15| Watch out, gay at the party
Chapter fifteen;
Watch out, gay at the party
— ¿Cómo me veo? — Le preguntó Ian a su hermano menor mientras hacía una extraña pose.
El menor rió al verlo — Oye, en serio te pareces. Me gusta — Sincerizó respecto al disfraz de su hermano.
La fiesta de Halloween de Tina iba a ser esa noche. Probablemente ya había comenzado, pues en realidad el horario comenzaba hace treinta minutos pero no le gustaba llegar primero, siempre iba una vez que la fiesta ya estaba lista.
Había decidido disfrazarse de David Bowie, una cantante que le gustaba muchísimo. Su padre siempre solía escucharlo mientras iban en el auto, eso le traía mucha nostalgia. Extrañaba mucho a su padre.
Se había hecho un oufit inspirado en uno de los tantos extravagantes conjuntos de David. Se había puesto un brillante pantalón rojo, al igual chaqueta, y su remera y zapatillas brillando del mismo modo sólo que eran plateados.
Se había peinado su cabello hacia atrás, como un mullet, ya que era el corte de pelo del cantante, y en su cara llevaba pintado su característico rayo naranja y azul. Se lo había pintado el mismo y si bien al principio no tuvo tantas esperanzas de que saliera bien, le había quedado mejor de lo que esperaba que lo hiciera.
— Sí. Está más cool que el tuyo — Molestó mientras se miraba frente al espejo.
— ¡Mentira! — Negó de brazos cruzados y Andi rió.
Ambos escucharon a las afuera de la casa el claxon de un auto y sabiendo de quien se trataba bajaron al primer piso y salieron de la casa. Ambos se acercaron al vehículo y se subieron, Ian en el copiloto junto a Jonathan, y Vicktor atrás junto a Will.
— Buenas noches, David — Dijo Jonathan divertido e impresionado por lo bien que le había quedado el disfraz.
— ¿Te gusta?
— ¡Está increíble! — Exclamó un maravillado Will.
— Sí, tiene razón. Coloquénse los cinturones allí atrás — Pidió Jonathan y cuando los niños hicieron lo pedido, comenzó a conducir.
— ¿Las otras pulgas ya están ahí? — Preguntó Ian.
— Eso creemos, dijeron que iban a ir un rato antes — Respondió Vicktor.
— Esperamos que no nos toquen dulces de los feos — Dijo Will.
— O cereales de chocolate — Agregó el otro.
— Tiene que ir a los ricos, para ellos comprar dulces es como un cambio — Recomendó Andi.
El camino resultó rápido para los cuatro, pues no estaba muy lejos de su destino. Así que al llegar y dejar a sus hermanos, luego de saludar a los demás, los amigos se emprendieron en el viaje de nuevo mientras hablaban hasta que llegaron a la casa de Tina.
— Sé que no es mucho de tu ambiente, pero ¿no quieres quedarte? Será divertido. Y también me harás compañía — Insitó Ian.
— No, gracias, Ian. Creo que solo volveré con Will a pedir dulces — Negó con una pequeña sonrisa.
— Está bien, pero si decides venir búscame, ¿si? — Jonathan asintió con la cabeza y Andi se bajó del vehículo después de despedirse.
Sin embargo, al recordar algo se apoyó en la ventana — ¿Crees qué podrías buscarme? No tengo quien me lleve de vuelta a casa. Puedes buscarme a la hora que puedas.
— Está bien, Andi. Tal vez a las doce esté aquí.
— Sí, que gracioso — Dijo sarcástico y comenzó a alejarse del auto.
— ¡Dijiste que podía buscarte cuando pudiera! — Exclamó desde el auto.
Ian levantó la mano y le hizo que no con él dedo índice para seguir su camino a la casa.
Si en el patio delantero ya había mucha gente, no quería imaginarse dentro de la casa. La calle se encontraba llena de vehículos, arriba del césped también.
Algunas personas estaban bailando, pues desde adentro retumbaba toda la música, otras se besaban como si se estuvieran succionado el alma, y otros simplemente se balanceaban mientras bebían de una gran botella de alcohol, lo más probable es que ya estuviera borrachos, y eso que la fiesta había empezado hace tan solo una hora.
Al entrar a la casa, lo primero que hizo fue dirigirse a la mesada para buscar una botella de cerveza. En el mientras miró a varios de los presentes.
