Chapter seventeen;
My brother, my responsibility

— ¿Están seguros de que vendrá? — Preguntó Andi.

Los tres, él, Jonn y Nancy, se encontraban sentados en el banco de una plaza.

Nancy les había comentando sobre que quería "vengar" a Barb haciendo que el laboratorio de Hawkins se hiciera cargo de su muerte. Aunque sabían que eso nunca pasaría, por lo que habían creado un plan. Y allí se encontraban.

— Podría decirse — Respondió Jonathan desde el otro lado, pues Nancy se encontraba sentado al medio de ellos.

— Ya pasaron quince minutos — Dijo impaciente ella mirando el reloj en su muñeca.

— Sí, lo sé. Dale tiempo — Respondió Jonathan.

— Es extraño. Son profesionales, se supone que no llegan tarde — Agregó Ian quien miraba el lugar con el ceño fruncido.

— Ese tipo de ahí — Dijo Nance y los hombres dirigieron su mirada al dicho.

— ¿Qué? — Cuestionaron al unisonido.

— Acaba de hablar solo — Explicó inquieta.

Fue extraño cuando el hombre bajó el diario que estaba leyendo y los observó haciendo que apartaran sus miradas de él.

El sentimiento de ser vigilados se hizo presente en los tres. Sus inseguridades los hicieron mirar hacia todos lados y las personas allí presentes. Algunas parecían actuar extraño ¿Qué tramaban?

Vio a un señor que le daba de comer a un gato mirarlo por unos segundos y el apartó la mirada algo incómodo.

— Ya vámonos — Pidió Nancy y los tres se levantaron sin cuestionar.

Se colocaron uno al lado del otro y caminaron con prisa hacia donde habían dejado el auto de Jonathan. Tuvieron que pasar a algunas personas y esquivar a otras, sin embargo, aquel hombre todavía los seguía.

Cuando llegaron al móvil, Nancy se subió de copiloto y Andi en la parte trasera, mientras que Jonathan intentaba poner en marcha el auto, pero este no parecía querer hacerlo.

Los tres se sobresaltaron al escuchar la ventana de Nance ser golpeada.

— ¿Problemas con el auto, señorita? Yo puedo llevarlos — Dijo el mismo hombre que antes se encontraba leyendo el diario.

— Jonathan, Andi...... — Llamó una nerviosa Wheeler.

Miraron a la izquierda y pudieron ver como casi llegaba a ellos el hombre que antes los estaba siguiendo hasta el auto. Adelante se encontraba otro señor acercándose con su perro. Y por detrás del auto se puso una mujer.

— ¿Seguro no quieren que los lleve? — Volvió a preguntar.

Los tres se miraron inseguros.

No tenían otra opción.

[....]

¿Cómo es que llegaron allí? Se preguntaba Andi.

Encontrarse en aquel pequeño cuarto hace más de veinte minutos no hacía más que ponerlo cada segundo más y más nervioso. A parte sentía como si empezara a asfixiarlo. No era una persona que sufriera de claustrofobia, pero en cualquier momento comenzaría a considerarlo.

Movía su pierna derecha de arriba a abajo con rapidez. Sus manos jugaban con los anillos de sus dedos en un intento de distraerse. Se los sacaba y volvía a poner, los cambiaba de dedos, los giraba.

Era algo que siempre hacía cuando estaba nervioso, inquieto o aburrido.

Por otro lado, la cámara del cuarto que apunta a ellos no provocaba más que sentirse vigilado. Sin contar el espejo a su izquierda por el cuál estaba seguro de que alguien los veía a través de este.

No sabía cuanto tiempo más estarían ahí. Si horas, o en tan solo un rato irían a por ellos.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Nancy se levantó de su asiento y se puso frente a la cámara, provocando que levantara la mirada de sus manos.

— ¡Desgraciados! ¡Queremos salir de aquí! — Exclamó molesta.

Como si fuera escuchada, la puerta se abrió e ingresó un científico/doctor, haciendo que los dos chicos se pusieran de pie al instante.

— No es un sitio acogedor, ¿verdad? Lo lamento. La hospitalidad no es nuestro fuerte. Somos científicos — Habló el de bata y miró su reloj — Sí. Bien ¿Desean dar un paseo? — Preguntó saliendo de la habitación.

Los tres amigos se miraron entre confundidos e inseguros.

— Supondré que me siguen — Dijo el hombre desde afuera y los tres salieron del cuarto para seguirlo.

— "Los hombres de ciencia han cometido numerosos errores" — Recitó mientras caminaban.

— ¿George Sarton? — Preguntó Ian y el hombre asintió.

— ¿Saben quién es George Sarton? No importa — Le dijo a los otros dos — La cuestión es que hubo errores. Sí.

— ¿Errores? — Dijo Nancy irónicamente.

— Sí — Afirmó

— Mataron a Bárbara.

— Hubo numerosos errores, pero los hombres involucrados, los culpables de lo de tu hermano y de la muerte de la señorita Holland, fallecieron. Y para bien o para mal, yo soy el bobo a cargo ahora — Explicó — Pero no puedo arreglar esto si ustedes no me ayudan.

— O sea, ¿si no nos callamos? — Volvió a hablar la chica.

— Es dura ¿Llevan mucho tiempo juntos? — Le preguntó a Nancy y Jonathan.

— No somos novios — Negó el chico.

Todavía. Pensó Andi.

— ¿Vemos qué mató a Bárbara? — Preguntó antes de abrir una pesada puerta de hierro e ingresaron a lo que parecía alguna clase de laboratorio.

No sabía muy bien como describirlo pues solo era una sala llena de científicos y máquinas llenas de botones.

