18| Jealousy?

Chapter eighteen;

Jealousy?



































































Andi.....¿Estás ahí? ¿Andi? Te necesito.....

Parecía chiste como siempre algo tenía que interrumpir su mañana. Bueno, su tarde.

Luego de ayer, Ian tomó el autobús, que le dejó cerca de su casa y ya de noche, y se fue caminando en dirección a esta.

Cuando llegó, pasó lo que siempre supo, su hermano no estaba en casa. No saldría a buscarlo como un demente desesperado sabiendo que tal vez no le había pasado nada, aparte de que tardaría el doble ir de lugar a lugar. Así que decidió llamar a las casas de todos.

Jonathan tuvo razón, pues Vicktor se encontraba en la casa de los Byers junto a Joyce y Will. De hecho, el niño le avisó de que se quedaría a dormir allí así que que no lo esperara.

Le relajaba saber que su hermano estaba bien. Si bien siempre había sido protector con en menor, se volvió mucho más con la desaparición de Will y todos los sucesos del año pasado.

A decir verdad, con todos, no solo con Vicktor. Siempre se preocupaba por pequeñas cosas y de quien sea. Por cualquiera de sus niños, Nancy, Jonn, Hopper.

Luego de hablar con su hermano, se tiró a su cama sin haber cenado, pues no tenía hambre, y cayó en el sueño de inmediato. A la mañana siguiente ni siquiera había despertado, se había encontrado tan cansado que había pasado de largo y ya eran cerca de las cinco de la tarde.

Andi, responde, por favor. Es un código rojo. Repito. Es un código rojo.

Ian finalmente abrió sus ojos gruñendo y pasó sus manos contra su rostro con fuerza.

La luz del sol iluminaba toda la habitación, pues ayer a la noche había dejado la ventana abierta y ahora la luz se colaba por ahí.

Estiró su brazo hacia su mueble al costado de la cama y comenzó a buscar a ciegas el aparato. Abrió el cajón y de ahí finalmente lo sacó para levantar la antena de este.

— ¿Qué sucede, Dustin? — Preguntó irritado y con la voz ronca.

¡Ian! Por todos los Dioses, que suerte. Nadie contestaba — Dijo feliz.

— ¿Qué quieres? Acabas de despertarme.

¿Despertarte? Son las cinco y media de la tardeDijo incrédulo.

Exacto. Un horario muy temprano para que andes molestando, Henderson — Expresó con ironía.

Como sea. Esto es importante, ¿si? Es sobre Dart.

La información hizo que Ian se levantara un poco sobre sus antebrazos ¿Qué había sucedido ahora?

— ¿Dart? ¿No era que no lo habían encontrado? — Preguntó confundido.

No, es decir, sí. Solo que no les dije porque no me dejarían conservarlo. Y antes de que me regañes, sí, tenías razón. Es peligroso — Dijo con la respiración algo agitada por estar andando en bicicleta.

— Por supuesto que tenía razón, Henderson, siempre la tengo — Confirmó egocentricamente.

Se levantó de la cama, llevando el walkie talkie junto a él, y comenzó a cambiarse con apuro.

— ¿Dónde estás?

Estoy yendo a la casa de Mike. Casi lo olvido, trae tu arma. Te veo ahí. Cambio y fueraFue lo último que dijo antes de que se cortara la línea.

Andi se terminó de cambiar rápidamente, para ir al baño a arreglarse. Se peinó, lavó sus dientes y rostro, hizo sus necesidades, y cuando no tuvo nada más que hacer bajó en dirección al sótano. Si hubiera tenido tiempo hubiera tomado una ducha, pero Dustin lo mataría si llegaba tarde.

Al llegar, se acercó a una de las esquinas y se puso se cuclillas para apartar un poco la alfombra del suelo. Sacó dos barras de maderas del mismo y metió la mano para sacar su arma escondida. No sabía para qué Dustin quería que la llevara, pero si era una emergencia y llegaban a necesitarla no se arriesgaría a que algo pasara. Así que la guardo en su pantalón, entre su espalda y la tela, y la ocultó con su remera.

