// 𝓸 𝓷 𝓮 -𝓼 𝓱 𝓸 𝓽 //
"Nada me duele más, que saber que pasarás el resto de tu vida con alguien que no soy yo"
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Decir que las cosas siguieron igual tras pasar la eliminatoria para saber que grupo sería el anfitrión durante el tan famoso Triple S, sería como decir que todos ya eran amigos completamente, simplemente algo que no es; aunque se podría decir que con referente a lo segundo, no todos, pero había quienes si eran amigos, un ejemplo: Otoya y Eiichi.
Pero regresando al punto central; fueron pocas cosas, pero todo fue cambiando poco a poco, ST☆RISH habiendo ganado la eliminatoria, tenían actualmente mucho trabajo, desde entrevistas hasta eventos especiales, y hasta más de uno de los integrantes estaba siendo invitado a participar en películas o comerciales. Con referente al resto, HE☆VENS eran los segundos en estar ocupados, puesto que a pesar de no haber sido elegidos como el grupo anfitrión, fue aquel evento el que les abrió las puertas hacia su futura gira, y actualmente en eso estaban, en una gira nacional por todo Japón, y ya lo que eran Quartet Night, eran los menos ocupados, por no decir que se encontraban pasando unas inesperadas, pero no molestas, vacaciones.
וו×
Las cosas dentro de aquel cuarteto se habían vuelto muy distintas desde hace tiempo, se habían vuelto mucho más unidos que antes, hasta se podría decir que eran amigos, pues en comparación a como habían empezado, ahora todos se llevaban mucho mejor; claro que, no faltaban los días en que se estuvieran peleando por cualquier tontería, más lo que eran Ranmaru y Camus, por supuesto.
─Otra vez te estas metiendo con mis bananas, conde─Ranmaru miraba molesto aquel recipiente.
─No seas egoísta─Camus le miro igual de molesto.
─Lo dice el que no comparte nada y le robó todos los dulces a Mikaze en su cumpleaños pasado─le contraatacó el peliplatino.
─¿Eh, así que fue Camus?─Ai miraba con incredulidad la pelea de ambos, pero al escuchar lo último dicho por el guitarrista si se sorprendió.
─Eres un idiota, Kurosaki─Camus ahora si estaba molesto.
─¿Y ahora me insultas? Mejor pagame las bananas que ocupaste para tu estúpido postre─sentenció el guitarrista.
─¿Y si no lo hago, que?─retó el conde.
Sino fuera por el ruido del ascensor abriéndose, hubiera iniciado una pelea mucho peor. La llegada de cierto castaño logró que todo lo tenso se fuera, y con su tan caracterizada sonrisa miró a sus tres compañeros de grupo, sus amigos.
─Ya volví─Reiji habló con alegría aquello, pues lo que más deseaba era descansar un poco. Le había tocado una de esas pocas veces, en que era llamado para un trabajo.
─Bienvenido─Ai dijo aquello sin expresión alguna, pero Reiji se sintió feliz, pues Ai siempre era quien le daba la bienvenida.
─Si, si... Hola y adiós─Ranmaru al instante se acercó a donde estaba un perchero, donde colgaban sus sacos o sombrero -en el caso de Reiji-.
─¿Saldrás?─pregunto Kotobuki, lo que llamo la atención de sus otros dos compañeros, su voz se oía como preocupada.
─Si, me llegó una llamada inesperada─dijo tomando su chaqueta, giro su rostro por un momento para ver a sus compañeros, más después se dirigió al ascensor y se perdió de la vista del resto.
Todo se quedo en silencio tras la partida de Kurosaki, Kotobuki se quedo mirando hacia el lugar por donde el guitarrista salió unos momentos atrás, antes de soltar un suspiro de resignación y tirarse en el sofá más cercano. Siendo observado por sus compañeros.
─Parece que no puedes evitarlo─Ai se acerco al castaño.
─¿Evitarlo?─Reiji no entendía a que se refería el peliturquesa.
─Eres demasiado obvio Kotobuki─Camus negó levemente.
─¿A qué se refieren?─Reiji continuaba sin comprender.
─¿En serio quieres que lo diga?─fue ahora Ai quien negó con la cabeza, no sabía si realmente Reiji era o se estaba haciendo tonto.
