22| This ends now
Chapter twenty-two;
This ends now
— ¿No hay abrazo para mi? — Dijo Ian detrás de Lucas y Dustin en un tono cariñoso, mientras que mantenía una pequeña sonrisa con el mismo sentimiento.
Once elevó la mirada y sus ojos su pusieron algo llorosos a ver a Andi a tan solo pasos suyos. Lo había extrañado tanto y finalmente lo tenía de frente.
No pensó que realmente extrañaría tanto a Ian, pero en definitiva fue así. Extrañó lo segura que le hizo sentir, lo protegida y querida. Pero lo mejor fue saber que fue y es amor familiar. Hopper le había enseñado que era.
La niña se acercó a él y lo abrazó con fuerza por su torso, mientras sollozaba un poco.
Andi le devolvió el abrazo con fuerza y besó con cariño la cabeza de Ce para después apoyar su mentón ahí. Le fue extraño escucharla sollozar. ¿Tanto le había extrañado?
— No tienes idea de cuanto te extrañé, pequeña — Le susurró solo a ella quién ocultaba su rostro en el pecho del chico.
— Te necesité — Le habló por primera vez — Mucho — Aclaró, y subió su vista para poder verlo, pero con los brazos aún rodeándolo.
Al contrario, Andi tuvo que bajar la mirada ya que la niña era más bajita que él.
— ¿Dónde estuviste todo este tiempo? No quiero pensar que estuviste en una banda de Rock y no me llevaste contigo — Bromeó gracias a su aspecto y la chica sonrió un poco.
También había extrañado eso. La facilidad que tenía para hacerla sonreír.
— Encontré a mamá — Contó en aquel delicado tono que ella tenía para hablar — Tengo una hermana.
— Estoy feliz por ti — Le acarició la mejilla — Pero necesito saber. Siempre seré tu hermano favorito, ¿no?
Ce asintió mientras sonreía divertida — Claro que si.
Ian volvió a besar su cabeza y luego se separó con lentitud — Hay mucha gente aquí que quiere saludarte. Tendremos mucho tiempo para que me cuentes sobre esa hermana tuya, ¿si?
Once asintió y se alejó de él para ir a saludar a los demás. Suspiró mientras la veía abrazar a Joyce. Se sentía bien tener a su hermanita de nuevo.
— Se nota que la quieres mucho — Dijo una voz por sobre su hombro haciendo que se asustara un poco.
Al darse la vuelta se encontró con Steve quien miraba a Once y luego le dirigió su mirada al pelirrojo.
— Sí. Mucho — Suspiró y caminó hacia el sofá para sentarse ahí, siendo seguido por el otro — Es muy importante para mí. Para todos.
Steve asintió comprendiendo y dejó salir un bajo suspiro. Tal vez sentía nostalgia, no estaba muy seguro, pero creía que así era porque no podía evitar pensar: "¿Qué se sentirá que en serio te quieran?".
— Hey — Llamó Ian — ¿Estás bien, Harrington? — Preguntó acercándose a él y puso su mano en el muslo del mayor, apretando un poco, haciendo que este se sonrojara un poco.
— N-no, es decir, sí. No ti-tienes de que preocuparte — Tartamudeó inconscientemente mientras evitaba la mirada del pelirrojo.
¿Qué rayos le sucedía? Demonios, lo odiaba. Odiaba a Ian. ¿Por qué se sentía así cerca de él? Lo odiaba. Odia su perfecta cara, odia su suave pelo, odia sus hermosas pecas, odia su fuerte cuerpo, odia su carisma de mierda.......
Lo......odia.
Por otro lado, Andi, solo había usado como excusa el hecho de que Steve se veía algo perdido para acercarse y tener contacto físico con él.
No quería incomodarlo, pero desde que había admitido sus sentimientos no quería otra cosa que estar cerca de él y sentirlo, aunque supiera que sus sentimientos no son recíprocos.
— ¿Seguro? — Volvió a preguntar, solo que esta vez fingía preocupación cuando en realidad lo hacía con diversión.
Se le hizo divertida la reacción del chico al colocar allí su mano, así que, por qué no ponerlo un poco nervioso.
