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Eunwoo se quedó helado, ¿En serio Sanha acababa de preguntarle eso? Tenía que ser una maldita broma.

El pelinegro se levantó un poco molesto y quizá dolido y se adentró en el baño, miró su rostro en el espejo y de cierto modo le molestaba más mirarse, su vida estaba siendo tan extraña, sus emociones se estaban desbordando y ahora... Ahora Sanha le preguntaba eso.
El rubio se quedó desconcertado, no quería hacer sentir mal a Eunwoo, y quizá su pregunta estuvo fuera de lugar, pero por un instante sintió la necesidad de saberlo.

También se puso de pie y llegó hasta el baño donde el mayor lavaba su cara constantemente, el verlo de esa manera tan frustrado ya no era divertido.

- Nunu, Nunu - lo detuvo.

- ¿No te has ido? - respondió con hastío.

- No. Aquí sigo y no me iré todavía.

- Deberías irte.

- ¿Qué hice? ¿Qué estuvo tan mal con mi pregunta? Necesito que me expliques.

- En serio que en ocasiones eres... - calló.

- ¿Soy qué? - entrecerró sus ojos.

- Eres demasiado fastidioso y estúpido.

- ¿Disculpa? - abrió sus ojos sin aceptar lo que acababa de escuchar.

- Eso. Fastidioso y estúpido. ¿En serio? ¿De verdad hiciste esa pregunta tan idiota?

- Nunu...

- ¡No me digas así, maldición! ¡Deja de llamarme melosamente!

Sanha se quedó estático, era la primera vez que Eunwoo reaccionaba mal a esa forma de llamarlo, era la primera vez que lo veía enojado.

El pelinegro notó la rigidez del cuerpo del menor y por un momento la culpa lo recorrió porque él no tenía la culpa de su estado de ánimo... O quizá, no toda la culpa.

Eunwoo empujó levemente a Sanha
para poder salir del baño, caminó hasta su habitación y se sentó en la orilla de la cama, con sus manos sobre su cabello, intentando controlarse.

El tema de su relación con el menor no debió salir, lo que tendrían que haber hecho era continuar con su problema sobre Rocky, no echarle más limón a la herida que casi estaba cerrada.

- Entonces, creo que tomaré tus
reacciones como un "Sí".

- Sanha, en serio, vete antes de que me
enoje más y decida golpear tu bonito rostro.

- No lo harías - retó.

El mayor lo fulminó con la mirada. ¿Qué carajos? ¿Creía que estaba bromeando?

Eunwoo se levantó como resorte y tomó del cuello a Sanha, para luego estamparlo contra la puerta de la habitación. El menor sintió como si acabaran de sofocarlo, era real, Eunwoo estaba enojado.

- Eun... Ya... Ya entendí - susurró haciendo el intento de soltarse del agarre contrario.

- Eres demasiado lento, es lo que me molesta de ti, nunca entiendes las cosas en el momento. ¿Tan difícil era darte cuenta de mis sentimientos por ti? ¡TE LO DIJE, SANHA!

- ¿Qué... Qué me dijiste? - cada vez se sentía más pequeño, a pesar de ser poco más alto que el mayor.

- No puede ser - lamió sus labios con desesperación - En tu casa, aquella tarde de películas, te dije que me gustabas y tú simplemente decidiste decirme que me fijara en Rocky, que me fijara en alguien que en verdad estuviera interesado en mí... Y ahora ¿Me haces la estúpida pregunta de si en verdad pensé en la posibilidad de que tú y yo tuviéramos una relación formal?

- Pensé... Yo creía que tú simplemente hablabas de la calentura hacia afuera, pensé que lo único que querías era mantener ese tipo de relación conmigo, Nunu, perdón, yo…

Las lágrimas empezaron a caer por el rostro de Sanha, se sentía demasiado culpable por haber lastimado a su amigo, él si llegó a pensar en la posibilidad de que Eunwoo lo quisiera para algo serio, pero las actitudes pasadas del mayor lo habían hecho dudar y por lo mismo decidió alejarlo de esa forma... Bastante había estado sufriendo por Moon Bin en esos días como para que las cosas se complicaran también con el pelinegro y, ahora se lamentaba por no haber sido más cuidadoso con sus palabras, por no haberse fijado más en lo que el mayor sentía realmente.

- Nunca quise lastimarte...