— Teddy, hoy te traje público. Espero que no te moleste.

— Cuánto más, mejor — Respondió el nombrado.

El científico que los guiaba se frenó y señaló con su mano al frente de ellos, lugar al que dirigieron sus miradas.

Fue algo shockeante a decir verdad ¿Acaso eso era......? Lucía exactamente como el portal que habían cruzado Nancy y él el año pasado ¿Será que ese era el "original"? Como....¿la fuente que desató todas aquellas paranoias del pueblo?

— Yo diría que fue un error gigantesco ¿No creen? El asunto es que no logramos eliminar nuestro error, pero sí podemos impedir que se extienda. Es como desmalezar — Ninguno contestó algo al respecto — Sin embargo, imaginen que una nación extranjera, por ejemplo, los soviéticos.....Si ellos supieran del error, ¿lo considerarían un error? ¿Y si lo replicaran?

La mirada de Andi no se podía despegar del gran portal frente a sus ojos. Sería algo tan extraordinario si no supiera que se encuentra detrás de todo eso ¿Era ese portal del que tanto Ce hablaba?

— Cuanto más llamemos la atención, cuantas más personas como los Holland sepan la verdad, esa hipótesis se vuelve más probable ¿Ven por qué debo impedir que se propague la verdad? Al igual que esa maleza. Sea como sea.

El hombre que había ingresado del lado del portal, comenzó a prender fuego todo con aquella desconocida máquina. Aquellas cenizas que tan a la perfección recordaba se hicieron aún más presentes.

— Ahora nos entendemos, ¿cierto? — Cuestionó detrás de ellos.

— Creo que es momento de que nos vayamos — Dijo Ian mientras tomaba a sus amigos por los hombros y los daba vuelta para comenzar a irse.

— Claro, no hay problema. Si necesitan algo no duden en acudir a mi — Dijo el hombre mientras los seguía — Confío en ustedes. Supongo que tengo su silencio luego de lo que presenciaron y les conté. Sé que no es fácil, pero les agradezco por comprender.

— Gracias a usted por contarnos la verdad — Mintió Andi.

— Hasta aquí los acompaño — Se detuvo y los otros hicieron lo mismo — Marcus los acompañará a partir de ahora.

Les dio una sonrisa y se dio la vuelta alejándose de allí.

Un hombre, quién supusieron que era Marcus, se acercó a ellos y se dieron cuenta que era el mismo hombre que los había seguido antes en la plaza.

Los tres caminaron en silencio hasta la entrada con el otro por detrás. Más que acompañándolos parecía vigilarlos. Cuando llegaron al auto de Jonathan, el hombre le entregó las llaves al mismo.

— Que tengan un buen día — Dijo antes de irse.

El trío se subió cada uno a su asiento y no se sorprendieron cuando el vehículo encendió. Era obvio que ellos se lo habían averiado.

Cuando se alejaron lo suficiente del laboratorio, Nancy sacó la grabadora de su bolso y reprodució varias veces la parte donde el hombre afirmaba que fue culpa del laboratorio que Bárbara haya muerto.

— ¿Quieres seguir adelante? — Le preguntó el Byers.

— No habrá vuelta atrás — Recordó Ian en un tono suave.

— Hagamos cenizas ese laboratorio — Afirmó con una viveza de venganza.

Vicktor. No pudo evitar pensar el Andirzon.

— Tendrán que seguir sin mi — Informó luego de unos minutos de silencio.

— ¿Qué? ¿Por qué? — Preguntó Nancy confundida — Quería hacer esto contigo. Por Barb.... — Dijo algo decaída.

— Lo sé, y en serio lo siento, pero tengo que volver a casa. No quiero dejar a Vicktor pasar la noche solo. De hecho no lo he visto en todo el día y no sé dónde estará — Se dió a entender.

— Estoy seguro de que está en casa con mamá y Will. Debe estar bien, Andi — Tranquilizó su amigo.

— No quiero arriesgarme. Pueden dejarme en esa parada de ahí. Me volveré en bus — Señaló la parada a unos metros de ellos.

— ¿Estás seguro?

— Sí. No se preocupen, estaré bien. Y llamen apenas lleguen, ¿si? — Los otros dos asintieron en respuesta.

Cuando llegaron a la parada, Jonathan frenó el automóvil e Ian se bajó de él para apoyarse en la ventana de la Wheeler.

— ¿Tienes dinero? — Preguntó ella.

— Sí — Afirmó sacando un par de billetes de su bolsillo — Suerte.

Nancy se asomó un poco para dejarle un cariñoso beso en la mejilla y Jonathan le dio una pequeña sonrisa, para poner en marcha el motor y alejarse de allí.

Esperaba no arrepentirse de su desición, pues si quería estar ahí con Nance cuando hicieran justicia por Barb. Pero Vicktor es su hermano. Siempre iría primero.

Su hermano, su responsabilidad.

Maratón 1/3

Le voy a dedicar los tres capítulos de este maratón a SarahiZavala3 <3 que fue quien me dio la idea de hacerlo. Así que agradezcan a aquel ser de ángel.

Publicaré la segunda luego de 10 o 15 minutos y la tercera después de 25 o 30. Aunque si veo que tienen apoyo rápido los publicaré antes solo por ustedes.

La verdad es que este capítulo fue algo corto y simple por lo que no me gustó mucho. Any way.

Pero no se preocupen porque en los próximos 2 capítulos habrá mucho de Ian y Steve ;))

De hecho esto me hace preguntarles ¿Qué nombre le pondrían ustedes al ship?

Espero que les guste y que estén atentos y pendientes de cuando suba las otras partes.

Los quiere. Su querida escritora <33