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Ni Moon Bin ni Sanha pudieron dormir esa noche, ambos estuvieron en habitaciones diferentes y el vacío se sentía tremendo.

A la mañana, ambos tenían los ojos hinchados de tanto llorar y aunque no querían, sabían que debían hablar.

Moon Bin fue el primero en salir de su habitación, preparó un café negro y empezó a beberlo, con su mente perdida en todo lo sucedido la noche anterior.

Sanha salió y solamente bebió un jugo, tampoco le apetecía nada.

Ninguno había mencionado palabra, el silencio comenzaba a volverse abrumador.

- En media hora me voy, así que, no te preocupes - pronunció con la voz entrecortada el azabache.

- ¿Qué? ¿A dónde vas? - la mirada de Sanha se alzó temerosa.

- A otro lugar, quizá a mi casa, quizá a otro departamento, tal vez a casa de Hyungwon - expresó con cansancio.

- ¡No! ¿Por qué quieres irte? Hyung... No te vayas - Sanha se colocó a un lado del mayor y tomó sus manos con desesperación.

- Sanha - soltó el agarre del rubio - Creo que... Nos adelantamos con nuestra relación, todavía necesitas madurar y yo... No quiero que sigas haciendo cosas a mis espaldas mientras me desvivo por ti.

- Moon Bin... No. Yo jamás hice nada a tus espaldas. Sólo fue lo de anoche ¡Pero juro que nunca más hice algo así! ¡Créeme! ¡Por favor! - suplicaba entre lágrimas.

- Lo siento, en este momento... No puedo creerte - lucía tan apagado y triste - Te avisaré cuando esté instalado en otro lugar. Seguiremos siendo amigos así que no te preocupes. Sigue divirtiéndote y disfrutando sin ataduras.

Le dolía, a Sanha le dolía inmensamente escuchar esas palabras por parte de Moon Bin, él no quería que se fuera, no quería terminar su relación.

El mayor quería creer en el rubio, pero estaba tan herido que, no podía hacerlo, y a pesar de todo, no quería alejarse, no iba a dejarlo, ellos eran buenos amigos, ellos eran mejores amigos antes de hacerse novios y no iba a dejar que eso se perdiera, pero por el momento necesitaba salir de ahí.

- Yo no quiero disfrutar de nadie que no seas tú, hyung.

- Sanha no digas eso. Anoche me pareció algo diferente - Moon Bin no quería ser grosero, pero sentía que se estaba quemando por dentro.

- Hyung... - sollozó.

- Sanhie te amo con el alma, pero no puedo seguir en una relación contigo, todo es confuso ahora y mis dudas son más grandes, si antes desconfiaba solamente de Eunwoo, ahora también desconfío de ti y, no quiero herirte, no quiero quebrar nada de lo bonito que hemos construido. Sigamos siendo amigos y... Si el tiempo lo desea, si te das cuenta de que en verdad me amas y no te dejarás llevar por nadie más, estaré dispuesto a empezar de cero contigo en una nueva relación, pero por ahora, necesito irme.

Moon Bin se levantó, sacó sus maletas y salió del departamento, dejando a Sanha llorando desconsoladamente.

En el camino sentía que una parte de él ya no existía, era como si le hubieran arrancado lo más valioso de su vida. Sus lágrimas rodaban sin tregua por sus mejillas y conducía sin rumbo fijo, no sabía a dónde iría, no quería ir a su casa porque lo más seguro era que Hyungwon lo abordaría con miles de preguntas y eso era lo que menos deseaba.

Se detuvo en un parque enorme, jamás había estado ahí, pero le agradaba el lugar, lo hacía sentirse menos miserable. Caminó a la orilla del enorme lago y se detuvo en el bonito puente de manera mirando los pajarillos volando.

De repente un perro se estampó contra él, era un Pastor Inglés y al parecer ya necesitaba un corte de pelo pues a causa de lo largo, no veía bien por dónde corría y por eso acababa de chocar con él.

- ¡Astro! - una voz conocida llegó a los oídos de Moon Bin

- ¿Rocky?

- Oh... Hyung, nunca te había visto aquí - Rocky notó al instante la mirada triste del mayor y era obvio que no había parado de llorar en varias horas.

- ¿Esta bola de pelos es tuya? - sonrió ligeramente, mientras lo acariciaba.

- Sí, él es Astro - regresó la sonrisa.

- Astro necesita un corte ¿No te parece?

- Sí, de hecho, más tarde tiene cita en el salón de belleza de perritos.

- ¿Eso existe?

- Hyung, ¿En qué mundo vives? - vromeó el menor.

Luego de un rato paseando a Astro, Moon Bin le explicó a Rocky que ya no viviría con Sanha, por lo menos por un tiempo, o eso esperaba ya que en verdad deseaba poder regresar en algún momento.

