C.39 "Quiero ser tu estrella"
🚨🚨🚨😏🔥 Ya saben lo que significa 😏🔥🚨🚨🚨
Sanha y Eunwoo entraron al salón y caminaron hasta el área de las habitaciones como el resto, estaban chorreando el agua, por donde quiera que pasaban dejaban el rastro del agua.
Entrando, Sanha colocó el seguro a la puerta, Eunwoo se quedó mirándolo con perspicacia, una sonrisa ladina apareció en el azabache, pero no hizo ni un solo movimiento.
Sus miradas se conectaron, ahora eran sólo ellos dos, un par de enamorados, un matrimonio por todas las de la ley, nada más existía en esos instantes para ninguno.
El azabache empezó a desabotonar lentamente su camisa, sin despegar su profunda mirada de su amado esposo; cuando quedó desabotonada por completo alzó ambas cejas al menor, éste sonrió ante la invitación que esos ojos preciosos le estaban haciendo.
Yoon caminó hasta llegar a su esposo, sus orbes en ningún momento se desconectaron, colocó sus manos en los hombros del azabache y unió sus labios en un corto beso, al terminarlo, una bella y tímida sonrisa apareció en los dos.
Sanha se separó un poco y quitó el saco, después metió sus manos entre la tela de la camisa del mayor, recorrió todo el pecho contrario, hasta dejar sus manos en esos anchos hombros, y ahí empezó a quitar la camisa.
Eunwoo sentía que se derretía ante el tacto delicado y cálido de su esposo, era una sensación repleta de escalofríos calentitos, se sentía realmente reconfortante.
Las prendas superiores y mojadas cayeron al suelo, Yoon miró el firme abdomen de Cha y su boca empezaba a pedirle que lo besara, de ese modo bajó y repartió muchos besitos en él. El azabache sentía que su ángel estaba llevándolo a volar.
Sanha subió hasta llegar al cuello del contrario, suspiró entre su cuello y oreja, provocando que su piel se erizara.
Cha aprovechó y quitó el exquisito collar del cuello de Sanha, antes de separarse le dio un beso en la mejilla, después sus manos se empezaron a deshacer de la ropa contraria.
Su piel era tersa, delicada, de un color blanquecino que él, Cha Eun Woo, había amado desde el primer momento que lo había visto. Sus manos se pasearon desde el cuello hasta sus hombros, que también eran anchos, se pegó más al cuerpo del menor y dio algunos besitos en sus hombros.
Sus labios cálidos se sentían tan bien en la fría piel de Sanha...
Ahí estaban de nuevo sus miradas en conexión, el brillo que desprendían no se podría comparar ni con la luna, ni con las estrellas, ni siquiera con el sol, había más brillo en ellas que en esos astros, porque ellos eran un par de ASTROS inigualables, únicos en su especie, únicos en el amor que se estaban dedicando a través de sus ojos.
—Por siempre, quiero ser tu estrella, quiero ser el Astro que ilumine tu existencia. —Susurró Eunwoo antes de juntar sus labios con los de su esposo.
Se fundieron en un abrazo que empezó a calentar sus fríos y húmedos cuerpos.
—Vamos a la ducha, no quiero que nos enfermemos por la mojada que nos acabamos de poner.
Eunwoo caminó de la mano de su esposo y entraron al baño, se despojaron de sus prendas inferiores y entraron a la regadera, el agua estaba caliente y pronto el vapor empezó a cubrir el lugar.
Sanha tomó entre sus manos el jabón, hizo un poco de espuma y empezó a recorrer el cuerpo del azabache. Eunwoo veía con tanta devoción y adoración al menor, estaba perdido en cada movimiento que realizaba.
—Eres perfecto Eunwoo hyung, eres perfecto, Woonie, eres perfecto mi amor, eres perfecto esposo mío.
—Soy perfecto porque tengo a mi complemento conmigo, sin ti, créeme que sería tan simple como cualquiera que no te tenga.
—Aaaa~ te amo tanto ¿qué me has hecho?
—Amarte, eso he hecho desde el primer instante.
El menor no pudo evitar asentir ante esa respuesta, era verdad, el azabache siempre le había dado amor, incluso antes de convertirse en novios, con pequeños gestos de amabilidad, protección y comprensión.