Subió a la cocina, se acercó a la heladera y la abrió para ver que podía comer. Moría del hambre.

Observó una hamburguesa que estaba a la mitad y mordida, ni siquiera sabía cuanto tiempo llevaba ahí. Simplemente se encogió de hombros restándole importancia y la tomó para darle un gran mordisco.

Se fue hacia la puerta y con su mano libre tomó las llaves y abrió la entrada de la casa para salir en dirección a su auto. Hubiera llevado abrigo pero no es una persona friolenta, así que prefirió no traerlo.

Se subió al vehículo, terminando de comer la hamburguesa, y arrojó su envoltorio a la parte trasera. Puso el motor en marcha y manejó en dirección a la casa Wheeler con apuro.

Sabía que Dustin tenía que estar desesperado en que alguien le ayudara como para que lo llamara a él. Su hipótesis es que seguramente ninguno de sus amigos le hayan contestado a su código rojo. No sabía dónde se encontrarían los demás, pero Vicktor había dejado su walkie talkie en casa.

Al llegar a la casa al mismo tiempo que el niño, estacionó el móvil y se bajó para caminar en dirección a Dustin, quien dejaba su bicicleta tirada en el suelo.

— ¿Qué hacemos aquí? — Le preguntó mientras iban hacia la puerta.

— Buscar a alguien de ayuda — Respondió antes de tocar el timbre de la casa.

Esperaron unos segundos y la puerta fue abierta por el Sr. Wheeler — Su línea ha estado ocupada por más de dos horas, señor Wheeler ¿Ya lo sabía? — Dijo algo molesto.

— Oh, si. Claro que lo sé — Afirmó indiferente.

— ¿Está Mike en casa?

— No — Respondió cortante.

— ¿No? ¿Dónde diablos está?

— Karen, ¿dónde está nuestro hijo? — Le gritó a su esposa — Con Will — Repitió la respuesta de su mujer.

— Nadie contesta ya. Nancy, ¿dónde está?

Ian negó para el mismo con la cabeza. Nancy ni siquiera se encontraba en Hawkins.

— Karen, ¿dónde está Nancy?.....Con Ally. Nuestros hijos ya no viven aquí, ¿no sabías eso? — Dijo sarcástico haciendo que Dustin lo mire molesto.

— ¿En serio?

— ¿Ya terminamos?

— Hijo de puta. No fue de ayuda para nada, ¿lo sabe? — Escupió enojado mientras se iba.

Ian sonrió divertido por las palabras del niño y lo siguió mientras ambos ignoraban el reproche del señor Wheeler.

Dustin volvió a agarrar su bici pero Andi se las sacó de las manos y la alzó — Vamos. Iremos en mi auto — Ordenó.

Ambos detuvieron su caminata al ver un vehículo frenarse en el hogar Wheeler. De él se bajó Steve con un ramo de rosas y Dustin se acercó a él mientras Ian guardaba la bicicleta en la cajuela.

— ¡Steve! ¿Son para el señor o la señora Wheeler? — Preguntó el de rulos.

— No — Negó confundido.

— Bueno — Le arrebató el ramo de las manos y se acercó al auto de Andi.

— Oye, ¿qué demonios haces? — Dijo mientras lo seguía.

— Nancy no está — Informó mientras pegaba las flores contra el pecho de Ian y él las agarró confundido.

— ¿En dónde está?

— No importa. Tenemos problemas más serios que tu vida amorosa. ¿Aún tienes el bate? — Abrió la puerta de copiloto.

— ¿Bate? ¿Cuál bate?

— El que tiene clavos — Recordó obvio.

— ¿Por?

— Te explicamos en el camino — Se subió al auto e Ian hizo lo mismo en el piloto para prender el motor.

