𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 9


Celeste le dedicó una sornisa a Kyojuro cuando él miró en su dirección, segundos más tardes el chico fue arrastrado por su hermano hacia la mesa familiar. Había llegado la hora de la cena y se vieron en la necesidad de separase, la chica debía tocar en la pequeña orquesta y él debía atender los negocios.

Justo al lado de Rengoku se encontraba sentada Sofia, ¿qué fue eso que pinchó el pecho de nuestra protagonista al verla? La hermosa jóven hablaba amenamente con su prometido, parecían estar divirtiéndose. Aquello la distrajo tanto que no vió cuando un torpe y conocido chico se acercó a ella con la cabeza gacha.

Zenitsu parecía murmurar varias cosas que no quería olvidar y terminó por chocar con Celeste. Afortunadamente agarró su violín y el de ella antes de que tocarán el piso.

—Lo siento —murmuró apenado para extendérselo.

—La culpa fue mía —negó ella veloz para tomar su violín —, estaba perdida en mis pensamientos.

—Ahora que te veo bien —la examinó de pies a cabeza, a diferencia de la noche anterior, ahora vestía mucho más libre —, eres realmente hermosa. Cásate conmigo.

Ella parpadeó varias veces procesando la loca petición del bicolor —¿Esto es una broma?

—No —contestó rápidamente para abrazarla —, no quiero morir sin casarme.

—Oye oye —la pelirrosa trató de separarlo pero el chico se aferraba con gran fuerza —, nadie morirá.

—Ojalá y sea así —lloriqueó, estaba paranoico, como si de verdad fuera a pasar algo malo —. La cantidad de botes salvavidas no es suficiente ni para salvar a la mitad de pasajeros en caso de algún accidente.

—¿Qué? —cuestinó impactada y anonadada —, ¿quién te dijo eso?

—Lo calculé —Zenitsu se apartó levemente, mostrando de este modo el gran hilo de mocos que colgaba en su nariz.

—¿Siempre eres así de precipitado? —entre risillas, Celeste tomó un pequeño pañuelo que siempre traía consigo para ayudar a limpiarlo.

—Gracias —suspiró tranquilizándose, limpió bruscamente sus lágrimas.

—No seas a aguafiestas, nada va a pasarle al barco, no nos pasará nada y nadie morirá.

—No puedes aclamar eso, tú no ves el futu... —intentó decirle pero una mano golpeó su cabeza fuertemente impidiéndole continuar, eso seguramente le dejaría un chichón.

—Ya estas molestando a otra chica con tus tonterías —lo reprendió otro chico.

Este nuevo muchacho vestía elegante, pero a ella no la engañaba, le podía ver en la cara que era de clase baja, como ella. Tenía el cabello rojizo y los ojos a juego, además de una peculiar cicatriz en la frente, seguramente el producto de haber trabajado toda su vida.

—Tanjiro, no seas tan rudo —reprochó adolorido.

—Perdónalo —pidió haciendo una reverencia el tal Tanjiro, se podía ver en su rostro lo apenado que estaba con la actitud de su aparente amigo —, está así desde hoy en la mañana.

—No te preocupes —Celeste le dedicó una gran sonrisa y negó con su mano libre —, en realidad Zenitsu me parece bastante agradable.

—Celeste —en los ojos del mencionado su formaron estrellas y la sonrisa tonta en sus labios no se la quitaba nadie.

—Zenitsu no molestes más a la chica —ordenó Tanjiro para despedirse de ambos.

Celeste lo vio caminar hacia la mesa de Kyojuro. ¿Qué hacía alguien de clase baja aquí arriba?, lo que es más, ¿qué hacía alguien de clase baja sentado en la misma mesa de los Rengoku?

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A unos metros de nuestra protagonista se encontraba aquella aclamada mesa, donde cenaban los más poderosos económicamente, o bueno, esperaban con calma la comida. Lejos de como imaginas una familia de ricos, esta se veía bastante unida, charlaban abiertamente y con grandes sonrisas en sus labios. Se encontraban presentes: Sofia, la prometida se Kyojuro, los dos hermanos Rengoku, la madre de Sofia, una mujer idéntica a su hija en lo que a físico respecta, el capitán del barco, Kibutsuji Muzan y su joven hija Erika.

Todos observaron a Tanjiro tomar asiento en silencio, el chico agradeció eternamente la oportunidad de poder estar ahí. Cuando el joven se había incorporado a la conversación, la verdadera cara de algunos salió a la luz.

Letizia, la madre de Sofia, consciente de lo que esta se traía entre manos, miró a su hija y luego a Kyojuro.

—Ustedes se ven tan buen juntos, son la pareja perfecta —comentó provocando la incomodidad de todos, Senjuro, quien ya era consciente de los sentimientos de su hermano, casi se atraganta con su saliva; Tanjiro cerró sus ojos con fuerza aguantándose; Sofia agachó la mirada triste, Muzan y su hija tan sólo examinaron con calma cada reacción —¿Cúando sería la boda?

—Sobre eso —Kyojuro tomó la palabra, su gran sonrisa no se borraba para nadie —, no me voy a casar con Sofia.

—¿Qué? —preguntaron Letizia y Muzan al mismo tiempo.

—Hermano idiota —susurró Senjuro tratando de ocultar su sonrisa.

—No voy a casarme con alguien que no amo, estuve pensando en eso, y finalmente me decidí: no tomaré a Sofia como mi prometida. Estoy seguro que ella estará de acuerdo —la observó de medio lado, ella le agradeció con la mirada.

—Pero... pero... pero —repitió incoherente la mujer sin saber que decir, necesitaba hacer algo —, ustedes están comprometidos desde hace mucho, es lo que su padre hubiera querido.

—Mi padre murió hace dos meses —le recordó con una mirada seria —, no voy a hacer todo lo que el deseaba porque estaría viviendo su vida, no la mía.

—Kyojuro por favor piénselo —suplicó con los ojos abiertos de par en par, estaba decesperada, parecía una drogadicta sin nada que consumir.

—Madre, deténgase —sugurió Sofia al ver el estado de Letizia.

—Lo siento, pero la decisión está tomada —se disculpó el mayor de los Rengoku.

—Esto no puede ser —la mujer se echó aire con su abanico, se negaba a aceptar aquello, este no podía ser el final.

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Palabras del autor:

Se acercan los tormentos :')

Perdonen mis faltas y mis pendejadas :3

Me dan mucha ternura Kyojuro y Celeste, son tal para cual.

Si te está gustando esta historia vota y comenta que tal, así podría llegarle a más personas ~(˘▽˘~)(~˘▽˘)~

Lean comiendo palomitas ( ̄ω ̄)🍿

~Sora.

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