40|Vecna's Lair
Chapter forty;
Vecna's Lair
Sintió como de a poco sus pesados párpados iban despegándose y se abrían, recibiendo la luz de la casa en ellos. Su cerebro comenzaba a despertarse y miró a su alrededor confundido, intentando recordar qué había sucedido. Reconoció la casa da Nancy y se terminó de despabilar.
Llevó ambas manos a su rostro y refregó sus ojos, para después permitirse bostezar. Despegó su cuerpo de donde estaba recostado y se estiró con fuerza.
Se dejó caer nuevamente y giró su cabeza hacia atrás, encontrándose con su pareja durmiendo. Mientras que Steve dormía como bebé en un sofá individual, el cual le había cedido, el había dormido sentado en el suelo con su espalda apoyada contra el sofá. Lo había hecho con la intención de que su novio pudiera dormir un poco mejor por una noche. Ahora que lo pensaba, era la primera noche en que no tenía pesadillas. Tal vez dormir con mucha gente alrededor lo hacía sentir seguro.
Observó al mayor e inconscientemente mordió con suavidad su labio inferior. Se quedó admirándolo. Sus pestañas, cabello, pecas, nariz, labios. No podía creer lo hermoso que era. No se resistió, y estiró su mano para apoyarla en la mejilla del otro. Lo acarició con su pulgar y sintió la suavidad de su piel. Al igual que su cálida temperatura. Un lento y significativo suspiro salió de entre sus labios. Se sintió en un déja vú.
Con suavidad y cariño, dejó un beso en sus labios y se volvió a alejar. Subió su mano a su cabello y comenzó a hacer mimos en este. El chico, entre sueños, se movió un poco contra la mano, disfrutando de las caricias.
— Estás perdido — Escuchó que le dijo una adormilada voz.
Miró hacia delante y vio a un soñoliento Lucas, que le observaba con las comisuras de los labios un poco subidas. Había observado parte de la escena, desde que se despertó, y le había parecido muy bonita. Se veía reflejado en él, porque era la misma manera en la que miraba a su Max.
Andi le regaló una pequeña sonrisa como respuesta, sin decir nada, y volvió su vista por unas segundos a Steve.
— Tienes un brillo muy especial en los ojos cuando lo ves, ¿lo sabías?.......Steve también lo tiene cuando te mira a ti — Esto último dicho, hizo que Andi le prestara atención.
— ¿En serio? — Preguntó con una sonrisa embobada de labios cerrados.
Lucas asintió — Es cierto......"Del amor al odio hay un solo paso", dijo alguien de por ahí.
El mayor asintió para si mismo, pensando que en realidad, Steve y él eran el claro ejemplo de ese famoso refrán.
— Es curioso..... — Le dijo a Lucas, pero su mirada se encontraba pegada al rostro de su chico, otrogándole cariños — Como el amor puede ser tan extraño y traerte.......
— A quién menos te lo esperas — Completó el otro.
El silencio les invadió por unos segundos. Robin y Steve eran los únicos durmiendo en la sala, y Nancy, Max y Dustin no se encontraban allí. No sabía dónde estaban, pero no se preocupaba porque seguramente estaban juntos.
— ¿Tu crees que Max me odia? — Preguntó repentinamente el menor con un tono decaído — Como dije: "Del amor al odio hay un solo paso" — Dejó salir una desgastada risa, que no tenía nada de alegría para él.
Andi arrugó el ceño — No creo que Max te odie, Lucas. ¿Por qué la pregunta?
— Bueno......Ella terminó conmigo, me ignoró por mucho tiempo y ahora nunca quiere hablar conmigo de lo que le sucede — Explicó triste, sintiendo un feo revoltijo en el estómago — Ahora puedo entender que es por Vecna y todo lo que hace en ella, pero...... — Calló unos segundos y remojó sus labios — ¿Tú hubieras terminado con Steve?
Se mantuvo sin decir palabra alguna, pensando una respuesta segura y pensada. Pero finalmente, negó con la cabeza.
