♡⃝ To be clear

Actualidad.

Sanha estaba rojo como tomate, sentía que la vergüenza lo invadía por completo y no era para menos porque, después de esa noche con Moon Bin y confesar sus sentimientos, él creyó que todo había sido parte de un sueño agridulce, debido a que su hyung no le comentó nada y tampoco dejó de comportarse como comúnmente lo hacía, nunca tuvo la ligera sospecha de que aquello hubiera sido real y, ahora que lo recordaba no podía evitar sentirse demasiado avergonzado.

- Pensé... Pensé que todo había sido un sueño hyung.

- Me imagino que sí, igual y yo tampoco quise tocar el tema porque sentí que necesitaba aclarar mis ideas después de todo...

- Yo entiendo, pero igual, creo que hubiera preferido que me hicieras frente Binnie, debí decirlo directamente, estando sobrio, debí hacerlo bien desde esos días. No habrían pasado tantas cosas de haberlo hecho.

- Sí, lo sé Sanhie, pero lo hecho, hecho está, no podemos hacer nada y sinceramente, todo lo que hemos pasado de la forma que haya sido ha sido perfecto, porque tú has estado a mi lado siempre.

- Hyung eres demasiado lindo, me encanta que siempre te hayas preocupado por mí y por mis sentimientos, gracias por todo.

- Todo por mi pequeño Beagle.

Sanha rio al recordar ese bello apodo que le había dado su hyung cuando eran unos chiquillos de doce años. Era lindo acordarse de todo eso, ambos eran tan opuestos y similares a su vez.

Moon Bin siempre fue tranquilo, reservado, sereno, super inteligente y entregado a la escuela, mientras que Sanha era muy inquieto, abierto, juguetón, curioso y no adoraba para nada la escuela, pero ambos eran chicos adorables y nobles, se complementaban perfectamente.

Precisamente por esa personalidad de Sanha, Moon Bin le había dado aquel apodo de "Beagle" era exactamente como los cachorros Beagle, inquieto, juguetón, adorable, era su Beagle.

- ¿Sabías que te amo como a nadie en el mundo? - dijo Sanha repentinamente. Moon Bin se giró de inmediato y lo miró con adoración.

- ¿En serio? ¿Más que a nadie?

- Sí, más que a nadie. Eres la única persona en la que puedo confiar sin dudar, eres el único que me ha escuchado en cada momento sin importar el tema, el único que me ha animado en mis peores momentos porque incluso, aunque muchos de mis peores momentos hubieran sido por mi antes "Amor no correspondido por ti" el simple hecho de pensarte, verte y estar a tu lado como un amigo me hacía feliz. Eres la única persona que jamás me juzgó cuando confesé que me gustaban los chicos, quien me defendió de cada sujeto o chica que me insultaba por ser gay. Eres quien más amor, respeto y confianza me ha dado, eres el amor de mi vida.

- Sanha... Para mí eres lo más valioso, desde que éramos unos niños pequeños, desde que te vi esa primera vez jugando en el parque cerca de mi casa en el carrusel, eras un pequeño tan lleno de vida y alegría que captaste mi atención al instante, yo quería ser tu amigo desde ese día... Pero me volví codicioso con el pasar de los años, ya ser solo tu amigo no bastaba, quería ser tu mejor amigo y luego... Con el paso de los años anhelé ser tu novio, tu protector y, el amor de tu vida. Eres un ser increíble, único y maravilloso.

- Me gusta esa codicia Binnie - sonrió encantado, pero su rostro cambió al instante - Tenía tanto miedo hyung...

- ¿Miedo de qué, mi amor? - Moon Bin rodeó con sus brazos y colocó su cabeza sobre la contraria.

- Miedo de que por ser cómo he sido desde hace unos años hasta hace poco tú... Tú no quisieras nada conmigo.

