ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠɪ : ʟᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜɴᴀ ʟʟᴇɴᴀ

Te quedas petrificada, aún oculta entre los árboles, mientras el disparo de Sergei resuena en el aire.

- ¡Auuuu!

Aullando de rabia y dolor por la bala plateada que le impactó en el hombro, Jett sale corriendo hacia el bosque.

- ¿Estás loco, Sergei? ¡Desobedeciste una orden directa!

- Tenía un disparo claro. Lo aproveché.

- ¡Ahora hay un Primigenio malherido, suelto el día antes de la luna llena!

- ¿Y qué? Pase lo que pase, los hombres lobo son peligrosos durante la luna llena.

- ¿Crees que solo va a olvidar que le disparaste? ¿Y si va por otros humanos en venganza?

Sales de detrás de los árboles y Sergei se exalta.

- ¿Qué demonios hace ella aquí?

Morgan no se voltea para mirarte y no estás segura de si es porque es ciega o porque te ha percibido todo el tiempo, tan al tanto de tu presencia como tú de la suya.

- ¡Marisa no es el problema aquí, Sergei! El problema es que rompiste el protocolo y pusiste a todos en peligro.

- Morgan... ¿Cómo pudiste dejar que esto sucediera? ¡Sergei pudo haberlo matado!

- ¡Y ahora podría ir a matar a alguien más en represalia!

- Si me hubieses ayudado, ahora estaría muerto y se habría acabado el problema.

- ¡Eso es asesinato!

- ¡Estamos intentando estudiar a los hombres lobos, no matarlos!

Sergei se cruza de brazos.

- Sí, sí. Lo siento, jefa.

Pero no parece arrepentido.

- ¿Y qué hacemos ahora?

- Solo váyanse. Los dos. Vayan al pueblo. Asegúrense de que estamos preparados para mañana.

Sergei y Hugo intercambian una mirada, se encogen fe hombros y comienzan a caminar hacia el pueblo. Morgan suspira profundo, enfunda su arma y se pasa una mano por la cara.

- Lo siento, Marisa. Sergei no siempre sabe cuándo detenerse.

- Morgan.... Tenemos que arreglar esto.

Ella se queda con la mirada pérdida en el bosque durante un largo rato.

- No estoy segura de que podamos hacer mucho.

- Sé que los hombres lobos son vulnerables a la plata, pero... es no matará a Jett, ¿verdad?

El rostro de Morgan se torna triste.

- Estamos estudiando eso. Por lo que vi, se curan sobrenaturalmente rápido de cualquier herida...

- Tienes razón. Lo he visto.

- Pero no es lo mismo con la plata. Todavía puede curarse, pero a un ritmo más humano. Y cuando todos se convierten en su forma Primigenia durante la luna llena... como mañana... La plata es lo único que los detiene.

Su voz es seria.

- Marisa, sé que no te han hecho daño, pero tienes que huir antes de que salga la luna llena. Ahí es cuando pierden el control por completo.

Morgan se aclara la garganta.

- Deberíamos... encontrar un lugar más seguro para hablar. Mi estación de investigación no está lejos de aquí...

• ୨❀୧ •

Ella te conduce a través del bosque hasta una estructura en forma de tienda de campaña, donde las dos toman asiento.

- Pensé que había aprendido mucho sobre la Manada, pero después de lo pasó hoy con Jett... Creo que hay muchas cosas que todavía no entiendo.

- Llevo mucho tiempo estudiándolos. Quizás pueda ayudarte a aclarar tus dudas.

- Háblame de... Por qué los hombres lobo que te llevas nunca regresan. Jimin me dijo que ya has secuestrado a miembros de la Manada. De su familia. Y que ninguno de ellos ha vuelto.

Morgan parece sorprendida y puedes sentir su repentina cautela a través del Vínculo que pareces compatir con ella, al igual que con Jimin.

- Mis estudios... aún no están completos.

Ella se aparta de ti y no te da más detalles.

