C.37 "Nosotros, desde hoy"

Esa noche Eunwoo y Sanha tomaron caminos diferentes...No era lo que ellos deseaban, sin embargo, tenían que hacerlo.




El azabache se iría a casa de Seokjin y Namjoon, y Sanha regresaría a casa de su padre.

Era la primera noche que ellos dormían separados, después de mucho tiempo, era extraño, pero habían acordado hacerlo de ese modo, querían que todo fuera sorpresa para ambos.

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A la mañana siguiente Sanha se levantó con una energía descomunal, no cabía en tanta felicidad, era su gran día.

Bajó para desayunar, pero los nervios eran tantos que simplemente se tomó un vaso con jugo y una tostada con Nutella.

Finalmente, con la llegada de MJ, Jimin, Taehyung y Rocky, el menor empezó a arreglarse, o más bien, dejó que lo ayudaran.

MJ había contratado a una estilista excepcional de Corea del Sur, él quería que su amigo se viera como el ángel que era y sabía que con ayuda de esa chica todo el potencial de Sanha resaltaría.

El cabello rubio de Sanha fue teñido por tonos lilas y rosados, colocaron un leve maquillaje para resaltar sus bonitos ojos y le pidieron que se pusiera su traje, ya casi era la hora.



—Eres tan pequeño, pero ya estás en una vida de matrimonio, quiero que seas muy feliz y en caso de que dejes de serlo me lo digas, siempre estaremos para apoyarte, yo y todos los demás, sabes que los apoyamos con el alma y que para nosotros lo mejor es su propia felicidad. —Rocky empezaba a ponerse sentimental.


—¡Oww~! ¿quién es el romántico ahora? —Interrumpió MJ burlándose de las palabras de su amigo, tal y como él lo había hecho cuando expresó su sentir sobre Eunwoo y Sanha en su boda civil.


—¡Aish! ¡Rompes con la atmósfera MJ hyung! —Se quejó sin apartarse de Sanha.


—Ustedes son los mejores, tampoco me imaginé de esta manera, pero aquí estamos y les aseguro que soy muy feliz.


—Ni hace falta que lo digas, basta con ver esa cara de enamorado que tienes, me das diabetes. —Intervino en la plática Moonbin, quien acababa de llegar por Rocky.


—También te quiero. —Se burló Sanha. 




Dicho eso, partieron a la iglesia.

Eunwoo ya estaba listo, esperando por su amado Beagle, había pasado solamente una noche sin él y había sido lo más horrible, lo extrañaba, quería apretarlo contra sus brazos, llenarlo de besos y apapachos.

También sentía la adrenalina por todo su cuerpo, quería llorar de felicidad, ¿cómo podía ser tan feliz? Sanha siempre superaba sus expectativas, él siempre lo hacía más feliz.

Y justo en esos momentos Eunwoo dirigió su mirada a la puerta de la iglesia, en donde acababa de aparecer un hermoso ángel de cabellos lilas y rosados, su precioso amado de piel blanquecina, de labios perfectos y sonrisa cautivadora.

Eunwoo colocó una mano en su pecho, era demasiado bello para ser verdad, sus latidos se aceleraban cada segundo, y sí, las lágrimas acumuladas derramaron por sus mejillas, caminó hasta la mitad del camino y esperó por su bello ángel.

Sanha se paró en la puerta y observó a todas las personas que estaban alrededor, posando sus ojos en él, pero, para él solo existía alguien en esos instantes, y ese era Eunwoo. 

Caminó sonriéndole de la manera más preciosa que el azabache podía ver y llegó hasta donde su esposo lo esperaba con tremendas ansias. Vio sus lagrimas corriendo y no pudo evitar llorar también.




—Eres el ángel más bonito que ha pisado la tierra. —Pronunció con regocijo el mayor y limpió con cuidado las lágrimas del menor.


—Y tú eres el príncipe más divino que ha existido y existirá en este mundano mundo, donde la única luz que ilumina es la tuya. —Sanha hizo lo mismo y limpió con delicadeza las lágrimas del azabache.




En la entrada sus amigos observaban y fueron contagiados por las lágrimas, malditos sentimentales.




—¡Su maquillaje! —Chilló MJ.


—Cállate hyung, eso es lo de menos. —Lo reprendió Rocky sin dejar de ver a la hermosa pareja.


—P-pero...


—Pero nada, vamos a sentarnos donde corresponde. —Sentenció Moonbin, tomando de la mano a Rocky para irse a sus asientos.




