↬ Capítulo 2 ─ PERFECTA VIDA ETERNA

¿Ya tienes todo? ¿Cerraste la puerta principal? ─Preguntó el esclavo. Era "algo" paranoico en cuanto a puertas cerradas se trataban y por lo general preguntaba un par de veces o revisaba la cerradura para asegurarse. No importaba con que fuera, siempre era lo mismo─

Tranquilo paranoico, está todo cerrado. ─Bromeó─ Vamos en el auto.

De acuerdo... ─Emprendieron la marcha al centro comercial, que era una plaza enorme con 3 pisos llenos de tiendas y restaurantes, además que algunos lugares recreativos como un cine. La inusual pareja entró a aquel lugar, el esclavo pasaba la mirada por algunas tiendas buscando la indicada─ Милая, [ Cariño, ] por favor no te alejes que la última vez duré 2 horas para encontrarte y te estabas peleando con unos niños por la última bolsa de bombones con chocolate...

─El dictador seguía al soviético a su lado, iban tomados de la mano y el alemán estaba casi abrazando el brazo de su pareja. Claro que lo había escuchado, y ese había sido el motivo de su pequeña queja─ Le quitas lo divertido a la vida. Pero bue-... ─Fue interrumpido por si mismo al darle un poco de hambre, hambre que no pudo ignorar por más de dos minutos─ Um... Liebe...? Sé que acabamos de desayunar pero se me antojó comer con helado con sal...

¿Hambre...? Pero si apenas vamos llegando y... Am... E-espera, ¿Helado con sal? Reich... ─Suspiró─ Bien... Vamos a buscar tu rareza... ─El esclavo lo vio extrañado pero... Encontraría aquel antojo tan inusual para su amado alemán con tal de verlo bien─

Danke liebe! ─Canturreó y terminó caminando y abrazando al mayor mientras buscaban a algún heladero. El mayor notó mucho más amoroso al nacionalista y eso le agradó, esperaba que fuera así más seguido. Se acercaron a un puesto de helados pero el mayor había olvidado cual era el antojo de su novio─

Am... Reich, ¿Qué es lo que querías?

¿Eh? ¡Ah! Si, un helado con sal. ─El heladero lo miró con cara de "¿Qué mierda es eso?" o "Ojalá no hubiera escuchado eso..." Pero sólo lo ignoró y siguió abrazando a su pareja hasta que le entregaron el postre frío con sal del señor que preparaba popcorn al lado y se separó para comerlo mientras continuaban con las compras─

─Entraron a una tienda de ropa de caballeros y se fueron a la zona de los abrigos pero ninguno lo convencía como tal, además, las tallas no ayudaban en nada─ Me da curiosidad y a la vez me repele tu peculiar helado...

¡Pero si está delicioso! No entiendo que le ves de malo...

Tu helado es raro y... ¡Agh! Ya me estoy cansando. Por esto odio salir a comprar ropa...

Pfft- Ahora me gusta más ser enano. ─Bromeó viendo los modelos de abrigos que habían en el pasillo, riendo porque la mayoría de los grandes eran de una o dos tallas menos que la del soviético. Vio como su pareja tomó algunos abrigos y un par de suéteres de cuello, dirigiéndose al probador dispuesto a ver si le quedaban bien─

Okey, siéntate aquí... Salgo en un momento para que veas como me queda... ─Entró, se cambió de ropa y maldijo un par de veces en el momento al ver que no le quedaba. Al final le había quedado un suéter color gris plomo y un hermoso abrigo largo de lana color negro. ¿El problema? Sentía que el suéter le quedaba muy pegado a su cuerpo, no se sentía del todo seguro ya que su cuerpo se remarcaba perfectamente y le incomodaba. Pero hay que ser sinceros, se veía muy bien a ojos del dictador cuando salió─ Am... Reich, ¿Qué te parece...? ¿No se mira muy ajustado?

Sí, pero supongo que no hay más ropa de tu talla como para andar escogiendo. ─Dijo terminando su peculiar helado, limpiándose un poco con la servilleta que le dieron por si acaso─ ¿Vas a llevarlo o lo dejamos?

─Suspiró cansando, ya estaba harto de buscar y quería terminar de una vez para irse a casa. Se quitó el abrigo y se lo entregó a su pareja para que lo tuviera un momento en lo que él se quitaba y cambiaba el suéter─ Listo... Creo que los llevaré, además aún faltan tus golosinas... ¿Vamos a pagar o quieres ver algo para ti?

