37| Lost soul
Chapter thirty-seven;
Lost soul
Su mente no dejaba de pensar. Se repetía las palabras que la reportara en la televisión había dicho. Una alumna de Hawkins había sido encontrada asesinada. Lo que le mordificaba era que estaban en los remolques, que era exactamente donde viven Max y Eddie. Se preocupaba por ellos, pues si el asesino estuvo cerca de esa zona, no quería que ellos anduvieran en peligro.
Se enteró de la noticia hacía un par de minutos, estando en el trabajo. Intentaba despejar su mente, como siempre intentaba. Guardaba películas, las acomodaba, limpiaba. Había veces en la que estaba con Robin solo porque sabe que ella una vez que comienza hablar no para, y eso también le ayudaba.
Acomodando las cintas en sus estantes, habiéndose quedado quieto por estar pensando, sintió unos brazos pasar por su torso desde detrás suyo. Manos cálidas y abrazos llenos de cariño.
— ¿Estás bien, amor? — Escuchó el suave tono de Steve detrás suyo.
Su corazón se detuvo, o se aceleró, no supo muy bien. Amor. Le gustaba tanto como la primera vez que le llamó así. Lo volvía loco.
Asintió — Sí. Sólo algo cansado, nada más.
— ¿Estás seguro? — Preguntó inseguro.
— Sí. No tienes de que preocuparte — Tiró su cabeza con delicadeza hacia atrás y la apoyó en el hombro de Steve. Este le dejó un largo y cariñoso beso en su mejilla que lo hizo suspirar.
— ¿Vicktor ya se marchó? — Preguntó el ojimarrón y Andi asintió.
— Hoy a primera hora — Afirmó con aires de tristeza.
El silencio los invadió y Steve se quedó observando las pecas de su novio, que tanto les gustaba. Muchas veces le daban ganas de besar cada una de ellas, pero no terminaría nunca. Aunque no le molestaría.
— Te amo — Le susurró haciendo que lo mirase — Mucho. Lo sabes, ¿no es así?
Andi lo miró con cariño — Claro que lo sé. Te amo — Correspondió y le robó un fugaz beso que lo hizo sonreír como un tonto.
Se dio la vuelta, para estar frente a frente, y sin resistirse lo sostuvo de ambas mejillas para comenzar a llenar su rostro de pequeños y rápidos besitos, que sacó una gran sonrisa al mayor.
— Ustedes van a hacer que me suicide — Habló repentinamente Robin a su lado, haciendo que se sobresaltaran — Por Dios. ¿Tanto se van a amar? Me va a dar depresión, chicos. Nadie me ama de esa manera — Suspiró frustrada.
— Mi pequeña celosa — Se burló Andi y estuvo a punto de tirar de la mejilla de la chica pero esta le pegó un manotazo.
Su conversación fue interrumpida cuando la campana de la puerta sonó y el trío se giró hacia el sonido. Dustin junto a Max estaba entrando a la tienda. Con esta última compartieron una mirada pero al instante cortaron el contacto visual.
— Hey, Steve — Se acercó a ellos — ¿Cuántos teléfonos tienen?
— Tres. ¿Por qué? — Respondió confundido.
— Cuatro con el de Keith — Aclaró Robin.
Los menores se miraron — Sí. Cuatro alcanzan — Dijo Max antes de que Dustin se sacara su mochila y la tirara del otro lado de la mesada para luego pasar él por encima, tirando cosas de por medio, recibiendo quejas de Steve y Robin.
— ¿Qué haces, hombre? — Le preguntó Steve alterado.
— Armo la base de operaciones — Contestó usando la computadora.
— Sal — Ordenó.
— No. Lo necesito.
— ¿Necesitarlo para qué?
— Números de amigos de Eddie — Respondió, haciendo que Andi se interese por la búsqueda, aunque algo confundido, y se acercó a Dustin.
— Oh, Eddie. ¿Lo prefieres porque juega tu juego nerd? — Cuestionó con obvios aires celosos.