Eunwoo le regaló una sonrisa que convirtió sus ojos en una hermosa media luna, entre sus manos tomó el pequeño rostro de Sanha y continuó besándolo. Chocolate y hierbabuena, sabores mezclándose en ese bonito y profundo beso.
Terminaron su baño y cerraron las llaves de la regadera, antes de que Sanha saliera, Eunwoo lo detuvo, lo abrazó por la espalda y con sus manos empezó a acariciar su abdomen.
El rubio cerró por instinto sus ojos, estaba disfrutando de las manos de su esposo, su vientre bajo empezaba a hacerle cosquillas en su interior, necesitaba de su esposo.
Se giró y el beso en el que atrapó al azabache fue necesitado, sus manos se aferraron al pecho contrario. Sin más demoras, el mayor tomó entre sus brazos a Sanha, el cual rodeó con sus piernas la cintura contraria para no caer.
El beso continuó y cayeron a la cama. Ambos cabellos escurrían y se pegaban sensualmente a sus frentes. Sus labios completamente húmedos y rojos. Antes de separarse del beso, Cha tomó entre sus dientes el labio inferior de Yoon, lo mordió levemente, pero esto encendió más al menor.
—W-Woonie. —Jadeó.
—Beagle. —Respondió del mismo modo.
—Y-yo... ¡ahhh...! —Gimió al sentir sus cuerpos rozándose.
El azabache sabía todo lo que estaba provocando en Sanha, porque él estaba del mismo modo.
El cuerpo del menor empezó a temblar debajo de Cha, sus labios entreabiertos dejando salir jadeos con el nombre del mayor, sus ojos entrecerrados y brillosos... totalmente hermoso.
No había nada que esperar. El azabache preparó debidamente a su esposo, después de algunos minutos estaba listo.
—Hazlo. —Pidió con deseo.
El azabache se colocó entre las piernas del rubio, jugó un poco con su entrada, le dio muchos besitos y se adentró con delicadeza, ante lo que éste no pudo evitar aferrarse a las sabanas, a pesar de haberlo hecho ya varias veces, no terminaba por acostumbrarse por completo, pero amaba sentir a su esposo dentro de él.
Arqueó su espalda al sentir más dentro el miembro contrario en sus profundidades, su respiración se entrecortó por un momento y algunas lágrimas corrieron. Cha se mantuvo quieto alrededor de un minuto y hasta que Yoon le autorizó empezó a moverse.
Las embestidas eran constantes, delicadas, llenas de amor, eso no era simple sexo, no, Eunwoo estaba con su esposo, con el amor de su vida, él hacía el amor y lo haría por lo que le restaba de existencia.
Sus besos eran suaves, llenos de sensualidad, húmedos, deseosos de más...
Las caricias eran sutiles, con cariño.
Los movimientos empezaron a volverse más rápidos, sus cuerpos estaban sudando, sus respiraciones tremendamente agitadas, los jadeos constantes, los gemidos más provocativos en cada embestida.
El azabache miró con detenimiento a su hermoso rubio, sus ojos estaban brillosos, sus lágrimas eran de puro placer, su cuerpo seguía temblando debajo de él.
El menor también miró a su esposo, la lujuria desbordaba por esas orbes penetrantes y gentiles a su vez. También había lágrimas derramándose por sus mejillas, ambos estaban disfrutando demasiado, el placer recorría por igual sus cuerpos.
—Me encanta... me encanta que... hagamos... que hagamos el amor. —Jadeó Eunwoo sintiendo que estaba por explotar.
—¡Ahhh...! —Un gemido ahogado salió de las profundidades de Sanha y es que justo en ese momento, Eunwoo había tocado su próstata, justo en su punto dulce. —Continúa hyung... ahhh... ¡te amo!
El interior del rubio apretó el miembro del azabache, provocándole una corriente eléctrica por cada parte de su cuerpo.
Sin más palabras, la sincronía estaba en ambos, se vinieron casi al mismo tiempo.
Cha se quedó dentro de su esposo, repartió más besos por el cuello, pecho y abdomen, antes de salir, dio un pequeño beso en los labios.
Sin pensarlo siquiera, abrazó con amor al menor, a su esposo, todo se sentía diferente desde esa mañana, más que en su boda por el civil.