— No lo creo. Lo amo demasiado, más de lo que alguna vez pude pensar. No creo que Max te odie por haberse alejado de ti. De hecho, pienso que te sigue amando. Solo que tomó esas decisiones porque no supo lidiar con la situación. No todos hubiéramos reaccionado de la misma manera — Explicó y después se señaló — Mírame a mi. Me alejé de él pensando que sería lo mejor pero......tal no lo fue. Quizá ella piensa lo mismo......Sabes, no pude terminar con Steve porque no podría romper su corazón. No de nuevo. Ya lo hicieron una vez y no seré yo quien lo haga de nuevo. Lo amo demasiado para hacerle eso.
Su mirada bajó hasta el suelo en el que estaba sentado y se quedó mirando nada en específico, pensando.
Era cierto. Era de las cosas más sinceras que alguna vez había dicho en la vida. No podría romper el corazón de Steve por más que quisiera, porque no le gusta lastimar a los otros. No le gusta que gente que quiere sufra por su culpa. No soportaría saber que su novio sufre a causa de él y menos que rompió su corazón de nuevo.
Sabía cuanto le había costado a Steve entablar una relación con él, si bien por ser hombres, no fue esa la razón principal. Tenía miedo de volver a confiar. De permitirse amar de nuevo y que se abusaran de ello. Tuvo miedo de que, tal vez, Andi podría dejarlo y romper su corazón en cualquier momento, al igual que Nancy lo hizo.
— Eres tan cursi — Ambos chicos despiertos escucharon el murmuro adormilado.
El pelirrojo volteó su cabeza hacia el sofá, en que estaba apoyando su espalda, y observó como Steve mantenía sus ojos achinados al recién despertarse. La luz le molestaba un poco.
— ¿Escuchaste eso? — Preguntó Andi tímido.
Steve asintió y bostezó cansado — Síp.....Creo que seguiré durmiendo. Estaba soñando con Molly Ringwald y al despertarme veo...... — Lo miró de arriba a abajo con una mirada asqueada y se volteó sin decir nada más. Obviamente, bromeando con su novio.
Andi puso su boca en forma de o, mostrando su sorpresa y diversión al comentario, y miró a Lucas que tenía la misma expresión que él.
Asintió lentamente para él mismo, mientras sonreía y empujada su mejilla interna con su lengua.
— ¿Ah, si? — Dijo con picardía, pero no recibió respuesta del otro.
En un movimiento rápido, pasó un brazo por debajo del brazo del otro y abrazó su estómago para levantarlo. Lo dejó en el suelo boca abajo y se tiró arriba de él.
— ¿Molly Ringwald, eh? ¿Molly Ringwald? — Repitió con divertimiento, despeinando su cabello.
— ¡Andi! — Se quejó intentando sacárselo de encima — ¡Lucas, ayúdame! Pesa una tonelada.
El nombrado simplemente levantó ambas manos a su pecho en señal de inocencia, demostrando que no haría nada. En su rostro conservaba un pequeña sonrisa al ver la chistosa situación frente a él.
Se levantó un poco de Steve, para poder darle la vuelta mirando hacia arriba. Se sentó arriba de él, reteniéndolo con sus piernas, y comenzó a hacerle cosquillas.
Steve comenzó a reír y moverse con desespero. Le pegaba a Ian en su pecho y brazos queriendo sacarlo encima de él o que se detuviera, pero fue en vano porque las cosquillas le sacaban la fuerza.
— ¿Se están divirtiendo sin mi? — Preguntó Robin recién despierta, refregando uno de sus ojos.
El mayor aprovechó que su novio se distrajo y los dio vuelta para quedar acostado encima de él. Luego, sintieron como alguien se les tiraba encima a ambos, haciendo que Andi se quejara por el peso.
Pudo ver a Robin asomarse un poco, estando encima de Steve — Buenos días — Saludó sonriente.
— Buenos días — Correspondió, fingiendo falta de aire.
Sin embargo, sintieron otro peso más encima que este si le hizo quitar el aire. Tenía más de doscientos kilos encima.
— No me quería quedar afuera — Dijo Lucas en la cima de la pila de personas.
Andi suspiró y dejó caer la parte trasera de su cabeza al suelo. Los demás dejaron salir unas pequeñas risas divertidas.