- Háblame de... La luna llena. ¿Qué ocurre durante ella? Jimin dijo que es cuando su conexión con la magia Primigenia es más fuerte...

- Se convierten en animales feroces. No pueden hablar. No pueden razonar. Atraviesan los bosques matando todo lo que encuentran, actuando solo por instinto. Por eso los llamamos monstruos, Marisa.

No puedes evitar estremecerte, imaginando la violencia que ya has visto, pero desenfrenada.

- Cualquier humanidad que creas haber visto en ellos, cualquier cualidad admirable que creas que tiene Jimin... Todas ellas desaparecerán cuando la bestia tome el control.

- Háblame de... La magia Primigenia. He visto cosas con la Manada, cosas que no creo que la ciencia pueda explicar. La forma en que pueden devolver la salubridad a una zona contaminada. Es casi como si sanaran a la tierra. ¿Sabes... algo sobre eso?

- He... observado algunos fenómenos aún no cuantificables como ese, pero esa es precisamente la razón por la que mis estudios son tan importantes. Hay una explicación, y voy a encontrarla.

- Háblame de... Tu investigación. Me dijiste que estás trabajando en una... cura.

- Sé que no lo apruebas.

- ¡Por supuesto que no! No puedes "curar" a alguien de ser quien es.

- Pero tienes que ver que, aunque haya una solución mejor, nunca la encontraremos sin comprender qué los hace ser como son. Cómo funciona su fisiología. La fuente de su fuerza y cómo está vinculado a las fases de la luna. Por qué aceptan a los humanos como compañeros. Si puedo aprender todo eso, entonces quizás... quizás haya una forma mejor.

Un movimiento en los arbustos te recuerda la razón por la que estabas buscando a Morgan.

- Ah, ¡espera!

Te agachas y chasqueas la lengua.

- Tyler, está bien, ya puedes salir.

Tyler saca el hocico, olfateando, luego corretea hacia ella y apoya la cabeza en sus piernas.

- Brrtt...

- ¿Qué es esto?

- Lo encontré en el bosque. Es huérfano y necesita un lugar seguro para vivir...

- ¿Un lugar que no sea una guarida de hombres lobo?

- Espero que tal vez pudieras cuidar de él.

- Por supuesto, lo haré con mucho gusto. Tyler, ¿verdad?

- Será mejor que tengas cuidado con él. Es muy pequeño.

- ¡Hey! ¡No hables de mí como si fuese un bebé! ¡No tengo miedo de ningún estúpido hombre lobo! ¡Deja que me enfrente a ellos!

Tyler se jacta, dando patadas a enemigos imaginarios con sus delgadas patas traseras.

- ¡Toma eso y eso!

- Claro, fortachón. Quizás sea mejor si esperamos el año que viene, cuando hayas conseguido unos cuernos, ¿sí?

Morgan extiende una mano para acariciarlo y Tyler le mordisquea los dedos.

- Desde luego que tiene espíritu. No te preocupes, Tyler, aquí no hay hombres lobo.

- Gracias. Sé que lo mantendrás a salvo. Tienes talento natural. No lo dudé ni un segundo.

Ella te muestra una sonrisa deslumbrante y tu corazón de enternece al verlos juntos.

- Agradezco el voto de confianza.

Morgan mira su reloj.

- Un Primigenio herido y suelto justo antes de la luna llena me inquieta. Tengo que volver al pueblo para asegurarme de que no venga a cazarnos.

- Es probable que la Manada también me busque pronto...

- ¡No! Marisa, ¿no escuchaste nada de lo que dije? Es casi luna llena. ¡El último lugar donde deberías estar es con la Manada!

- Yo... Solo necesito reportarme. No me quedaré con ellos si todos empiezan a orinar los árboles y aullarle a la luna o lo que sea.

- No es broma, Marisa. La luna llena no es como otras veces. Ni siquiera sabrán quién eres.

- No te preocupes por mí. Estaré bien.

Ella piensa y luego suspira con una expresión de cautela pero esperanzada.