Kotobuki venía algo desorientado, para que negarlo, es por ello que tardó en entender a que se referían ambos cantantes; ahora debatía en decir si "sí o no", y al no saber que responder simplemente agacho la mirada.
─Ya comprendí─fue lo único que dijo, incorporándose del sillón, para mirar mejor a sus compañeros.─Y parece que en efecto, no puedo evitarlo─susurró sintiendo un nudo en la garganta.
─Hace meses...comenzó Ai.─Hace meses que fuiste sincero con nosotros dos, los mismos meses que él confesó que desde hace ya tres meses atrás había comenzado a salir con una chica─.
─Eso fue antes de la eliminatoria...─le siguió el conde.─Dos meses antes de ello para ser exactos, la eliminatoria fue hace casi cuatro meses, llevas seis meses así prácticamente─.
─Y así seguirá─sonrió con amargura Kotobuki.─Él se ve más feliz desde que comenzó a salir con esa chica, casi un año de relación que han dado fruto, Ran-Ran se ve más feliz cada vez que sale con ella, y aunque trate de ocultarlo con nosotros, siempre se sabe que a donde va es con ella. Yo...la verdad soy feliz si se que él es feliz─.
─Reiji/Kotobuki─Ai y Camus no podían creer lo que acababan de escuchar, pero estaban de acuerdo en que, haber decir aquellas palabras provocaron dolor en el castaño.
─Bueno...iré a darme un baño─dijo el castaño poniéndose de pie y retirándose a su correspondida habitación.
Mikaze y Camus se quedaron en silencio por un momento, antes de mirarse mutuamente, ambos pares de ojos reflejaban lo mismo: preocupación.
─Él no esta bien─sentenció Ai mirando hacía donde Reiji se había ido.
─Estoy de acuerdo─Camus entrecerro levemente los ojos, antes de nuevamente abrirlo y mirar hacia donde Ai miraba.─Sólo hay una cosa que me preocupa─aquellas últimas palabras llamaron la atención de Mikaze, quien le miró intuyendo lo a que continuará.─Que Kurosaki formalice con esa chica─.
─¿Quieres decir...?─Ai le miró sorprendido.
─Así es, que decida casarse con ella─Camus término de decir aquello con gran seriedad.
Debido a su ausencia, Kurosaki era ajeno a lo que ocurría entorno a sus compañeros, desconocía que sus tres compañeros se habían vuelto mucho más cercanos, hasta el grado de contarse todo y preocuparse unos por los otros, como lo que ocurría con Reiji en ese momento; desconocía de todo eso, así como, también desconocía de los sentimientos que Kotobuki Reiji le profesaba.
Sólo había una cosa que Kurosaki Ranmaru no desconocía, y eso era que amaba a su pareja, su encuentro con ella...hace casi ya un año, había sido lo mejor que le paso, se sentía pleno, se sentía feliz al estar con ella. Ahora más que nunca, sabía que no deseaba separarse de ella nunca.
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→ Tiempo Después ←
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Pasaron otros dos meses desde aquella plática, Ai y Camus evitaron tocar el tema otra vez, pues no querían que Reiji decayera más de lo que ya lo estaba.
El famoso asunto del Triple S fue otra cosa que -igual- quedó en el pasado, aunque de eso no se rebasaba ni las dos semanas de lo ocurrido, todos estuvieron presentes aquella vez, Quartet Night y HE☆VENS fueron invitados especiales en aquella vez, siendo testigos de como ST☆RISH inauguraban aquel gran evento con una nueva y hermosa canción, y aunque las cosas habían terminado muy diferente a como ya estaba planeado en un inicio, al final todo había salido muy bien aquella vez. Y ahora, todos habían regresado a su vida normal de siempre, llena de trabajo, responsabilidad y aventura.
─Quartet Night...─Saotome los nombró en general. El cuarteto se encontraba en la oficina de su -ya mencionado- jefe, quien los había llamado hace poco.─Hay un nuevo trabajo para ustedes, este fin de semana habrá un evento privado, y quien lo organiza los solicita a ustedes─.
Los cuatro chicos simplemente escucharon a Saotome, quien les explicaba el como, el cuando, la hora y principalmente el donde, después de eso, salieron del lugar.
─Nunca nos han contratado para eventos privados, esto es extraño─dijo Reiji pensativo.