La bella pareja del centro de la iglesia sonrió tímidamente, la mirada de ambos brillaba tal cual estrella. Se tomaron de la mano y caminaron hasta donde se encontraba el sacerdote.

Los invitados tomaron asiento, el ambiente era agradable, había tranquilidad en todas direcciones, había muchos rostros llenos de alegría, era evidente que todos y cada uno de los que estaban ahí era porque querían a ambos novios y deseaban que tuvieran éxito en cada paso de sus vidas.

El sacerdote dio la misa de manera tradicional, los presentes, fueran o no de la religión se mantuvieron al margen de todo, siendo respetuosos y atentos. Después de casi una hora de la misa y todos sus protocolos, se llegó la parte culminante conforme al matrimonio por la iglesia de ambos jóvenes.

MJ estaba hecho un mar de lágrimas y JinJin lo rodeaba con su brazo, mientras que con la otra apretaba su mano. Seokjin se negaba a llorar, pero el puchero se hacía más evidente conforme pasaba el tiempo y sus ojitos empezaban a brillar.





—Sabía que también Seokjin hyung lloraría, págame Kook. —Exigió Taehyung mientras observaba al mayor.


—¡Aish! ¡Pero qué débiles! —Bufó el menor al ver que tendría que pagarle la apuesta a su novio por el llanto de sus amigos.


—¿Se callan? Estamos en la parte final y más importante. —Los regañó Yoongi. Si las miradas mataran, ambos estarían muertos desde hace minutos.




Sin otra palabra más, todos se limitaron a seguir la ceremonia, no era bueno contradecir al gruñón de Yoongi, por lo mismo Rocky, que ya lo conocía se había mantenido en orden y del mismo modo había informado a Moonbin para que no fuera reprendido por él, buena jugada.

El sacerdote empezó a hablar.




—Lee Dong Min, Yoon San Ha, se han reunido hoy aquí en señal de compromiso para el resto de sus vidas. Seamos testigos de esta bonita unión con el vertido de las arenas traídos por ellos. Una te representa a ti, Lee Dong Min y todo lo que aportas de tu ser, y la otra te representa a ti, Yoon San Ha, y todo lo que aportas también. Tomen sus recipientes donde cada grano representa un momento, un recuerdo o un sentimiento y déjenlos caer en la nueva vida que empieza hoy.




Eunwoo miró la arena roja que era la suya y empezó a recordar aquel día en el que miró a Sanha por primera vez, cuando salió lloroso de la cocina por una pelea con Moonbin. Él no estaba llorando por la pelea con su ex, sí, estaba bastante dolido y molesto, pero sus ojos se tornaron llorosos al ver a aquel jovencito de mirada dulce y risa escandalosa, sin quererlo o esperarlo. Lo había visto incluso antes de que Sanha lo mirara y eso bastó para sentir muchas cosas extrañas en su interior. Bastante raras, que lo habían hecho entrar en pánico por unos instantes. Un bello recuerdo.

También recordó ese primer beso con el menor, en los vestidores de "ASTRO", su dulce sabor, su piel cálida y húmeda por el agua que acababa de rociarlo, su respiración agitada, su rostro sonrojado. Lo adoraba.

Por su mente cruzó aquel día en el que Sanha llegó con tulipanes para él, lo hizo sentir tan especial, tan querido y adorado por alguien... un sentimiento de calidez atravesándolo por completo.

 Sanha miró su arena blanca y al instante recordó aquella llamada que había contestado a sus 16 años, ¡era Eunwoo! ¡la voz de ese chico era la de su príncipe azabache! Miró al mayor con tanta alegría, no podía asimilar que el chico por el que estuvo insistiendo tanto tiempo sin siquiera conocerlo, había sido Eunwoo... pero se sentía tan reconfortado.

También recordó cuando Eunwoo lo defendió de Jungkook, él desde siempre había estado a su lado, protegiéndolo, ayudándolo y enseñándole todo tipo de cosas, él era la persona más constante en su vida, además de su padre... se sentía tan adorado.

Del mismo modo, el día en que el mayor le pidió matrimonio después de cinco copas de vino y una bella cena preparada por él mismo. Las hermosas palabras de Eunwoo, las miles de emociones que se cruzaron por su mente y alma, fue tan precioso, tan único... un recuerdo que atesoraría con su vida.