- Maldición, Sanha - Eunwoo también estaba llorando ahora - Eso ya lo sé y eso me molesta más, hubiera preferido que hubieras sido una total mierda conmigo, un despiadado, de esa manera todo sería más sencillo sobre mis sentimientos hacia ti.

El mayor lo miró profundamente y Sanha estaba inmóvil, perdido en sus emociones y lamentaciones.

Ambos estaban derramando lágrimas, uno por sus sentimientos no correspondidos por el rubio y los nacientes por el castaño, que estaban desconcertándolo, y el otro por haber sido tan falto de tacto con el cariño del pelinegro.

De la nada, sus labios se unieron nuevamente...

Sanha se sintió embriagado por esos labios que tenía tiempo sin besar. Quería separarse, pero una de las fuertes manos de Eunwoo se aferró a su cuello sin permitirle separarse...

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Moon Bin miró enternecido a Rocky, en verdad era una ternurita, agradecía mucho que pensará de esa forma tan positiva sobre él al decir que Sanha tenía suerte por tenerlo en su vida.

Rocky por su parte, miraba con detenimiento al chico con el que tuvo
su primera vez... Era tan lindo y amable, tan delicado y protector, definitivamente envidiaba a Sanha de una buena manera.

Esa concentración se perdió cuando el celular del azabache sonó.

- ¿Hola? - respondió.

- Bin... No regresaré esta noche - la voz de Sanha estaba un poco entrecortada ¿Había llorado?

- ¿Qué ocurre Sanhie? ¿Estás bien? - la preocupación subió por completo en Moon Bin.

- Yo... Sí, estoy... Estoy bien, pero no puedo irme.

- ¿De qué hablas? ¿Cómo que no puedes? ¿Qué pasó con Eunwoo? - Rocky miró alarmado a Bin, pensando lo peor.

- Hyung... Después hablamos. No le pasó nada malo a Nunu, nos... Nos vemos
mañana.

Moon Bin no quería pensar mal, pero él estaba casi seguro de que, lo que escuchó antes de que Sanha colgara habían sido chasquidos de besos...

Se quedó mirando la pantalla en silencio, con el corazón agitado y una presión enorme.

Rocky lo miró con el ceño fruncido ¿Qué le había dicho Sanha? ¿Qué había ocurrido?

- Hyung ¿Qué pasa? ¿Sanha y Bin están bien?

- Rocky... Es tarde, creo que... Deberías regresar a casa.

El azabache se sentía mareado, no quería hacerse ideas, no quería pensar en que esos chasquidos eran besos de Eunwoo sobre Sanha... pero ¿Y si sí lo eran? ¿Sanha sería capaz de...? No, se negaba a pensar algo así, su cabeza empezaba a dolerle.

- Muy bien. Me iré, pero ¿Estás bien? No luces bien.

- Estoy bien.

Dicho eso, Moon Bin caminó a su
habitación y se encerró.

Rocky necesitaba saber qué estaba pasando y no se quedaría con esa duda.

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- Eunwoo... De-detente - Sanha casi no podía hablar, se sentía mareado con todo.

- Sanha... - continuó repartiendo besos sobre su cuello, sintiendo las manos contrarias enredarse en su cabello.
Había extrañado tanto esa sensación, las manos finas del menor paseando de su cabeza a su cuello mientras él lo besaba con devoción y deseo.

Sabía que estaba demasiado mal todo
lo que estaba haciendo, Eunwoo sabía que no debía estarse besando con Sanha, sabía que no debía estarlo provocando de esa forma, sin embargo, ahí estaban.

El rubio estaba inquieto, Eunwoo era su amigo y él tenía un novio esperándolo en casa ¿Qué diablos estaba haciendo?

Pero esas caricias y esos besos eran adictivos, los había amado tanto cuando salían tiempo atrás y ahora que los tenía de nuevo era... Simplemente embriagante, sentía que no podía salir de eso.

El mayor sacó la camiseta de Sanha y continuó repartiendo besos, estaban tan perdidos el uno en el otro.

- ¿¡Pero que mierda creen que hacen par de imbéciles!? - la voz furiosa de Rocky sonó por toda la casa.

El castaño, luego de salir del departamento de Moon Bin y Sanha decidió ir y verificar lo que ocurría con Eunwoo, porque si algo malo le había pasado al pelinegro por culpa de sus recientes jueguitos con él no podría perdonarse... Pero lo que encontró fue... Simplemente inesperado.

