- Aunque bueno... No debe importarme supongo - siguió con su tono hostil - Porque tú y yo somos mejores amigos por siempre ¿No? Sonrió con amargura.

- No, yo te amo.

Moon Bin se quedó observándome como si lo que acabara de decirle fuera algo horrible, se veía entre impactado y decepcionado y creo entender por qué.

Es obvio que no va a creer en mis palabras cuando acabo de llegar con un chupetón en el cuello que claramente no hizo él...

- Sí, claro, muy buena broma - río sin gracia, me miró de una forma realmente fría y empezó a caminar hacia su habitación.

- Hyung... E...Es-espera - mi voz empezó a quebrarse, sentí que estaba perdiéndolo. Lo detuve, tomé con mis dedos la manga de su camisa. Mi cabeza seguía agachada, estaba tan avergonzado con él.

- ¿Qué necesitas? - sus palabras fueron amables... Pero esa voz tan grave y molesta no podía evitarla.

- No estoy mintiendo, Moon Bin. Yo de verdad te amo - una lágrima cayó.

- Lo que digas - pronunció y se soltó de mi agarre, para luego entrar a su habitación y cerrar con seguro.

POV MOON BIN.

¿Por qué todo tenía que ocurrir precisamente hoy?

Estuve pensando toda la mañana en hablar con Sanha sobre los temas pendientes entre nosotros y... Tenía que llegar de esa manera.

Me frustra... ¿Aún está viéndose con Eunwoo?

Eso es evidente para mi mala fortuna, él me dijo que habían ido juntos a hacerse un tatuaje y, además, traía un chupetón en el cuello... ¿Fue un tatuaje de pareja?

Y luego suelta que me ama así nada más... No sé qué pensar.

¿A qué diablos está jugando? ¿Me ama, pero se sigue viendo con el imbécil ese?

Entré a mi habitación, no podía estar viéndolo con esa marca en el cuello, ni soportar que huela como él.

Apenas cerré la puerta y caí al suelo pegado a ella. Miré el techo blanco y sacudí mi cabello con desesperación, quería partirle la cara a Eunwoo.

- Hyung, abre, por favor - la voz de Sanha se escuchaba tan suplicante y destrozada - ¡Hyung! ¡Deja que te explique lo que ocurrió! ¡No es como piensas! ¡Por favor!

Sanha estaba empezando a llorar y se siente horrible escucharlo así, me duele, pero no puedo abrir, no aún.

Las horas pasaron y Sanha continuó tocando mi puerta pidiéndome que lo escuchara, después de un rato dejó de pedirme que abriera, pero su llanto continuó, su llanto no se detuvo en ningún momento.

La madrugada llegó y aún podía escucharlo sollozando dentro de su habitación, soy un idiota.

Salí y entré sin permiso a su habitación, estaba hecho bolita tapado con las cobijas. Me acerqué a paso lento, no se dio cuenta de que estaba ahí.

Levanté delicadamente las cobijas,dirigió su mirada sorprendida hacia mí y, verlo así me partió el alma.

Sus hermosos ojos estaban tan rojos e hinchados, su cabello despeinado, sus mejillas de color carmesí y las lágrimas seguían corriendo, él me veía suplicante y yo me desmoroné.

- Sanha... - lo abracé con fuerza, él era tan importante para mí, pero actué como si me hubiera engañado cuando no fue así.

- Binnie - hipeó y se aferró a mi camisa del mismo modo que hizo más temprano.

- Lo siento yo... Sobre reaccioné - acaricié sus cabellos rubios con dulzura, con amor - ¿Me perdonas?

- Yo te...te pido per-perdón por de-dejar que eso pasara... - siguió sollozando y empecé a limpiar sus lágrimas.

- ¿Qué fue lo que pasó? Quiero saber por qué llegaste así con esa marca en tu cuello, creí que tú y yo...