— ¡Oigan! Es tiempo de des...... — Nancy entró aplaudiendo, queriendo despertarlos, pero se quedó paralizada ante la imagen frente a ella. Todos le dieron una sonrisa inocente.
Max y Dustin se asomaron por detrás de ella y se sorprendieron al verlos uno arriba del otro. Cuando ambos comenzaron a caminar hacia ellos, con sonrisas picaras, Andi abrió mucho los ojos.
— ¡No! ¡No, no, no! — Negó rápidamente, leyendo sus intenciones — ¡No se atrevan a......-
No llegó a terminar la frase, que primero se tiró Dustin y luego Max por encima, provocando que el pelirrojo jadeara en busca de aire.
— Creo que no fue tan buena idea — Susurró su novio a centímetros de su rostro y él le sonrió sarcástico.
— ¿Tu crees? — Habló sin aire — ¡Nancy! ¡Nance! — Pidió ayuda.
La chica pareció reaccionar y se acercó a ellos para empujarlos, desarmando la torre. Todos cayeron al suelo quejándose, a excepción de Steve que se había quedado acostado arriba de él. Finalmente, Andi pudo respirar con tranquilidad.
— No tenemos tiempo para esto. Descubrimos algo. Tenemos que ir a la casa de Victor Creel, Max pudo verla ayer en la mente de Vecna. Vamos. ¡Arriba! — Ordenó la de rulos.
Todos, menor los tres mayores, se levantaron del suelo y se retiraron con rapidez de la sala, mientras hablaban al respecto, para salir de la casa e ir hacia el automóvil.
— Arriba — Volvió a repetir a la pareja.
Ian levantó su dedo índice — ¿Podrías darme un segundo, linda Nancy? Estoy intentando recuperar el aire que esas comadrejas me quitaron.
La chica le miró incrédula y se terminó yendo, luego de rodar los ojos. Los dos chicos se quedaron en el silencio de la casa.
— Dramático — Murmuró Steve y Andi se ofendió.
— ¡"Dramático"! Ya quiero verte a ti con más de trescientos kilos encima — Le respondió.
Steve le dedicó una tierna sonrisa y dejó un beso en su mandíbula antes de levantarse. Andi igual lo hizo y ambos terminaron saliendo de la casa, no sin antes despedirse de los Wheeler's mayores.
— Bien. Entonces, ¿cuál es el plan? — Preguntó Robin, una vez todos arriba del vehículo.
— Tenemos que ir a la casa de Victor Creel. Ese es todo el plan — Respondió Nancy.
Steve le miró incrédulo, pero terminó suspirando mientras encendía el motor — Allí vamos — Susurró y el viaje dio inicio.
[....]
— ¿Qué se supone que buscamos en esta pocilga?
— No sabemos. Pero esta casa es importante para Vecna — Explicó Nancy.
Luego de llegar, Andi junto a Steve se pusieron a sacar los clavos que sostenían la madera, la cuál tapaba la puerta de la casa. No había plan en específico, solo ver si algo en aquella estructura puede ayudarlos con lo que sea.
— ¿Porque Max la vio en la mente neblinosa de Vecna? — Cuestionó Steve.
— Básicamente.
— Quizá nos indique dónde está, por qué regresó o mató a los Creel, y cómo detenerlo antes de que venga por Max — Habló Dustin esta vez.
— No creemos que esté aquí, ¿no? — Dijo Lucas inseguro.
— Ya lo descubriremos — Le contestó su ex novia.
La pareja dejó caer el rectangular pedazo de madera, revelando la puerta que Max había visto en Vecna. Steve intentó abrirla pero estaba cerrada.
— Está trabada. ¿Golpeo, a ver si hay alguien en casa? — Habló sarcástico.
— No hace falta — Interrumpió Robin detrás de ellos, con un ladrillo en la mano — Encontré una llave — Dijo antes de lanzar el objeto contra el vidrio de la entrada.
El mayor de todos, pasó su brazo con cuidado y abrió la puerta desde adentro. Al entrar, pudieron ver un hogar — si es que se podía llamar de esa forma — muy espeluznante. Era oscuro, tenebroso, lleno de tela de arañas, y portaba una pesada vibra.
