Desperté, fue difícil abrir mis ojos, llevaba un par de minutos escuchando algunas voces, pero no sabía quién estaba ahí. Cuando finalmente mis ojos se abrieron y mi vista se aclaró, observé dos figuras masculinas a mi alrededor. Ambos me veían

Moon Bin... Eunwoo...

Mi hyung se acercó rápidamente y tomó mi rostro entre sus manos, Eunwoo tenía tomada mi mano. ¿Qué había pasado?

Cierto... Tuve un accidente, no estoy seguro de cuánto tiempo llevo hospitalizado, no sé cómo les avisaron a ellos que estaba aquí, no comprendo nada.

Me duele mucho la cabeza y el cuerpo...

- Sanhie ¿Cómo te sientes? - Moon Bin me trajo a la realidad con su melodiosa voz, lo miré con pesadez, estaba un poco mareado.

- Yo... Mal, me-me siento mal - miré a Eunwoo y se veía un poco frustrado. ¿Por qué?

- ¿Qué sientes? ¿Qué te duele? - mi hyung insistió en saber qué me ocurría, me hizo recordar cuando éramos más jóvenes y caímos de una motocicleta por no obedecer las reglas de seguridad.

- Me duele la cabeza, estoy mareado y mi cuerpo se siente pesado... ¿Qué fue lo que pasó?

- Un adolescente de quince años a exceso de velocidad se estrelló contra tu auto ayer - intervino Eunwoo esta vez, lo miré nuevamente, seguía sosteniendo mi mano.

- ¿Quince? ¿Y él cómo está? - aunque había sido el causante de mi accidente, me preocupaba, era un jovencito después de todo.

- Esta en el otro mundo ahora - soltó Nunu de una manera tan fría que me sorprendí. Moon Bin lo miró mal.

- No se supone que debas decirle las cosas así cuando acaba de despertar del shock, estúpido - mi hyung se molestó demasiado, su semblante era tan sombrío cuando se enojaba... No me gustaba verlo enojado.

- Es una realidad, ese joven irresponsable murió al impactarse con el auto de Sanha, ¿Y sabes qué? No me siento mal de que haya muerto, fue su culpa, primero que nada, por estar frente al volante a sus quince años, segundo por no usar el cinturón de seguridad, tercero ir a exceso de velocidad, no era un circuito de carreras, y cuarto pasarse los señalamientos - miré a Eunwoo, sostenía la misma mirada que Moon Bin, parecía que estaban a punto de golpearse - ¡Pudo matar a Sanha también! - alzó la voz, se veía descolocado...

- "¿Eunwoo... Tú...?"- mi cabeza quería entender por qué estaba de esa manera.

- ¿Crees que soy idiota? ¡Todo eso lo sé! Pero Sanha acaba de despertar del shock, necesita estar tranquilo y comprender poco a poco lo que ocurrió, no que le sueltes que fue chocado y que quien lo hizo fue un adolescente que falleció... Dios... ¿Conoces la palabra "Sutil"? Deberías aprender a usarla.

- A ver... Los dos me están poniendo los cabellos de punta. Salgan de aquí y cuando se tranquilicen, regresan.

Me estaba doliendo más la cabeza de estarlos escuchando, los quería fuera, no podía soportar tanto ruido, sentí que mis oídos y mi cabeza explotarían como en las caricaturas si seguían alegando.

Ambos me miraron arrepentidos, pero igual salieron de la habitación.

Me quedé observando mi habitación de hospital, blanco... Todo blanco... Odio los lugares blancos.

Respiré profundo y un dolor horrendo se incrustó en mí, no pude evitar gritar y en un par de segundos Bunnie ya estaba dentro preguntándome qué me pasaba... Lo quiero tanto.

- ¡Ah...! Hyung... Me... Me duele - en
serio, estaba llorando del dolor. Mi hyung salió y llamó a un médico.

- ¿Qué ocurre? - preguntó el hombre de bata blanca.

- Me duele mucho...

- ¿Qué hiciste? ¿Intentaste levantarte? - preguntó.

- No... solamente... Dios... respiré profundo.