— Nunca dije eso — Negó.
— En serio, chicos, un lunes pueden jugar como niños, pero es sábado. El día más ocupado — Informó Robin acomodando el desorden.
— Entiendo, Robin, pero esto no puede esperar.
— ¿Es urgente llamar a los amigos de Eddie? — Dijo sarcástica y molesta.
— ¡Correcto!
— No entiendo, Dustin. ¿Algo pasó con Eddie? — Habló Andi por primera vez con tono algo preocupado, provocando que su novio lo mire con el ceño fruncido.
— Ponlos al día mientras hago esto — Pidió Dustin a Max.
— ¿Al día sobre qué?
Max los miró dudosa, mordiendo sus labios, ante la pregunta de Robin. Sus nervios comenzaban a parecer como cada vez que habla sobre el tema.
— El alumno que murió es una chica..... Chrissy Cunningham — Suspiró para seguir. Sabía que esto impactaría a Andi porque Eddie es su amigo — Fue encontrada en los tráilers. Más específicamente.....en el de Eddie.
A Andi le sorprendió pero, sin embargo, frunció su ceño pensando en qué trataba de insinuar. No creía que Eddie pudiera llegar a asesinar a alguien.
— Anoche la vi junto a Eddie entrar a su remolque, iba con su traje de porrista. Hoy, cuando desperté, la zona estaba llena de policías. Me acerqué a ver, y aunque no pude ver su rostro estoy segura de que era ella. Tenía su traje de porrista igual que anoche — Explicó, dejando algo shockeados a los mayores.
— ¿Le dijiste a la policía? — Preguntó Steve.
— No.
— ¿Por qué no le dijiste a la policía? — Preguntó esta vez Robin con impaciencia.
La pelirroja mordió sus labios con nerviosismo — Después de ver a Eddie y Chrissy entrar al tráiler, pasó algo más.....Veía televisión y el canal comenzó a cortarse, no pensé que fuera nada raro, sólo me levanté y la golpeé esperando a que se arreglara, pero entonces.....todas las luces comenzaron a parpadear y enloquecer. Fueron tan solo unos pocos segundos, pero cuando se detuvieron, escuché un grito. Vi por la ventana como Eddie salía corriendo y se subía a su camioneta para salir a toda velocidad de ahí — Relató con voz algo miedosa.
Los tres amigos, Andi, Robin y Steve, ya sabían que camino estaba tomando la historia y no les gustaba para nada a ninguno. Menos al pelirrojo.
— No fue nada del otro mundo. Eddie siempre conduce como un loco y la luz de mi casa se corta todo el tiempo. Es una mierda. Pero esta mañana me puse a hacer memoria y..... — Pensó unos segundos — No lo sé. La cara que tenía. Estaba asustado. Muy asustado. Tal vez estaba asustado porque....acababa de matar a alguien o.....tal vez porque.... otra cosa lo mató.
El trío se quedó en segundos sin saber que decir. En la cabeza de Andi todo volvía a ser una pesadilla. Y se repetía una y otra vez que no podía estar pasando de nuevo. No podía creer que realmente estuviera pasando de nuevo, le daban ganas de llorar de la impotencia. Deseaba que solo fueran sus ideas locas.
— Pero eso es imposible, ¿no?
— A este punto ya no lo sé. Debería serlo — Respondió frustrado el pelirrojo a la pregunta de su amiga.
— Y es por eso que necesitamos contactar amigos de Eddie — Se metió Dustin a la conversación, desde la computadora — Necesitamos saber donde se esconde. Sólo él sabe qué sucedió.
— ¿Cómo probaremos de que es inocente? Eddie no haría algo así — Negó Ian con un millón de preguntas en su cabeza.
— Sé que lo piensas, yo también lo hago. Es nuestro amigo. Por eso hay que encontrarlo, Andi, ¿si?. Ayúdame a encontrar a Eddie — Pidió el de rulos y él asintió.