— ¿Ahora? — Dijo acercándose.

— ¡Ahora! — Dijeron los otros dos al unisonido en modo de queja.

Una vez que Steve se subió al vehículo, Ian tiró el ramo de rosas hacia atrás, haciendo que le pegue en la cara al Harrington, y comenzó a conducir.

— ¡Oye! — Se quejó — No fueron gratis.

— Como sea — Dijo algo molesto por la situación.

No sabía por qué pero le había molestado ver a Steve con un ramo de flores para poder disculparse con Nancy cuando ni siquiera había sido su culpa el que terminaran. Le molestaba porque, primero, Nancy ni siquiera se ha sentido mal al respecto, y segundo, ¿por qué volvería con alguien que no lo ama?

— ¿A dónde vamos? — Le habló a Dustin ignorando al otro.

— A mí casa ¿Sabes dónde queda? — El pelirrojo asintió y los tres se quedaron en un silencio incómodo.

La verdad era que Dustin no tenía que ver en nada, pero si se notaba que algo pasaba entre los otros dos. Aunque no sabía qué. Estaba consiente de que antes Andi odiaba a Steve, pero según lo que le dijeron, ya no era así. Al menos no en el grado que antes.

Para Dustin era muy notorio ver como Ian apretaba el volante con enojo.

— Eres un imbécil — Soltó enojado hacia el Harrington.

— ¿Disculpa? — Preguntó confundido.

— Que eres un imbécil — Repitió.

Steve frunció el ceño comenzando a sentirse molesto por la repentina actitud del otro.

— ¿Puedo saber por qué soy un imbécil ahora? Pensé que habías dejado tu ridículo odio por mi atrás — Dijo enojado Steve.

Ian rio sarcástico — ¿Te ibas a disculpar con Nancy? ¿En serio? — Dijo incrédulo — Hace dos días no querías ni hablarle y ahora vas como perrito muerto a ella.

— ¿Te molesta? Fuiste tu el que dijo que tenía que arreglar las cosas con ella — Recordó.

Dustin solo se dispuso a quedarse callado mientras observaba y escuchaba a los dos mayores. No entendía que sucedía entre ellos.

— Error. Dije que no podías ignorarla por siempre, no que volvieras con ella — Corrigió.

— ¿Acaso te molesta? Es mi vida.

Andi se mordió el labio evitando decir algo que no debía. Tal vez algo como: "¡Sí! ¡Sí me importa, imbécil!".

— Vaya aprecio le tienes a tu vida por volver con alguien que no te ama — Soltó irónico.

— ¿Sabes? Es que ni siquiera puedo entenderte. Por lo que sé nunca has tenido una relación, ¿o si?

— Sí tuve o no una relación ese no es tu problema. Y no estamos hablando de mi, estamos hablando de ti ¿Quieres que te diga cuantas veces vi llorar a Nance desde que terminaron? Cero ¿Se veía arrepentida? Ni siquiera lo sé ¿Y quieres saber por qué? Porque ni siquiera hemos hablado del tema. Es porque no le importa, Harrington. No le importas en lo absoluto. Y es por eso que eres un imbécil. Por querer volver con alguien que no te ama. Y lo eres aún más por no darte cuenta de eso — Escupió enojado de manera muy rápida que para cuando terminó de hablar el automóvil se quedó enterrado en un muy incómodo silencio.

Steve no lograba entender por qué le importaba tanto si volvía con Nancy o no. Tal vez todo lo que había dicho era cierto y lo que en verdad pensaba, y sabía que tenía razón, pero no lo admitiría. No lo había pensado de ese modo.

Aunque sentía que se enojaba porque Ian le mentía, al menos él creía que le mentía ¿Realmente le importaba tanto o solo lo dijo para no decirle otra cosa? Capaz solo así lo sentía porque era él quien en realidad esperaba otra respuesta a la pregunta "¿Acaso te molesta? Es mi vida".