- Tienes quebradas tres costillas, es normal que duela si haces eso, intenta respirar con más moderación, de lo contrario el dolor va a ser demasiado, lamentablemente no podemos hacer nada con respecto a las costillas rotas, sanan por sí mismas, antes de que salgas del hospital pondremos unas vendas para ayudar un poco, y te daremos el medicamento necesario para el dolor. Por ahora, no hagas ningún movimiento brusco y tampoco intentes levantarte.

Dicho eso, el médico salió. ¿¡Costillas rotas!? Jamás en la vida me he quebrado un hueso... Y ahora son 3 costillas.

Moon Bin me miró con duda, quería saber qué estaba pensando, nunca lo había visto actuando de ese modo tan raro.

Pasó un largo rato, en el que mi hyung me ayudó a comer la asquerosa comida del hospital, fue un momento entre tierno y desagradable, tierno porque él estaba al pendiente de mí, me estaba cuidando y desagradable porque la comida en serio sabía horrible.

Hablamos de algunas cosas, nada relacionado con el accidente, ni con la charla que tuvimos antes en mi departamento, ni con Eunwoo.

Recordamos varios momentos de cuando éramos más pequeños, me gustaba recordar a mi hyung enseñándome muchas cosas, contestando todas mis dudas de niño chiquito, cuidándome cuando íbamos a los días de campo...

- Sanha, lo siento - de un instante a otro el aura de alegría desapareció en él, su voz sonaba quebrada.

- ¿Qué sientes? - lo miré lleno de dudas.

- No haber regresado temprano contigo... Yo... De haber estado ahí contigo no habría pasado nada de esto.

- Hyung... Esto iba a pasar, de algún modo.

Siempre he sido el tipo de persona que piensa que las cosas ocurren por algún motivo, y este accidente iba a pasarme de una u otra forma, quizá, aunque Moon Bin hubiera estado en casa conmigo habríamos salido y algo me habría ocurrido... No sé.

- Pero...

- No hay peros.

- Sanha...

- En serio, ven - él se acercó a mí y pasé una de mis manos sobre su cabello negro.

Su mirada era como la de un cachorrito que acababa de ser regañado, tan lindo. Posé mi mano sobre su fino y delgado rostro y él cerró los ojos, dejando salir un suspiro, la escena más bonita.

Él tomó mi mano con la suya y me sonrió. Las mariposas en mi estómago atacaron de nuevo, sentí que mi corazón se saldría por mi garganta en cualquier momento. Él me tenía bastante mal, mi mejor amigo me tenía completamente enamorado.

- Cuando me llamaron me horroricé, Sanha - dijo serio - En serio, fue horrible que me preguntaran si te
conocía y los motivos de que estuvieran contactándome.

- Tranquilo hyung, fue accidente - intenté calmarlo.

- Sanha, pudiste morir en ese accidente... Dime ¿Qué haría sin ti? - sus ojos estaban cristalizados.

- ¿Seguir tu vida? ¿Recordarme como un buen amigo? - me dolía pensar en la posibilidad de haber dejado este mundo.

- ¿Cómo podría vivir sin ti? - dijo sin dejar de mirarme, sus lágrimas rodaron y mi corazón se contrajo ante esa escena - Yo no podría estar sin ti, eres muy importante para mí, no te imaginas cuánto Sanha.

- Ya sé, jamás encontrarías un mejor amigo como yo, soy lo máximo - reí, intenté apartar pensamientos insanos, quise bromear un poco y cambiar ese ánimo apagado.

- No, Sanha....

La puerta se abrió interrumpiendo nuestra plática. La enfermera de guardia nos dio el aviso de que la hora de visita había terminado y Moon Bin tenía que retirarse para que yo pudiera descansar... ¡Al carajo descansar! ¡Quiero estar con mi hyung!

Hice un berrinche... de esos que no hacía desde mis siete años, yo no quería que él se fuera, quería que se quedara toda la noche conmigo, pero la enfermera dijo que no podía hacerlo ya que no era familiar, ojalá fuera mi esposo.

Moon Bin me tranquilizó, dijo que a la mañana siguiente él estaría ahí conmigo y que me llevaría al departamento para cuidarme mejor, eso definitivamente me tranquilizó. Antes de irse, dio un beso en mi frente y salió... Ese tipo de gestos se estaba volviendo algo bastante habitual entre ambos.