Pudo diferenciar a varios de ellos en la multitud. A Thomas, el imbécil ex amigo de Steve, el chico nuevo, al cuál Thomas parecía no dejar de seguirle como perro guardián, una chica con la que compartía la clase de matemáticas ¿Robin? No estaba muy seguro de su nombre, habían hablado tan sólo una vez. Y ninguna otra cara conocida que él haya notado.
Tomó una cerveza y con un destapador la abrió para darle un buen trago. Fue bastante satisfactorio hacerlo, hacía mucho no tomaba alcohol.
La fuerte música golpeaba contra sus oídos. Estaba tan fuerte que de hecho hasta podía sentir como si su interior retumbara al ritmo de la canción.
Decidió acercarse a la multitud de gente que bailaba y se unió a ellos mientras bebía su cerveza. El calor era sofocante, pero en ambientes como esos era tan normal que terminabas acostumbrandote. También a las tocadas, chocarte con otros cuerpos o rozarte con ellos, no intencionalmente, era algo que siempre pasaba por el amontonamiento de adolescentes.
Decidió no beber mucho aquella noche, nunca se había llegado a emborrachar y esta no sería la primera vez. La verdad es que no es porque no quisiera, sino porque no quería darle tal ejemplo a Vicktor. Sin embargo, si se tomó un par de botella, aunque sin excederse.
Cuando se cansó de bailar y el calor le ganó, se dirigió hacia donde el pensaba que estaba el baño. Cuando lo encontró, ingresó y cerró la puerta detrás suyo dejando que sus oídos pudieran relajarse por unos segundos. Estaba aturdido.
Se acercó al lava manos y se mojó con agua fresca sus manos para colocarselas en la nuca. Al sentir la frescura del agua suspiró relajado.
Sentía su cuerpo ardiendo al igual que sus músculos, no se quejaba, era el sentimiento de salir a fiestas. Subió su vista al espejo frente a él y pudo ver que el rayo pintado en su rostro seguía a la perfección a pesar de su sudor. Agradecía eso, pues no sería nada lindo tener toda la pintura desparramada por su rostro viéndose como un imbécil.
Abrió la puerta del baño y salió rápidamente chocándose a una persona por accidente.
— Lo siento — Le dijo al rapado y siguió su camino sin darle mucha importancia.
Se dirigió nuevamente a la mesada e iba a tomar una cerveza pero pudo escuchar varias exclamaciones y gritos por encima de la música que llamaron su atención por un segundo.
Dejándolo de lado, bajó la vista a su cerveza y la abrió, hasta que sintió una presencia junto a él que le hizo subir la mirada al frente. Pudo ver al chico nuevo que se encontraba frente a él del otro lado de la mesada y con una fingida sonrisa amistosa.
El chico se encontraba con su torso al aire, solo con su chaqueta, por lo que Ian tuvo que resistirse a bajar la mirada por su cuerpo.
— Billy Hargrove — Se presentó y estiró su mano hacia él.
Ian le miró extrañado, pues no parecía ser exactamente la clase de chico que es amable — Ian Andirzon — Respondió aceptando la mano.
El pelirrojo se iba a separar pero el rubio tiró de su mano con fuerza hacia él, haciendo que se fuera para adelante y se chocara contra la mesada que los separaba.
— Lo sé ¿Y sabes por qué lo sé? — Preguntó entre dientes con molestia mientras sostenía su mano con fuerza — Porque me contaron todo sobre ti. Me repugnas.
A Ian no le intimidó en lo absoluto el tono enojado del chico, de hecho se le hizo gracioso por lo que sonrió divertido.
— Descuida, no me van los rubios — Dijo burlón.
¿Mentía? Claro que mentía. Es decir, ¿lo vieron? Sacando de lado su mierda de personalidad, el chico estaba bueno de pies a cabeza. ¿A quién no le gustaría darle una probada al chico nuevo?
— Me das asco — Expresó asqueado.
Ian se soltó del agarre y levantó su botella para señalarlo con ella — Y tu a mi pena — Respondió y se marchó de ahí tomando un trago de la bebida.
Se redirigió hacia la multitud que bailaba para volver a los suyo, pero su camino fue interrumpido cuando alguien lo chocó accidentalmente por detrás.
Andi se dio la vuelta algo molesto para ver de quién se trataba pero pudo ver que no me había importado en lo absoluto porque este sólo se dirigió con apuro a la puerta de la casa.
Con tan solo verlo unos segundos pudo reconocer que aquella melena sólo era perteneciente del Harrington. Así que, cuando lo vió salir azotando la puerta, lo siguió.