— Mhm — Afirmó con sus labios apretado y asintió con la cabeza.
— ¿Tienes calor? Tus mejillas están rojas — Apretó sus labios intentando no sonreír y se acercó más a Steve para poner su mano libre en una de las mejillas del chico — Vaya. Si que estás muy caliente — Dijo con doble intención y el Harrington comenzó a toser un poco, al parecer se ahogó con su saliva o algo parecido.
— Tal vez solo hace un poco de calor — Respondió ahora si con sus mejillas rojas y ardiendo a un cien por ciento, lo que le hacía sufrir más porque él podía sentirlo.
— Sácate la chaqueta — Sugirió y antes de que él siquiera pudiera pensar la propuesta, Andi puso cada mano en cada brazo de Steve y le sacó la chaqueta hacia atrás acariciando los brazos del chico. Para poder sacarla totalmente se tuvo que acercar, provocando que sus rostros queden muy cerca, y finalmente terminó de sacarle la chaqueta, la cuál dejó en alguna parte del sofá.
— ¿Qué? — Preguntó haciéndose el tonto al ver a Steve mirarlo mientras respiraba ligeramente por la boca.
Estaba tan cerca. No podía resistirse a agarrarlo y partir su boca de un beso.
Cuantas ganas tenía de darle una probada a aquellos carnosos labios.
Cuantas ganas tenía de pasar sus manos por lugares en los que no debería.
Cuantas ganas tenía de que fuera suyo.
— ¡Hey! Necesito que todos vengan aquí — Llamó Hopper repentinamente y Steve se levantó al momento, con su corazón saliendose por su boca, para ir a donde estaba el hombre.
Ian lamió sus labios a la vez que inclinaba un poco la cabeza hacia la izquierda para después mirar por donde el chico se había ido.
Se levantó del sofá con pereza y se acercó a los demás intentando sacar de su cabeza aquellos pensamientos impuros.
[....]
— Puedo hacerlo — Aseguró Ce con seguridad.
— No me escuchaste — Negó Hopper.
— Te escuché. Puedo hacerlo.
— Aun si Ce puede, queda otro problema — Interrumpió Mike — Si el cerebro muere, muere cuerpo.
— Creí que esa era la idea — Dijo Max.
— Sí, pero si tenemos razón sobre esto, si Ce cierra el portal y mata al ejército del desuellamentes.....
— Will es parte de ese ejército — Completó Vick con algo de miedo.
— Si cerramos el portal, lo matamos.
Un silencio sepulcral quedó luego de las últimas palabras de Mike. Nadie quería que Will muriera. De solo pensarlo partía el corazón de todos, algunos más que otros.
Joyce comenzó a levantar lentamente de su silla y se dirigió hacia la habitación de Will, donde el mismo se encontraba, haciendo que todos les sigan por detrás de manera confundida.
— Le gusta el frío — Dijo mirando la ventana.
— ¿Qué? — Preguntó Jim.
— Es lo que me repetía Will. Le gusta el frío — Cerró la ventana — Le damos lo que quiere.
— Si es un virus, y Will es el huésped..... — Habló Nancy.
— Volvemos inhabitable al huésped — Completó Jonathan mirando a su hermani menor.
— Así que si le gusta el frío.....
— Lo echamos con calor — Confirmó Vicktor apartando un mechón de pelo del rostro de Will — Debemos llevarlo a algún lado. Pero debe ser en un lugar que no conozca.
— Sí, lejos — Coincidió Dustin.
— Conozco un lugar — Informó Hopper.
El hombre tomó una manta y cubrió a Will con ella para después tomarlo en sus brazos y salir de la habitación. Todos los siguieron.
— Cuando estén allí tendrán que usar todo lo que puedan — Salió de la casa seguidos de Jonathan, Joyce y Nancy, los demás se quedaron adentro.
Vicktor estaba por salir pero se detuvo y se dio la vuelta para ver a su hermano mayor. Este se acercó y dejó un fugaz beso en la cabellera pelirroja del bajo.
— Cuídate, ¿si? — Pidió, dando a entender que si los dejaba ir con ellos.