- ¿Cuándo podré volver a verte?

- Sobre eso... No estoy segura. Pero parece que siempre me encuentras cuando tengo algún problema.

- Y ahora sabes dónde buscarme, si alguna vez me necesitas.

• ୨❀୧ •

Vuelves a la Guarida y encuentras a Layla atendiendo las heridas de Jett. Jimin la supervisa con los brazos cruzados. Sientes una poderosa rabia en su interior... un peligroso presentimiento que, a pesar de todo, te atrae hacia él...

Él levanta la vista, percibiéndote antes que los demás, y hay una tenebrosa intensidad en sus ojos que se disipa al verte.

- Bien, regresaste...

- ¡Ah! ¡Cuidado!

- Claro, grítale a la persona que intenta ayudarte. Eso acabará bien.

La herida en el hombro de Jett se ve desagradable y no se ha curado en lo más mínimo, pero por como suenan sus quejidos, vivirá.

- ¿Jett está bien? La herida se ve... mal.

Todos te observan mientras vas al lado de Jimin. Jett se pone de pie de un salto, arrastrando vendajes ensangrentados sin terminar.

- Hey...

- ¡Ella! ¡Ella estaba con ellos!

Él se abalanza sobre ti con tanta furia que das un paso inconciente hacia Jimin para protegerte y él te rodea con sus brazos, impidiendo que Jett te alcance.

- ¿Qué quieres decir?

- La vi con los cazadores, Jimin. ¡Es una de ellos!

Él te gruñe, pareciendo más animal que humano.

- Es la enemiga.

Jimin te mira con recelo, pero su voz es delicada.

- ¿Es cierto, Marisa?

- ... Estuve allí. Vi lo que pasó. ¡Pero no estaba con los cazadores! Los vi en el bosque e intenté averiguar qué hacían. Yo... Intenté detener a Sergei. Morgan también intentó detenerlo, pero él no escuchó...

Jett se cruza de brazos y frunce el ceño.

- Jum. De nada sirvió.

- Lamento no haber podido hacer más.

- No es tu culpa, Marisa.

- Esto no se puede quedar así. El único objetivo de los Caballeros de Ossory es borrarnos del planeta. Así serán libres de arrasar con la tierra para su beneficio. Debemos destruirlos antes de que nos destruyan a nosotros.

Jimin te mira, con una ceja levantada, como si te pidiera tu opinión.

- Jimin... Jett tiene razón. Morgan es peligrosa.

- ¿Estás de acuerdo conmigo? Bueno, claro que sí tengo razón.

- Lo vi con mis propios ojos. Estaban cazando a Jett. Iban a llevárselo, igual que intentaron llevarse a Isobel. Sea lo que sea lo que están "investigando", van a seguir haciéndole daño a los miembros de la Manada para conseguirlo.

Jimin permanece inmóvil durante un largo momento y puedes sentir el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Él toma una decisión y sus ojos te miran primero, luego a Jett y después a la Manada. Su voz es imponente.

- Jett tiene razón. No podemos seguir tolerando a la SEP ni a los Caballeros de Ossory en estas tierras. Sean cuales sean los experimentos que Morgan pretende hacer, no cabe duda de que son peores que una muerte limpia.

Los miembros de la Manada asienten, refunfuñando y con enfado, preparándose para la lucha. Jimin pone una mano fraternal en el hombro de Jett, con toda la hostilidad de su desafío evidentemente desaparecida gracias a la amenaza mayor.

- Jett, ¿qué encontraste que pueda ayudarnos? Me gustaría saber más al respecto.

Jett camina mientras habla.

- Cuando los cazadores me persiguieron, estaba investigando un derrame tóxico río arriba. No pude saber quién es el responsable. Son los humanos, sin duda. Tenemos que investigar y depurar el derrame antes de que se abra camino río abajo.

- Estoy de acuerdo. Llévate a Isobel y a Callum contigo.