Había considerado por una milésima de segundos que había sido un reclamo de celos. Sabía que eso no era posible así que descartó la idea, aunque por alguna razón le gustó pensar que así era.

— Bien. Entonces..... — Dijo Dustin intentando aligerar el ambiente — Te voy a explicar que sucedió, a ambos en realidad, y ¿Steve?

— ¿Sí?

— Maten la mente abierta, por favor — Pidió antes de comenzar a contar.














[....]














— No oigo nada — Dijo Steve apuntando con la linterna.

Luego de la discusión, Ian simplemente se dispuso a seguir manejando a la casa Henderson, mientras Dustin les explicaba que era lo que había sucedido con Dart. Fue bastante difícil hacer que Steve comprendiera, pues el ni siquiera sabía que era Dart.

Así que, luego de que Steve y Andi se ignoraran todo lo que resto del camino, llegaron a la casa del menor y este los guió hacia el sótano a las afueras de su casa.

Steve se encontraba con el bate de clavos, el cual Ian acusaba mentalmente de que se lo había robado, y el pelirrojo con su arma.

— Está ahí adentro.

El mayor golpeó varias veces la entrada de metal a ver si el animal hacía alguna clase de ruido que les hiciera saber que se encontraba allí adentro, pero no fue así.

— Si esto es una broma de Halloween, te mato — Le dijo a Dustin apuntándole con la linterna a la cara.

— No — Negó este.

— ¿Si?

— No es broma. Quítamela de la cara — Pidió cubriéndose.

— ¿Tienes la llave? — Preguntó haciendo lo pedido.

El de rulos metió la mano a su bolsillo y le arrojó las llaves a Steve pero Ian las agarró antes que él, recibiendo una mirada molesta del mayor.

Ignorándolo, Andi se puso de cuclillas y abrió el candado para tirar de las puertas de metal.

Nada se veía ahí adentro.

— Debe estar más abajo — Opinó Henderson — Yo me quedaré aquí arriba por si intenta escapar.

Los dos adolescentes le miraron incrédulos por lo que dijo y negaron con la cabeza a la vez que ingresaban con cuidado al lugar.

Al llegar al centro, Steve prendió el foco de luz y lo primero que vieron fue una viscosidad en el suelo que él mismo levantó con el bate. Era como una muda de piel.

Ian tocó el hombro de Steve y le señaló con la cabeza el gran hoyo que había en la pared — Ve a por Dustin — Le dijo el pelirrojo.

El otro hizo lo pedido y cuando el niño bajó se quedó viendo la piel mudada.

— Mierda — Steve le alumbró el agujero en la pared — ¡Mierda! No puede ser ¿Qué haremos?

— Ahora no podemos hacer nada. Es de noche — Dijo Ian mientras salía de ahí, siendo seguido por los otros dos — Idearemos un plan y mañana lo realizamos, ¿si?

Ambos asintieron en respuesta y Dustin pasó su mirada de uno a otro dudativo — ¿Quieren quedarse? Mi madre no está.

Andi se encogió de hombros — Bien por mi. Vicktor ni siquiera está en casa, así que.... — Aceptó mientras caminaba hacia la entrada de la casa e ingresaba a esta.

— ¿Steve?

— No lo sé. Dejé el auto en casa de Nancy y..... — Dijo dudoso.

— Vamos. Los necesito a ambos. Es la única forma de que mañana encontremos a Dart — Insistió y Steve se quedó pensando unos segundos.

— Está bien — Aceptó en un suspiro rendido.

— Vamos adentro.

Caminaron hacia la casa y al ingresar se quedaron algo confundidos al no ver a Ian por ninguna parte. Siendo sinceros, Dustin pensaba que se lo encontraría hurgando la heladera. Sabía cuanto le gustaba comer a Ian.

El de rulos caminó a través del pasillo hasta su habitación, siendo seguido por Steve, y al abrir la puerta con lentitud pudo ver al chico tirado boca abajo en su cama.

