ojos — Necesito decirte la verdad. Lo he ocultado por un tiempo pero......solo quiero que sepas que..... — Suspiró trabadamente — Me gustas, Andi. Me gustas mucho. Hace mucho tiempo que lo hago. Sé que estás con Steve y respeto eso completamente. Y sé que mis sentimientos no son recíprocos ni podrán ser correspondidos, porque estás enamorado de Steve. Pero, no sé que pasará esta noche, y quiero que lo sepas. Quiero que sepas cuales son mis verdaderos sentimientos por ti. Sólo quiero que lo sepas.

Los labios de Andi se encontraban entre abiertos por la sorpresa, sin embargo, su rostro se encontraba sin expresión. No tenía mirada dura, de hecho era suave y comprensiva. Pero su lengua se había congelado y no sabía qué decir. Su cerebro buscaba las palabras correctas para responder.

— Eddie...... — A pesar de que la respuesta era obvia, en sus ojos se podía ver el casi muerto brillo de esperanza — Gracias por decírmelo.

El rockero asintió cabizbajo antes de sentir los brazos del pelirrojo abrazando su cuerpo y atraerlo al de él. Correspondió al instante, apretando el torso del menor con sus fuertes brazos.

— Te conocía desde muchos años antes — Contó en un murmuro — Tú a mi no, pero......si me hubiera atrevido a hablarte, quien sabe. Tal vez las cosas serían diferentes ahora.

El menor no respondió nada al respecto. Se quedó pensando en lo que Eddie acababa de decirle. ¿Lo conocía desde mucho antes y él no? Lo hizo sentir un poco mal. Le hubiera gustado conocerlo antes de toda la mierda por la que estaban pasando.

— Dios..... — Susurró en su hombro — Estoy muriendo ahora mismo por un beso.

Rio un poco por lo bajo contagiando al pelirrojo. Este giró un poco su rostro y pegó sus labios a la mejilla de Eddie, dejando un bastante largo y cariñoso beso del que Eddie se permitió disfrutar. Era la más grande muestra de amor que podría obtener de Ian, aunque no fuera la que quisiera. Y aunque no pudiera ser su novio como a él le hubiera gustado. Le encantaría poder presumir de ser la pareja de Ian Andirzon, pero, lamentablemente, no le había tocado ese privilegio. Y por eso siempre envidiaría a Steve.

Andi siempre amaría a Steve.

Se va acercando el final del Acto Cuatro.

En este capítulo hubo dos referencias. Una a una película (que es mi favorita) y otra a una serie. Pudieron darse cuenta de cuales eran?

Que tristeza me da saber que la temporada 5 va a ser el final de todo. Todavía recuerdo cuando vi la 1 temporada a penas había salido y a penas era conocida. Desearía volver a aquellos tiempos.

También me da miedo de lo que podría llegar a pasa en la T5. Hay gente que dice que probablemente Steve muera al ser el personaje más amado y con más desarrollo a través de la serie. Yo les juro que sí me llegan a matar a Steve yo quemo todo. Es mi personaje favorito, me lo matan y muero con él.

Lo peor sería que si llegara a pasar, no importa cuando fanfics uno lea en donde el final sea feliz, sabes que en realidad el murió en la serie y nada va a poder cambiar eso. Encima sería la última temporada, por lo que moriría y chau, así termina todo. DIOS! LLORO. BASTA. Lo matan y yo mato a los hermanos Duffer. Quién se une a mi causa?

Solo queda rezar.

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