- ¿Cómo podría no quererte conmigo? ¿Y qué si saliste con miles de chicos? ¿Y qué si dormiste con otros tantos? Nada de eso me importa, porque yo no soy quién para juzgarte, porque cada uno hace lo que desea, porque somos libres de llevar nuestra vida como nos plazca, porque siempre te he querido, porque sé que tú me has querido a mí y eso, eso pesa más que cualquier cosa, Yoon Sanha, el amor mutuo.

- Hyung - los ojos del menor se llenaron de lágrimas, tenía al mejor novio del mundo - Hubiera deseado que mi primera vez fuera contigo ¿Sabes? Hubiera deseado que tú fueras el primero en todo en mi vida... ¿Por qué no pude esperar? ¿Por qué tenía que hacerme a la idea de que tú jamás me verías? ¿Por qué creí que debía olvidarte con otras personas? Eso duele...

- Sanhie las cosas debían ocurrir de esa manera, no te sientas mal, no quieras cambiar el ayer, porque todo ese pasado te ha hecho ser el precioso chico que eres ahora y eso, eso es maravilloso. A mí no me importa nada de eso, porque sé que conmigo vas a compartir más cosas, y que seré el último en tu vida. ¡Te amo!

Moon Bin levantó el mentón de su bello novio y le dio un beso delicado. Al separarse un brillo instantáneo cruzó por ambas miradas y la sonrisa automáticamente apareció.

Habían sido mejores amigos durante años, con inquietudes constantes por el crecimiento de sus sentimientos por el otro, pero jamás dejaron de demostrarte ese amor disfrazado de amistad.

Ese día Moon Bin y Sanha lo pasaron juntos, fueron a comprar ropa, zapatos y algo de comida.

En el centro comercial se habían encontrado con Jeongin y Hyunjin, quienes acababan de mudarse a la casa del menor y necesitaban hacer compras para su nuevo hogar compartido. Se veían bastante felices y eso llenaba de tranquilidad a Sanha, porque desde que había conocido a Jeongin, aunque no fuera de mucho tiempo atrás, le había parecido un chiquillo indefenso e inocente y creía que necesitaba alguien que lo protegiera y amara mucho, tal y como se veía que estaba haciéndolo Hyunjin.

Ese día parecía uno en el que debían encontrarse con medio mundo, pues en el área de ropa se encontraron con Hyungwon y Chang.

- Vaya, que bueno verlos por acá - saludó Hyungwon apretando a Moon Bin, casi al punto de ponerlo morado.

- ¡Hyungwon! ¿Por qué siempre eres así? ¿No puedes ser un hermano más delicado? - se quejó Moon Bin sobando su cuello adolorido.

- ¡No! No puedo, y ni llores, toda la vida he sido así.

- Sí, es verdad, Minho es del tipo "amor apache", hasta con sus amigos es así.

- Sí, puedo verlo en tu cuello Chan hyung - se rio Sanha, tras ver los leves chupetones en el cuello de Chang - ¿Seguro que son sólo amigos? A mí me da la impresión de que son amigos con beneficios.

- Binnie, creo que mejor te llevas a tu novio curioso a seguir con las compras - se aclaró la voz - Chang y yo... Aún tenemos pendientes.

- Claaaaro, pendientes carnales de
seguro.

- ¡Sanha! - se quejó Chang esta vez, haciendo estallar en carcajadas al menor que acababa de cubrirse al sentir que Hyungwon se le vendría encima.

Moon Bin río junto con su novio, lo tomó de la mano antes de ser interceptado por Hyungwon y salieron corriendo en otra dirección.

Corrieron durante un minuto, se detuvieron para alcanzar aire y regular sus respiraciones, pero las risas seguían presentes entre los dos.

Caminaron hasta uno de los locales de helado. Luego de pedir sus helados se sentaron frente a la ventana del lugar, ambos perdidos en sus pensamientos, pero con sonrisas en sus rostros.

- Lo travieso no se te quita nunca
¿verdad Sanhie?

El azabache tomó la mano del rubio y éste la apretó un poco, era un ambiente tan agradable el que habían estado teniendo durante todo ese día, todo era perfecto.