— Lo siento — Interrumpió Steve — ¿Qué significa eso de "es nuestro amigo"? — Preguntó intentando sonar casual.
Andi y Dustin compartieron miradas. Sabían que si no daban una buena respuesta, no se liberarían de Steve en todo el día y no podrían seguir con el plan. Necesitaban priorizar el tema de Munson.
— Eddie y Andi son amigos. Fin de la historia. Empecemos — Dijo Max como si nada comenzando a llamar a gente, sin darse cuenta de la mirada matadora que le daba Andi.
Desde que había conocido a Eddie, Ian nunca le dijo nada a Steve o le contó sobre que eran amigos porque no quería que él llegara a sospechar de que le compraba mercancía. No se sentiría muy orgulloso si su novio se enterara de que comenzó a fumar hierba para poder intentar dejar los miedos y pesadillas atrás. Cosa de la cual tampoco le contó.
— ¿Tú también eres amigo de Eddie "freak" Munson? — Dijo con una ceja alzada y se cruzó de brazos sobre su pecho.
— Es decir, sí. Algo así. Vicktor está en el club de D&D así que....lo conozco gracias a él — Mintió. No creía que una mentira piadosa fuera a hacer mal a alguien.
— Está bien. Eso es genial — Dijo cortante y asintió para alejarse.
Andi se acercó a Robin con lentitud e inseguridad — Está celoso, ¿no es así?
Ella asintió mirando por donde se había marchado Steve — Definitivamente.
Chistó con la lengua, antes de alejarse un poco — Enseguida vuelvo.
Se alejó de sus amigos, que ya estaban manos a la obra respecto a Eddie, y se fue por el mismo camino en el que se había ido su novio.
Lo buscó por la parte trasera de la tienda, donde se encontraba más que todo el sector de películas de terror, y lo vio dándole la espalda mientras acomodaba algunas cintas. Se acercó a él y gritó un poco para asustarlo, lográndolo.
Steve lo golpeó en el pecho por eso y siguió con lo suyo.
— Steve.... — Llamó con tono cantado — ¿Estás celoso?
— ¿De qué estaría celoso? — Se encogió de hombros.
Sonrió — ¿Estás celoso? — Volvió a preguntar con diversión.
— ¿De qué? ¿De qué Dustin tiene un nuevo amigo más grande que también es tú amigo y es la razón más probable por la que pasas menos tiempo conmigo, por estar con él? — Dijo sarcástico y molesto, aún dándole la espalda — No. Eso sería ridículo.
Andi suspiró con diversión e intentó abrazarlo — No te enojes.
Steve lo apartó — No estoy enojado — Intentó volver a abrazarlo y lo detuvo con la mano en su pecho — No me toques. No estoy enojado.
Así, inició una pequeña pelea en la que Andi intentaba acercarse o abrazar a su novio y él lo separaba sin querer que se le acercara. Algo que inconscientemente le salía hacer cuando estaba molesto o encaprichado.
En medio de su enojo logró robarle un beso — Estoy tan enamorado de ti — Steve se dejó de quejar y se quedó viéndolo. Ian sonrió contento, siempre funcionaba.
— Como sea — Restó importancia y fue en camino hacia donde estaban los demás antes de que la sonrisa lo traicionara.
— Chicos, quizá tenga una pista — Escuchó la voz de Max al acercarse.
— ¿En serio?
— Sí. Eddie consigue droga de un tal Canuto Rick, y a veces duerme ahí — Informó a la par que Ian se paraba junto a Dustin.
— Prometedor. ¿Dónde vive Canuto Rick? — Preguntó Robin.
— Esa es la cuestión. Nadie sabe. Suena más a leyenda que a persona de carne y hueso.
— ¿Qué hay del apellido?
— Tampoco lo sé — Negó la menor.
— La policía debe saberlo — Interrumpió Steve y todos lo miraron confundidos.
— ¿Qué?