El niño asintió y miró a sus amigos — Protégelos — Pidió antes de salir de la casa.
Cuando Hopper finalmente volvió a entrar, miró a Once y asintió — Tenemos que irnos. Es hora — Volvió a salir.
Los demás ya se había dispersado por la casa y hacían diferentes cosas para entretenerse, solo Mike e Ian se encontraban allí.
Este último se acercó a la niña y se agachó un poco para quedar a su altura.
— Eres más fuerte que nada. Se que podrás hacerlo.....Ten cuidado, y por favor, cuida del anciano — Sonrió divertido y Ce hizo lo mismo.
— Lo haré, hermano mayor — Aseguró e Ian tuvo que parpadear varias veces para evitar que sus ojos se pusieran llorosos.
El siempre había querido una hermana.
— Ve, pequeña — Ce le dejó un escaso beso en su mejilla y salió de la casa.
Caminó hasta la cocina y se encorbó para apoyar su frente en la encimera y colocar ambas manos en su nuca en un intento de pensar.
Tenía que hacer algo, no podía quedarse solo allí sin hacer absolutamente nada. Todos estaban ayudando o arriesgando su vida para poder acabar con esto y el estaba en la casa haciendo de niñera.
En otra situación, tal vez no le molestaría cuidar al grupo de niños, pero en esta situación no le gustaba para nada.
— ¿Entonces? — Preguntó Dustin apareciendo de la nada, provocando que Ian se reincorporara asustado mientras jadeaba.
— ¿"Entonces" qué? — Respondió confundido.
El niño tenía, por alguna extraña razón, una pícara sonrisa en su rostro que parecía no tener intenciones de irse.
Ian levantó las cejas esperando una respuesta.
Dustin, sin borrar su sonrisa, movió su cabeza hacia un costado, como si señalara un lugar inespecífico de la casa, y movió de arriba a abajo sus cejas varias veces.
— No entiendo mimolandes, Dustin. ¿Qué sucede? — Dijo algo sacado de onda.
— Así que.....¿Steve? — Cuestionó picaron y emocionado para después pellizcarlo en las costillas, recibiendo un manotazo del mayor.
— ¿Qué pasa con él?
— "¿Qii pisi cin il?" ¡Estás enamorado de él! — Exclamó en voz alta y Andi puso rápidamente su mano en la boca del menor. Luego la sacó.
— ¡No lo grites así! — Gritó/susurró — No sé de qué hablas. No siento nada por Harrington — Mintió.
— ¿En serio? Vaya. Pensé que si. Cuando hablé con él......
— ¿Dijo algo sobre mi? — Interrumpió tan rápido que no había podido si quiera pensarlo.
Dustin subió sus cejas ante la pregunta y Andi carraspeó haciéndose el tonto.
Tenía que admitirlo, capaz que solo por unas milésimas de segundos se había ilusionado. Es decir, ¿quién no lo hace?
El que diga que no se ilusiona de nada es mentira, porque cualquier persona busca la más mínima excusa para pensar que la persona que les gusta corresponde a sus sentimientos.
— Admitelo. No sirve que lo niegues conmigo. Al principio lo dudé, pero me he dado cuenta de cómo lo miras cuando él no se da cuenta. Tal vez Steve sea imbécil, pero yo no.
Ian dejó salir una risa nasal por el último comentario.
— Bueno, sí, tal vez....Estoy algo enamorado de Harrington — Admitió con una pequeña sonrisa y evitó la mirada de Dustin — Pero.....
Andi suspiró y se quedó callado sin decir nada al respecto.
— ¿Pero? — Preguntó Dustin queriendo que continuara.
— Sé que solo soy yo el que tiene estos sentimientos.
— Eso no es lo que escuché — Confesó Dustin
Ian estaba a punto de preguntarle que significaba eso, pero los voces de Lucas y Mike comenzaron a escucharse.
— Tú no estuviste ahí, Lucas. En el laboratorio hay cientos de esos perros — Dijo Mike.
— ¡Demo-dogos! — Exclamó Dustin mientras ingresaban de nuevo a la sala.