En parte, Rocky se sentía culpable, porque quizá si no hubiera ido hasta casa de Eunwoo y no hubiera visto aquello, probablemente Moon Bin y Sanha estarían bien, ya que el menor no se habría sentido acorralado o con la necesidad de decirle al azabache lo ocurrido... Pero tampoco era justo que le hubieran visto la cara a Moon Bin.

Siguieron caminando y cuando estaban por despedirse, el mayor se ofreció a llevar a Astro y a Rocky al salón de belleza de perritos.

Llegando, una chica se llevó a Astro y les informó que podían pasar por él en dos horas, ya que además de cortarle el pelo, lo bañarían y desparasitarían, también cortarían sus uñas y todo eso llevaba tiempo.

Moon Bin y Rocky se fueron y comieron juntos en casa del menor.

- No sabía que tenías hermanos, Rocky - dijo luego de mirar una foto familiar del castaño.

- Oh, sí, tengo una hermana menor, tiene siete años, ella vive con mis papás en mi pueblo natal.

- ¿No los extrañas?

- Sí, aunque ya me acostumbré - se encogió de hombros, ya eran varios años viviendo lejos - Por cierto, Bin hyung...

- ¿Dime? - dejó la comida de lado para prestarle atención al menor.

- Si quieres y no te incomoda... Puedes... Puedes quedarte conmigo el tiempo que-que necesites.

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Sanha se quedó en el silencio del departamento, cuando se cansó de llorar entró a su habitación y esa sensación era peor, el hecho de pensar que Moon Bin ya no estaría ahí con él era abrumador ¿Qué haría sin su azabache hermoso? Acababa de irse unas horas atrás, pero ya lo extrañaba como loco.

Inesperadamente recibió la llamada de Mj, estaba invitándolos a comer, a él y a Moon Bin, pero... El mayor no iría por obvias razones.

Aunque al inicio Sanha se negó a ir con Mj y JinJin a comer, tuvo que ceder, porque Mj lo amenazó con sacarlo arrastras de la casa si no aceptaba.

Al llegar por el rubio, Mj notó que algo no estaba bien y una sensación de sobreprotección lo abordó. Se llevó a Sanha a su casa y al llegar decidió hablar con él, antes de que JinWoo regresara.

- Dios, Sanha... Que fuerte todo lo que estás contándome - Mj rodeó con sus brazos al rubio lloroso.

- Y... Y se fue... - sollozó.

- Sanhie no llores, voy a llorar - el mayor empezó a darle caricias en el cabello.

- Él hacía eso cuando me veía llorar - recordó Sanha y continuó llorando.

- Pero todo puede arreglarse pequeño. Veras que las cosas van a mejorar, tal vez tarde un poco, pero lo hará.

- Deseo creer eso hyung, porque en serio lo amo, estuve esperando tantos años por él... Y ahora como un vil idiota lo perdí... ¿En serio estaremos destinado a ser solamente... Mejores amigos por siempre?

- Sanha, ustedes desde hace mucho cruzaron la línea de la amistad y si crees que eso regresará a ser lo de antes, tengo que hacerte saber que no será así.

- Hyung no quiero perderlo en ningún sentido.

- Bebé, entiendo cómo te sientes, pero Moon Bin está demasiado herido en este instante y tú debes entender que es lógico que lo esté. Aunque eso no significa que debas pausar tu vida, las rupturas siempre son dolorosas, y se permite llorar un par de días, solo eso, así que, pasando ese tiempo, ni una lágrima más, confía en que todo va a solucionarse con el tiempo, sé que Binnie también te ama.

En esos instantes JinJin entró con la comida y aunque notó el ambiente deprimente, trató de no preguntar nada y mejorar el ánimo jugando y bromeando con Sanha.

Jinwoo siempre peleaba con el menor, pero de una manera en la que los hermanos juguetones harían, así eran ellos y MJ se unía siempre poniéndose de lado de Sanha, era bastante gracioso.

Así fue cómo el día del rubio mejoró, a pesar de sentirse vacío por dentro.

- ¿Qué te parece si hoy te quedas con nosotros? - sugirió MJ después de la comida tomando por sorpresa a Sanha.

- ¿De verdad? Pero... No traje ropa y no es por ser grosero, pero ustedes son demasiado pequeñitos, son como unos llaveritos, no me quedaría su ropa - río escandalosamente el menor, y aunque MJ se sintió ofendido, no diría nada, le agradaba que su amigo estuviera riendo.

- ¡Mocoso! Ven aquí, que pienso darte un par de bofetadas por irrespetuoso con tus hyungs - ntervino JinJin contagiado de la risa.

- Pero es bonito ser comparado con llaveritos, hyung. Así todos chiquitos y adorables.