Ellos se miran. Jett traga grueso, entendiendo la orden, un gesto que reconoces como sumisión a la autoridad de Jimin. Mientras los demás hablan, entre ellos, él te agarra del codo y te aparta de la Manada, hablando para que solo tú puedas escuchar.

- Debes acompañarlos para ayudar con el derrame.

- ¿Yo? ¿Por qué? No creo que sea muy útil... al menos, no comparado con un hombre lobo.

- Debo proteger a la Manada de otra incursión. Los Caballeros de Ossory se están volviendo osados. Pero no confío en que Jett se contenga si se encuentra con algún humano. Tu presencia podría evitar más violencia. Y contribuirá en gran medida a disipar cualquier sospecha de que estás trabajando con los cazadores.

- Haré lo que pueda.

- Gracias.

• ୨❀୧ •

Te vas con Jett, Callum e Isobel cuando el sol se está ocultando. Jett no deja de mirarte con recelo, pero hasta ahora no te ha molestado.

- ¿Cuál es el arroyo?

- Ahí está. Más adelante, Callum.

- Qué asqueroso - agrega, Isobel.

Te acercas al arroyo y descubres que el agua, antes clara, está contaminada con el arcoíris de una fuga de aceite. Los barriles con derrames no dejan lugar a dudas sobre la procedencia de los desechos.

- Ay, no... A veces odio ser humana.

- Sentir culpa no sirve de nada más que para la autocompasión. Podrías hacer mejor uso de tus emociones.

- Eso intento.

- Tenemos que descubrir quién trajo estos derechos y por qué. Jett, Callum... dispérsense. Vean lo que pueden encontrar.

Los tres van en distintas direcciones, analizando su entorno.

- Supongo que haré lo mismo.

Te acercas a la orilla del agua, asomándote a la mancha iridiscente.

- (Qué asco).

Los barriles no están etiquetados, pero encuentras uno roto que aún gotea un veneno negro verdoso en el agua.

- ¿Encontraste algo?

- Todavía hay desechos en este y aún no se ha oxidado, a pesar de estar en el agua. Deben haberlos traído hace poco.

Te alejas de los demás, buscando una forma de vida amable. Poco después te das cuenta de que una halcón te observa con recelo desde una rama alta.

- Hola.

- ¡Humanos! ¡Los humanos traen veneno!

Ella extiende sus alas con rabia, abriendo su afilado pico en señal de amenaza.

- Sí, pero no soy mala. Intento arreglarlo. ¿Quiénes son los humanos malvados? ¿Los viste?

Sus ojos penetrantes se clavan en ti, juzgando tu sinceridad.

- Cuando oscurece. Entonces, vienen. ¡Detenlos!

Ella chilla y luego levanta el vuelo con un poderoso batir de alas que te agita el cabello.

- Gracias. Lo haremos.

Te reúnes con los demás en la orilla del río, frunciendo el ceño ante los estragos que tienes al frente.

- Tengo la sensación de que han venido todas las noches, lo que significa que es probable que vuelvan pronto.

- Debemos descubrir quién es el responsable.

- Entonces nos escondemos y esperamos.

Ante su gesto cortante, Isobel y Callum van cada uno, sin decir nada, en una dirección diferente, mientras Jett se coloca cerca del montículo más grande de desechos.

Te acomodas junto a Callum detrás de una gran roca. Él te muestra una sonrisa amistosa, aunque tensa.

- Ponte cómoda. Puede que tengamos una noche larga.

- ¿Ustedes... Haces estas cosas a menudo? ¿Toda esta cosa secreta tipo equipo élite defensora de la naturaleza?

Callum está inusualmente retraído.

- Intentamos corregir los errores cuando los encontramos.

- ¿Quizás podrían intentar hablar con ellos? Esto no acabará nunca si siguen dándoles motivos para verlos como monstruos.

- Tal vez... ¿Pero ellos cuándo nos dan razones para dejar de verlos como los monstruos que son?