Nah. Vayamos a pagar de una vez, recuerda que Francia se encarga de diseñar mi ropa y podría hacerlo con tu ropa también pero tu orgullo no te lo permite. ¡Ya vamos por mis dulces! ─Alzó los brazos como si fuera un niño pequeño al que le dijeron que sí para ir al parque o comprar algo que quiere─

Ahaha, bien bien... Tú ganas... Vamos por tus dulces милая...~ [ cariño...~ ] ─Se acercaron a la caja para poder pagar, la joven que se encontraba en ese lugar se sorprendió al ver a semejantes personajes frentea ella y comenzó a ponerse nerviosa. Todos conocían a las representaciones y ex-representaciones de sus países, pero tener a el mismísimo Nazi junto a su mayor enemigo frente a ella... No era fácil de digerir en el momento─

B-buen día, ¿En qué les puedo ayudar...?

Quiero pagar esto por favor. ─El mayor colocó ambas prendas para después sacar su billetera, mientras la chica tomaba el abrigo y miraba al de reojo bastante nerviosa, pero debía cumplir con su trabajo y eso haría. Claro que el alemán no pasó por desapercibida la mirada de la chica; solo la ignoró y metió sus manos en sus bolsillos mientras soltaba un suspiro y esperaba a que terminaran de pagar─

Serían ₽274.39, s-señor. ─Dijo nerviosa tratando de no ver al alemán, pero tenía que ver al eslavo por políticas de la tienda, no quería perder su trabajo─

Bien aquí tiene... ─Notó lo nerviosa que estaba la chica y la miradas hacia el europeo, así que lo acercó hacia él y lo abrazó por la cintura sonriéndole─ Gracias, quédese con el cambio. Ahora vamos por tus dulces...

¡Dulces!~ ─Canturreó devolviéndole la sonrisa para luego abrazarlo con cariño. Caminaron un poco y cuando llegaron, entraron a una tienda enorme llena de golosinas, sabían que el alemán se volvía un poco loco e infantil al ver tanto dulce pero era parte de su encanto y personalidad

Bien... Ahora nada de pelearse con niños, ¿Está bien? ─Bromeó mirando de reojo al más enano con una sonrisa, soltándolo de la mano para que fuera libremente y escogiera lo que quisiera─

Trataré de no hacerlo. ─Sonrió y tomó un canasto para ir a uno de los tantos pasillos que habían. Para darse una idea de lo tanto que le gustaban los dulces al alemán, ya tenía más de la mitad del canasto lleno de dulces y habían algunas personas que lo veían con asombro al ver al temido Third Reich comportándose como un niño y comprando muchos caramelos. Llegó al pasillo de los chocolates y vio a 2 niños peleándose por la última bolsa de bombones del estante, dulce que cada que aparecía se terminaba rápidamente. Vio la oportunidad y aprovechó que ambos andaban distraídos en su pelea para agarrar la bolsa e ir donde el soviético para pagar todo─ ¿Crees que son demasiados?

─El mayor estaba revisando una caja de chocolates envinados, no sabía si comprarlos pero su pareja lo sacó de su debate interno y volteó a verlo con algo de curiosidad ─ ¿Eh? Veo que ya terminaste... Wow... Am... Son bastantes pero... Dudo que devuelvas alguno a como te aferras al canasto... ─Miró dentro y había gran variedad de dulces y caramelos, sobretodo los que más le gustaban al dictador... Y una bolsa de bombones con chocolate, que claro, hizo que lo mirara con algo de burla─ ¿Los conseguiste por las buenas?

Pues no, no pienso devolver ninguno. Y si te refieres a los bombones... Aproveché la pelea de un par de niñios para llevármelos hehe. ─Rió recordando como los niños estaban a punto de pelearse a golpes cuando agarróla bolsa y salió corriendo para no involucrarse─

Haha, bien... Yo aún no me decido. ─Le muestró la caja al más bajo y se quedarkn unos segundos así hasta que el más alto habló─ ¿Sabes qué...? !e los llevó, es todo una travesía quitarte alguno... ─Le sonrió y metió la caja al canasto del de esvástica y se dirigieron a pagar el mundo de golosinas que llevaban. En un pasillo habían dos niños viendo al dictador molestos y uno le sacaba la lengua al ver que llevaba aquella preciada bolsa por la que se estuvieron peleando. El menor sonrió con victoria al verlos, sacándoles la lengua también como si tuviera su edad. Pagaron todo y se fueron de la tienda dispuestos a regresar a su hogar─