- Mejor ven aquí, necesito abrazarte, el adorable eres tú - MJ corrió hacia el pequeño gigante y lo abrazó con mucho cariño.

Sanha estaba sintiéndose reconfortado en esos pesados momentos.

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Moon Bin se quedó pensando un poco en la oferta de Rocky, no quería ser una carga para el menor, pero tampoco deseaba volver a su casa.

Rocky le pidió que lo pensara, no iba a obligarlo a nada. Después de eso fueron por Astro, quien ya estaba esperándolos muy arreglado y oliendo bien, era un perro bastante bonito e inteligente.

Regresando a casa del menor, éste y Astro bajaron del auto del azabache y ahí se despidieron. Cuando Rocky estaba por adentrarse en su casa fue detenido por la voz del mayor.

- Rocky... Yo, lo pensé y si no es una molestia para ti, si quiero quedarme contigo - la sonrisa del castaño apareció.

- ¿Crees que si fuera una molestia te lo habría propuesto, hyung? Vamos, trae tus cosas, te ayudaré a instalarte.

Dicho eso, ambos jóvenes entraron, el menor lo llevó a la que sería su habitación temporal, era un lugar acogedor, las paredes eran de color azul con blanco, la sobrecama y cortinas eran de un color gris claro y los muebles de caoba, había un espejo de cuerpo completo junto a la puerta y otro enorme en el techo, justo sobre la cama, era interesante.

Rocky salió y empezó a hacer sus tareas, pero su celular estaba frustrándolo demasiado, no dejaba de sonar, el idiota de Eunwoo no dejaba de llamarlo.

Dos horas pasaron y la pantalla de su teléfono no se apagaba ¿Acaso no se cansaba de estarle llamando sin ser atendido ni una sola vez?

- ¿Todo bien? - entró Moon Bin junto con Astro, acababan de llegar de correr.

- Sí, hyung ¿Y contigo?

¿Había personas que se veían bien
sudorosas? Bueno, acababa de conocer a una, Moon Bin.

- Con nosotros todo bien ¿Verdad, Astro? - el perro ladró y ambos rieron con el gesto del inteligente perrito.

- Me alegra, ¿Quieres ducharte para luego cenar? - preguntó el menor.

- Sí. Estaría bastante bien - sonrió, pero luego miró el entrecejo fruncido del menor tras ver la pantalla de su teléfono - ¿Qué pasa?

- Eunwoo no deja de llamarme y me tiene fastidiado.

- Ese infeliz...

Escuchar ese nombre revolvía todo el interior del azabache, ese desgraciado... lo aborrecía tanto, por su culpa él y Sanha ahora estaban separados.

¿Cómo se atrevía a estarle llamando a Rocky? ¿Tan descarado era? Era obvio que el castaño tenía un fuerte enamoramiento por Eunwoo, y éste no hacía nada más que decepcionarlo.

Moon Bin miró el rostro decaído del menor y decidió no decir ni una palabra más, de modo que se fue a bañar.

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Un par de semanas pasaron y Sanha se mantenía en contacto con Moon Bin por teléfono, no habían dejado de enviarse mensajes, aunque ya no eran los mensajes llenos de corazones de antes y eso los entristecía a ambos, pero las cosas eran así, no podían simplemente decir "Ya pasó" porque sería mentir. Ahora eran mensajes como los de antes, cuando eran solamente amigos.

- ¿Si han seguido en contacto entonces? - preguntó Eunwoo mientras buscaba una película en Netflix.

- Sí, él no ha dejado de enviarme mensajes y yo no he dejado de responder ¿Crees que se pueda recuperar algo de lo que tenía con él? - Sanha estaba viviendo en la incertidumbre.

- No tengo idea, no soy vidente, pero considero que, si deben estar juntos, terminarán estándolo en determinado momento.

- Lo mismo dijo él, creo que ustedes se parecen más de lo que me gustaría admitir.

- Claaaaaro... - Eunwoo le dio largas al rubio - Rocky no me ha respondido ni un solo día.

- Vaya, no pensé que fuera así de orgulloso.

Era verdad, Sanha estaba impresionado con su castaño amigo, hasta hace unos meses atrás Rocky haría lo que sea por Eunwoo y ahora... Simplemente lo ignoraba firmemente ¿Dónde estaba el Rocky de antes?

El temor de Sanha, era que en algún instante Moon Bin dejara de enviarle mensajes, odiaba la idea de que el mayor lo olvidara, él de verdad lo amaba y extrañaba con locura, no podría soportar que ya no lo quisiera.

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El fin de semana terminó y era momento de ir a la universidad. Rocky se levantó temprano y cuando salió de bañarse, Moon Bin ya tenía el desayuno listo, él también debía irse a trabajar en pocos minutos.