Su conversión se interrumpe al escuchar de repente el inconfundible estruendo de un motor de camión. Mientras observas desde tu escondite, el misterioso camión avanza hasta el arroyo. El motor se detiene y dos hombres sospechosos se bajan de él.

- Hey, vamos, ¡no me hagas hacer todo el trabajo esta vez!

- Ah, está bien. ¿Preparado tres, dos...

- ¡Están descargando más barriles! No podemos dejar que sigan botándolos...

¡A tu lado, Callum estalla en su forma Primigenia!

- ¡Raaaaar!

Él salta de su escondite mostrando los dientes y las garras. Los hombres tropiezan y caen, dejando caer el barril de desechos cuando los tres hombres lobo salen de su escondite y se lanzan sobre ellos.

- ¡Aaaaah!

- ¡¿Qué mierda...?!

- ¡Suficiente!

- Lo... van... a... pagar...

- Con... sus... vidas...

- ¡Esperen! ¡Pueden utilizarlos!

Te mantienes fuera del alcance de los hombres, hablando en voz baja, para que solo te escuchen los agudos oídos de los hombres lobos.

- Déjenlos escapar. Asústenlos, pero déjenlos vivir. Envíenle un mensaje a la SEP de que no permitirán que esto continúe.

- Su muerte... es el... mensaje...

Isobel te mira de reojo con recelo. Luego echa las orejas hacia atrás y su mirada va a los otros dos para comunicarse en silencio.

- ¿Q... qué demonios son esas cosas...?

Los hombres lobo avanzan amenazantes hacia los dos hombres, que retroceden hasta...

- ¡Rraaar!

- ¡Salgamos de aquí!

Los hombres caen uno sobre otro intentando subir a su camión mientras los hombres lobo se ciernen amenazantes. Para tu sorpresa, se abstienen de atacar.

- ¡Váyanse!... ¡No!... ¡Regresen!

- ¡Graaaaaar!

¡Jett le hace un chasquido con sus mandíbulas al conductor, que cierra la puerta y enciende el motor!

- ¡Aaah!

Poco después, el camión está lejos con los barriles que gotean todavía caídos en la parte de atrás.

- ¡Lo consiguieron!

Isobel te lanza una mirada indescifrable que parece algo menos amenazante que antes. Jett inclina su desgreñada cabeza hacia atrás y aúlla.

- AaaUUUUU...

Los tres vuelven a su forma humana, pero parecen estar esperando algo.

- Ahuyentamos a los que estaban contaminando. ¿No deberíamos empezar a limpiar?

- Lo haremos.

En un momento, un lobo gris canoso, pero agraciado, se acerca a ti con elegancia, transformándose en Noemí cuando se acerca.

- Ah. No huelo a sangre en el aire. ¿Pudieron completar su tarea?

- Sí, nosotros...

- Esta evitó que los que contaminan tuvieran la muerte que tanto merecían.

- Silencio, Jett. Sé que te eduqué mejor. Esos hombres no eran más que sirvientes de la SEP, cómplices, pero no responsables de este daño.

Noemí te mira con amabilidad mientras te toca el brazo.

- No estuvo mal mostrar misericordia. Ahora debemos limpiar este lugar como hicimos con la mina. ¿Nos ayudarás como la vez anterior?

- Con mucho gusto.

- Bien. Pocas veces he visto a los piel de lobo con una conexión tan profunda con la magia Primigenia.

Los cuatro se reúnen en lo que queda de oscuridad, alrededor de un montón de piedras, flores y hierbas. La Sacerdotisa enciende una cerilla, prendiendo las hojas secas que dejan escapar una estela de humo oloroso.

- Piedra y tierra. Fuego y aire. Esta agua, que es vida, está contaminada. Debemos recuperar su propósito. Debemos renovar su propósito...

El poder fluye desde tu interior, saliendo con tu aliento, y mientras lo observas, el veneno negro que mancha la corriente solo... desaparece. Incluso verlo por segunda vez no lo hace menos impactante.

- Todavía no puedo creer que hayan hecho eso...