─La verdad si es extraño─Ai abogó por Reiji.
Mientras ellos dos hablaban y avanzaban hacia la salida, un poco atrás de ellos, Ranmaru y Camus venían sumidos en sus propios pensamientos. En un momento, Camus giró su rostro hacia Kurosaki, quien tenía el ceño levemente fruncido, se le notaba algo preocupado, eso logró desconcertar al conde. Tenía un mal presentimiento.
Pasaron los días, y el tan famoso fin de semana había llegado, el día en que harían su evento privado era ese día, es por eso que todo el grupo se encontraba arreglando todo para marchar al lugar. Las cosas antes de que llegara ese día habían sido demasiado extrañas, Kurosaki había estado desapareciendo casi todo el día...en más de dos ocasiones, también había estado haciendo demasiados comentarios extraños en relación al famoso evento, haciendo extrañar a sus compañeros en el proceso, algo no andaba bien, de eso no había duda.
...
Todo el grupo miraba con cierta sorpresa y confusión aquel lugar, era una bella residencia, parecía una especie de mansión, aunque algo más pequeña, era sin duda un muy bello lugar.
─¿Estás seguros que es este el sitio?─Ai dudaba de que esa fuera la dirección.
─Al parecer si, es el lugar marcado─el conde tenía en las manos el papel dónde se encontraba anotada la dirección del dichoso evento.
─Entonces si es aquí─Kotobuki se acercó a la puerta principal, seguida de tocar el timbre.
Pasaron unos minutos antes de que la puerta se abriera, dejando ver a una hermosa chica castaña, de impresionantes ojos color zafiro, la chica tardó en procesar la presencia del castaño frente suyo, hasta que recordó y su sonrisa se expandió.
─Reiji─sonrió acercándose a darle un abrazo.
─¿Eh, hola?, ¿te conozco?─el castaño estaba confundido.
─Bueno, tú a mi no...pero yo a ti si, es lindo poder conocerte─la chica deshizo el abrazo.
Reiji continuó sin entender nada, y no fue hasta la llegada del resto de sus compañeros -quienes se habían quedado afuera, mientras él averiguaba si era o no era el lugar-, hasta que comprendió todo.
─Ran-chan─la chica sonrió más al momento de ver al peliplatino, y sin dudarlo ni un segundo se acerco a él y lo abrazo.
─Kana─Ranmaru correspondió el abrazo de la chica.
Mientras esto pasaba con la pareja, lo que eran el resto de integrantes de Quartet Night, o al menos Mikaze y Camus, miraban con seriedad para otro lado, mientras que Kotobuki por más que lo intentará, no pudo despegar su mirada de aquellos escena.
─Me alegra mucho que hayan llegado, pensé que por tanto trabajo que tenían no tomarían en cuenta esta invitación─la chica se separó de Ranmaru y miró al resto del grupo.
─Fue inesperado este trabajo, pero estábamos disponibles y decidimos aceptarlo─Camus dijo aquello sin dejar de lado su seriedad. Mikaze asintió en señal de que era cierto lo que el conde dijo.
─Eso me alegra tanto, muchas veces le dije a Ran-chan que deseaba conocerlos, y aproveché mi futura fiesta de cumpleaños para ese momento. Envíe mi petición a su agencia, y oré porque la petición fuera aceptada, nunca pensé que si fueran a aceptarla─explicó la chica mientras tomaba de la mano a Ranmaru y lo dirigía hacia la entrada.─Sientanse en su casa, por favor─seguido de eso abrió la puerta y junto con el peliplatino ingresaron al interior del lugar, siendo seguidos por el resto de los miembros del grupo.
Pasaron por los pasillos principales, todo con objetivo de llegar a la puerta trasera del lugar, la cual, y al momento de llegar a ella, fue abierta de par en par, dejando a vista de todos un hermoso jardín trasera, el cual era el escenario en el que se estaba desarrollando la -ya mencionada- fiesta de cumpleaños de la castaña.
─Es aquí─la chica se soltó del brazo del peliplatino y se colocó frente a los cuatro, con una sonrisa indicó que la siguieran, y acatando la orden fueron dirigidos a una mesa.