Un par de huevos estrellados para ambos, tocino y una tostada con mermelada, y arroz, un desayuno simple, pero bastante delicioso.

- Rocky, en la tarde yo paso por ti ¿Está bien?

- No es necesario hyung.

- Quiero hacerlo de igual manera.

- Bien... Creo que está bien, entonces.

Terminando el desayuno cada uno salió por su lado, ese día Moon Bin tenía bastante trabajo con el comeback del grupo principal de la empresa.

Mientras que Rocky estaba en exámenes finales.

Llegando a la universidad, el castaño entró al aula y lo primero que vio, fue a Sanha sentado junto a la ventana, precisamente a lado de su lugar. Resignado caminó y se sentó en silencio.

Durante toda la clase, el rubio intentó mantener una conversación con Rocky, pero éste respondía lo más necesario, estaba dolido con Sanha también, por haberse involucrado con Eunwoo, a pesar de que él y el pelinegro no eran una pareja, el rubio sabía que le gustaba y que estaban empezando a salir, entonces ¿Por qué se había metido otra vez?

- Rocky, hablemos, por favor - pidió el
más alto.

- ¿Qué necesitas, Sanha? - preguntó
neutro.

- Somos amigos, por favor, no me ignores.

- ¿Lo somos? - alzó ambas cejas interrogante. Sanha se sentía fatal con
eso.

- Sí, así es. Lamento lo que pasó... ¿Podrías disculparme?

- No tengo nada que perdonar, Eunwoo y yo no éramos nada oficial.

- Pero te gusta, sé que cometí un error, lo acepto y por eso te pido que me disculpes.

- Bien... Todo perdonado.

- ¿En serio?

- Sí, lo digo en serio.

Rocky era un pan de Dios, por más que quisiera estar enojado con Yoon, no podía hacerlo, ellos se llevaban bastante bien desde el primer día de universidad, claro que no iba a pelearse con él.

Terminada la plática y después de ir por unos aperitivos, se separaron porque tenían una clase diferente, pero habían quedado en buenos términos.

En esa ocasión, Sanha compartía clase con Eunwoo. El mayor, toda la clase estuvo molestando al rubio, lanzándole papelitos hechos bolita.

Cuando la clase terminó, Eunwoo salió corriendo del salón, ya que la mirada que le dirigió Sanha gritaba "Estas muerto". Yoon empezó a corretearlo, cualquiera que los mirara pensarían que eran un par de niños de cinco años, finalmente el menor lo alcanzó y como si se tratara de una jugada de futbol americano, la llamada tacleada, Sanha se lanzó hacia el pelinegro, derribándolo por completo.

- Bien, bien... Me-me rindo - adeaba Cha desde el piso con una sonrisa - Perdona, no vuelvo a molestar tanto.

- En serio que en ocasiones eres peor que una piedrita en el zapato Nunu - la mirada del menor era más seria, en verdad lo había fastidiado.

Eunwoo llevó sus manos a la cintura de Sanha y lo atrajo hasta su cuerpo en un abrazo. El menor se quedó inmóvil, no esperaba que su amigo hiciera eso en la universidad.

Para su mala suerte, Rocky acababa de salir de clase también y pasó justo por donde estaban "Aparentemente acaramelados".

El castaño quería correr y golpearlos, gritarles miles de cosas ¿Cómo podían estar así? ¿Tan fácil los dejaban de lado a él y a Moon Bin? ¿Ahora hasta se ponían melosos en la universidad?

Sanha estaba por levantarse, pero Eunwoo lo giró y quedó sobre él, no preguntó y no pidió permiso, simplemente unió sus labios
nuevamente, era un toque de labios nada más, no era un beso como tal.

Rocky a la distancia sentía que el aire se le escapaba por montones ¿Por qué siempre tenía que presenciar esas cosas? ¿Dios lo odiaba?

Lo mejor era irse de ahí y dejar a esos dos seguir con lo que sea que estuvieran pensando. Caminó hasta una maquina expendedora y sacó una botella de agua, para luego tomarla a pecho.

En esos instantes recibió un mensaje de Moon Bin, porque acababa de llegar por él.

Caminó hasta la entrada y vio el auto del azabache en el estacionamiento, Moon Bin estaba sentado sobre el cofre esperándolo, era la primera vez que alguien iba por él a la universidad.

Cuando empezó a caminar, vio a Sanha y Eunwoo caminando en la misma dirección, iban riéndose como los idiotas que eran, y él solo esperaba que Moon Bin no los viera así.

De repente notó que Sanha se detuvo al ver al azabache, quizá estaba pensando que había ido por él...

Fue así, como Rocky apresuró el paso y llegó hasta donde estaba Moon Bin y sin previo aviso lo abrazó.

Sanha cambió su expresión al instante ¿Qué mierda...?