—La arena roja y la arena blanca representa lo que fueron y al vaciarla en el nuevo recipiente representará lo que son a partir de hoy, donde los granos de arena se mezclarán para no separarse. A partir de hoy y durante el resto de sus vidas, compartirán desde el amor, el respeto y la complicidad, cada grano del tiempo de su vida. Aprovechen cada segundo juntos. Conózcanse mejor, compréndanse y sobre todo ámense. Es un tiempo para conocerse mejor, para este nuevo símbolo aporta valor a la unión de dos personalidades individuales que se prometen amor eterno en este nuevo recipiente. Como símbolo de los que han sido, son y serán, reciban este recuerdo de su compromiso.




El sacerdote les entregó un pequeño tarro en donde ambas arenas empezaron a mezclarse. Ambos lo tomaron entre sus manos y las lágrimas ante tan bellas palabras no se hicieron esperar, ellos se amaban, estaban por dar un paso bastante importante, deseaban conocerse en todo sentido, eran diferentes, pero eran complementos.




—Lee Dong Min, Yoon San Ha, ustedes han decidido hoy unir sus vidas de manera simbólica. Formarán una nueva vida, donde quiera que estén será su hogar. Serán ustedes los que tendrán que pensar cómo lograr un crecimiento feliz y armónico de su nueva familia.




Sanha miraba con tanto amor a Eunwoo que las palabras simplemente no resultaban suficientes para describirlo. Eunwoo no podía parar de derramar lágrimas, sus emociones se habían desbordado.

Todos a su alrededor estaban tan conmovidos, el ver a dos jóvenes como ellos unir sus vidas y más que nada verlos realmente seguros y orgullosos de hacerlo, era algo que valía apreciarse, algo no muy común en el mundo actual, y estarlo presenciando en esos instantes era para sentirse afortunados.




—Lee Dong Min, Yoon Sanha, piensen que todo el tiempo que les depara la vida, a partir de hoy, la compartirán y para siempre. Cada granito de arena que contiene el recipiente que en este momento pongo en sus manos representa el tiempo, los años, días, minutos y segundos de su nueva vida en común, pero simbolizan también todo lo que han sido hasta hoy por separado. Estas arenas derramadas en este pequeño recipiente, ahora mezcladas como una sola, son para siempre.


—Lee Dong Min, Cha Eun Woo, tú serás mi amor para toda la vida. Me uno a ti, mi corazón es como cada uno de estos granos de arena y hoy se funde con el tuyo. —Pronunció Sanha terminando de verter la poca arena que le quedaba en su nuevo recipiente, ahora con lágrimas en sus ojos, sorbió un poco su nariz y sonrió a su novio.


—Yoon San Ha, mi Beagle, a partir de ahora somos uno. Como estas arenas, estaremos unidos para siempre. —Hizo lo mismo que el menor, con la poca arena que le quedaba. Tomó la mano de su amado con fuerza y le regaló la sonrisa más preciosa que Sanha había visto hasta ese día.


—Lee Dong Min, Yoon San Ha, a partir de hoy y durante el resto de sus vidas compartirán desde el amor, el respeto y la complicidad, cada grano del tiempo de sus vidas. —Finalizó el sacerdote con una cálida sonrisa.




En ese preciso momento, finalizaron con la ceremonia, uniendo sus labios con un tierno roce que no tardaron el profundizar. 

Los aplausos empezaron, ambos se giraron y regalaron la sonrisa más genuina de todas sus vidas, observaron a sus amigos y familiares, no podían sentirse más agradecidos por verlos ahí, con la misma emoción que tenían ellos por su matrimonio.

Caminaron hacia la salida y los pétalos de rosas empezaron a caer desde el balcón, miraron y ahí estaban Taehyung y Jungkook felicitándolos.

Pronto los invitados empezaron a abrazarlos y desearles la mejor de las suertes. Abrazos aquí y allá.





—Tortolitos, es hora de ir al salón, ustedes tienen que tomarse algunas fotografías antes de empezar con el festejo ahí. —Se acercó MJ, él ya tenía todo eso organizado, de modo que solo estaba comentándoles cada paso a los esposos.


—Bien, nos veremos ahí entonces, muchas gracias por tu apoyo hyung. —Eunwoo estaba tan agradecido con él.

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En el camino al salón, había una paz enorme, el cielo estaba nublado, probablemente llovería esa tarde, pero era agradable, agradable para ambos ya que amaban la lluvia.




—¿Qué pasa Beagle? Estás muy pensativo.


