— Eres... ¡TÚ!

El apuesto hombre que conocí en el bar hace unos días está frente a mi.

— ¡Por supuesto que soy yo! ¡Jajá!

— ¿Qué estás-?

El hombre apuesto posa un brazo alrededor de mi cintura y voltea a verme con unos ojos brillantes.

— ¿A dónde te escapaste? ¡Te extrañé, hermosa!

Trato de asimilar la rareza de la situación cuando Paúl endereza los hombros, furioso.

— ¿Quién diablos crees que eres, viejo? ¡Ella está soltera!

El hombre extiende su mano con confianza para un apretón.

— Solo le gusta bromear con las personas, ¡jajá! Soy Jimin, por cierto; hermano de Jihyun.

Paúl le da la mano a regañadientes y se aleja, sabiendo bien que no puede meterse con el hermano del novio. Jimin me mira, sonriendo.

— Y... ¡se fue! De nada, ¡por cierto!

— ¡Jajá! Hablando de una intervención divina. ¡Muchísimas gracias por rescatarme de ese imbécil!

— Fue un placer. ¿Quieres ir por un trago? ¿O planeas escaparte como la última vez?

— No era mi intención. Tenía que correr. Olvidé mi teléfono en casa, ¿recuerdas?

— Esa... ¡es una explicación razonable! Supongo que puedo perdonarte por eso.

— Y me acabo de dar cuenta de que no sabes mi nombre. Soy Ashley.

Él sonríe, dándome la mano. Siento una chispa que me recorre los dedos ante su toque.

— (Guau... eso fue nuevo)

Ambos nos dirigimos al bar y Jimin se voltea hacia mi.

— Hagamos que esta fiesta cobre vida, Ashley. ¿Qué beberás?

El barman me entrega una deliciosa copa de Porto Flip y gimo al probarla.

— Si es tan bueno para que produzcas ese sonido, tengo que probarlo.

Jimin pide lo mismo y poco después está bebiendo su trago.

— ¡GUAU! ¡Esto está riquísimo! ¡Claramente tienes buen gusto!

Le guiño el ojo de forma engreída y él ríe.

— ¿Cómo es que nunca nos habíamos conocido? Eres el hermano de Jihyun, después de todo.

— Bueno, nos hubiésemos conocido si yo no hubiese pasado casi todo el año pasado persiguiendo a una mujer.

Su rostro decae y recuerdo que su ex lo dejó cuando le propuso matrimonio.

— Lo lamento mucho. Fue una forma muy fea de ser dejado. Nadie merece eso.

Jimin me muestra una mirada agradecida.

— La superaré... eventualmente.

— ¡Ashley!

Scarlet, la mejor amiga de Lia, se acerca hacia mi y a Jimin. Me levanto para abrazarla.

— Oh, ¡hola, Scarlet!

— Ashley, qué bueno verte. Y a ti también, Jimin.

Ambos comparten una mirada incómoda. Me doy cuenta de que Jimin se ha puesto pálido mientras Scarlet continúa hablándole.

— Jimin, esperaba poder encontrarme contigo hoy. Odio cómo terminaron las cosas entre nosotros...

Una repentina compresión me golpea.

— (¡Scarlet es la ex de Jimin! Es la que lo dejó después de que le propusiera matrimonio)

— ¿C-Cómo has estado, Scarlet?

Antes de que ella pueda responder, un hombre apuesto se acerca y le da un besito en la mejilla.

— Te estaba buscando por todos lados, cielo.

— ¡Awwww! ¡Qué bello!

Scarlet voltea hacia mi y Jimin.

— Chicos, conozcan a Derek, mi cita.

El rostro de Jimin se endurece.

— ¿Ya comenzaste a salir con alguien?

— Derek ha estado invitándome a salir por años, y ahora que estoy soltera pensé en darle una oportunidad.

— ¿No estás saliendo con alguien? ¿O acaso... todavía sigues lamentándote por mí?