- No podríamos haberlo hecho sin ti.

Ella te acaricia la mejilla con cariño.

- Tú, querida, perteneces aquí más de lo que crees.

• ୨❀୧ •

Más tarde, en la Guarida... Jimin te encuentra sola en tu habitación.

- Marisa, me temo que no puedes quedarte aquí está noche. Debes volver con tu tío.

- Espera, ¿qué? ¿Qué pasó con el señor Compromiso de por vida?

- Mañana es la luna llena.

Lo dice sin especial énfasis, pero puedes sentir tanto su humildad como su opresión ante la idea.

- ¿Entonces lo que Morgan me dijo es cierto?

Un músculo de la mandíbula de Jimin se tensa al escuchar ese nombre.

- Si te dijo que todos los hombres lobo se convierten en su forma Primigenia, es cierto. La luna llena es un momento para volverse salvaje. Nosotros... no podemos hablar, ni siquiera entender lo que nos dicen.

- Jimin, algo ocurrió durante la primera cacería. Quería contártelo. Creo que la magia Primigenia actuó en mí, de alguna manera. Ahora puedo entender a los animales.

- ¿De verdad? Eso es increíble...

- Así que el hecho de que no puedan hablar, no debería ser un problema.

Él sacude la cabeza.

- No es una cuestión de lenguaje o de comprensión. Incluso entre los nuestros, las noches de luna llena son... intensas. Quién no forme parte de la Manada no está a salvo con nosotros.

- Ah...

- Tú y los demás piel de lobo deben mantenerse alejados de nosotros mañana.

Él hace una mueca y puedes sentir cómo le duele decirlo.

- No puedo arriesgarme a que estés cerca de mí mientras haya luna llena. Nunca me perdonaría hacerte daño.

- Jimin... Nunca estoy a salvo cerca de ti. Siempre estoy en peligro cuando estás cerca...

Te encuentras con su mirada apasionada y sientes que su deseo crece, haciendo eco del tuyo, profundo y poderoso.

- Marisa, debes saber que nunca te haría daño por voluntad propia... En cualquier forma que no te guste.

Él se queda, como si no quisiera separarse de ti todavía. Toca tu mejilla con un dedo tembloroso y lo sientes como fuegos artificiales contra tu piel.

- Jimin...

- Sé que esto es lo que debemos hacer. Lo que todos los lobos han hecho siempre, pero no quiero que te vayas... Debes jurar que volverás. No puedo soportar la idea de que te vayas para siempre.

- Ya hablamos de esto. Sé que quieres que me comprometa...

De repente, te atrae hacia sus brazos y te habla con voz ronca y baja... llena de deseo...

- No. No es momento de pensar en esas cosas. Es un momento para el desenfreno, para el impulso, para el placer. No puedo hacer planes más allá de mañana, pero te ruego que me permitas darte una razón para volver a mí...

- Todavía tenemos esta noche... Aprovechémosla al máximo.

Te inclinas hacia él, agarrando su camisa, y eso es todo el permiso que necesita para besarte con avidez, deslizando las manos hacia la base de tu cráneo para mantener tu boca en la suya. Él te arranca la blusa, dejándote el pecho desnudo, listo para sus besos, y apenas te das cuenta de lo que estás haciendo mientras lo liberas de su ropa... Pero incluso cuando sus manos se acercan a tus pechos, aparta su boca, jadeando.

- Marisa... no puedo.

- Deseo que te quedes.

- Y yo también te deseo... con desespero, pero no deseo hacerte daño.

- ¿Y si yo deseo que lo hagas?

Él te mira con incredulidad.

- No soy yo durante la luna llena.

- La luna llena no es hasta mañana. En estos momentos sigues siendo tú.

- No sabes lo que dices. Ya está comenzando, la transformación, el... desenfreno.

- Lo sé... Puedo sentirla en ti. Como un cable tenso... listo para romperse.

- No te pondría en peligro...