— La policía. Miren, si el tal Canuto Rick de verdad trafica drogas, seguramente, lo atraparon en algún momento. Está en el sistema — Explicó.
— ¿La policía? ¿En serio, Steve? ¿Esa es tu sugerencia? — Dijo Dustin sarcásticamente.
— Deberían enterarse de lo que sabemos, de lo que está pasando.
— Crees que Eddie es culpable, ¿no?
— Creo en "inocente hasta demostrar lo contrario". Y toda esa mierda constitucional, solo que.....No podemos descartarlo — Contradijo despreocupado.
— Eso es precisamente lo que estamos tratando, Steve — Dijo obvia Max.
— Sí, es cierto — Habló Robin con una sonrisa antes de sentarse junto a la computadora y buscar algo en ella.
— ¿Qué haces? — Le preguntó Andi.
— Quizá no necesitamos el apellido. Hay doce Ricks registrados. Así que, empecemos a descartar — Comenzó a leer — Lo último que alquilo Rick Alderman fue Cortocircuito y Dumbo. ¿El traficante tendrá familia?
— Lo dudo.
— Muy bien. Rick Conroy. Dieciséis velas, Lobo adolescente, Tras la esmeralda perdida — Todos negaron — Rick Joiner. La máscara, Footloose y Grease. Rick Kimbrough. La laguna azul y Spalsh — Rieron con este último — Rick Lipton. Picardías estudiantiles, Cheech & Chong: La próxima película. Cheech & Chong: Dulce sueños. Cheech & Chong: Como humo se va.
— Bingo — Confirmó Dustin lo que todos pensaban.
— ¿Lipton?
— Sí, como el té. Calle Holland 2121 — Respondió la rubia.
— Por el Lago de los Amantes — Reconoció Andi.
— El medio de la nada.
— Ideal para esconderse — Coincidió Robin y todos asintieron.
— Vamos — Ordenó Dustin.
Todos se levantaron de sus lugares y caminaron hacia la salida de la tienda. Robin puso un cartel de cerrado en la puerta y se subieron al auto de Steve para ir a la dirección encontrada.
Tenían que salvar a Eddie. Andi estaba seguro de eso.
[....]
Habían llegado, ya estaban ahí. El problema ahora era que Eddie no parecía estar en la casa, o si quiera el tal Canuto Rick. Eso lo ponía de los nervios, aunque parecía que Dustin no. Pues se encontraba gritando en la puerta como maniático.
Tenía miedo, si es que era sincero. No creía que Eddie hubiera asesinado a alguien, él no es así. Pero le aterraba porque el que no la hubiese matado significaba que otra cosa lo había hecho en su lugar. No quería ni imaginarlo. No sabía qué era peor.
— Oigan, chicos — Los llamó Max y todos se acercaron a donde estaba.
Pudieron ver, por la iluminación de las linternas, un cobertizo a un par de metros de ellos, que estaba al lado del lago. Era grande y lucía como un lugar en el que alguien podría llegar a encontrar refugio.
Con cuidado, se acercaron al lugar mientras miraban con inseguridad las pequeñas y pocas ventanas que este tenía, y al llegar a la puerta fue Robin quien ingresó primera.
— ¿Hola? ¿Hay alguien en casa? — Preguntó en voz alta y los demás ingresaron detrás suyo.
El lugar era un desastre a decir verdad, bueno, aunque no se podía pedir mucho de un cobertizo. Había montones de cosas para pescar, obviamente, pero también había millones de pedazos de chatarras tiradas en el suelo.
El lugar era calmado, aunque sabiendo la situación en la que estaban más que relajarlos los ponía nerviosos. Pero la hermosa vista a las estrellas que dejaba la abertura para la canoa era preciosa. O eso creía Andi. Si fuera otra situación, le hubiera encantado sentarse a observar el estrellado cielo con sus descalzos pies tocando el agua fría del lago.