La poca hambre que tenían fue saciada, y tras terminar, fueron guiados al pequeño escenario que se había montado para ellos, bien sabía qu se encontraban en ese lugar principalmente por trabajo; aunque tres de los integrantes del grupo, aún continuaban procesando que habían sido solicitados para tocar en la fiesta de cumpleaños de la novia de Kurosaki Ranmaru.
Las siguientes horas fueron una completa locura, o bueno, así lo describió la novia de Ranmaru, puesto que la presentación de Quartet Night fue lo mejor de lo mejor. Y a pesar de que, no era lo mismo esa pequeña presentación en aquella inusual fiesta de cumpleaños a como eran los conciertos que daban, los chicos igual se la habían pasado muy bien.
─Gracias, enserio─la festejada se encontraba abrazando a su novio, a la vez que miraba al resto de los integrantes del grupo.─Fue el mejor regalo de cumpleaños─sonrió.─Espero que se puedan quedar por un rato más, como forma de distracción y también otro poco de agradecimiento─al fin se soltó del abrazo y tras terminar de decir aquello, se alejo, puesto que la estaban solicitando.
La chica se marchó, dejando detrás suyo un sepulcrante silencio entre todos los integrantes del grupo, claro que, y decuenta-cuenta, éste término no duro mucho.
─¿Por qué no nos dijiste desde un inicio que se trataba de este evento, Ran-Ran?─Reiji giro sobre sus talones para poder encarar al guitarrista.
Ranmaru simplemente se encogió de hombros levemente, antes de agregar:
─No pensé que fueran a aceptarlo, además, no es tan de sorpresa la situación, además no es de su incumbencia─soltó el guitarrista y sin nada más que agregar, se alejo del grupo.
─¿Qué no es de nuestra incumbencia?─Camus miró con molestia hacia donde guitarrista se había ido.
─Se supone que por ser un grupo, también nos incumbía, y si él sabía el lugar al que veníamos, pudo habérnoslo dicho─Ai dijo aquello con extremada neutralidad.
─Supongo que no quería que lo supiéramos─dijo con desánimo Kotobuki.─Ahora comprendo el porque de sus desapariciones y del porque de su actitud tan rara, parece que estaba tratando de evitarlo─.
─Es un idiota─soltó con la misma molestia el conde.
Decidieron tomarle la palabra a la chica y regresaron a su lugar correspondido, después de todo, tenía algo de ventaja estar ahí, había cientos de mesas de dulces -para deleite de nuestro conde- y bebidas gratis, estar ahí un rato más no les haría daño, ¿o si?
"No puede ser"
"Awww"
"Que linda sorpresa"
De un momento a otro, las voces de personas se oyeron más y más, y los integrantes de Quartet Night -al menos los que estaban presentes, puesto que Ranmaru había desaparecido- pudieron observar como las personas se comenzaban a reunir todas en un mismo lugar, eso si que llamó su atención y la incógnita de saber que ocurría llegó a sus respectivas cabezas, decidieron pararse de sus asientos y acercarse a aquel bullicio para saber que era lo que pasaba.
"Ay, que le diga que si"
"Esto es muy tierno"
Eso fue lo que escucharon al ya estar bastante cerca, su incógnita creció más, sin embargo, Reiji tenía un mal presentimiento. Se abrieron paso entre las personas, siendo en ese preciso momento en que el corazón de Kotobuki se hizo añicos.
─Kana... Casate conmigo─el guitarrista de Quartet Night se encontraba con una rodilla incada en el suelo -la típica forma para pedir matrimonio- y con una hermosa cajita en sus manos, donde yacía un hermoso anillo.
La chica frente suyo estaba que no cabía de la felicidad, incluso eso se puso a llorar y con emoción un "si" se oyó a los cuatro vientos, el peliplatino le colocó el anillo y ahora la chica se encontraba llorando en los brazos de su futuro esposo; no fue la única que lloró ante eso, sin embargo, aquella otra persona se encontraba llorando de tristeza, le dolía en lo más profundo lo que sus ojos acababan de presenciar, sentía como su corazón se rompía y en el proceso...todo su interior ardía, así se sentía Kotobuki Reiji en ese momento.