- Tú sabes que eso a mí, ya nunca se me quitará, y no sólo hablo de frustrar a Hyungwon hyung - alzó ambas cejas coquetamente y Moon Bin sonrió sonrojado.

- Yo sé que no - despeinó a su novio coqueto con la mano libre.

- ¡Hola! Oigan, ustedes hacen muy bonita pareja - una jovencita de entre doce y catorce años se acercó a ellos sacándolos de su burbuja.

- ¡Oh! ¡Muchas gracias! - respondió Sanha sorprendido.

- Eres muy linda, muchas gracias - también Moon Bin estaba poco confundido, no esperaban algo así.

- De nada - sonrió y les dijo adiós, saliendo del lugar junto a la que al parecer era su madre.

- ¿Qué ha sido eso? - rio el mayor.

- Yo qué sé - siguió con la mirada a la menor - Pero fue un gesto demasiado bonito.

- Sí, me ha hecho sentir aún más afortunado de tenerte.

- Oww, Binnie somos, los dos somos
afortunados por tenernos.

- Claro que sí, bebé.

La mesera llegó con sus helados, ambos se compartieron un poco, recordaron varias cosas del pasado, precisamente de momentos en los que ambos sacaban de quicio al hermano del mayor, habían tenido una infancia y adolescencia demasiado divertida.

También platicaron sobre los nuevos proyectos escolares de Sanha y un poco sobre el trabajo de Moon Bin, no eran temas que realmente les agradara demasiado traer al tema.

Luego, surgió otro en específico, Rocky.

- ¿Crees que esté bien? - preguntó Sanha al recordar lo triste que lucía en su fiesta tras lo de Eunwoo.

- Yo espero que sí, es un chico lindo, merece estarlo.

- No entiendo por qué Nunu no se da cuenta de lo valioso que es.

- Bueno, así pasa, o quizá tiene miedo.

- ¿Miedo? ¿Eunwoo? ¿Bromeas? - rio con burla - Eunwoo no tendría por qué temer a nada, lo tiene todo, es atractivo en extremo, baila demasiado bien, tiene mucha confianza en sí mismo, tiene mucho tema de conversación y... - calló al darse cuenta de lo que estaba diciendo y la cara que Moon Bin acababa de ponerle - Y etc.

- No bromeo, ¿Por qué habría de hacerlo? ¿O quién es Eunwoo para no temer? ¿Todo? Woaah...

- Tranquilo hyung... No-no me refería a que no temiera a nada, pero... No sé, me parece irreal, él bueno... - Sanha ya no sabía qué decir exactamente, la había cagado.

- Creo que tiene miedo porque Rocky vale demasiado, más de lo que alguien como él podría merecer, es decir, basta con mirarlo y ver su nobleza y pureza, era un chico virgen hasta ayer en la noche, tiene demasiado amor para dar y Eunwoo... Es un sujeto que jamás ha estado atado a nadie, que no sabe exactamente lo que es estar enamorado, que no sabe cómo tratar con amor a las personas, fuera de lo sexual... Él y Rocky son demasiado opuestos.

- Vaya, te expresas demasiado bonito de Rocky - respondió con hastío.

- Y tú de Eunwoo - contestó del mismo
modo.

Sanha bajó la cabeza y Moon Bin giró la
suya en otra dirección. Silencio, simple silencio.

El mayor volvió a mirar a su novio que empezaba a jugar con sus manos y morder su labio. Él comprendía que Sanha conociera perfectamente cada virtud de Eunwoo, pero no podía evitar sentir celos de verlo expresarse de esa manera de él, después de todo, habían compartido demasiado.

Lo que no entendía eran los celos de Sanha, ¿Era por lo del trío? ¿Empezaba a sentirse inseguro? Rocky era un chico increíble, Moon Bin siempre lo creyó desde que lo conoció, pero no era alguien que se comparara con Sanha, no para él, porque para él, Sanha era el único por siempre, el hecho de que se expresara bonito de Minhyuk no quería decir que estuviera enamorándose de él o que le gustara, lo apreciaba, pero como un simple amigo.