Todos ignoraron la pequeña pelea de Dustin y Steve por la lona que el mayor golpeaba. Estaban tan acostumbrados a escucharlos pelear por tantas estupideces, en especial los dos mayores, que ya no les tomaban importancia. Estaban acostumbrados.
Siguió con su búsqueda en silencio, sin buscar nada en específico en realidad, tal vez algo que le dijera si Eddie estuvo allí. Pero no había nada más que objetos regados de aquí y allá sin valor absoluto.
— Chicos, miren esto — Llamó Max por lo bajo.
Robin y Andi se acercaron a ella y vieron una mesa llena de emboltorios de comida y botellas de cervezas vacías. Eso si podría significar que Eddie estuvo allí.
— Alguien estuvo aquí.
— Tal vez nos escuchó. Se asustó y huyó — Opinó Robin.
— Tranquilas. Steve le dará con su remo — Se metió Dustin con tono sarcástico hacia el mayor.
— Sé que te crees gracioso, pero dado que todos nosotros casi morimos cien veces, personalmente, a mi no me parece gracioso..... — Steve no pudo terminar de hablar que un ruido se escuchó.
Todos se dieron la vuelta asustados y vieron a Eddie correr hacia Steve con una botella de vidrio rota. Lo acorraló contra la pared y le puso el filo en su garganta haciendo que todos, en especial el mismo, se espantaran
— ¡Eddie! ¡Detente! ¡Eddie! — Gritó Dustin con miedo esperando que le hiciera caso, hasta que le dirigió la mirada — Soy yo. Soy Dustin. Él es Steve — Decía con lentitud sin querer asustarlo — No te va a lastimar. ¿Verdad, Steve?
El nombrado, que intentaba mantenerse relajado a pesar de que un movimiento podría llegar a matarlo, asintió ante la pregunta del menor.
— Steve, mejor suelta el remo — Hizo lo pedido y Eddie apretó más la botella — Está todo bien con él.
Andi, Max y Robin se mantenían callados sin querer llegar a alterar al rockero, pero en sus miradas si se notaba la pura preocupación. El primero de estos se encontraba detrás de Eddie, ya que allí estaba cuando salió de su escondite, por lo que el otro no lo había visto aún.
— ¿Qué hacen aquí? — Preguntó con su voz temblorosa.
— Te estábamos buscando.
— Queremos ayudar — Habló la rubia por primera vez, queriendo sonar despreocupada.
— Eddie, estos son mis amigos. Conoces a Robin, de la banda. Ella es mi amiga Max. La que nunca quiere jugar D&D. Y ya conoces a Andi — Señaló detrás suyo y el Munson giró su cabeza al otro lado para darse cuenta de la presencia del pelirrojo, que lo miraba con una pizca de miedo en sus ojos. Aunque como no lo haría si estaba amenazando a su pareja con una botella en la garganta.
— Eddie. Estamos de tu lado. Lo juro por mi madre — Dijo con desesperación esto último — ¿Cierto, chicos?
— Sí, sí. Lo juramos — Dijeron todos a la vez.
— Por la mamá de Dustin — Agregó Robin.
— Sí, la mamá de Dustin — Repitió Steve.
Los segundos pasaron sin que nadie dijera nada. Eddie mirando fijamente a Steve empuñando con fuerza el cuello de la botella, mientras que este cerraba los ojos al sentir la punta de esta clavarse un poco en su garganta.
Finalmente, lo soltó y Andi se acercó rápidamente a ver cómo se encontraba.
— ¿Estás bien? — Le susurró preocupado mientras Steve intentaba recomponerse.
— Sí — Dijo dudoso, tocando su garganta, y tomó asiento.
— Eddie — Llamó Dustin con calma, que se encontraba frente al nombrado, el cual se había sentado — Solo......queremos hablar.
Acercó con lentitud su mano hacia él, queriendo tocarlo, pero el mayor se apartó haciendo que por unas milésimas de segundos todos se sobresaltaran.
— Queremos saber qué pasó — Habló la rubia.
Negó con la cabeza — No me van a creer.