Camus y Ai tuvieron que sacarlo de ahí para evitar que alguien más lo viera en tan deplorable aspecto, no se detuvieron a despedirse o algo por el estilo, se marcharon dejando todo aquello atrás. De regreso a su departamento, todo permaneció en completo silencio, inclusive cuando llegaron al mencionado lugar, todo permanecía igual, Reiji no informó nada si quiera, simplemente se dirigió a su habitación con pasos lentos -parecía que cada paso que daba le pesaba- y al llegar a ella se encerró. Camus y Ai no tuvieron que ser tan inteligentes, sabían que Reiji no iba a dormir esa noche.
Tal como lo predigeron, el día siguiente a eso Reiji no estuvo bien, tenía las señas de no haber dormido nada. Incluso eso, los días transcurrieron y él continuó con las mismas señas, ya no sólo preocupaba a sus dos compañeros de grupo, sino también sus antiguos kohais, quienes habían notado el comportamiento extraño de su sempai. Todos excepto Ranmaru, quien era ajeno a todo lo que ocurría con su compañero de grupo.
Desde el momento que Ranmaru decidió formalizar con aquella chica, nada volvió a ser normal, Reiji ya no sonreía cuando el peliplatino se encontraba cerca, siempre que lo veía la realidad lo golpeaba y el corazón le dolía, odiaba sentirse así.
...
Los meses pasaron y con ello la noticia de que Kurosaki Ranmaru había decidido comprometerse había salido a la luz, ¡para que mentir!, muchas fans se sintieron desilucionadas, muchas más no lo tomaron muy bien y otras más lo felicitaron en redes. El hecho de que uno de los integrantes de Quartet Night se hubiera comprometido había hecho un ¡bum! enorme en todo el entorno.
La fecha de la boda del rockero era otra cosa que también se había decidido hace tiempo, hiriendo con esto al pobre Kotobuki, pues para su mala suerte la fecha se iba acercando cada vez más. Quartet Night había cambiado completamente, todo esto desde la decisión tomada del peliplatino, el resto de integrantes sabían que nada volvería a ser igual, y de cierta forma eso entristecía, pues ahora su aura se había vuelto opaca.
¿Desde cuando a Kotobuki Reiji le había dejado de importaba el transcurso del tiempo? Antes felizmente podía contar los minutos, las horas, los días, ¿y ahora?, con sólo el transcurso de segundos sentía que se acababa el día e iniciaba otro, y con ello otro más, siguiendo esto de manera sucesiva. Le había tomado temor al transcurso del tiempo.
─Kotobuki...─la voz de Camus lo sacó de sus pensamientos.
─¿Qué ocurre?─pregunto sin ánimos.
─¿Estás seguro de lo que estas a punto de hacer?─su seriedad bajo y en su voz se notaba cierto toque de preocupación.
Reiji se encontraba dándole la espalda, más sin embargo, dejó de hacerlo y se giró para poder verlo, el conde portaba un hermoso traje color azul digno de la ocasión, todas las personas entorno al novio y la novia se encontraban preparándose para tan esperado evento, todos excepto Reiji, quien estaba decidido a no estar presente.
─Si, estoy seguro─el castaño sonrió levemente, a la par que bajaba la mirada encontrándose con dos maletas que yacían a su lado.
─Esta bien─Camus soltó un suspiro de resignación, si Mikaze no había logrado nada, ¿qué lo hacia pensar que él lograría algo?, emprendió camino hacia la puerta para poder salir de la habitación del castaño, claro que antes de eso, se detuvo y agregó:─Sólo pienso que sería buena idea que hablarás con él antes de marcharte─y tras decir aquello, salió por fin del lugar.
─Lo intentaré─susurró para sí mismo, pero siendo sincero no creía que pasará, él sólo estar cerca de Kurosaki ya se le hacía bastante doloroso.
Unos momentos después escuchó pasos pasar frente a su puerta, supuso que el momento había llegado y esos pasos pertenecían a Kurosaki Ranmaru, acompañado de sus otros dos compañeros de grupo; no pudo evitarlo, unas traicioneras lágrimas se asomaron por sus ojos a la par que una mueca se formaba en sus labios -en un intento de sonreír-, se estaba haciendo a la idea de que todo "era mejor así", marcharse sin decírselo.
Sin poder evitarlo, un doloroso sollozó salió de sus labios y las lágrimas se hicieron aún más notorias, les dio la libertad de surcar por sus sonrojadas mejillas mientras inútilmente trataba de acallar a su propia voz. Todo en su interior ardía.