— El jefe la cuidará — Recordó Lucas.
— No necesita protección — Contradijo Max.
— Mike, entiendo — Habló Ian y las miradas se dirigieron a él — Yo también quiero ayudar, ¿si? Me siento estúpido haciendo de niñera — Lucas, Dustin y Steve le miraron ofendidos — Pero Ce es fuerte, más fuerte que nadie. Confía en ella.
— Si el entrenador dicta una jugada, no se discute. Se hace — Interrumpió Steve.
— Uno, esto no es un partido estúpido. Dos, no estamos jugando, sino en el banco — Contractacó el Wheeler.
— Lo que digo es que..... — Se quedó pensando que decir — Sí, estamos en el banco. No podemos hacer nada.
— Eso no es totalmente cierto. Los demo-dogos tienen mente de enjambre. Huyeron del autobús porque los llamaron — Explicó Dustin.
— Si los distraemos......
— Podríamos alejarlos del laboratorio — Agregó la pelirroja.
— Despejar el camino al portal — Coincidió Mike.
— Y luego nos morimos — Dijo negativo Steve queriendo que alguien le hiciera caso.
— Es un punto de vista — Contradijo el de rulos.
— No es un punto de vista. Es un hecho.
— ¡Ya sé! — Exclamó Michael. Se fue a otra parte de la casa y señaló un dibujo — El jefe cavó el pozo aquí. Así bajaremos a los túneles — Volvió a la sala — Aquí. Justo aquí. Esto es como una cueva. Los túneles convergen aquí. Quizá si incendiamos esto....
— De ningún modo — Negó Steve.
— El desuellamentes traería a su ejército.
— Para detenernos.
— Volveríamos a la salida — Siguieron hablando ignorando los llamados de Steve — Y para cuando vean que nos fuimos.
— Ce estaría en el portal — Completó Maxine.
— ¡Hey! ¡Hey! — Gritó el Harrington aplaudiendo — Esto no sucederá.
— Pero.....
— No. No. No. Sin peros. Prometí cuidarlos, idiotas, y es lo que haré. Nos quedamos aquí. En el banco. Esperando que el equipo titular haga lo suyo. ¿Está claro?
— No es un partido estúpido — Volvió a decir Mike enojado.
— Pregunté si estaba claro. Necesito un "si".
— ¡Andi está de nuestro lado! — Exclamó Lucas señalando al nombrado.
— ¡Claro que no! ¿O si? — Negó Steve y se dio vuelta a mirar al pelirrojo.
Este apretó los labios — ¿Quieres que responda a eso, Harrington? — Estaba claro de que Ian estaba del lado de sus niños.
El sonido del motor de un auto al frente de la casa se hizo presente, interrumpiendo la conversación, y todos miraron en aquella dirección.
Max y Lucas se acercaron a la ventana y observaron a través de esta.
— Es mi hermano — Informó Max — No puede saber que estoy aquí. Me matará. Nos matará.
Ian apretó la mandíbula enojado y relamió sus labios. Dejó salir un suspiro molesto y compartió una mirada con Steve. ¿Qué hacía Billy Hargrove ahí?
Ambos salieron de la casa y se quedaron en el porche, viendo al chico aparcar el vehículo y bajar de este con un cigarrillo entre sus labios.
— ¿Estoy soñando, o son ustedes, Harrington y Andirzon? — Preguntó en un tono burlón.
— Sí, somos nosotros. No mojes tus pantalones — Dijo sarcástico Steve y ambos se acercaron al rubio, el cual se sacaba su chaqueta de cuero.
— ¿Qué hacen aquí, amigos?
— Yo podría preguntarte lo mismo, amigo — Respondió el pelirrojo.
— Busco a mi hermanastra. Un pajarito me dijo que estaba aquí.
— Qué raro. No la conozco. ¿Tú si, Ian? — Le dijo al pelirrojo y este fingió confusión.
— No tengo ni idea — Negó también.
— ¿Pequeña? ¿Pelirroja? Media desgraciada — Describió intentando que alguno dijera la verdad.
— No me suena conocida. Lo siento.