- ¿Por esto no podías regresar a casa con Moon Bin? Pensé que tú no eras así Sanha - la mirada llena de reproche que Rocky dirigía a Sanha, hacía sentir peor al menor.

- ¿E-estabas con Moon Bin? - decidió evadir la pregunta.

- Sí, estuve esta tarde en tu casa, esperándote junto con tu hermoso novio, pero jamás llegaste ¿Y todo por qué? Por estarte besando con él - había mucha decepción en el castaño.

- Rocky...

- ¡Cállate! ¿Qué vas a decirme Eunwoo? ¿No es lo que piensas? ¿Las cosas no son así? Dios... Ustedes... Ustedes jamás van a cambiar ¿Verdad?

- No, Rocky, escúchame - pidió Sanha colocando de nuevo su camiseta.

- No mereces a alguien como Moon Bin - soltó tajante, viendo cómo la mirada de Sanha se abría por completo.

- Rocky, no digas esas cosas, yo amo a Bin... Yo...

- Se nota el inmenso amor que le tienes, si ese es el amor que pretendías darme también a mi Eunwoo, definitivamente no lo quiero. Y Sanha, si en verdad amas, aunque sea un poco a Moon Bin, deberías decirle todo lo que has estado haciendo a sus espaldas y no me vengas con que es la primera vez, porque sinceramente no puedo creerte.

Dicho eso, Rocky se fue como alma que lleva el diablo, quería regresar a casa de Moon Bin y decirle todo lo que acababa de presenciar, pero no, él no sería tan ruin como para hacer tal cosa.

Sanha y Eunwoo se quedaron con una cruda moral inmensa, nada de lo que ocurrió había sido planeado, todo sucedió repentinamente y claro que eran culpables por no haberse detenido, pero no era algo que hubieran estado haciendo con anterioridad a espaldas del azabache y el castaño.

- Creo que deberías regresar a casa con
Moon Bin y...

- Y decirle todo...

- Sí. Sería mejor de esa forma.

Sanha recogió su chaqueta, subió a su auto y condujo hasta llegar a su departamento.

Llegando vio una luz prendida y sintió cómo la presión incrementaba, no sabía cómo vería a los ojos al mayor.

Entró con duda y lo vio de espaldas, sirviéndose un vaso con agua. Se veía tan guapo con esa camisa blanca remangada, su pantalón de mezclilla ajustado. Moon Bin era todo un sueño...

- ¿Sanhie? - dijo con sorpresa - Pensé que te quedarías con Eunwoo- escucharlo decir eso le dolía al rubio.

- Bin hyung... Necesito, necesito que hablemos.

El azabache miró a su novio y pudo notar que algo no estaba bien. Caminó hasta él y cuando intentó darle un beso éste lo evadió. ¿Qué estaba pasando?

- Yo fui con Eunwoo porque él necesitaba consejos sobre Rocky, ya que empieza a sentir que en verdad le gusta y no sabe qué hacer con todo eso, pero luego... - calló y Moon Bin se inquietó más - Pero luego surgió el tema sobre nosotros y...

- ¿Nosotros? Es decir ¿Tú y yo? O ¿Tú y él?

- Él y yo...

- Oh...

- Hyung yo... ¡Lo siento! ¡No sé cómo ocurrió!

- Sanha... - interrumpió - Por favor,
basta. No... No digas nada...

- Binnie, escúchame.

- No... Por favor, no lo digas.

Moon Bin puso las manos sobre su rostro, sus ojos estaban picando y en cualquier momento empezaría a llorar.

Lo sabía, él sabía que lo que escuchó detrás de la línea habían sido besos y le dolía que Sanha estuviera ahí frente a él confirmándoselo.

Sanha quería morirse ahí mismo, había sido un error, uno enorme, y se odiaba a sí mismo por estarle causando esa decepción a su hyung, no quería verlo así, no quería que llorara, pero él era el culpable de esas lágrimas que, aunque éste trataba de ocultar, eran evidentes.

- Nos besamos y si Rocky no hubiera llegado...

- ¡Que te calles! ¡No lo digas! - las manos de Moon Bin despeinaron con desesperación su cabello azabache - Sanha... ¿Por qué? - los sollozos del azabache destrozaron el corazón del menor.

- Perdóname Bin, por favor, perdóname - se unió al sollozo.