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Moon Bin se sorprendió un poco por el repentino abrazo de Rocky, pero no lo rechazó. Ese abrazo no duró ni un minuto, ambos subieron al auto del azabache y se fueron de la universidad.

A la distancia, Sanha estaba con la boca hasta el piso y Eunwoo con el ceño fruncido, ambos habían visto tal acción del castaño y el azabache, evidentemente, no estaban contentos.

- Dime que también viste lo que yo - dijo entre dientes el menor.

- Lo vi ¿Qué... Qué se supone que hacen juntos? ¿Sabías algo de eso? ¿Tienen algo? - empezó a bombardear el pelinegro de preguntas.

- ¿Cómo carajos voy a saberlo? No entiendo nada...

- ¿Estarán tratando de... Olvidarnos?

- ¡No digas eso Nunu!

Sanha estaba demasiado enfadado y triste, no quería que nada de eso ocurriera, él deseaba pensar que Rocky y Moon Bin se llevaban demasiado bien, como un par de amigos normales, no quería pensar más allá de eso.

Quería hablarle a Moon Bin y pedirle una explicación de lo que acababa de ver, pero... No tenía derecho.

Eunwoo ni siquiera sabía qué hacer, para empezar, Rocky no le contestaba nada de lo que le enviaba.

- Vámonos - el rubio tomó al pelinegro de la mano y subieron a su auto.

Un par de semanas más pasaron, Rocky contestó un par de mensajes de Eunwoo, pero solamente para darle información sobre algunas clases o proyectos, cada que Eunwoo intentaba hablarle de una forma romántica o melosa, él dejaba de responder.

Moon Bin extrañaba como un loco a Sanha, en verdad quería verlo, estar con él como antes, deseaba abrazarlo, besarlo, hacer el amor con él, pero el hecho de recordar lo que había pasado con Eunwoo mientras ellos seguían siendo una pareja... Eso simplemente seguía quemándole el alma ¿Podría superar todo eso algún día para así reintentarlo con el menor?

La buena noticia era que estaban fin de semana y era precisamente el cumpleaños de Kang Joon. Daría una buena fiesta y si lo que había escuchado sobre Jackson era verdad, esa fiesta sería la fiesta del año.

- Hyung, ¿Estás seguro de que quieres que vaya contigo? - Rocky estaba bastante dudoso.

- Sí, vamos Rocky, será divertido - insistió el azabache, caminando al armario del menor para buscarle algo de ropa para en la noche.

- Bueno, tengo tiempo sin salir, creo que será bueno.

- Vamos a dejar las penas de lado, aunque sea esta noche - sonrió el azabache, contagiando, al contrario.

Sanha se levantó de la cama de Eunwoo con demasiada flojera, se puso la primera camisa que encontró y bajó a desayunar.

Empezó a revisar su celular ¡Y por Dios! ¡Era el cumpleaños de Kang Joon!

Luego, empezó a sentir unas manos pasando por su cintura y entrelazándose frente a su abdomen, Nunu.

- Lo siento, te veías muy cómodo durmiendo, no quise despertarte - dijo Sanha con tranquilidad, mirando sobre su hombro al contrario que acababa de recargarse en él.

- Sí, estaba soñando con unicornios - soltó socarrón haciendo reír a Sanha.

- ¿Siempre eres así de bobo por las mañanas? No recordaba que lo fueras.

- Ouch, pero qué hiriente amanecimos...

- Es broma, tonto.

- Claro, olvidaba que esa es tu manera de decirme que me quieres.

- Calla Nunu.

Sanha rio y se puso de pie, debía tomar una ducha, la noche anterior había bebido tanto y ahora olía asqueroso,
según él.

- Oye Nunu, ¿Vamos a una fiesta hoy?

- Te iba a decir lo mismo, mi primo Jackson me invitó hoy a una.

- ¿A la de su novio?

- Sí, a esa misma.

- Oh, bueno, entonces, vayamos.

- Perfecto.

Eunwoo se quedó desayunando mientras el menor se bañaba. Ellos no habían tenido nada íntimo o sexual, a excepción de besos y no siempre... Pero sinceramente, Eunwoo cada noche que Sanha se quedaba a dormir y despertaba a su lado sentía que estaba siendo tentado más y más.

Decir que no extrañaba tener relaciones con Sanha sería una vil mentira, claro que lo extrañaba, pero jamás iba a forzarlo y tampoco iba a sacar ese tema.

Sanha, por su parte, tampoco negaba que tener de esa manera a Eunwoo lo hacía recordar sus encuentros y bueno... Ya era demasiado tiempo sin sexo, además, empezaba a creer que Moon Bin no regresaría a su vida y eso lo tenía demasiado mal, su cabeza era un lío.