- No me importa un poco de peligro. Me gusta caminar por el lado salvaje.

- Cuando te dije que no somos monstruos, dije la verdad.

Sus ojos se clavan en ti, y puedes sentir lo desesperado que está porque lo entiendas.

- Pero hay un monstruo dentro de nosotros y cuando salga la luna, se desatará.

- Muéstrame. Déjame sentir lo que tú sientes.

Vuelves a entrar en su abrazo, cerrando los ojos mientras apoyas la cabeza en su pecho y sientes los latidos de su corazón. Un ritmo salvaje que no es diferente al tambor de la ceremonia de vinculación. Primero sientes la transformación a través del Vínculo que los une, una oleada de furia y hambre que hace que tu sangre se dispare. Entonces, la piel desnuda bajo tu mejilla se vuelve rústica cuando brota una fina cubierta de pelo.

- Oh...

Hipnotizada, ves cómo se transforma, volviéndose enorme... poderoso... monstruoso....

- Marisa...

El gruñido gutural de tu nombre hace eco de la atracción del Vínculo entre ustedes. Al tocar su pelaje, solo ves a Jimin devolviéndote la mirada... sin importar cómo se vea ahora.

- Aquí estoy. Todavía no me has corrido.

La energía crepita entre ustedes. Sientes el poder dentro de él, la fuerza, la ira animal... y su lujuria por ti por encima de todo. Sus ojos brillan de un color dorado mientras se queda quieto y tú le pasas una mano por el músculo del pecho. Sientes las ganas que tiene de agarrarte, de lanzarte a la cama, de arrancarte el resto de la ropa... y cómo lucha contra el impulso.

- ¿Lo ves? Perfectamente segura.

Te acercas, rodeándolo con tus brazos, y él se pone tenso antes de envolverte en sus enormes brazos.

- Grrr...

Un gruñido reverbera en su pecho y entonces su cuerpo vuelve a adquirir proporciones humanas entre tus brazos.

- Listo. ¿Ahora lo entiendes?

La sangre te bombea rápido y los dos pueden sentir todavía la naturaleza salvaje que él lleva dentro, muy cerca de la superficie, infectándote.

- ... Sí.

- Todavía tengo el control de mí mismo, por ahora... Pero será más difícil con cada segundo que pase...

Su respiración se acelera.

- Debes irte ahora. No puedo prometer que pueda... contenerme mucho más tiempo.

- Entonces... No te contengas. No me importa. Te deseo. Ahora. No hay que esperar más.

Sus ojos brillan de un color dorado y amenazante.

- No me tientes, Marisa. No estoy en condiciones de resistirte esta noche.

Pones una mano en su amplio pecho y el contacto es electrizante. Él aspira una bocanada de aire.

- Sé lo que estoy haciendo.

Su mirada va a tu mano, luego a tus labios, y el dique de su autocontrol se rompe. Te agarra de repente por los brazos y te besa con una pasión brutal, arrastrándote en una marea de lujuria. Con un solo movimiento, te levanta y te arroja sobre la cama. Su sólido peso te inmoviliza, con grandes manos que te sujetan las muñecas.

- ¿Estás segura? Ser delicado puede ser difícil esta noche. No quiero hacerte daño.

- Jimin.. Confío en ti. Puedes sentirme como yo te siento a ti, ¿verdad? Así que sé que no llevarás las cosas demasiado lejos.

- Detenme si lo hago.

Él te besa ferozmente, despojándote con impaciencia del resto de tu ropa. Te mira, contemplando con reverencia cada centímetro de piel desnuda, antes de bajar la cabeza para plantar besos voraces a lo largo de tu cuello y pecho.

- ¡Oh!

- Por todos los cielos, Marisa, he esperado este día por demasiado tiempo...

Sus manos recorren tus pechos con desespero, luego tus piernas... Tu cuerpo vibra con una sensación de absoluta certeza de que esto es lo que has estado deseando, lo que te ha faltado durante tanto tiempo... Recorres los sólidos músculos de su espalda con tus manos, deleitándote en su contacto, en su poder, fuerza, ferocidad... Todo para ti.