- Bien, estoy cansado de esto - Moon Bin
golpeó la mesa con su mano y Sanha se estremeció.

- ¿¡Q-que!? ¿¡D-de qu-que ha-hablas hyung!? - el pánico se apoderó del
menor al escuchar esas palabras.

- Ven, tenemos que hablar.

El azabache tomó de la mano al rubio y se lo llevó a paso rápido al auto. Estando de camino no dirigieron palabra alguna, el silencio de nuevo los abordó. Llegando a casa Moon Bin jaló del brazo a Sanha hasta entrar en la habitación.

- H-hyung ¿qué ocurre? - preguntó Sanha tembloroso. Moon Bin se giró a él lo tomó de ambas manos y lo aventó a la cama para subirse sobre él al instante.

- Esta vez, vas a ser castigado - dijo con voz grave.

- ¿¡Q-qué!? - los ojos del menor se abrieron de sobremanera.

- Lo que dije - lo besó con posesividad - Eres mío, no hables ni pienses en otra persona que no sea yo, Yoon Sanha. Estos labios - colocó sus dedos sobre ellos - Son para ser besados por mí - bajó su mano a su cuello - Esta voz es para hacerte gemir por mí, para hacerte jadear mi nombre - llevó la misma mano hasta su pecho - Y este corazón es para tenerme dentro por siempre. Y todo esto - señaló su cuerpo - Es para que yo lo ame y cuide en cada momento, solo yo. Eres mío, voy a amarte siempre, solamente a ti, y en esta ocasión voy a hacer que te quede claro.

Sanha jamás en su vida había escuchado de esa manera posesiva y dominante a Moon Bin ¿Era normal que todo eso lo estuviera excitando de sobremanera? Mordió su labio inferior sin desconectar su mirada de la contraria.

Moon Bin de nuevo empezó a besarlo con posesividad y necesidad, pero también había demasiado amor, una combinación perfecta. Bajó por su cuello, besando y mordisqueando un poco, sacándole suspiros y jadeos constantes al menor.

Las manos del azabache desabotonaron el pantalón de Sanha, lo sacó rápidamente sin cuidado alguno, del mismo modo hizo con la camiseta que le estorbaba.

Tomó entre sus labios y una mano los pezones rosados de su novio, haciéndolo jadear aún más, apretando con fuerza las sábanas bajo él, ante esto, el mayor llevó su mano a la que estaba aferrada en las sábanas y entrelazó sus dedos.

Moon Bin conocía ahora el cuerpo de Sanha, sabía cuáles eran sus partes sensibles y en ese momento estaba aprovechando al máximo todo eso, ya no era un inexperto en el sexo con un chico y eso estaba ayudando demasiado para llevar a Sanha al cielo sin necesidad de dejar esa cama.

- Voy a hacerte gemir tan fuerte...Que los vecinos escucharán lo feliz que puedo hacerte, lo placentero que es hacer el amor conmigo.

La piel de Sanha se erizó por completo y las corrientes eléctricas pasaron por cada rincón de su cuerpo, el calor de su cuerpo subió demasiado rápido, no podía creer que Moon Bin estuviera diciéndole esas cosas... Pero estaba fascinándole su castigo.

- Hyung - gimió al sentir la primer intromisión de los dedos delgados y adiestrados del azabache.

- Te gusta ¿No? - siguió moviendo su dedo dentro del menor - Sé que te gusta y por eso, te haré ver las estrellas, vas a llorar de placer, Sanha.

– Dios... ¡Ah! ¡Ah! ¿Por qué tienes qué decir esas cosas? - el rubio estaba tan duro en esos instantes que, su miembro necesitaba ser atendido de inmediato y eso estaba volviéndolo loco.