Billy sacó el cigarrillo de su boca y suspiró frustrado — No sé, esta.....Esta situación, Harrington, no sé.....Me pone los pelos de punta.
— ¿En serio? ¿Por qué? — Preguntó sin dejarse intimidar.
— Mi hermana de trece años no aparece en todo el día. Luego la encuentro con ustedes en la casa de un desconocido. Y ustedes intentan negarlo.
Ian podía presentirlo, esto no terminaría nada bien. La escondida mirada furiosa de Billy lo dejaba en claro.
— ¿Te golpeaste muchas veces de niño? — Preguntó Steve y Billy sonrió pasando su lengua por sus dientes — No sé qué te cuesta entender de lo que te dijimos. Ella no está aquí.
— ¿Y quién es esa? — Cuestionó Billy señalando con el cigarrillo detrás suyo.
Los dos se dieron la vuelta y pudieron ver por la ventana a los cuatro niños los cuales se escondieron cuando los vieron.
Ian apretó sus ojos sabiendo lo que se venía. ¿No pudieron aguantarse las ganas de algo tan sencillo como ver a través de la ventana?
— Mierda. Escucha..... — Intentó hablar Steve pero el otro lo empujó y terminó en el piso.
— Te advertí que te plantaras bien — Le dijo mientras inesperadamente le pegaba un fuerte puño en la cara a Ian, dejándolo en el suelo también.
La diferencia entre Ian y Steve para Billy, es que sabía que dejar a Ian afuera de la partida sería mucho más difícil.
— ¡Hey, Ian! — Llamó Steve mientras lo movía un poco.
Andi se encontraba en cuadriapedia mientas intentaba volver a respirar bien e intentar dejar atrás el dolor. En serio le había dolido ese golpe.
Steve, luego de llamar varias veces al pelirrojo y que este no contestara, se colocó de pie y entró a la casa apurado.
¿Le preocupaba Andi? Claro que lo hacía. Pero no podía dejar a los niños en la misma casa con un furioso Billy.
El pelirrojo tocó su nariz adolorida y al ver sus dedos pudo ver que el hijo de puta le había sacado mucha sangre. Inhaló intentando dejar de sentir la palpitación de su nariz y se levantó mientras se dirigía a la casa.
Lo había hecho enojar.
Apenas ingresó a la casa, vio al medio de la sala a Billy encima de Steve partiéndole la cara a golpes. El pobre parecía hasta haberse quedado inconsciente.
Andi se acercó a fuertes pasos y tomó a Billy con fuerza de su camisa para poder tirarlo a un costado lejos de Steve. Se subió encima de él para comenzar a golpear la cara del Hargrove sin parar.
Se sentía enojado. Muy enojado.
No importaba el por qué.
Nunca había llegado a reventarle la cara a alguien afuera de un ring y de aquella forma, pero el imbécil se lo merecía.
Lo hacía por muchas cosas.
Tal vez la abrumación y miedo de toda la situación en la que se encuentran se querían liberar de esa forma. Capaz solo quería darle su merecido por todo lo que hace. Discriminar a Lucas y a él, usar a las chicas de la escuela, por ser abusivo y agresivo, por maltratar a Max. Por ser él.
Tal vez por Steve. No dejaría que nadie que no fuera él se metiera con Steve. Prácticamente le había roto la cara y le dejó inconsciente. Le había molestado desde el momento uno en que entró a la escuela.
¿Quién se creía?
Se sentía enojado. No dejaría que nunca nadie volviera a ponerle un dedo encima. Y menos alguien como Billy Hargrove.
Cuando luego de unos muchos segundos los niños pasaron de los festejos a las súplicas para que lo dejara, dejó de golpearlo y lo tomó del cuello de la camisa para acercarlo a él y que solo el rubio pudiera escuchar.
— No quiero que vuelvas a desafiarme. No quiero que vuelvas a intentar lastimar a mis niños. No quiero que vuelvas a maltratar a Max — Dijo de manera lenta y retadora. Billy tenía una desgastada sonrisa que mostraba las pocas fuerzas que le quedaban — Y sobretodo no quiero que vuelas a tocar lo que me pertenece.
