ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ ᴅᴏᴄᴇ: ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ ᴀ ᴠᴏᴄᴇꜱ.

—Todavía no creo que esté pasando esto —comentó Malorie con una sonrisa caminando en medio de la noche con Willy Wonka—. El chocolatero tiene secretos para mí. Creí que eso había quedado atrás entre ambos.

Al momento en que lo dijo, el hombre se rio levemente y continúo caminando a lado de ella manteniéndose en silencio mientras caminaban en las calles. Ya llevaban un tiempo hablando de diversos temas triviales con el hombre, pasando un buen rato, confirmando cada vez más sus sentimientos la mujer, sin embargo, aún Wonka se negaba admitir los suyos.

—Es cierto que quedamos en decirnos la verdad. Pero prefiero dejar unas cosas para mí —aclaró el hombre con la vista fija en sus zapatos.

—Eres cruel, Wonka —susurró la mujer con una sonrisa divertida.

—No lo soy —señaló el hombre mirándola con superioridad, levantando su rostro en alto—. A pesar de que has sido alguien cercano a mí, aun quiero mantener mis límites.

—¿Tus límites?

—Claro, eso ya lo sabes —mencionó con una media sonrisa—. Un chocolatero debe ser libre, sin familia, ni amigos y mucho menos sin... simplemente, debe ser libre. En estos momentos tengo una familia, sí. Pero aun debo marcar mi espacio de libertad.

Wonka temía seguir con más, por ende, él se mantenía ciego a aclarar sus sentimientos y por lo mismo los evadía de una manera cruel y eso lastimó a la mujer. El chocolatero se dio cuenta y no pudo evitar sentirse mal, pero era lo mejor; no quería seguir comprometiéndose.

—No lo tomes a mal. Es un pensamiento antiguo mío, aunque cierto a la vez —aclaró el hombre caminando con elegancia y porte por las calles—. Aun así, debo de confesar qué me divierte un poco mantener cosas en secreto —declaró alegre—. No estés triste, a pesar de mis creencias, creo que eres buena compañía, me has servido de inspi...

Al instante, Wonka dejo de hablar e hizo un gesto de disgusto mientras mantenía sus labios en una fina línea.

—¿En qué te he servido? —preguntó Malorie curiosa, sintiendo como la tristeza se desvanecía de ella.

El chocolatero se sintió incómodo, pues casi revelaba en lo que había estado trabajando en la sala de inventos y no se lo quería decir a la mujer hasta que lo tuviera listo. Además, tenía miedo de entregárselo, pues quizá lo comprometería más y Willy no se sentía listo para eso.

—Estoy trabajando en una sorpresa —confesó con una voz actuada para sonar dulce, para después, agregar su extraña risa forzada.

Malorie guardó silencio y siguió el camino con tanto en su cabeza que sentía que se mareaba. Se sentía tan desbastada que esperaba un milagro. Leonardo la había hecho aceptar sus sentimientos, pero Wonka hacía que no tuviera esperanzas de crear algo. Sin embargo, debía hacerse la fuerte y no mostrarle a Wonka que le afectaba lo que él hacía.

—Bien, deja esa sorpresa en secreto.

Wonka la notó mal, pero sabía que sí mantenía interés podía arruinar todo, por ende, prefirió darle la razón.

—Eso pensaba hacer.

El hombre comenzó a caminar hacia al frente con la cabeza en alto y aires de superioridad, provocando que Malorie rodara los ojos y fuera detrás de él para seguir hablando con aquel chocolatero.

—¿Cómo te va con las acusaciones y los abogados? —cuestionó interesada la mujer cambiando el tema, pero a Willy aquel tema le causo escalofríos.

—Realmente no quiero hablar de eso —dijo con seriedad—. Me gusta estar contigo porque olvido ese tipo de preocupaciones.

—Me interesa saber que te agobia —soltó la mujer con una sonrisa tímida.

—No es tan importante —insistió con una sonrisa—. Saldré de esto de una forma u otra, mis oompa loompas han investigado mucho y ellos me están asesorando. Ya sabes que no me gusta meter a gente en este tipo de cosas...

—Eres muy desconfiado, lo sé. Y muy cuidadoso —susurró Malorie—. Sigo sin entender como si eres tan cuidadoso, yo...

—Esa es otra cosa que quiero que se quede en secreto —aclaró mirándola con una sonrisa encantadora.

—Si que eres... único.

—Eso es parte de mí.

Malorie se sintió feliz de su comentario y confianza y se mantuvieron en silencio por un instante, pero no era incómodo. Después de un rato, ya que Willy aún no quería acabar con esta cita, la invitó a ir al gran parque de la ciudad, ella aceptó y se adentraron al lugar. Disfrutando de todo y de la noche.

┊🍭┊✧ 🍫 ✧🎩✧゚。 ゚❞❝ ゚ 。✧🍬✧

Las cosas de un momento a otro cambiaron completamente dando un mal día. La noche anterior todo había sido perfecto en el gran parque, inclusive en el camino hacia la casa de Malorie. Y al momento en que estaban frente a la casa de la mujer, el hombre se despidió de ella con un abrazo e ingreso a su elevador especial, y desapareció.

Malorie entró a su casa sin imaginarse que estaba siendo observada por personas que le deseaban el mal y querían arruinar aquella relación. Pues la familia de Leonardo le dolía verlo tan decaído, que creyeron adecuado exponer estás visitas nocturnas al mundo.

Malorie y Willy descansaron tan bien esa noche que no imaginaban lo que se avecinaba.

Al día siguiente, cuando Malorie salió a tirar la basura, notó que en las calles había mucho movimiento y todos miraban su hogar. Ella lo tomó como mala señal, pero siguió con su día. Ya casi en el atardecer las noticias comenzaron a hablar de ella, de aquella pequeña reportera llamada Malorie Anette como la chica que se metió con el magnate más misterioso y extraño del mundo para tener un poco de fama.

Esas noticias impactaron a la mujer ya que ella no se consideraba así, y no entendía quien había creado ese rumor.

Claramente aquello afecto a la mujer y Leonardo cuando se enteró de todo, no paró de tratar de contactar a su amiga para animarla, pero ella no se lo permitía. Pues se sentía tan mal como para hablar con alguien.

En la televisión, en las noticias, hablaban que Willy le había pagado a Malorie para hablar bien de él, y otras noticias hablaban de otras razones y la noticia de Wonka con los casos de los niños de los boletos dorados incrementaba provocando que varios hablaran mal de él.

La madre de Malorie la buscó también, pero no logró calmar a su hija.

Malorie se sentía tan mal por tantos rumores, que no entendía ni imaginaba como Wonka debía estar en este momento. Y más ahora que ella se sentía tan segura con él, ahora se lo querían arruinar.

En lo dulce de la vida, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top