Dejó la cerveza en el suelo y comenzó a esquivar y empujar ligeramente a gente mientras se dirigía a la salida, hubiera pedido permiso pero entre tantas personas ebrias quién le haría caso.
Salió de la casa y observó todo el patio para ubicar al mayor. Cuando lo divisó dirigiéndose hacia su auto, se acercó con rapidez a él y se puso en frente para frenarlo con la mano en el pecho.
— Hey. Hey ¿Qué sucede? — Preguntó al verlo enojado.
— ¡Nada! ¡Nada me sucede! — Respondió molesto mientras levantaba los brazos.
— Por supuesto que no — Dijo Andi molesto porque el tono en que le había hablado.
El chico rodó los ojos y lo esquivó para seguir su camino, sin embargo, se tambaleó un poco haciendo que se tropezara, aunque sin llegar a caer al suelo.
Andi negó con la cabeza para el mismo mientras intentaba no tomarse personal el enojo del otro, y se acercó a él para volver a detenerlo.
— ¿Qué? — Preguntó aún molesto.
Ante la cercanía pudo reconocer el olor a alcohol que desprendía del aliento de Harrington, y aunque probablemente él tenía el mismo aliento, se notaba que él sí estaba más consciente.
— ¿Qué sucedió, Harrington?
— Nada. Nada sucedió, ¿okey? Solo quiero irme de aquí — Sacó las llaves de su auto y se metió torpemente a este.
Ian suspiró y abrió la puerta de piloto para tomar a Steve del saco y bajarlo de ahí.
— ¿Qué haces? — Preguntó confundido.
— "Nada. No hago nada" — Imitó el tono con él que le había hablado.
Abrió la puerta de copiloto y lo sentó ahí, para sacarle las llaves y subirse al piloto — No puedes conducir así — Negó Andi encendiendo el auto.
— Tú también tomaste — Dijo con un tono algo ebrio.
— Pero yo estoy en mi cinco sentidos. Sé lo que hago — Respondió y comenzó a conducir.
Ian, ante el silencio por no recibir respuesta, se giró a ver a su acompañante y lo pudo ver con la cabeza apoyada hacia atrás con sus ojos cerrados. Su boca estaba entre abierta al estar respirando por ella.
— Te llevaré a casa — Avisó mientras volvía su mirada al frente.
Steve se reincorporó preocupado — No. No. No — Negó rápidamente — No tengo ganas de soportar a mis padres.
— ¿Qué quieres? ¿Dormir en la calle? — Preguntó sarcástico.
— ¿Puedo.... quedarme en tu casa? — Preguntó con timidez, pues si bien ahora se llevaban mejor, no eran muy cercanos.
Sin embargo, su timidez se le hizo algo tierna a Ian.
— Claro, Harrington — Aceptó sin problema — ¿Me dirás que sucedió?
Steve suspiró ante la pregunta y pareció dudar si debería contarlo o no.
— Pelee con Nancy — Contó finalmente.
Ian no cuestionó nada, era Steve quien hablaría cuando estuviera listo.
— Estaba ebria. Estaba tomando demasiado así que cuando decidí detenerla derrame la bebida en su ropa y se fue al baño enojada..... — Suspiró y pasó una mano por su cabello — Le dije que lo sentía y que la llevaría a casa, pero ella.... sólo se enojó. Empezó a decir que soy una hipócrita porque finjo que todo está bien, como si no hubiéramos "matado a Barb".
Andi se giró a verlo incrédulo al escuchar eso último — ¿Ella dijo eso?
Steve asintió — Dijo que fingiamos que todo estaba bien, "como si estuviéramos enamorados". Dijo que era mentira y que..... no me ama — Terminó de contar, tratando de tragarse el nudo de su garganta.
— ¿Ella dijo eso? — Volvió a preguntar.
— No directamente, pero lo dejó muy en claro — Confirmó.
Cuando llegaron al hogar Andirzon, estacionó el auto a las afueras de la casa y ambos se bajaron.
Ian rodeó el auto para ir en dirección a su casa y también vio a Steve quién peleana con el cinturón del vehículo porque no podía sacárselo. Cuando lo logró, se bajó del auto golpeándose la cara contra el borde del techo.
Andi soltó una fuerte carcajada pero rápidamente tapó su boca para evitar ser escuchado.
Steve se reincorporó luego de quejarse y frotarse la parte golpeada, y cerró la puerta del auto enojado. Los dos se fueron a la entrada y cuando la entrada fue abierta ingresaron.