Puedo ver que Jimin se desanima y eso hace que se me rompa el corazón.

— (Él me rescató de Paúl. ¡Ahora es mi turno de rescatarlo!)

Sujeto la mano de Jimin, sorprendiéndolo.

— De hecho está saliendo conmigo.

Scarlet es tomada por sorpresa ante esta declaración y me mira incrédulamente.

— ¿De verdad? Pensé que Jimin nunca lo superaría. No tan pronto, al menos.

— (Ella claramente no me cree. ¡Tengo que subir la apuesta y convencerla de que estamos saliendo!)

— Ya sabes lo que dicen del amor, Scarlet. Cuando está escrito, está escrito.

Me inclino para darle un buen beso a Jimin en los labios. Él se pone rojo, pero sonríe, mirando a Scarlet.

— ¡Ashley tiene razón! ¿Quién puede interponerse en el camino del destino?

Scarlet me escanea de pies a cabeza, frunciendo el ceño.

— Guau... parece que de verdad encontraste a la indicada, Jimin.

— ¡Así es!

Él sujeta mi mano con más fuerza y sonríe.

— (Tiene unas manos tan suaves... podría acostumbrarme a sujetarlas...)

Meto mi brazo entre el codo de Jimin.

— Creo que debemos irnos, cielo.

— Claro que sí, hermosa.

— N-Nos vemos en la boda.

Los dos nos alejamos, dejando atrás a una confundida Scarlet.

— ¿Viste la mirada en su rostro? ¡JA! Bueno, ¿qué tal si salimos un rato?

— ¡Jajá! Se lo merece. Y claro, vamos. Pero ¿te importa si me refresco rápidamente? Todo este drama me tiene exhausta.

— ¡No hay problema! De hecho, déjame acompañarte.

Lo llevo a la elegante boutique del hotel y elijo algunos atuendos; luego voy al probador.

~ Conjunto elegido ~

Tras alistarme, regreso con Jimin.

— ¡Vaya! ¡Te ves deslumbrante, Ashley! ¡En serio!

Sus palabras hacen que me ponga roja como una cereza. Los dos salimos del lugar y nos sentamos en un banco de madera.

— ¡Gracias por rescatarme hoy!

— Yo estaba... Tratando de hacerte sentir mejor. Vi la mirada en tu rostro cuando ella te estaba hablando. ¡Lo que menos que podía hacer era ayudarte!

Jimin me sonríe, pero luego entierra su rostro en sus manos.

— Pensé que la estaba superando, pero al verla de nuevo... regresaron todos los recuerdos dolorosos. No sé cómo pasaré toda una semana de la boda con ella cerca.

— ¿Una semana? ¿Qué quieres decir?

— Umm... ¿no lo sabes? ¡La boda de Lia y Jihyun durará toda una semana!

He estado tan desconectada de mi familia después del rompimiento con Cody que no tenía ni idea de tal noticia.

— ¡¿Quién hace bodas que duran una semana?!

— Nuestros hermanos, aparentemente. Planean llevar a todos a Palm Springs para eso.

Me quejo al pensar en todo eso.

— Mis amigos y mi familia ya me han etiquetado como 'solterona para siempre'. Será toda una semana recibiendo 'miradas de lástima'. Diablos, ya puedo escuchar a mi madre, hermanas, y TODOS mis conocidos fastidiándome por mi vida amorosa.

— ¿No sería genial si pudiésemos encontrar una cita... solo por una semana?

— ¡Eso sería perfecto!

Justo entonces, una idea hace clic en mi.

— ¡¿Por qué no lo hacemos?! ¡Podemos fingir que somos la cita del otro!

Jimin capta y me mira, sorprendido.

— Esa es... ¡una idea increíble!

— ¿Verdad que sí? ¿Qué dices, Jimin? ¿Te gustaría ser mi Novio por 7 días?

Continuará...