(Fin del recuerdo)

Eunwoo decidió dejar de lado el hecho de que Rocky acababa de ignorarlo por completo, por estar pensando en quién sabe qué tontería. Se giró y vio la mirada decaída de Sanha... ¿por qué tenía que verse tan miserable?

El azabache estaba impuesto a ver a Yoon seguro de todo lo que hacía, siempre alegre y efusivo... el que estaba viendo ahora, aunque en el pasado quizá había deseado verlo, ya no le agradaba, no quería hacerlo, era molesto.

—Rocky, deja de pensar en las idioteces que sueles pensar y ponte a darle atención a tu novio. Mira el estado deprimente en el que lo dejaste por ser un tonto impulsivo.

Dicho eso, Cha tomó su mochila, le dijo a Sanha que después le regresaba su ropa y salió de la casa. Se sentía sofocado ahí adentro, no quería ver ni la cara de Min Hyuk y tampoco la de Yoon. Vaya par de tontos, tal para cual... le caían mal, no los soportaba.

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Llegando a casa se encontró con Moonbin esperándolo afuera de su auto, bajo del propio y caminó hasta donde estaba su novio, tranquilo con sus manos en los bolsillos del pantalón.

—¿Qué haces aquí Binnie? ¿Por qué no llamaste? Habría regresado más temprano de saberlo.

Lo invitó a pasar, dejó la mochila en su habitación, caminó a la cocina y sirvió un par de vasos con agua.

—Solamente tenía ganas de verte... no sabía que no estabas en casa Nunu. —Sonrió decaído.

—¿Qué pasa? ¿Hoy es el día de andar decaído? —Rodó los ojos al recordar a Sanha.

—Eun ¿sabes que te amo mucho? —Se giró y sus ojos color café le gritaban con desesperación algo que no comprendía.

—Lo...lo sé ¿a qué viene esa pregunta? —Algo no andaba bien... o era su imaginación.

—Es que... todo esto del programa me tiene mal, no quiero que nos afecte, no quiero que te alejes de mí y tampoco quiero alejarme de ti, es demasiado horrible pensar en que algo así puede pasar.

Moonbin estaba teniendo los mismos miedos que él, entonces, el amor entre ellos no se había ido.

Sin más para decir, Eunwoo abrazó a su novio, lo besó, extrañaba tanto esos labios carnosos, los extrañaba así justo como los estaba teniendo en esos instantes...

El beso se estaba dando con tanto amor y necesidad a su vez, las manos del menor se pusieron en el cuello del castaño chocolate, y éste lo subió a horcajadas, rodeó su pequeña cintura con sus manos fuertes... Eunwoo era su adorado novio.

Los dedos de Moonbin acariciaron con devoción la espalda de su novio, quien recibió gustoso cada roce. Los movimientos entre ambos empezaron... el miembro de Bin empezó a despertarse y no era para menos.

Se levantaron del sillón y se adentraron en la habitación, los besos continuaron y las prendas empezaron a estorbarles... el calor de sus cuerpos pedía ser liberado.

—Te extrañaba, Binnie. —Jadeó entre besos el azabache.

—Y yo a ti Eunwoo...

Las respiraciones cada vez se escuchaban más agitadas, los besos no paraban, de los labios formando un recorrido hacia la mandíbula, después leves mordiscos en el lóbulo de la oreja... bajando seductoramente por el cuello... provocando que el azabache se retorciera ante cada roce.

—Bin... ¡ah...! —Se quejó al sentir el doloroso bulto que empezaba a molestarle.

—Ya veo... —Sonrió de lado y quitó la última prenda que faltaba de sacar del cuerpo de Cha.

Las manos grandes del castaño chocolate empezaron a acariciar la erección de su novio. Le gustaba satisfacerlo, adoraba la forma en la que decía su nombre cuando hacían el amor.

La tarde terminó junto con ellos, hicieron el amor hasta quedar agotados, parecía que habían estado años separados, ya que las últimas semanas se mantuvieron distanciados por los exámenes y el programa que Moonbin debía grabar junto a Rocky.

Esa noche, Bin se quedó a dormir en casa de Eunwoo, ya tenía meses sin quedarse a dormir ahí y era realmente reconfortante para ambos.

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Rocky estaba perplejo por las palabras del azabache, más que nada porque era verdad, Sanha merecía toda la atención del mundo y él solamente estaba siendo un tonto por dejarlo de lado. Maldición, Sanha era su novio, él y nade más.

Su mirada se encontró con los ojitos adorables del menor, él no lo veía con coraje, tampoco con tristeza, él tenía la misma mirada linda y cálida de siempre, Yoon Sanha siempre lo miraba con amor.

No perdió tiempo y abrazó a su pequeño novio, Min Hyuk lo quería mucho, era una lindura en todo sentido, jamás tendría a alguien mejor que él en su vida, nadie podía igualarse a Sanha y estaba siendo un idiota por no darse cuenta en ocasiones.

—Sannie, ¿me perdonas? —Dijo al separarse de él.

—No pasa nada Lucky, entiendo que te hayas hecho otras ideas al ver a Eunwoo hyung así.

Eso no era a lo que se refería Rocky, pero tampoco pensaba decírselo, había sido un simple resbalón con Moonbin, solamente eso y no volvería a ocurrir, así que nadie tenía por qué enterarse, mucho menos su novio.

Volvió a abrazarlo y acarició su rubia y sedosa cabellera, después de eso Rocky preparó la cena.

Yoon lo observaba con devoción, le parecía que Min Hyuk era un chico increíble, tan independiente, lleno de virtudes, era extremadamente atractivo, tenía talento musical, era carismático y además era buen cocinero... tenía mucha suerte de tener un novio como él. 

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