Moon Bin comprendía bien las reacciones de su novio, así que lo atendió de inmediato. Sanha arqueó ligeramente su espalda al sentir el doble placer, los dedos de Moon Bin dentro y la otra mano masturbándolo, mientras recibía besos en su cuello que resultaba ser su punto más sensible.

Después de un tiempo provocando a Sanha, haciéndolo esperar por la intromisión completa, Moon Bin decidió que era momento, ya lo había hecho "Sufrir" lo necesario.

Sanha estaba demasiado preparado, estaba tan húmedo, como jamás había estado y eso sorprendía un poco al mayor, pero lo hacía sentir realmente satisfecho, porque sabía que él era la única causa de eso.

Entró con delicadeza, pero estando la punta de su miembro dentro, dejó que toda su extensión entrara de una sola vez. Los labios del menor se abrieron en un gemido ahogado, sus uñas se clavaron con fuerza en la firme espalda del azabache. Y así empezó todo...

Tal y como había dicho Moon, Yoon se deshacía en gemidos bastante ruidosos y lo amaba completamente, adoraba escucharlo gritar su nombre desbordante de placer.

- Bin... Te amo... ¡Ah...!

- ¿Me amas? ¿Qué tanto me amas, cielo? - su voz era tan seductora, que Sanha sentía que se vendría en cualquier instante.

- Más que las estrellas de cada galaxia existente... Más de lo que podría ser imaginado... ¡Ah...! E-eres mí todo.

- Te amo, Sanha, te amo.

Una hora pasó, las posiciones variaron, sus labios estaban tan hinchados en ese punto, sus cuerpos estaban tan rojos por el calor y los besos y mordiscos repartidos, sudaban como nunca y estaban seguros de que más de una persona los estaba escuchando esa tarde. Sanha cada vez pedía más y Moon Bin cumplía, porque vamos... Ambos sabían que eso, para nada era un castigo.

Moon Bin tomó con sus manos el perfecto cuerpo de Sanha y lo alzó sobre su cuerpo, ahora era el menor quien se movía por su propia cuenta encima del azabache, y era una escena tan erótica que definitivamente, este último no dudaba en venirse dentro de poco.

El mayor lo miró con tanto amor, acarició con deseo su espalda y finalmente aferró sus manos a las caderas que se mantenían en constante movimiento sobre él. El rubio lo miró, hizo sus movimientos más lentos y atrapó los labios contarios, ese beso no era posesivo ni necesitado como los anteriores, no. Ese beso estaba lleno de puro amor y entrega.

Tras varios minutos, el hormigueo en el vientre bajo de Sanha se hizo presente y... Estaba por venirse. Moon Bin estaba consciente de eso, por lo que empezó a mover sus caderas ayudando a su novio, a un ritmo un poco más rápido.

El punto dulce de Sanha fue tocado y por más que intentó aguantar, no pudo y llegó a su orgasmo. Su cuerpo débil fue atrapado por los brazos de Moon Bin, quien empezó a hacer todo el trabajo de nuevo hasta venirse también.

Luego de recuperar la respiración. El azabache se giró con cuidado y recostó a Sanha para luego salir con más delicadeza de él.

- Umm... - se quejó un poco Sanha al sentirlo salir - Fuiste algo rudo hoy hyung... ¡Lo amé! - sonrió satisfecho.

- Así que... ¿Te gusta mi rudeza? - enarcó una ceja el mayor, pero estaba feliz también.

- Sí, todo cuando se trata de ti, me encanta.

- Tú me encantas, pero Sanha, espero que te haya quedado claro que yo te amo a ti, que nadie me importa más que tú, que solamente te deseo a ti, que tú también eres mi todo.

- Más que claro hyung - sonrió - Tú eres mío, yo te amo, eres el único. Además, me lo has demostrado en muchísimas ocasiones, no solo al momento de hacer el amor. Perdona si de repente me siento inseguro y te hago mis escenitas de celos, pero es que eres tan perfecto que temo que alguien más lindo y adorable que yo te atrape.