La noche llegó, definitivamente esa era la fiesta más grande e impresionante que Moon Bin jamás había visto, todos los rumores sobre las fiestas que organizaba Jackson eran reales, era el dios de las fiestas.

¿De dónde había sacado a tanta gente? Miraba a su alrededor y no cabía ni un alfiler, el lugar se sentía bastante sofocado.

Moon Bin se detuvo al no ver a Rocky por ninguna parte, ese lugar era un mar de personas, ¿Dónde lo había perdido?

Empezó a buscar por todos lados y de repente sintió una mano tomando la suya.

- Perdón hyung, me quedé atrás - se acercó a su oído para que pudiera escucharlo.

- Está bien Rocky, vamos a buscar a Kang Joon.

Siguieron caminando sin soltar sus manos, buscaron un par de minutos y finalmente encontraron al cumpleañero.

Al estar con él se soltaron las manos. Lo felicitaron y charlaron un rato mientras bebían.

Estaban recargados en un balcón mirando todo el espectáculo de abajo, en serio era muchísima gente ¿Cómo podían bailar?

Un par de personas captaron la atención de Moon Bin, bailaban juntos, de una forma bastante sensual que él ya había visto tiempo atrás... Eunwoo y Sanha.

Eso no era todo, estaban devorándose...

Un nudo se formó en el estómago del azabache, entendía que él y Sanha ya no eran pareja, pero seguía siendo horrible verlo con Eunwoo, es decir, ¿Sería ese pelinegro el indicado para Sanha? Llevaban bastante tiempo juntos, compartían muchos gustos en común, eran libres de ataduras y lo sobrellevaban muy bien... ¿Sería que la vida quería a Sanha con Eunwoo y no con él?

Rocky también los había visto, desde tiempo antes que Moon Bin, pero prefería evitarle el mal rato al mayor y por eso no dijo nada.

Si tan solo no le hubiera dado largas a Eunwoo, probablemente sería él quien estaría ahí abajo besándolo con tanta devoción, no Sanha...

En la pista de baile el calor era más que evidente, la hormona estaba bastante alborotada y el alcohol aumentaba todo.

Sanha había extrañado bailar, tenía tiempo sin hacerlo y estar ahí con Eunwoo lo regresaba a esos tiempos de diversión, el pelinegro se movía como los dioses, era demasiado sensual y atractivo, desbordaba atractivo sexual por donde quiera que lo vieran...

- Quiero besarte - susurró el mayor casi sobre los labios del rubio.

- ¿Y por qué no lo haces? - respondió burlón.

- Porque no quiero que me golpees.

- No lo haré.

No necesitó más palabras, empezó a besarlo, y la temperatura aumento, sí, mucho más de lo que ya había subido segundos antes. Un beso lento y adictivo, girando de un lado a otro, entreabriendo labios, mordiendo un poco, succionando y suspirando... Era un beso bastante erótico para cualquiera que los mirara.

En medio del beso, Sanha abrió sus ojos y por una extraña razón miró hacia arriba, sus ojos se encontraron con los de Moon Bin... Mierda...

Antes de separarse de Eunwoo, Moon Bin le dirigió una sonrisa nada gentil, era una sonrisa llena de incredulidad, para luego girarse y salir de la vista del menor.

Cuando se separaron, Sanha intentó buscar al azabache, pero no lo veía en ninguna parte. Fue hasta que miró por la puerta que lo encontró, pero no le agradó para nada la vista, estaba con Rocky, parecía que estaban por irse.

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Llegando a casa del castaño, Moon Bin se tumbó en el sillón y prendió el televisor, quería distraer su mente de lo que había visto.

Por su parte, Rocky no había tenido suficiente de alcohol en la fiesta, de modo que caminó hasta su refrigerador y sacó un par de cervezas, bebió la primera a pecho y después la otra, un poco más lento.

Cuando el azabache se dio cuenta de que el menor estaba por abrir una tercer cerveza fue a detenerlo.

- Deja de hacer eso Rocky - expresó firme.

- No quiero.

- No me importa.

- A mí sí, déjame seguir bebiendo hyung.

- De ninguna manera, creo que es hora de que te vayas a dormir.

- No soy un niño pequeño para que me mandes a la cama.

- Te estás comportando como un niño pequeño.

- No.

- Sí.

- No.

- Vamos, a la cama, ¡Ya!

Moon Bin tomó con fuerza la mano de Rocky y empezó a arrastrarlo a las habitaciones, pero Rocky se soltó y se metió a la suya.