— Parece que alguien olvidó pagar la luz — Comentó Sinclair y Dustin prendió la linterna en su mano como respuesta.
— ¿De dónde sacaron esas? — Preguntó un confundido Harrington a su lado.
El de rulos se dio la vuelta y le observó incrédulo — ¿Hay que decirte todo? No eres un niño.
— Gracias — Agradeció sarcástico.
Dustin se descolgó su mochila y se la dio — Bolsillo trasero — Informó marchándose.
El chico sacó una linterna, la cuál le pasó a su pareja, y después otra para él.
— Oigan, chicos — Los llamó Max y todos se acercaron — Todos ven eso, ¿no? — Preguntó mirando el reloj de pie, recibiendo respuestas afirmativas.
— ¿Eso es lo que viste? ¿En tus visiones? — Cuestionó Andi y ella asintió callada.
— Digo, es un reloj nada más. ¿No? — Robin se acercó y lo limpió con su mano — Un reloj viejo y común.
— ¿Por qué está obsesionado con los relojes? ¿Tal vez es relojero o algo así? — Ante el comentario de Steve, Dustin y Andi lo miraron con incredulidad.
— Resolviste el caso, Steve — Dijo sarcástico el menor negando con la cabeza.
— Lo único que sé es que las respuestas están aquí. En algún lado......Todos quédense en grupos de dos. Robin, arriba — Pidió Nancy, antes de subir las escaleras con la nombrada.
Maxine se llevó a Lucas con ella, haciendo que Steve, Andi y Dustin quedaran juntos. Este último se giró a verlos con una sonrisa inocente, sin decir nada al respecto.
Andi suspiró — Creo que no me perderé — Murmuró antes de comenzar a subir las escaleras por si solo, dejando al dúo atrás.
Al subir a la segunda planta de la casa, se metió a la primera habitación que vio.
Se trataba de lo que parecía un cuarto matrimonial, que seguramente había pertenecido a Victor Creel y su esposa. Era algo espeluznante, tanto que le dio un escalofrío por su columna vertebral.
No había casi nada de iluminación, solo la poca luz que su linterna daba. Había una sola ventana pero esta se encontraba cerrada, no atravesaba ni un rayo de sol por ella. La mayoría de los objetos estaban sucios de polvos y telas de arañas. Y eran cosas tan viejas y descuidadas, que podría decirse que parecían incendiadas.
Revisó todo el lugar, pero no encontró nada que pudiera decir algo. Aunque, tampoco sabía con mucha exactitud qué buscaba. Se acercó a la cama y con cuidado se inclinó sobre ella, para poder alcanzar una muñeca en el medio de la misma. La alumbró con la linterna para verla mejor.
Tenía que admitir que si le había dado un poco de miedo, era la muñeca más fea que alguna vez había visto. Era de aquellas muñecas de porcelana caras muy bien echas, pero tal vez por el tiempo se volvió la hermanastra de Satanás. Le faltaba un ojo, y el que tenía era completamente negro, tenía muy poco de su cabello castaño, como si se lo hubieran arrancado, y su ropa estaba quemada. De hecho, parte de ella misma también, por lo que se encontraba negra en ciertas partes.
Escuchó un madera crujir detrás suyo y jadeó asustado dándose la vuelta. Apuntó con la linterna y divisó a Robin en la puerta de la habitación.
— ¿Quieres matarme de un infarto acaso? — Habló molesto entre dientes, sintiendo su corazón acelerado.
— Lo siento — Susurró sin acercarse.
Pasó su mirada de Robin a la muñeca y le apuntó con la luz para que ella pudiera verla — ¿Me recuerdas cuando es tu cumpleaños?
Robin miró el objeto espantada — Es mejor si no sabes — Dijo antes de irse de allí.
Ian suspiró, una vez se recuperó del susto, y con mucho cuidado dejó la muñeca en su lugar como si fuese a hacerle algo. Suspiró por segunda vez, en esta ocasión más calmado, y se limpió las pequeñas telas de arañas que quedaron en su mano contra su pantalón.