— Oh, no, no, no — Negó rápidamente — No dormirás ahí.

Comenzó a empujarlo para sacarlo de la cama pero era tan pesado para sus debiluchos brazos que solo lograba lanzar quejidos, mientras que Ian seguía pegado a la cama.

Dustin se detuvo cuando vio que no podría tirarlo y le hizo una seña a Steve para que le ayudara.

Este rodó los ojos pensando lo ridículo que era la situación y apartó a Dustin para acercarse al pelirrojo e intentar empujarlo. No era tan pesado para él, de hecho si podía moverlo, pero este se sostuvo de su brazo.

Lo empujó un par de veces más, mientras él seguía agarrado a su brazo, y cuando lo logró cayeron juntos al suelo. Steve quedó abajo de él pero, sin embargo, Andi no pareció molestarle que le tiraran del colchón porque solo se quedó quieto encima de Steve como si le sirviera de almohada o amortiguador.

Intentó sacarselo de encima pero no pudo ya que al ser más grande físicamente era más pesado y tenía más fuerza.

— Henderson, ayúdame — Ordenó. Dustin solo se había quedado riéndose silenciosamente desde el momento en que ambos se cayeron — Pesa una tonelada. Sacamelo de encima.

El de rulos suspiró cuando terminó de reír y se agachó junto a Steve para tirar de Andi y finalmente sacárselo de encima.

— Mmhgmm — Se quejó — Ya ni siquiera se puede dormir en paz.

— No dormirán en mi cama. Es mía — Negó y se fue de la habitación para volver dentro de unos minutos atrastrando un colchón — Dormirán aquí — Tiró el colchón al lado de Ian, quien seguía en el suelo.

— ¿"Dormirán"? — Repitió Steve incrédulo.

— Sip — Afirmó mientras tiraba una almohada y frazada encima del colchón.

— Dustin, no cabemos ambos ahí — Negó el mayor.

— Nunca dije que tuviera tres camas — Recalcó este.

Ian aprovechó la pelea de los otros dos para sacarse la remera y subirse al colchón. Acomodó la almohada y se tapó un poco.

— ¿Por qué te quejas tanto? Ian no parece tener problema en eso — Lo señaló mientras se acostaba en su cama.

Steve dirigió su mirada al nombrado y bufó al ver como se encontraba ya listo para dormir. Negó con la cabeza y miró molesto a Dustin quien solo le dio una inocente sonrisa y se dio la vuelta listo para descansar.

Se sacó su remera y la dejó tirada en el suelo para agacharse junto al colchón. Tuvo que empujar un poco al pelirrojo para entrar ya que este no quería moverse y finalmente quedaron dándose ambos la espalda.

Steve chasqueó la lengua molesto antes de darle un tirón a la almohada ya que no tenía nada de esta.

— Hey — Exclamó/susurró Andi dándole una patada. En venganza agarró la frazada y tiró para su lado.

— Hace frío — Recalcó Steve mientras intentaba taparse.

— Qué lástima. Yo tengo calor — Contradijo y sostuvo la manta para tirarla lejos.

El Harrington se dio la vuelta incrédulo por lo que hizo, encontrándose con la espalda pecosa y musculosa del pelirrojo. Intentó no distraerse y se acercó a él para susurrarle.

— Eres insoportable — Dijo cerca de su oído.

Andi dejó salir un pequeño suspiro al sentir como el aliento del Harrington en su oreja le erizaba los pelos de la nuca.

— Que mal por ti — Dijo sin tomarle importancia e ignorando la reacción de su cuerpo ante la cercanía del suyo.

Steve se rindió y se volvió a dar la vuelta para intentar dormir.

Al final, los dos terminaron rápidamente cayendo en los brazos de Morfeo.

Maratón 2/3

Nada. Pasando a decirles si hay algún fanfic que me recomiendan. No tengo nada que leer la verdad y ando aburrida.

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