— Ven — Le susurró Ian a Steve el cual observaba la casa.
El mayor le siguió y ambos subieron a la segunda planta de la casa — Ingresa a aquel cuarto. Es mi habitación. Yo iré a ver algo.
Steve asintió y se encaminó hacia el lugar indicado, mientras que el pelirrojo se acercó a la habitación de su hermano e ingresó en silencio a esta.
Pudo verlo dormido junto a Will. Vicktor con su pijama y el otro con ropa del pelirrojo.
Volvió a salir al pasillo y cerró la puerta con delicadeza, para dirigirse a su cuarto. Al ingresar, no se sorprendió al ver a Harrington tirado en su cama boca abajo todo desparramado. Aprovechó el cansancio de él para ir al baño y sacarse el maquillaje de la cara.
Tuvo que darse varias enjuagadas de agua y jabón hasta que finalmente su rostro volvió a su color y el naranja desapareció junto al azul. Salió y se paró en frente de su closet, dándole la espalda a la cama, y comenzó a sacarse su disfraz.
Primero fueron sus zapatillas, dejando a sus pies respirar después de estar toda la noche bailando. Las arrojó por ahí y se sacó la chaqueta para colgarla en una percha.
Se sacó su remera y la dejó caer al suelo, para después sacarse su pantalón y tirarla junto a la remera. Estando solo en ropa interior, se puso a buscar su pijama en el closet, sin darse cuenta de que era observando por un adormilado Steve.
Se colocó solo un pantalón, pues le gustaba dormir con el torso al aire, y tomó otra prenda de ropa para Steve. Se dio la vuelta y se acercó a la cama, donde el chico seguía boca abajo, y le tocó varias veces el hombro.
— ¿Estás vivo? — Preguntó en un susurro. No quería hablar muy fuerte para no despertar a Vick o Will.
— Mhmm — Fue lo único que respondió el otro.
Ian suspiró y golpeó la nuca de Steve haciendo que este se quejara y se girara a verlo molesto. El pelirrojo le hizo una seña de que se levantara y este obedeció bufando.
— Cambiate — Ordenó firme y le entregó la ropa para darse la vuelta y dirigirse al baño.
Al entrar nuevamente, aprovechó a hacer sus necesidades, lavarse las manos y el rostro, y cepillarse los dientes.
Cuando ingresó a la habitación pudo observar a Steve de espaldas al lado de la cama con el pantalón que le había dado ya puesto. Su torso se encontraba al aire ya que se encontraba peleando intentando colocarse su remera. O estaba muy dormido, o el alcohol de la fiesta ya le había hecho efecto.
Mientras se acercaba no pudo evitar observar los lunares de su espalda, tenía mucho de ellos y se le hacían algo bonitos.
Le sacó la prenda de las manos y Steve le miró confundido y adormilado a la vez, parecía que en cualquier momento caería rendido.
— Brazos arriba — Ordenó y Harrington hizo lo pedido sin rechistar.
Sin ningún problema le colocó la remera brazo por brazo y luego la bajó por su torso rozando sus dedos en el mismo. El contacto de sus dos pieles hizo que, sin quererlo, Steve se erizara.
Ian se alejó y dio vuelta la cama para acostarse del lado derecho y taparse con la frasada hasta la cintura.
— ¿Qué? — Preguntó al ver que el Harrington lo observaba.
— ¿Dónde dormiré?
— Tengo una cama grande, ambos entramos..... Al menos que prefieras dormir en el suelo — Agregó al verlo dudar.
Steve destapó el costado de la cama, se acostó ahí con lentitud y se quedó mirando el techo.
Ian se puso boca abajo, poniendo sus brazos bajo la almohada, y giró su cabeza hacía el lado de Steve, viendo su perfil.
— Deja de pensar en ella. No te hará bien — Recomendó.
— No es en Nancy en quien estoy pensando — Negó mientras giraba su cabeza para verlo.
— Como sea. Tendrás toda tu vida para torturarte y preguntarte "¿Qué hice mal?". Ahora debes dormir — Se giró dándole la espalda — Y si no me dejas dormir no dudes en que te tiraré de la cama.
Cerró sus ojos y suspiró relajado dejándose caer en los brazos de morfeo.
Había sido una larga noche.
Tengo varias cosas que decir hoy.
Primero:
¡Adivinen quién cumplió añossss! Su querida escritora. 😊
¿Cuántos años creen que tengo?
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