𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 17

Alerta: Este capítulo contiene escenas subidas de tono y relaciones carnales. Además de que será ligeramente más largo de lo normal.

Dedicado a: 000sky-blue000

.
.
.

En la cubierta del barco ya no había lugar para los deseosos y carnales besos que se daban Celeste y Kyojuro. Un hombre tan apasionado en la vida no podía ser menos en el amor, y ella solo se dejaba llevar como una pequeña hoja empujada por el viento. Él devoraba con intensidad y potencia los labios de la pelirrosa, sus manos recorrían sin pudor alguno cada centímetro de su piel, aunque fuera por en sima de las entrometidas telas. La mantenía apresada contra el barandal; la mujer frente a él tenía el vestido ligeramente levantado debido a que las palmas del varón se encontraban en sus muslos, explorándo la tersa piel de la chica.

Colocó su rodilla entre las dos piernas de Celeste , haciendo presión en el lugar del placer, lo que la obligó a soltar un ligero gemido, uno que Rengoku se encargó de contener mordiendo su labio inferior.

—No aquí, cariño —susurró seductor, contra su boca —. No debes gemir aquí.

La protagonista asintió frenética, deseando que se moviera ahí, que la volviera a besar. Ese cosquilleo a veces la atacaba pero, nunca había sido tan potente como en ese momento.

Él sintió un pequeño dolor en su zona baja, debía detenerse ahí o no podría hacerlo en toda la noche. Quería respetar a Celeste y estaba haciendo todo lo contrario, no era su intención obligarla a nada ni mucho menos, esperaría paciente a qué ella se lo pidiera. Armándonse de valor, detuvo sus movimientos y separó sus rostros.

La había dejado confundida, deseosa, ansiosa y realmente exitada. La muchacha lo miró con el ceño fruncido y los labios temblando, no por él frío, más bien era por la cantidad de besos que se habían dado. Estaba realmente mojada y le ardía eso ahí abajo. Aquella corriente eléctrica que recorría su entrepierna se hizo incontenible y realmente agonizante. La necesidad de llenar el agujero en su cuerpo con lo que vio crecer en el pantalón de Kyojuro la hizo suspirar.

Un segundo de miradas cruzadas en la tranquilidad la hizo darse cuenta de que quería más, mucho más.

A la mierda el autocontrol, ella lo quería, él lo quería, ¿qué lo impedía?. Se podían ir todos al carajo; el tiempo que se suponía necesitaban para entregarse al otro, las diferencias de clases, el lugar tan inapropiado que habían escogido, ninguno era lo suficientemente importante o fuerte para apagar la llama en su interior. A la mierda las reglas.

Lo buscaste Rengoku, lo has logrado. La Celeste salvaje a despertado y no se irá a dormir hasta tener lo que quiere.

—Tu habitación... —murmuró, tomándolo de la corbata, con un acento de orden —¡ahora!

Celeste valiente y amable era hermosa, Celeste dominante y pervertida era el cielo.

.
.
.

La puerta se abrió bruscamente y contra la pared de al lado de esta impactaron los cuerpos juntos de los protagonistas. Seguían besándose pero con más intensidad, si eso era posible; ya ni siquiera cerraban sus bocas, sus lenguas se buscaban decesperadamente para comenzar un juego que seguramente no tendría fin. Rengoku cerró la dichosa puertesita con uno de sus pies mientras Celeste se encargaba de quitarle el chaleco de su esmoquin.

«Ropa, sobras», pensó la fémina viendo cómo él le facilitaba el trabajo desabotonando su camisa para, luego, cuando ya había concluido, mandarla a volar lejos.

Rengoku tomó una mano de su pareja para llevarla a su formido pecho. Oh mai got, tener tantos músculos definidos debía ser imposible. Ella ya no quería jugar a la niña inocente, deseaba complacerlo y excitarlo tanto como se encontraba ahora mismo, no solo quería tocar su abdomen, quería lamerlo, de un forma torturosa pero a la vez incinuante.

Él lo había hecho antes con ella, ahora era su turno de explorar el perfecto cuerpo de su ahora amante.

Sin siquiera preguntar, Celeste se deslizó, dejando a Kyojuro confuso por lo que iba a hacer. La muchacha comenzó el viaje con su lengua desde uno de sus hombros, pasando por todo su pecho y terminó en la "V" que se podía ver a través de su bajo pantalón. Se encontraba agachada y lo aprovecharía. Desabrochó el cinturón del hombre y bajo sus pantalones.

Quedó asustada pero sus ojos brillaron con lujuria y deseo. Tenía frente a ella, la erección de Rengoku en su máximo explandor y, aunque estaba cubierta con su ropa interior, se podía divisar perfectamente el gran tamaño de esta.

«Esto te perdiste ayer por tonta», se replicó a sí misma, cegada por la pasión.

Quiso tocarla, pero unos brazos que la obligaron a levantarse lo impidieron.

—Aún no —negó con voz ronca, mientras deslizaba el vestido hasta el suelo —. Voy a prepararte.

Celeste no comprendió hasta que sintió los grandes dedos de Kyojuro desplazarse por los adentros de su ropa interior, rozando esa pequeña zona de la muerte. Por un momento se avergonzó de que la encontrara así de mojada, de caliente, de palpitante; pero luego recordó aquella voluminosa erección y una sonrisa complacida apareció en su rostro.