- Lo sé, lo sé hyung - me interrumpió y se separó poco de mí - Pasó que... Bueno, yo le gusto a Nunu y me quiere, dijo que iba a seguir insistiendo hasta no saber que tú y yo ya estamos juntos y... Fue él quien me besó a la fuerza, yo... Al final le correspondí un beso, no voy a mentirte - me miró con sus ojitos de cachorrito regañado y mi corazón empezó a derretir el hielo que se formó más temprano - Pero, en serio, yo te amo Bin.

Llevó sus delicadas manos hasta mi rostro, me miró con demasiada ilusión y supe que todo lo que estaba diciéndome era cierto, no pude sentirme más feliz de que estuviera confesando su amor.

Tomé su hermosa carita entre mis manos, lo acerqué a mí y lo besé, lento y lleno de amor, quería que sintiera este beso hasta lo más profundo de su alma.

El beso continuó, nuestros ojos cerrados, percibiendo por completo cada caricia entre nuestros labios, cada sensación recibida por ambos cuerpos.

Nos separamos por la falta de aire y quedamos en silencio unos minutos, mirándonos, dándonos leves caricias en la cara, cuello, hombros, brazos y manos.

Finalmente me senté en su cama y él se puso entre mis piernas, dándome la espalda, recargó su espalda en mi pecho y dejó caer su cabeza entre mi pecho y mi hombro, su cabello me causaba ligeras cosquillas, pero me encantaba tenerlo de ese modo.

- Sanha ¿Quieres ser mi novio? - ya no podía seguir esperando para hacerle esa pregunta.

Se separó y me miró sorprendido ¿Acababa de decir una locura? De cierto modo, era gracioso ver esa reacción en él, quien casi siempre parecía relajado ahora estaba completamente descubierto, sus expresiones y emociones eran transparentes.

- ¿No dijiste que Best Friends Forever? - se burló de mí el pequeño travieso. Reí.

- No, yo te amo - utilicé del mismo modo sus palabras en su contra, pero todo era real, yo lo amo.

- ¡Hyung! - se separó al instante, pánico observé en su rostro.

- ¿Qué? - volví a reírme por su reacción exagerada.

- ¿En serio? ¿No estás jugando conmigo? - frunció sus labios preciosos. Lo besé.

- Jamás jugaría contigo y lo sabes.

- Moon Bin - sus ojitos empezaron a llenarse de lágrimas - Sabes que sí, siempre he querido ser tu novio - y las lágrimas corrieron.

- Ven, ven aquí mi amor.

Lo rodeé con mis brazos y empecé a darle apapachos, él era realmente tierno, a pesar de desbordar toda esa sensualidad, esa actitud atrevida y desinhibida, él era tierno y adorable.

Se acurrucó más conmigo y siguió sollozando, pero esta vez era de felicidad y eso me dejaba bastante tranquilo.

Sanha se quedó dormido entre mis brazos y no pude evitar sonreír al verlo de esa manera, parecía un bebé gigante, mi bebé.

Con cuidado de no despertarlo lo recosté bien en la cama, le di un pequeño beso y me quedé pensando en que ahora él era mi novio y, definitivamente en un futuro sería algo más, no lo dejaré ir en ningún
momento.

Me levanté y entré a mi habitación por ropa para dormir. Una vez vestido regresé con Sanha.

Observé su habitación, estaba hecha un desastre, chaquetas por aquí y por allá, el escritorio lleno de hojas de colores, de libretas y plumones, varias bolsas de papas fritas vacías, una lata de refresco, los estantes con libros desordenados, algunos libros casi cayéndose, lo único en orden era su guitarra.

Caminé por la habitación y abrí una de sus libretas.

"Cumpleaños cerca"

Cosas por hacer para mi cumpleaños 22:

1. Recorrido en tirolesa.

2. Una fiesta grande en casa.

3. Madrugada de películas con amigos.

4. Un trío.

Casi me atraganto con mi propia saliva luego de leer la palabra "Trío" ¿Qué rayos Sanha?

Seguí leyendo, me fijé en la fecha y, bueno, esto fue escrito hace cuatro meses. Aún no empezábamos a salir en esos momentos, pero ¿En serio quería hacer un trío para su cumpleaños 22?