—Sanha, bebé... —Eunwoo se enderezó un poco en la cama y miró con seriedad a su esposo.
—¿Qué pasa Woonie? —La sensación de preocupación se posicionó en su pecho y estómago.
—Sé que quizá todavía no nos conocemos demasiado como para saber nuestras manías y rarezas, las existentes o las que están por venir, pero sé que cuando me acaricies con esa delicadeza que sólo tú sabes poner en mí, con toda esa ternura que me das, todo lo que considere extraño en ti se volverá de mis cosas más amadas.
—¿Qué cosas dices mi amor? —Sanha estaba sorprendido por esas palabras, conmovido, mejor dicho.
—Déjame continuar mi pequeño ángel. —Pidió—. Sé que ambos tendremos nuestros errores, tal vez lleguemos a herirnos de manera inconsciente, pero siempre estaré dispuesto a escucharte, si llego a lastimarte por lo más mínimo que sea, yo estaré aquí para ti, del mismo modo que sé, tú estarás para mí. —Las lágrimas en Sanha se hicieron presente—. Te pediré perdón de rodillas de ser necesario, enmendaremos nuestros errores juntos, porque ahora tu y yo, nos hemos convertido en "nosotros", somos uno solo, dos piezas inseparables que comparten una vida. — Limpió las lágrimas del menor y tomó su rostro entre sus manos—. Sé que construiremos una vida en común, a la que iremos sumando personas, personitas... —Ante esto último el corazón de Sanha se aceleró con emoción—. Viajes, lugares, y cosas que nos enseñen a mejorar y crecer. Sé que aún no estamos ni cerca de pasar por eso llamado "crisis matrimonial", quizá no lo haremos, pero de ocurrir, sé que lo superaremos.
Eunwoo besó con tanto amor a Sanha, y ambos lloraron, lloraron por la inmensa felicidad que estaban sintiendo, sus sonrisas eran preciosas, mientras sus miradas seguían conectadas, ellos se amaban con locura, de la manera más pura que podía existir, ellos eran uno, eran un nuevo matrimonio dispuesto a hacerlo todo juntos, a apoyarse, amarse, cuidarse, entregarse por completo.
—Sé que este amor, lejos de terminar, crecerá con cada paso que demos juntos, tomados de la mano, siempre tú y yo, siempre nosotros, Yoon San Ha y Cha Eun Woo.
Al terminar sus palabras, ambos volvieron a recostarse, se miraron fijamente, Eunwoo rodeó con su brazo la cintura del menor, Sanha llevó una de sus manos a la mejilla contraria y la acarició, quitó algunos cabellos rebeldes de esa cara preciosa frente a él. Era el hombre más afortunado del universo por tener a alguien como Cha Eun Woo en su vida. Y daría lo mejor de él en cada instante.
—Eunwoo, mi amor, ¿te gustaría formar una familia conmigo?
El azabache abrió sus ojos de sobremanera, era la pregunta menos esperada en esos momentos, no era que no le agradara, él amaba la idea de tener familia con Sanha, pero había sido tan repentino.
—¿Ha-hablas en serio? —Se trabó un poco, aún en shock.
—Muy en serio... no digo que ya, quiero seguir disfrutándote y que tú me disfrutes un buen tiempo antes de eso, pero... últimamente, mi mente ha estado llena de esos pensamientos y... bueno. —Mostró un pequeño puchero—. Me encantaría formar una familia a tu lado.
—Creo que... ¡sería precioso! ¿te imaginas? ¡un mini Sannie! ¡o un pequeño Eunwoo! —Los corazones en los ojos de Eunwoo eran evidentes ante esa imagen mental.
—Será*, será hermoso, porque si ocurrirá. —Corrigió el rubio con demasiada felicidad.
—¡Quiero tener hijos contigo! —El azabache se acurrucó entre los brazos del menor, el cual lo recibió con gusto.
—Pronto...
Y así, una sonrisa llena de ilusión apareció en el rostro del nuevo matrimonio, antes de caer en un profundo sueño.
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Un capítulo más, porque ando de muy buen humor :3
¡AMO TANTO AL EUNSAN!😭😭👌👌💖💖
¿Qué les pareció?😍😍
Yo lo ame con locura 🤤💓
Y no... no es el fin, todavía 🙈🤭💖
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