El mundo se le cayó en sima cuando Rengoku comenzó a frotar esa pequeña campanilla del placer, veloz y sin contemplaciones. Alternaba los movimientos con otros, que consistían en introducir desde uno hasta tres dedos en su interior. Celeste, como autoreflejo llevó ambas manos al cabello de él, aferrándose a este, porque ni siquiera sus ropas traía puestas para apretar algo, el varón debía hacerse responsable de algún modo.

Terminó con los ojos en blanco, ¿cómo era posible que aquella sensación existiera? La estaba volviendo loca, se sintió tan sucia por disfrutar y agonizar con aquello. Jaló los cabellos bicolores de su compañero, pensado que aquello lo haría detenerse, pero solo provocó satisfacción en él. Se lanzó a besarla, nuevamente, quería volverla una desquiciada adicta a sus caricias y lo estaba logrando, porque Celeste no sabía a qué mierdas prestarle atención, si a aquellos labios que exigían una respuesta o a esos dedos que se adentraron en su interior sin autorización.

Apiádate de esa alma, Regonku.

No más, los pies de la muchacha se tambalearon y sintió que ya no podía mantenerse en pie, no sabía que demonios era aquello pero todo su interior estaba atacado por cosquilleos y un calor inexplicable. Fue ahí, que agarrándola para impedir que se desplomara en el lugar, sacó sus dedos, ahora cuviertos por aquel viscoso líquido.

—No quiero que la primera vez que llegues al orgasmo sea en mis manos, cariño —la cargó, lo hizo como si de una ligera pluma se tratara y, la colocó sobre su cama.

Ella tardó en reaccionar porque se encontraba perdida, lo anterior la había dejado mareada y desubicada. Ah, pero los cinco sentidos volvieron como rayo cuando lo vio deshacerse de lo único que le quedaba de ropa.

Dios, dale fuerza a esa pobre niña para que eso no la quebrara.

El masculino la miró y ella comprendió sin mucha palabrería. Le estaba pidiendo que también desechara su ropa interior, y como era una pendeja enamorada y excitada lo hizo de la forma más vergonzosa posible, temrinó enredada entre las telas y sonrojoda cuando escuchó un risa por parte de su compañero.

Rengoku la obligó abrir sus pies justo cuando vio que no había nada que se interpusiera. Se colocó, con total tranquilidad sobre ella y su miembro estaba entre los labios de la feminidad de la chica. Estaban a punto de hacerlo, Celeste estaba a punto de entregarle su virginidad a un hombre que conoció hace cuatro días.

No dudó, pero aún así tenía miedo y eso él lo notó. Para dicipar aquella nube de tormentos en la mujer que amaba, tomó una de sus manos y besó su dorso, en un gesto tranquilizador.

—Todo va a estar bien, te lo prometo —le dijo, encarecido y sin soltarla.

—Confío en ti —respndió ella, con una sonrisa sincera.

Entonces él comenzó a introducirse progresivamente en su interior, permitiéndole acostumbrarse a su tamaño, pero no esperen mucho de una señorita.

—¡Ahh! —exclamó con aflicción y arqueando su espalda a más no poder —. Me duele.

—Tranquila, es temporal, no me moveré hasta que estés lista —tranquilizó, acariciando si rostro.

No haría nada que fuera para herirla.

Transcurrieron unos segundos en los que, si bien no había desaparecido aquel punzante dolor, se hizo un suplicio que no se meneara, porque la adrenalina y el deseo la cegaron completamente.

Inhaló y exhaló, luego le indicó asintiendo que ya podía romperla, que ya podía llevarla al éxtasis total.

Él no era tan salvaje así que comenzó con estocadas lentas y tranquilas, para que poco a poco Celeste fuera haciéndose a una idea. Estaba tan estrecho, apretado y caliente allá adentro que no pudo contenerse mucho más. Después de un minuto, sesenta segundos y  un tormento, Kyojuro incrementó la rapidez y agilidad de sus movimientos, penetrándola con fuerza y sin freno, descubriendo una nueva adicción.

—Ahora si puedes gemir todo lo que quieras —gruñó por el placer.

La muchacha luchó por acallar su boca,  apretó las sábanas con fuerza para no soltar aquellos vergonzosos sonidos, pero al final, como humana que es, no pudo más y tuvo que gemir alto, gritar decesperadamente y cuando la angustia había desaparecido, pidió más y más.

.
.
.

Palabras del autor:

8 palabras:

NO VUELVO A ESCRIBIR LEMON DE ESTE TIEMPO.

MANTENME

Dios, esto fue super difícil. ¿Se dan cuenta de lo poco explícita que tuve que ser?

Primero, no encontré referencias a la ropa interior de la época en ningún lado, y tuve que trabajar con una muy vaga que me dió una amiga.

Segundo, en aquellos tiempos cualquier tipo de juego sexual era mal visto, por lo que ni una felación se le pudo hacer al Rengoku, dejando el lemon en solamente los besos subidos de tono y la penetración ಥ‿ಥ

Y tercero, el lenguaje, me dió mucha cosa escribir este lemon con mi lenguaje normal, porque como es una historia tan "elegante", no lo sé, no me gustaba poner palabras como "pene" o "tetas" (cualquier acción con estas también eran considerado una cochinada por sociedad ;-;)

Resúmen: no sabía que esto sería tan difícil y perdón por el resultado, pero había prometido lemon y eso tenía que dar.

Si te está gustando la historia vota y comenta para que llegue a más personas ~(˘▽˘~)(~˘▽˘)~

Lean comiendo palomitas ( ̄ω ̄)🍿

~Sora.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top