En la lujosa TV de Chuuya se reflecta la serie de nombre “Alice in Borderland”, específicamente el segundo capítulo de la segunda temporada, lista para seguir con la noche de películas —o series— que organizó el dúo.

A la vez que el ejecutivo está buscando el vino en la cocina, Dazai tumbado en el sofá termina de revisar algunos papeles del trabajo de su enano de cabello rojizo que fue como un trato para él zafarse de una semana de trabajo sin reclamos de cierto idealista.

No obstante, Chuuya considera seriamente mandar al carajo su trato y la idea de cometer asesinato contra quien sea que pueda entrar a su casa. Antes muerto que permitirse ser visto con el vergonzoso kigurumi de perro que lleva, aunque al menos fue capaz de joder al detective suicida con el kigurumi de perro en lugar de otro animal.

Fue gracioso verlo medio infartado. . . Y así lo quiere pero eso queda en segundo plano.

Quien diría que un ejecutivo de la Port Mafia y el Demonio prodigio estuvieran vestidos con kigurumis, a nada de echarse una noche completa viéndose toda una serie.

Como sí de adolescentes se tratase.

Aunque ya tengan 22 años, no obstante si quieren actuar como adolescentes, lo harán porque se les antojo ¿ Y qué ?

Chuuya revisa por la ventana de la cocina como la llovizna continua, aparentemente será durante toda la noche y todo el día por lo que agarra el teléfono, marca a Kouyou y notifica su ausencia mañana. No sería raro estar todo el día evitando que Osamu logre matarse aprovechando el clima nublado y lluvioso.

Da un suspiro, corta la llamada y sigue buscando el vino adecuado para verse toda la serie que Gin recomendó acabando por obsesionarse, un grito de Osamu diciendo que arregló una parte del papeleo lo sobresalta y corre a ver como esta.

La fortuna es que en serio lo haya arreglado. El suicida le sonríe, adorable en su kigurumi de zorro, un sonrojo cubre las mejillas del hombre de altura menor, causando una risa en Osamu antes de tener un beso en la mejilla que lo sonrojo por la sorpresa.

Y aquella sonrisa victoriosa de Nakahara confirma que era una forma de devolverle esa risa, pues no va a aceptar que la ama.

Nakahara se da media vuelta y vuelve a la cocina por el vino.

──Te quiero.

Un silencio, Chuuya lo medita un poco.

──Yo también te quiero.

Comparten una sonrisa ilusionada, apacible y amorosa. Posteriormente el dúo Soukoku sigue su noche de películas con el sonido de la lluvia como compañía aparte.

MGGBBRAE , para ti(?)

PD: Donde estas los comentarios de Misa, Miri y tal??? Siguen vivas??? Me preocupan :'c

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