Billy suspiró una vez antes de que su cabeza cayera hacia atrás y terminara desmayado en el suelo de la casa Byers. Andi lo soltó, se levantó con lentitud y miró a los niños con la respiración agitada.
Todos los niños tenían que admitir que aquella faceta de Ian que nunca antes habían visto daba algo de miedo. Verlo tan furioso y con sus mejillas rojas, la sangre por su rostro y nudillos. Nunca antes lo vieron así.
— Ni una palabra a Hopper — Dijo Andi y los niños asintieron muchas veces de inmediato sin cuestionarselo.
Max se acercó a su hermanastro inconsciente y sacó de su bolsillo las llaves del auto.
— Vámonos de aquí — Pidió antes de salir de la casa.
Los varones seguían algo en shock.
¿Qué demonios había sido eso?
[....]
— De acuerdo, sigue derecho 800 metros más y gira a la izquierda en Mount Sinai — Le dijo Lucas a Ian ya que este conducía.
La realidad era que en verdad Max quería manejar el vehículo, hasta había amenazado a Andi para que la dejara hacerlo, pero la pequeña no le intimidaba a Ian, así que ya saben cual fue la respuesta.
Sin embargo, tampoco es que Ian fuera muy seguro. Se encontraba yendo a más de 150km/h y derrapaba las llantas de una manera en las curvas que parecía que saldrían rodando en cualquier momento.
En defensa del pelirrojo, tenían prisa.
— ¡Por Dios! — Gritó alguien en los asientos traseros.
Al parecer Steve había despertado.
— Steve, tranquilo. Es Ian, sabe manejar — Intentó relajar Dustin.
— Sí, como un salvaje — Dijo Mike sarcástico — Vamos como a 300km/h — Exageró.
— ¡Dios mío! — Volvió a gritar asustado el adolescente.
— Iban a dejarte atrás. Les garanticé que reaccionarías bien.
— Dios mio. ¡Wow! ¡Wow! ¿Qué pasa? — Dijo espantado — Dios mío. ¡No! Detén el auto. Baja la velocidad.
— Dije que enloquecería.
— ¡Detén el auto!
— ¡Cállense, todos! ¡Cállense o nos estrellaré a propósito! — Gritó Andi desesperado ante todos los gritos.
— Espera, Mount Sinai. A la izquierda — Indicó Lucas.
El pelirrojo hizo caso y dobló en la dirección dicha, derrapando el auto con mucha velocidad, haciendo que Steve y Lucas gritaran como locos.
Siguió unos tramos más a toda velocidad. Al pasar el jardín de calabazas y llegar al pozo por el cuál Hopper había ingresado, frenó el vehículo.
— ¡Diablos! — Gritó Steve, aunque nadie le prestó atención ya que se bajaron y fueron hacia la cajuela, donde comenzaron a sacar el equipamiento.
— Chicos.....No. Chicos. ¿A dónde creen que van? — Preguntó un adolorido Harrington, siendo ignorado — ¿Están sordos? ¿Hola? No vamos a bajar ahí ahora. Fui muy claro. De ningún modo vamos a bajar por ese pozo. ¡Terminen con esto ya mismo!
— ¡Harrington! — Gritó Ian bajándose el pañuelo de su boca y sacándose sus googles. Tomó a Steve de las mejillas — Todos tenemos miedo de morir, ¿si? Imagínate el miedo que deben tener Ce y Hopper en este momento. No eres el único. Pero así como nuestro deber es proteger a los niños, también debemos proteger a Ce. Porque no puedo perderla. Y si no quieres hacerlo por ellos, al menos hazlo por mi.
Pegó al pecho del mayor un pañuelo con unos googles y este se los colocó luego de suspirar.
— Vamos.
El primero en bajar fue Steve quien junto a Ian ayudaron a todos los niños a bajar. Recién cuando todos se encontraron abajo, Andi bajó también.
— Sí, me parece que es por aquí — Avisó Mike apuntando con la linterna el camino.
— ¿Te parece o estás seguro? — Preguntó Dustin.