— Haz la prueba — Pidió Max, haciendo que Eddie le mire dudoso.
Se mantuvo callado por unos segundos, su mente volviendo a recordar aquel horrible momento que lo hizo cerrar sus ojos con fuerza. Recordando el terror que sintió y seguía sintiendo, temiendo que en cualquier momento volviera a pasar.
— Su cuerpo — Comenzó con inseguridad — Se elevó en el aire y.....se quedó flotando. En el aire. Y sus huesos...... — Su voz temblaba y se escuchaba rota, haciendo que el pecho de Andi se apretara con tristeza — Sus huesos empezaron a quebrarse. Sus ojos. Era como si algo dentro de su cabeza tirara. No supe que hacer, así que......salí corriendo. La dejé ahí.
El silencio era presente por parte de los demás, que solo se concentraban en escuchar el relato del chico. Las expresiones de sus rostros se habían deformado en una de gran preocupación y miedo al escuchar sus palabras.
— Creen que estoy loco, ¿no?
Dustin negó con delicadeza — No. No creemos que estés loco.
— ¡No me mientas, viejo! Sé como suena — Dijo alterado.
Andi se acercó a él con cuidado y se puso de cuclillas a su altura, haciendo que lo mirase.
— Te creemos, Eddie. En serio lo hacemos — Aseguró con firmeza en un susurro que hizo relajar un poco al otro. Su mirada perdiéndose por unos segundos en los preciosos ojos celestiales de Andi que tan seguros te hacen sentir.
— Mira — Volvió a retomar la palabra Dustin, haciendo que apartara la mirada del Andirzon — Lo que voy a decirte puede ser un poco.....difícil de asimilar.
— A ver — Dijo con miedo.
— ¿Sabes que la gente dice que Hawkins está maldito? No están.....tan equivocados. Hay otro mundo. Un mundo oculto debajo de Hawkins. A veces se filtra en el nuestro — Explicó.
— ¿Tipo fantasmas y eso?
— Hay cosas peores que los fantasmas — Respondió Maxine.
— Los monstruos de este otro mundo se había ido, supuetamente. Pero ya regresaron antes. Por eso necesitábamos encontrarte.
— Si regresaron, necesitamos saberlo.
— Esa noche, ¿viste algo? — Le preguntó Ian.
— Algo parecido a polvo, remolinos de polvo — Agregó el de rulos.
— No, viejo, no había nada que se pudiera ver o.....tocar — Negó con la cabeza — Yo intenté despertarla. No se movía. Era como si estuviera en trance o algo así.
— O bajo un hechizo.
— Una maldición.
— La maldición de Vecna — Conectó el pelirrojo provocando que los otros dos le miraran.
— ¿Quién es Vecna? — Preguntó Steve detrás suyo.
— Un muerto viviendo de muchísimo poder — Explicó el de rulos.
— Un hechicero — Agregó Eddie.
— Un mago oscuro — Finalizó Ian con su mirada algo perdida.
Bien. Ahora sí estaba preocupado. No se sentía bien hace semanas, estaba teniendo días y noches de mierda, no se sentía él mismo, se sentía perdido. La situación por la que están pasando no está mejorando el mal estado en que su ser se siente. Solo tenía un deseo.
Que todo terminara.
Holu! Cómo están?
Tengo que decir que no me gustó mucho el capítulo, se me hace que quedó algo aburrido pero bueno, qué le vamo hace.
No se si se dieron cuenta, pero ando actualizando más seguido a comparación a como lo hacía antes. Es a causa de que quiero subir la mayor cantidad de capítulos que pueda antes de irme de vacaciones. En febrero me voy a ir de viaje y no voy a publicar nada por un tiempo, porque obviamente quiero disfrutar y desconectarme un poco de todo.
No olviden votar si les gusta la historia, en serio agradezco que lo hagan y me ayuden a crecer con la historia. Me motiva a querer seguir más y más.
Bye 💫😚
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