- Sanha, no hay nadie más lindo o adorable que tú, y si lo hubiera, nada de eso importa, porque solo existe un Yoon Sanha, ya te lo dije, y yo solamente quiero, anhelo, deseo y amo a Yoon Sanha. ¿Entendido?

- Entendido vida mía.

Se dieron un beso, se abrazaron y cayeron en un profundo sueño, había sido una tarde/noche increíble para ambos. No dejarían que ninguna discusión arruinara sus momentos y ese día, acababa de ser la prueba.

Despertando Moon Bin se levantó para darse un baño, no le gustaba quedarse así nada más después del sexo, pero en esa ocasión había quedado realmente agotado, por eso se había dormido primero.

Saliendo del baño sacó sábanas limpias, ese día si que habían manchado la que tenían puesta. Se sentó a un lado de su novio y quitó sus cabellos rubios y aún poco húmedos de su frente, Sanha era demasiado lindo.

- Binnie - dijo adormilado entreabriendo sus ojos.

- Hola, mi vida ¿Cómo estás? ¿aún duele?

- Hyung no preguntes esas cosas.

- Perdón, perdón - rio con ternura al ver a su novio remolinearse entre las sábanas - ¿Quieres algo de cenar?

- Mmm... ¿Ramen? - alzó sus cejas esperando la aprobación del mayor, en serio Sanha era realmente tierno.

- Ramen será - sonrió y caminó rumbo a la cocina.

El menor se levantó lentamente porque, sí, aún le dolía un poco, tenía demasiado tiempo sin hacerlo tan rudo como esa tarde, pero no se quejaba, había quedado demasiado satisfecho.

Entró al baño y se metió a la tina con agua caliente, se relajó unos minutos y finalmente salió.

Una vez vestido caminó a la cocina, donde ya había un olor delicioso. Moon Bin estaba sirviendo el ramen en las cazuelas.

- Aquí tiene mi príncipe - dijo el azabache poniendo la cazuela frente a su novio.

- Gracias, pero aquí el único príncipe eres tú - sonrió complacido.

- Tú también lo eres, un príncipe delicado y travieso - reafirmó el mayor.

- Y tú uno amable y demasiado guapo - ambos rieron ante sus comentarios y empezaron a comer el ramen coreano, estaba poco picoso, pero nada que no pudieran soportar.

El celular de Moon Bin sonó y al revisarlo encontró un mensaje de su hermano, en donde le decía que al día siguiente harían una cena de cumpleaños para su madre en su casa, y que obviamente estaba invitándolos a él y a Sanha.

- Mierda... - el menor se giró rápido, no estaba demasiado acostumbrado a escucharlo decir palabras así.

- ¿Qué ocurre?

- Olvidé que mañana es el cumpleaños de mi mamá.

- ¿Qué? ¿Cómo olvidas eso hyung? - se burló.

- Bueno, digamos que mis pensamientos últimamente se la viven envueltos en una sola persona - apretó con sus dedos la nariz del menor.

- Pues tus pensamientos si saben en donde mantenerse - dijo vanidoso.

– Obvio, soy demasiado inteligente - se jactó - Pero... Ahora necesito un regalo.

- Yo te acompañó mañana temprano a buscar uno hyung.

- Eres el mejor - besó su frente con emoción, porque hacía varios años que Sanha no lo acompañaba a eso.

Luego de ese bonito momento, Sanha lavó los trastes mientras que Moon Bin cambiaba las sábanas de su cama.

Terminando de hacer todo, ambos se acostaron de nuevo, el sexo, el baño caliente y la cena habían caído demasiado bien, tanto como para llevarlos rápidamente al mundo del sueño.

Aunque Moon Bin no lograba descansar del todo, porque había algo sobre el cumpleaños de su madre que lo mantenía preocupado... Y eso era Seo Kang Joon, pero trataría de no pensar en eso, Sanha era su novio y nadie del pasado pesaba más que el amor tan profundo que se tenían.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top