Oyó la puerta abrirse detrás suyo, no le dio mucha importancia, supuso que a Ai o a Camus se les había olvidado mencionar algo, así que no se molesto en girarse a ver quien era.
─Reiji...─
La voz del responsable de su agonía golpeó fuertemente en sus oídos, trayéndolo a la realidad de que, quien se encontraba detrás suyo, era Ranmaru.
─¿Reiji?─Kurosaki nuevamente habló, mirando con extrañez a quien se encontraba dándole la espalda.
El castaño rápidamente tomó la tarea de secar sus traicioneras lágrimas, mientras inútilmente trataba de calmarse, lo último que quería era levantar sospecha. Y aunque ver al peliplatino era lo último que quería hacer, tendría que hacerlo, para después marcharse.
─¿Qué ocurre, Ran-Ran?─ocupó su tono de voz usual, aunque claro que con un leve cambio, puesto que en ese momento sentía de todo menos felicidad.
─¿Qué pasa?, ¿por qué aún no estas listo?, ¿no asistieras a la ceremonia?─aquellas preguntas salieron de su boca de manera inconsciente, hasta él mismo se sorprendió al notar lo que había preguntado.
El castaño miró al peliplatino antes de bajar la mirada sin poder evitarlo, ¡mala idea!, pues fue remedado por el rockero, quien nada más bajar la mirada se encontró con las dos maletas que yacían al lado de Kotobuki.
─¿Saldrás?─el rockero pregunto aquello con notoria sorpresa.
─Bueno, yo...si─contestó tras un momento de silencio.─Yo de verdad lo siento, pero, de verdad tengo que irme─.
─Pero...¿por qué justo hoy?─Ranmaru no pudo evitar que su voz se oyera molesta al momento de decir aquello.
─Yo...─las lágrimas en los ojos de Kotobuki amenazaban con salir en cualquier momento.─Necesito hacerlo─.
Rápidamente giro el rostro para otro lado, es más, ignoró por un momento la presencia de Kurosaki y tomando sus cosas intento pasar de largo al lado del peliplatino, por supuesto, no lo logró.
─No entiendo, ¿porque te vas así?─el rockero había tomado del brazo a su compañero impidiendo que se fuera.
─Sueltame por favor, Ran-Ran─Reiji evitó sobre todos los medios mirarlo.
─No hasta que me expliques porque te vas así─Ranmaru continuó sin soltarlo.
─Sólo es algo que surgió de repente, ya sueltame─dijo el castaño tratándose de soltar.
─Eso no es verdad─Ranmaru continuó sin soltarlo.
─Si lo es, ¡sueltame!─empezó a forcejear de manera un poco dura, más no importo que tanta fuerza ejerciera, el peliplatino se negaba a soltarlo.
─No pienso hacerlo, si tú no dices tu verdadero motivo─trató de encontrarse con la mirada del castaño, pero este lo evadió al instante.
─Ya lo he dicho, sueltame─una vez más intento soltarse de su agarre, pero una vez más...no lo logró.
Sus lágrimas harían acto de presencia, lo sentía y lo sabía, así pues hizo mayor esfuerzo para poder soltarse del peliplatino y huir de ahí, antes de que todo terminará en caos.
─Dimelo...─una nueva insistencia se hizo presente. No era como que a Kurosaki le fuera a molestar que el castaño no fuera sincero, el problema era que Reiji nunca mentía, siempre hablaba con la verdad, y el hecho de que ahora, con tal de huir, estuviese mintiendo era simplemente sorprendente.
─...─simplemente las palabras ya no salieron de su boca.
Necesitaba que lo soltará y viendo que el "pedirlo por favor" no servía, tendría que recurrir a otra opción aunque no quisiera hacerlo. Con algo de duda elevo su mano libre, todo con intensión de darle una bofetada al peliplatino; sabía que era una técnica muy vieja, pero también sabía que serviría para lograr huir de allí, ya que no quería hablar con él, ¿acaso lograría algo haciéndolo?, sólo conseguiría lastimarse más de lo que ya estaba, preferiría irse sin decir nada, tragarse todo.
Claro que, no contaba que por su obviedad, Ranmaru notará lo que estaba a punto de hacer, y en un rápido movimiento, aprisionó al castaño -en un intento de abrazo-, inmovilizando así sus brazos.