- Rocky, tu habitación es la que sigue - dijo extrañado el azabache ¿tan ebrio estaba?

- No me importa.

- Dios... En serio ¿Dices que no eres un niño pequeño? Mira cómo estás actuando.

- Hyung... ¿Me tapas?

El puchero que Rocky acababa de hacer
removió el interior de Moon Bin... En serio actuaba como niño chiquito.

Moon Bin aceptó y tapó al menor, estaba por irse cuando Rocky tomó su muñeca.

- Bin hyung... Duerme conmigo hoy.

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Tienes miedo?

- No hablo de dormir literalmente.

Las palabras de Rocky hicieron que los ojos de Moon Bin casi quisieran salirse de sus cuencas ¿Qué estaba diciendo? ¿Era una broma verdad?

Pero no había una pizca de burla en el rostro del menor, sus ojos gritaban que hablaba en serio, ahí Moon Bin tragó duro.

- Bin hyung... Quiero que tengas relaciones conmigo - soltó directamente.

- Rocky...

- Ellos-ellos están divirtiéndose sin nosotros hyung... - un par de lágrimas rodaron por el rostro de Rocky.

Obviamente hablaba de Sanha y Eunwoo... No podía tener más razón. Él mismo los había visto, lo estaban pasando bastante bien juntos, un pinchazo en el pecho del azabache se sintió.

Moon Bin se acercó a Rocky y limpió sus lágrimas, para después chocar sus labios con los de él.

Un par de besos cortos y lentos que terminaron recostando por completo al
castaño.

Mierda... Mierda... Mierda...

Para ambos fue bastante placentero, se olvidaron por completo de cualquier cosa que no fueran ellos dos teniendo relaciones...

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Eunwoo cerró sin delicadeza la puerta, al carajo, nada le importaba, lo único que le interesaba en esos instantes eran los labios que estaba besando y el cuerpo que estaba pegado al suyo... Lo había extrañado mucho.

La habitación esperaba por ellos, las chaquetas salieron volando al igual que los zapatos. Los chasquidos de sus besos llenaron la habitación, algunos gemidos fueron recibidos por la cama en la que cayeron...

Extrañaba a Sanha... y estar con él ahora era simplemente perfecto.

- Sanha, me encantas...

- Y... Tú a mí...

El mayor quitó la camiseta de Sanha y después empezó a frotar sus evidentes erecciones, cosa que sacó los jadeos más preciosos del menor.

Dios... En serio, Sanha era perfecto.

Besó desde la mandíbula hasta los hombros del menor, su piel olía tan bien, adoraba su aroma.

Sanha solamente tenía en mente que... ojalá fuera Moon Bin a quien tuviera de esa manera en esos instantes... Pero prefirió dejarse llevar.

Sanha quería borrar todo de su mente y estaba seguro de que esa era la forma más viable.

- Sanha, mañana quiero que hablemos...

- Sí, por ahora prosigue.

Yoon Sanha era demasiado demandante, las cosas eran cuando él las quería, no antes o después.

Cuatro chicos con sentimientos confusos estaban teniendo relaciones esa noche... Estaban entregándose a una persona a la que no amaban... Pero necesitaban sentirse queridos, aunque fuera por esa simple noche, a la mañana siguiente, esperaban que las cosas mejoraran.

Una ultima unión de labios y Sanha se giró dándole la espalda a Eunwoo, siendo rodeado por sus manos.

- Te quiero, Sanha.

Lo que acababa de decirle Eunwoo, cerca de sentirse lindo, acababa de robarle el aliento, Sanha estaba sintiendo la culpa recorrer su cuerpo.

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Moon Bin cayó sobre el cuerpo de Rocky, y éste lo rodeó con delicadeza, repartió caricias suaves que relajaron mucho mas al azabache... Era una sensación linda.

Luego de algunos minutos, Moon se levantó y se recostó a un lado del castaño, quien quedó boca arriba, aún mirando ese espejo que le había mostrado la forma en que habían "Hecho el amor"

El menor fue sacado de sus pensamientos cuando una de las manos del azabache tocó su barbilla y lo giró hacia él.

Otra vez sus miradas conectaron, ambos sabían que nada de eso estaba bien, que no debieron hacerlo, pero lo hecho, hecho estaba, no iban a ser unos cobardes y hacer como que nada ocurrió.

- Ven - susurró con su ronca voz el mayor.

Rocky se acercó lentamente y volvieron a unir sus labios, mientras una de las manos de Moon Bin acariciaba su cabellera castaña. El beso se profundizó solo un poco y al finalizarlo, el menor ocultó su rostro entre el cuello del mayor, para después ser abrazado.