¿Regresamos de una vez o nos paseamos un rato más? ─Le preguntó el tricolor al bicolor mientras cargaba una bolsa llena de dulces y el contrario otra con su ropa─

Mnh... Creo que nos vamos a casa, ya traemos muchas cosas y por tu cara... Ya quieres desempacar tus golosinas... ─Rió y siguieron caminando en dirección al estacionamiento. Mientras caminaban, sin darse cuenta el eslavo chocó con una señorita haciendo que la chica tirara su bolso─ ¿Eh? Oh, me disculpo, no estaba prestando atención. ─Se inclinó para recoger la bolsa de la chica y entregársela sin ponerle mucha atencion, pero la mencionada tenía otros planes─

Oh, no te preocupes guapo. No pasa nada. ─Miraba a a unión mientras se inclinaba por su bolsa coqueteándole e ignorando por completo al de dientes afilados, sacándole un gruñido y viéndola con algo de molestia y sospecha─

Aquí tiene... Y me vuelvo a disculpar. ¿Nos vamos? ─ Volteó a ver a su amado, pero unas manos tomando su brazo lo hicieron confundirse y voltear a ver quien era─

¿Y si me invitas un par de tragos por el pequeño... Accidente?~

─Y claro que el alemán no era idiota, ya tenia las sospechas puestas sobre la chica y lo que hacía ocasionaba que sus celos crecieran y hablara entre risa empujándola, manteniendo el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Y claro, posicionándose entre ambos─ A ver, a ver, a ver... Para empezar 1 metro de distancia ente ustedes 2, no vaya a ser que la estupidez sea contagiosa. Y él ya tiene pareja, así que anda buscándote a alguien más con quien coger si tan necesitada estás como para andar invitándole un trago a cualquiera por cosas tan pequeñas. ─Se dio la vuelta, le sacó el dedo sagrado y agarró el brazo del soviético arrastrándolo hacia la salida y entrada de la playa de autos, dejando a una chica entre enojada, indignada y sorprendida─

Завидуешь моей любви?~ [ ¿Celoso mi amor?~ ] ─Le pareció gracioso como trato a aquella chica, al fin y al cabo amaba cualquier faceta del alemán, incluso la sádica. Le sonrió coqueto y se acercó a su rostro peligrosamente una vez acomodaron todo y se sentaron en la camioneta─ Solo tengo la mirada puesta en ti Reich...~

─ Mnh... Sí lo sé, pero de todas formas no me gusta que se te acerquen con esas intenciones. ─Dijo con un tono celoso en su voz─ Um, liebe, [ amor, ] ¿Podemos regresar a casa ya? Me regresaron las náuseas...

─Claro, vamos a casa... ─Encendió el auto y salió no sin antes pagar la tarifa. El camino era un poco lento por el tráfico, pero al final llegaron pasado el medio día─ ¿Estuvo un poco cansado, no crees? ─Habló y salió del carro, estirándose un poco escuchando como alguna huesos hacían ruido─

─ S-sí... ─Dijo con dificultad al sentir como el vomito regresaba otra vez─ Voy al baño. ─Entró rápidamente a la casa y corrió al baño del primer piso para comenzar a vomitar en el inodoro, vaciando su estómago─

ya no sé que poner, solo compartan y comenten hola si están leyendo esto dkd

« aclaraciones y curiosidades »

↬ ₽ es el símbolo del rublo, solo que no aparecía en mi teclado y tuve que copiarlo de google, haha. [cry]
↬ después sabrán el porque del comportamiento tan "extraño" de reich.
↬ en una que debía decir eslavo, decía esclavo.
↬ en donde urss le pregunta a reich si estaba celoso en ruso, originalmente decía "Ревновать мою любовь? [ ¿Celoso de mi amor? ]" y como no le encontraba sentido lo cambié por el que ven sjsj
↬ no recuerdo si lo dije, pero reich y urss viven en una casa en medio de un bosque en rusia, pero en invierno como reich se enferma fácil por el frío viajan a alemania y se quedan en la casa del mismo.
↬ iba a esperar a terminar el capítulo 3, pero quiero saber que va a comentar so_rra2464 xD

y sin más que decir, adiós!~

─reich y urss.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top