—Pensaba en que el clima me hace sentir más presente a mi madre. —La nostalgia se veía en el rostro del menor.


—Estoy seguro de que ella ha estado acompañándonos desde hace un largo tiempo corazón, y sí, creo que ella estará más presente hoy. —Besó la mano de su esposo con cariño y lo rodeó con su brazo.




Definitivamente él podía sentir a su madre más presente.

Llegando varios trabajadores de Taehyung ya los esperaban para la sesión de matrimonio.

Sanha se acercó a su esposo y colocó su barbilla en el hombro, su mirada era traviesa, pero llena de amor, Eunwoo estaba nervioso con esa mirada. No sabía cómo explicar las miles de emociones que sentía al tener y ver de esa forma al menor. Tan adorable~

Una fotografía fue tomada de improviso sin que ellos lo notaran, en ese instante. Después continuaron con otras fotos en el mismo lugar. Finalmente, ambos decidieron cambiarse el saco de encima por uno menos caluroso y así continuaron con la sesión.




—Deberían ser modelos. —Mencionó una de las chicas que tomaba sus fotos.


—Probablemente, pero estamos bien así. —Contestó con cortesía el azabache.


—Estoy seguro de que dejarías sin trabajo a todos los modelos de Corea del Sur si hicieras eso Woonie. —Sanha no dejaba de admirar la belleza de su esposo.




Sanha quería babear desde el primer momento que había visto a Eunwoo, era la representación de magnifico, su belleza era única, singular, incomparable.

Las fotografías terminaron y ellos entraron al salón, ya había varios invitados jugando con el jenga gigante, observaron y el pastel ya estaba colocado en la mesa, del mismo modo que los postres, justo como le habían pedido a Jimin el día anterior.




—El feliz matrimonio ¿podría darnos algunas palabras? —JinJin traía una cámara de vídeo y no había dudado en empezar a grabar a sus amigos en cuanto entraron.


—Estamos muy felices, gracias por estar aquí y disfrutar a nuestro lado. —Expresó cálidamente Sanha.


—¿Habías visto un ángel en la tierra? ¿no? ¡Te lo presento! ¡Él es Yoon Sanha! ¡Mi esposo! — También Eunwoo tenía algunas palabras para el camarógrafo JinJin.


—En serio, van a provocarme diabetes. —Llegó Moonbin tomado de la mano de Rocky.


—Ay, Binnie, pero si tú eres peor de empalagoso que ellos. —Lo exhibió el castaño caramelo.


—¡Min Hyuk! —Chilló Moonbin apretando las mejillas de su novio.


—Me consta, el otro día los vi y estabas peor que un koala en su árbol Moonbin. —Seokjin burlón acababa de aparecer.


—Pégame. —Dijo extrañamente Moonbin.


—¿Por qué? —Jin no comprendía ¿de verdad quería ser golpeado?


—Por preguntón. —Siempre había querido hacer esa broma, y justo ese día Seokjin había caído en ella.


—Ah~ creo que sí, aceptaré tu oferta, aunque no hayas preguntado.




De esa forma Moonbin salió corriendo con Seokjin detrás de él. Rocky y Namjoon se miraron resignados, esos dos siempre tendrían ese tipo de relación y ellos no podían intervenir, a menos que quisieran salir lastimados.

La fiesta comenzó, la feliz pareja bailó en el centro de la pista y al poco tiempo se unieron los demás invitados.

Demasiada diversión se desató esa tarde/noche, hubo varios juegos organizados por JinJin y Moonbin, entre ellos el juego del jenga, consistía en que los invitados hicieran equipos, competirían y el integrante del equipo que derribara la pirámide sentenciaba a todo su equipo a tomar un shot de tequila.

Otro de los juegos fue el de girar la ruleta, consistía en una ruleta gigante con varios retos, en él venían cosas como bailar hip-hop, salsa, mambo, etc. también cantar alguna canción, besar en la mejilla a quien estaba sentado junto a él, beso del matrimonio, entre muchos más. 

Pasado un tiempo, se sirvió la cena, pechugas de pollo rellenas de crema de champiñón, acompañadas con arroz blanco, puré de papa, un pan en forma de cuernito y ensalada de zanahoria. Los postres que habían preparado la noche anterior Sanha y Eunwoo, estaban en la mesa de repostería y cada uno podía levantarse por el que deseara.

Terminada la cena y con varias personas bailando, el matrimonio sacó dos botellas de tequila, y empezaron a pasar por las mesas de sus invitados dándoles de beber un shot a cada persona mayor de edad.