Comenzó a oír repentinas quejas asustadas, junto a pasos apresurados y un vidrio roto, y salió de la habitación para ver de qué se trataba. Se encontró con su novio sacudiéndose asustado, mientras salía de una habitación.
— ¿Qué pasó? — Preguntó preocupado, logrando que se asustase y se girara a verlo.
— Había una araña — Respondió agitado, limpiando su ropa — Una viuda negra — Tomó la puerta apresurado y la cerró con fuerza — No entren ahí.
— Ouh..... — Dijo al ver el cabello del otro lleno de telas de arañas. Quiso tocarlo, pero el otro se apartó — Espera.
— ¿Qué? — Se alejó, yendo hacia un espejo — ¿Tengo algo?
— Quédate quieto. No te preocupes, déjame sacarlo — Pidió.
Steve se dio la vuelta y el pelirrojo dejó la linterna en un mueble a su lado, para poder sacar la suciedad del pelo.
— Gracias.
— Si tienes un nido de arañas, lo encontrarás cuando nazcan sus bebés — Se burló Robin quien acababa de llegar.
Pasó de largo junto a Nancy, que tenía una oculta sonrisa divertida por el comentario.
— ¿Cuál es tu problema? — Preguntó molesto Steve — Robin, en serio. Tiene problemas — Susurró esto último para su novio, cuando se fue.
— Lo sé. También es mi amiga — Coincidió — Si te hace sentir mejor, casi me mata de un infarto hace cinco minutos.
— ¿Por qué me haría sentir mejor? — Interiormente le divirtió el comentario, pero no pudo demostrarlo porque seguía molesto por lo que dijo Robin. Le daba algo de asco imaginar lo dicho.
— Así sabrías que no solo te hace sufrir a ti — Se encogió de hombros, concentrado en lo que hacía — Vi la muñeca más horrible de mi vida......creo que se la daré en su cumpleaños como venganza — Murmuró lo último y Steve sonrió un poco.
— Me gusta que vuelvas a estar con nosotros como antes. Que no te alejes. Aunque sea en estas circunstancias — Confesó sincero, provocando una sonrisa de ternura en Andi — Después de encontrar a Vecna, matarlo y salvar al mundo, podemos salir juntos. Tú y yo, Robin. Tal vez con Nancy y Jonathan, cuando regrese.
— Suena como un buen plan para mi.
Terminó de limpiar su cabello y lo abrazó desde atrás por su cintura. Lo apretujó contra su propio cuerpo y apoyó su mentón en el hombro del mayor, cerrando sus ojos por unos segundos.
— Está limpio — Informó.
Steve asintió y abrazó los grandes brazos del otro — Gracias.
El menor dejó de apoyar su mentón, para esconderse en su cuello y aspirar el característico aroma de su perfume. Aquel de "señor adinerado" que tanto le gustaba. Su respiración causándole un poco de cosquillas al otro.
— Lo siento — Se disculpó de manera repentina, con su voz quebrada.
Steve se preocupó ante eso — ¿Qué? ¿Qué sucede? ¿Por qué?
Ian negó con la cabeza, aún oculto en el otro, por lo que Steve dejó el abrazo atrás y se dio la vuelta para poder sostener su rostro. Buscó su mirada pero él la apartaba.
— ¿Qué sucede, amor? — Acarició ambas mejillas con cariño.
Cuando alzó la mirada, sus ojos estaban cristalizados con lágrimas, y Harrington frunció el ceño preocupado.
— Lo siento — Volvió a disculparse — No debí alejarme.
Steve suavizó su mirada y le dio una amorosa sonrisa — Está bien. Tenías tus razones. No te preocupes por eso ahora, lo importante es que estamos aquí y solucionaremos todo esto juntos. Y volveremos a la vida que siempre tuvimos.
Limpió una lágrima del pelirrojo con su dedo pulgar y se acercó a dejarle un beso en sus labios. Fue un beso suave y lento que duró tan solo unos segundos, pero transmitió más que mil palabras. Se separaron y se quedaron viendo a los ojos.