— Estoy totalmente seguro. Sígueme y verás.
— Ni lo sueñes. Si uno de ustedes muere aquí abajo, nos culparán a nosotros. ¿Entiendes, idiota? — Le dijo Steve al Wheeler sacándole el mapa — De ahora en más, yo voy a la cabeza. Vamos, andando.
Todos atacaron la orden y se pusieron a caminar siguiendo el camino correcto.
Ian tenía que confesarlo. En serio le calentaba cuando Steve se ponía a dar órdenes, y aún más estando enojado. Le provocaba muchas cosas. Aunque no sabía el por qué.
Repentinamente, todos se asustaron y volvieron unos pasos hacia atrás al escuchar gritos de Dustin.
— ¡Dustin!
— ¿Qué pasó?
— ¡Se me metió en la boca! ¡Me cayó en la boca! ¡Mierda! — Explicó son dejar de gritar ni de toser. Segundos después se reincorporó — Estoy bien.
— ¿En serio? — Preguntó Max incrédula.
— Muy gracioso. Chicos. Apurense — Dijo Steve y todos volvieron a caminar.
Fue bastante fácil encontrar la cueva de los dibujos de Will. Pensó que sería más difícil por la oscuridad del lugar, pero no fue así. También fue fácil llenarla de gasolina, aunque si algo cansador. Sin embargo, allí estaban. Listos para incendiarla.
— ¿Listos, chicos?
— Sí. Listos — Confirmaron todos al unisonido.
Steve lanzó el prendedor y todos comenzaron a correr lo más rápido que podían — ¡Vamos!
— ¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Dios mío! — Decía Dustin sin parar con desesperación.
— ¡Por aquí! — Gritó Steve y lo siguieron.
Sin embargo, Mike se tropezó y cayó al suelo, donde lo sostuvo una liana del tobillo — ¡Socorro! ¡Socorro! — Pidió ayuda desesperado.
Steve se acercó al niño y comenzó a golpear el bate de clavos contra las lianas que sostenían a Mike.
— ¡Debemos irnos, ya! — Gritó Andi pero antes de poder hacer algo, un gruñido se escuchó detrás de ellos.
Se dieron la vuelta rápidamente y pudieron ver un demo-dogo frente a ellos — Dart — Llamó Dustin reconociendolo.
El niño comenzó a acercarse ignorado los llamados de todo para que se alejara.
— Hola. Soy yo. Soy tu amigo. Dustin. Soy Dustin ¿Me recuerdas? ¿Nos dejas pasar? — El animal le gruñó con ferocidad — Está bien. Lo siento. Lamento lo del sótano. Fue muy sucio de mi parte. ¿Tienes hambre? ¿Sí? — Sacó un chocolate de su mochila — Tengo nuestro preferido. Nougat....Mira eso. Qué rico. Aquí tienes. Come, amigo. Vamos — El niño les hizo una seña para que pasaran cuando el animal estaba comiendo.
Todos siguieron corriendo. Sonidos se escuchaban a los lejos detrás de ellos, pero no se detuvieron. Fue hasta un momento en el que todo comenzó a moverse, como terremoto, y tuvieron que hacer equilibrio para no caerse.
— ¿Qué fue eso? — Preguntó Max alterada y todos se dieron la vuelta al escuchar muchos gruñidos.
— Vienen hacia acá. ¡Corran! ¡Corran! — Gritó Mike y todos retomaron la corrida.
— ¡Vámonos!
— ¡Corran! ¡Corre, Mike!
Al doblar por una esquina, pudieron ver la soga y con velocidad se dirigieron a ella — ¡Rápido! ¡Vámonos! ¡Vamos! — Apuró Steve desesperado.
Entre ambos hombres ayudaron primero a subir a Max, luego Lucas, Mike y finalmente Dustin.
— ¡Vamos! ¡Sube! — Le gritó Ian a Steve haciéndole piecito, pero este se negó.
— Maldita sea — Dijo el Harrington y sostuvo su bate mirando en dirección a los gruñidos.
Andi sacó su arma y apuntó para el mismo lado, colocándose al lado de Steve.