Las personas empezaron a despedirse a partir de la 1 de la mañana, y finalmente solo quedaron los buenos amigos como siempre.




—¡Tengo calor! —Se quejó un ebrio Moonbin y comenzó a quitarse la camisa.


—¿Q-qué haces Binnie? —Rocky en su leve estado de ebriedad también, intentaba detener a su novio de desnudarse.


—¡Ay! Como eres mojigato Rocky ¡déjalo que se desvista! —El MJ ebrio intervino—. ¿O acaso ya olvidaste la fiesta que organizó Seokjin cuando cumplió 24 años? —Antes de que pudiera continuar, Rocky le cubrió la boca.


—No hablemos del pasadooooo...


—¿Vaya, vaya, todo eso desayunas, comes y cenas Rocky? —Dijo Seokjin mientras Namjoon le arrebataba el... quien sabe qué número de vasos con alcohol. Jin hizo una mueca ante eso.  —Aunque nada se compara al cuerpo de mi amado solecito ¿verdad Joonie? —Como pudo Seokjin se acercó a su novio y lo rodeó con sus brazos.


—Ya quisieras. —Se quejó Moonbin, ahora sacando su pantalón.


—Bien... creo que ya es hora de que todos se vayan a su habitación, les preparamos una a todos en caso de que todo se saliera de control. —Sanha estaba bastante divertido con la situación, pero si lo analizaba a profundidad tanto borracho junto y con ciertos roces, podía ser peligroso.


—¡Aiiiiñññ! ¡Sabía que sí eras un ángel pequeño Sannie! —Volvió a tomarla palabra MJ, casi cayéndose al intentar levantarse. 




MJ fue ayudado por JinJin, Moonbin por Rocky, Seokjin por Nam, Yoongi por Jimin y Taehyung por Jungkook.

Todos a excepción del feliz matrimonio se fueron a sus habitaciones.

Eunwoo tomó de la mano a Sanha y caminaron hasta su pastel de bodas. Cortaron un pedazo de la enorme torta y lo probaron, sabía realmente delicioso, era comprensible que casi se hubiera acabado.

Después de alimentarse el uno al otro, escucharon algunos truenos del cielo, de pronto se escuchó caer la lluvia.

Ambos se miraron y sus ojos estaban llenos de emoción, no necesitaron dirigirse la palabra para saber lo que querían hacer.

Salieron del salón hasta el jardín, el agua caía sin descanso y ellos empezaron a correr bajo la lluvia, Sanha abría sus brazos con felicidad y Eunwoo daba vueltas disfrutándola. Después se abrazaron y empezaron a jugar, los charcos empezaron a formarse y empezaron a saltar sobre ellos, salpicándose todos, el traje era lo de menos, ellos querían disfrutar de esa lluvia, de su compañía.

Eunwoo se detuvo un momento y observó a Sanha, lo veía jugando en la lluvia, era como un niño pequeño, una sonrisa apareció en su rostro, le encantaba ver ese lado infantil en el menor, era tan puro e inocente, en ciertos casos, su sonrisa en esos momentos era única, enorme, llena de regocijo.

De repente, Sanha se detuvo y su mirada se conectó con la del azabache, era una de las vistas sobre Eunwoo que valía la pena guardar bajo llave para que jamás desapareciera. Completamente mojado, mirándolo con puro amor, feliz, tranquilo, con su cabello azabache cayéndole por la frente, su piel blanca, más blanca aún, sus labios más rosados, escurriendo el agua... Sanha estaba totalmente enamorado de Eunwoo.




—¡Te amo! ¡TE AMO CHA EUN WOO! —Gritó con todo su ser y corrió hasta estar rodeando con sus piernas la cintura del mayor.


—Te amo, amor de mi vida, yo te amo con el alma. —Respondió antes de devorarle la boca con la suya, mientras el agua seguía mojándolos. 


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¡Hola! ¿Cómo les está yendo? Espero que muy bien :3 

Les dejo este capítulo bonito con mucho amor. 🙈💖 

No había tenido muchos ánimos de escribir, por eso no había actualizado 🙊😅 ¡Sorry!

Pero espero que disfruten :3 y que me digan lo qué piensan en esta ocasión n.n 

ATENCIÓN: Aún no es el final 😌👌🌷 Pero ya no tarda 🙈😘💟

¡Gracias por leer, votar y comentar! ❤❤❤❤

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