— Te amo — Susurró Steve como si fuera su secreto más valioso — Nunca lo olvides.
— Te amo — Correspondió Andi del mismo modo — Tampoco lo olvides.
El momento amoroso se cortó cuando alguien interrumpió — ¡Chicos! — Llamó Max desde la primera planta.
Se miraron sin entender entre ellos y sin decir nada bajaron las escaleras. Se acercaron a donde Max y Lucas estaban, llegando al mismo tiempo que los demás, y les señalaron la luz que parpadeaba arriba de ellos. Todos se quedaron viendo callados.
— Son como las luces de navidad — Oyó el susurro de Wheeler a su costado.
— ¿Las luces de navidad? — Habló Robin en el mismo modo.
— Sí, cuando Will estaba en el Otro Lado, las luces cobraran vida.
— Vecna está aquí — Habló Lucas — En esta casa. Pero del Otro Lado.
Antes de decir algo más, las luces que observaban con concentración, se apagaron — Creo que se fue de la habitación.
Max se preocupó — ¿Nos habrá oído?
— ¿Nos ve?
— Auriculares — Le índico Sinclair a Maxine y esta se los colocó.
— Esperen. Apaguemos las linternas y separémonos — Pidió Nancy y todos hicieron lo pedido. Claro que Steve siempre tiene algo para decir.
— No veremos nada si apagamos las linternas.......
— Vamos. No te quejes, no tienes ocho — Le dijo Andi y dejó una caricia en su cintura antes de alejarse.
Se fue hacia lo que supuso que era el comedor y comenzó a caminar por el lugar, a ver si algo aparecía. Sin embargo, no pasaron muchos minutos hasta que Robin los llamó a gritos.
Todos fueron hacia ella y vieron su linterna parpadear para después apagarse — Lo tenía.
La luz se pasó a la linterna de Steve y este comenzó a caminar, manteniéndola — Creo que se está moviendo. Se está moviendo.
Al llegar a las escaleras, subieron apurados, siguiendo el camino que pensaban correcto. Una vez arriba, se fue la iluminación.
— Mierda. Lo perdí.
— No lo perdiste — Contradijo inmediatamente Max, mirando una puerta.
Se acercó a esta y la abrió, revelando la suave luz que salía de esta. Max ingresó primero pero, antes de que pudiera seguir, Ian se puso adelante de ella para ir primero. Pues no sabían que habría allí.
Escucharon los comentarios asustadizos de Robin y los de Dustin deteniéndolos también, pero ni uno solo les hizo caso. Siguieron subiendo con lentitud y silencio, el pelirrojo manteniendo a la chica detrás suyo. Cuando finalmente subieron todo y pudo asomarse, al no ver nada, dejó de mantener tan tenso el cuerpo.
Al medio del ático había una bombilla de luz colgando del alto techo. Los últimos terminaron de subir y con confusión se acercaron a la fuente de luz, colocándose debajo de ella, haciendo que cada linterna comenzara a prenderse.
— Bien, ¿qué está pasando?
El silencio rondaba la habitación, lo único que lograba romperlo era el sonido que las luces parpadeantes hacían. Se sentía un aire tenso.
— Está aquí. Vecna. Este es su lugar. Él..... — Andi no pudo seguir hablando que el vidrio de la linterna de Dustin explotó.
Todos se sobresaltaron, en especial el nombrado, que había girado su rostro hacia un costado para que ningún vidrio le cortase. Sorpresivamente, luego le siguió la de Max, y, sin poder reaccionar, le siguieron todas las demás. Al final, explotó también el foco del techo y todos se cubrieron. El ático terminó quedando en una completo oscuridad, que casi ni ellos se podían ver, y un sepulcral silencio.
— ¿Es esa la pista que buscabas? — Se oyó la voz de Steve que iba dirigida a Henderson, el cual le dio una sonrisa sarcástica.
Sería una larga noche.
El lunes empiezo las clases 😭😭
Mandenme fuerzas
Voten porfi, es tan solo apretar un botón, no les cuesta nada He notado que los votos bajaron mucho y me pone triste la verdad.
Pero bueno, les mando besos 💋
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