─Sueltame...tengo que irme─su voz comenzó a quebrarsele y sus ojos se comenzaron a cristalizar de nueva cuenta.─No sigas...─y no soportándolo más, se desmoronó.
─Reiji...─se sorprendió, para que decir que no, de verdad no se esperaba esa reacción en el castaño.
─Por eso te pedí que me dejarás ir...─trató de tranquilizarse un poco, pero no le funcionó.─¿No comprendes que lo último que quería era hablar contigo?─.
─¿Pensabas irte sin decírmelo?─el peliplatino no comprendía eso, no comprendía nada.─¿Por qué?─.
─Sigues sin entenderlo, a pesar de que intente ser obvio, tú nunca lo notaste─intentó solterse del abrazo de Kurosaki, no logró mucho, el rockero continuó tomándolo de las manos. Evitando el contacto visual, se agachó a la altura en la que se encontraban sus manos, en un intento de esconder su rostro.─Quería evitar esto, porque de verdad es muy doloroso─.
─Reiji...─intentó hablar, sin embargo, término siendo interrumpido con una confesión que para nada se esperaba.
─¡Te Amo!─soltó sin poder soportarlo más, su voz ardió y sin más los sollozos se escaparon de sus labios, el rockero por su parte, sintió como ambos pares de manos comenzaban a mojarse por las lágrimas del castaño.─No me odies...no era mi intensión...decirlo aquí, ahora. Por eso pedí...que me dejarás ir─.
─Reiji...─una vez más lo llamó e intento el alzar su rostro, sin embargo, el castaño se negó.─Te pido que alces el rostro y me mires─.
─N-no, y por favor sueltame─aún en esa posición y tratando de tranquilizar a sus sollozos, habló.─Tú tienes una ceremonia a la que ir, y yo...yo tengo que irme─susurro lo último con notorio dolor.
─Yo...no tenía idea, enserio, no tenía idea─Ranmaru intentaba ser lo más comprensible y sincero que pudiera, pero siendo como es, le estaba costando.─Creeme que ponerte en esta situación tan dolorosa hubiera sido lo último que hubiera querido─.
Al terminar de decir aquello, se agacho a la altura en la que se encontraba el castaño en un intento de encontrarse con su mirada, lo logró a medias, pues Reiji se encontraba con los ojos cerrados; pasaron unos minutos, antes de que el castaño decidiera abrir los ojos encontrándose con la mirada del peliplatino. Pudo notar lo rojizos que se encontraban los ojos del castaño, Ranmaru se sintió realmente mal por eso, después de todo, él había provocado ese dolor a pesar de no estar enterado.
─Perdoname─dijo realmente arrepentido.
─¿Me dejarás ir?─el castaño le miro suplicantemente.
El peliplatino asintió no muy convencido y lo ayudó a incorporarse, ahora sólo lo sujeto de una mano. En ese apretón de mano estaba transmitiendo lo arrepentido que se sentía, lo mucho que deseaba que no se fuera y lo mucho que anhelaba que todo volviera a ser como antes, palabras que por más que lo intentará no saldrían de su boca.
─... Por favor...─la voz de Reiji lo sacó de sus pensamientos, y al mirarlo notó que estaba luchando por decirle algo, no sabía que, pero se lo cumpliría.─Antes de que te cases...dame el honor de probar tus dulces labios─todo su cuerpo estaba temblando, dando a entender lo mucho que le costó decir eso.
En Ranmaru también se hizo presente un leve temblor, no esperaba tal petición y la verdad no sabía ni que decir. Él quería a Reiji, pero no de la misma forma que Reiji lo quería a él, por eso no sabía que decidir ante aquella petición, pues no deseaba lastimarlo. Decidió al final no pensárselo mucho y cumplir con lo pedido.
Colocó su mano en la mejilla del castaño, quien le miró sorprendido, creyendo que lo último lo había susurrado, pero al parecer no. Sintió cada vez más cerca al rockero y tras un breve momento de mirarle a los ojos, finalmente le besó. Sintió la calidad y dulzura de los labios ajenos, y deseo que eso jamás se terminará, que permanecieran ahí, los dos juntos, y no separarse nunca.
Sin embargo, la realidad era otra: Ranmaru estaba a nada de casarse y él se tenía que ir para no intervenir en la que era la verdadera felicidad de aquel guitarrista al que amaba tanto. No pudo evitarlo, pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos, mientras continuaba respondiendo a aquel beso.