Si hace dos años le hubieras dicho que unas criaturas de otra dimensión lo hubieran asesinado deborandolo, no se lo hubiera creído ni de broma. Vicktor tal vez si. ÑCuando vio a las criaturas doblar la esquina, sintió una combinación de miedo y valentía.
Bajó el arma y rápidamente tomó a Steve de la cintura para pegarlo a su pecho y girarlos, dejando a Ian dándole la espalda a los demo-dogos, protegiéndolo.
Sin embargo, se llevaron una gran sorpresa cuando abrieron sus ojos y observaron como las criaturas pasaban de ellos como si no estuvieran ahí.
Andi subió su vista al agujero y compartió mirada con Mike. Ambos pensaron lo mismo.
— Once — Dijeron los dos al mismo tiempo.
Andi sostuvo por un tiempo más a Steve hasta que finalmente los demo-dogos desaparecieron de allí. Recién ahí, lo soltó con lentitud, dejando una caricia que hizo sentir seguro a Steve.
— Es tu turno — Le dijo al mayor y se arrodillo en una pierna frente a él.
Steve suspiró y se subió a la pierna del pelirrojo para impulsarse hacia arriba y, con la ayuda de la soga, salir del pozo. Andi se colocó de pie y tomó la soga con fuerza para comenzar a trepar por esta, hasta finalmente salir también.
Se llevó una gran sorpresa al sentir unos pequeños brazos abrazándolo con fuerza, ni siquiera había llegado a levantarse del suelo. Bajó la mirada a su pecho y pudo reconocer una cabellera pelirroja. Suspiró cansado y dirigió una mano al pelo de la chica.
— Estoy aquí — Le susurró y ella asintió en su pecho.
Se separó e Ian se levantó, ayudando a la niña de hacer lo mismo.
Los seis estaban a salvo.
Repentinamente, y sin razón alguna, las luces delanteras del automóvil comenzaron a brillar con fuerza a tal punto que parecía que explotaría. Ellos solo pudieron tapar un poco sus vistas ante la intensidad.
Luego de unos segundos, volvieron a su estado normal y dejaron de taparse.
Once.
Se sentía extraño.
¿Finalmente terminó? ¿Esta vez sí terminó? El portal está finalmente cerrado. Y no podía estar más que feliz con eso.
No tendría que vivir más con el miedo de que algo le pasara a Vicktor.
Él estaría bien.
Ambos estarían bien.
Capítulo muuuy largo para compensar que últimamente si me tomé en serio lo de "tomate tu tiempo" jdksjdkssk.
Hice más de 4600 palabras. Hace mucho no escribía tanto en un capítulo. Y eso que corté ciertas escenas para que no se hiciera muy largo.
En este capítulo sale a la luz varias facetas de Ian que no conocíamos:
1) Los ciertos problemas de iras que suele tener a veces y no poder controlarlos. Esto ya se vió en la primera temporada cuando también le rompió la cara a Steve.
2) El lado caliente y malpensado de nuestro pelirrojo. No soy tonta, sé que ustedes no son tontas/os. Y sé lo mucho que les gusta leer ese tipo de cosas, más cuando hay tensiones entre los personajes.
3) El lado posesivo de Ian: "Y sobretodo no quiero que vuelas a tocar lo que me pertenece". Creo que eso lo dejó muy en claro.
¿Les gustó alguna de estas facetas de Ian? ¿Hay alguna que no les haya gustado?
Tengo que aclarar que Andi no es ni nunca será una persona tóxica. Ese no es mi Andi, así que no se preocupen por eso.
También tengo una duda para un futuro de la serie: ¿Ustedes quieren que haya +18?
La verdad es que no sé qué hacer respecto a ese tema. No tengo intenciones de sexualizar a Steve o Joey, así que si lo hago no sería con mala intención. Pero también quiero agregarle algo picante a la historia.
Nunca escribí algo así pero, si muchos dicen que si quieren, podría hacer el esfuerzo. El tema es que quiero que me salga bien, si siento que no es así, no lo haré.
Los leo.
Tengan un bello día mis amores. Los amo 💫🥰
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