"Se que lograré encontrar mi propia felicidad" pensó y con decisión, se dijo mentalmente, que era momento de marcharse.
No sería civilizado lo que haría pero sólo así lograría huir sin que el peliplatino lo detuviera; así pues, tomando la suficiente fuerza, colocando ambas manos en el pecho de aquel rockero, y finalmente, y haciendo uso de aquella fuerza, lo empujo. El empuje fue lo suficiente fuerte para que Ranmaru terminará chocando con uno de los muebles que se encontraban en aquella habitación.
─Gracias Ran-Ran, nos volveremos a ver en algún momento─escuchó la voz del castaño, quien después de tomar sus cosas salió huyendo de ahí.
No fue tras él, pues prometió dejarlo irse. Se arrepentía enserio de no haber notado los sentimientos de su compañero antes, que a pesar de que no serían correspondidos, podría haber hablado de ello con él, y así intentar un poco apaciguar su dolor, pero a fin de cuentas, todo quedaba en un simple "haber".
Y mientras él continuaba en sus pensamientos, Reiji huía. Había llegado rápido al estacionamiento del edificio y abordó su auto, ahora emprendería su camino, su propio camino.
"Realmente estoy bien con esto, tú serás feliz y eso es suficiente para mi, realmente esperó lograr encontrar mi propia felicidad y oraré por estar a tu lado en alguna otra vida"
Sus pensamiento fueron su acompañante en aquella travesía hacia un destino desconocido.
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𝓕 𝓲 𝓷
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El ruido del libreto siendo cerrado se escucho dentro de la habitación, nadie de los presentes decía nada.
─¿Y bien?─la voz de su presidente, Shinning Saotome se dejo oír, dando a entender que necesitaba opiniones.
─... Bueno, esto...─Kotobuki Reiji no sabía ni que decir, simplemente sabía que en ese momento todo su ser se había inundado de tristeza, todo por leer aquel libreto.
─Sigo sin entender el caso─Kurosaki Ranmaru dijo aquello con una mirada mezcla de sorpresa y seriedad.
─El concurso del "mejor libreto" que se inicio hace dos meses, en el que los actores serían ustedes...Quartet Night─miró a todos con una sonrisa un tanto extraña, claro que nadie se inmuto, ya estaban acostumbrados.
─Entonces...el concurso término y esta fue la historia ganadora, ¿correcto?─Mikaze Ai aún procesaba todo lo que acababa de leer.
─Correcto Mr. Mikaze, usted junto con Mr. Camus serán los personajes secundarios, y ya Mr. Kotobuki y Mr. Kurosaki serán nuestros protagonistas─informó Saotome.
─... Supongo que esta bien─después de una breve pausa, Camus fue quien habló.
Después de eso, todo el grupo salió de la oficina de Shinning, cada uno en sus propios pensamientos; y tras un momento, de cuatro se volvieron dos, quienes no la pensaron mucho y terminaron yendo al jardín.
─Ne~ Ran-Ran, ¿qué opinas acerca de esto?─Reiji miró al peliplatino de manera interrogativa, esperando una respuesta.
─La verdad no lo pienso mucho, sólo siento algo de "gato encerrado" en todo esto─dijo sin mirar al castaño.
─Uh...¿gato encerrado?, ¿y porqué?─pregunto un tanto interesado.
─Nada...olvidalo, son sólo cosas mías─dijo encogiéndose de hombros.
─Bueno...─se quedo pensando por un momento, hasta que una idea llegó a su cabeza.─Oye, vayamos a la ciudad─.
─¿Para qué?─pregunto un tanto molesto.
Reiji hizo un leve puchero antes de agregar: ─Sólo es una salida, por favor, cumple mi capricho, quiero pasar tiempo contigo─al terminar de decir aquello, sus mejillas se pintaron de color carmín.
─... Esta bien─dijo al final el rockero, se acercó al castaño y depósito un pequeño beso en su frente, logrando que su sonrojo se intensificara.─Vayamos─.
Le dedicó una leve sonrisa, que al instante fue correspondida, y después de eso, ambos se fueron rumbo a la ciudad con objetivo de pasar un buen día juntos.
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"En otra vida estaré contigo"
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