- Jimin... por favor...

Ninguno de los dos tiene paciencia para esperar más. Con urgencia, te separa los muslos y se coloca sobre ti, aumentando el deseo entre ustedes. Su voz se vuelve un gruñido gutural, como si estuviera demasiado excitado para hablar.

- ¿Así?

Con un movimiento repentino, sus caderas se acoplan con las tuyas y cubre tu boca con la suya mientras sus cuerpos se unen. A través del Vínculo, el placer se duplica : la dura arremetida de su cuerpo contra el tuyo, la suave entrega de tu cuerpo al suyo...

- ¡Sí!

El Vínculo de su alma parece incendiarse y sientes que su mente escucha, comprende... sabe lo que tu cuerpo desea sin que lo digas.

Cierras los ojos, sintiendo cómo responde a tu deseo de delicadeza, arqueándote hacia él mientras te besa la garganta con gentileza, moviéndose sensualmente sobre ti... Los dos están más allá de las palabras, más allá del pensamiento, impulsados por la necesidad básica de unirse... para ser uno.

- ¡Jimin!

Mientras gritas, sus movimientos se vuelven más erráticos, arrastrando cada chispa de placer hasta que es muy abrumador. Él deja caer su cabeza contra tu hombro y tú le tomas la cara para darle un beso apasionado mientras llega su propio pico de placer.

- ¡Marisa!

• ୨❀୧ •

Un rato después, sientes que el calor del abrazo de Jimin te abandona mientras te adormeces...

- Duerme bien, mi amor. Te veré cuando la luna se oculte mañana.

Él aprieta un beso en tu mejilla antes de irse...

• ୨❀୧ •

Es solo la tarde siguiente, pero parece que ha pasado una década, cuando vas al pueblo con Layla. Ella enlaza su brazo con el tuyo mientras caminan por la avenida principal.

- Esto será muy divertido. Tendremos una noche de chicas... Cena, baile...

- Estás de un sorprendente buen humor.

- ¿Por qué no debería estarlo?

- Es que... nos exiliaron de tu casa mientras tu pareja se convierte en un animal salvaje por una noche...

- Ah, eso. No te equivoques, me encanta la vida en la Manada, pero las lunas llena son... unas vacaciones. ¡Me visto bien, como en un restaurante elegante y salgo a bailar toda la noche!

Ella se acaricia el vientre de manera significativa.

- Claro que ahora me quedo dormida como a las ocho, pero al menos puedo hacer la parte del restaurante... ¡Ah! Y esta es mi boutique favorita.

- ¿Te refieres a la única boutique del pueblo?

- Hey, Hunt's Peak es muy pequeño y hay que sacarle provecho a lo que se pueda.

Las dos entran y Layla examina los percheros con experticia mientras tú la sigues.

- Para ser un pueblito, este lugar tiene una selección estupenda. Definitivamente, tienes que probarte este.

- Y yo que pensaba que ibas a comprar para ti.

- No cuando tengo ocho meses de embarazo. Además, has estado viviendo en el bosque y durmiendo en una cueva. Date un gusto.

Ella te hace un guiño y habla con voz cantarina.

- Y quién sabe con quién nos podemos encontrar mientras estamos de fiesta...

- No es que Jimin vaya a estar allí. Me dejó claro que no lo veré hasta que se oculte la luna.

- Hey, no está prohibido coquetear un poco. ¡O solo hazlo por mí, tu amiga demasiado embarazada que ya no cabe en su ropa favorita!

- Es bonita, pero ¿qué haría con ella en la Guarida?

- Sí, es cierto. La Guarida y la moda no se llevan bien.

Ella vuelve a poner el atuendo en el perchero con pesar.

- Siguiente parada, la comida. ¡Mamá necesita almorzar!

• ୨❀୧ •

Layla te lleva a su restaurante favorito, donde pide descaradamente un plato de, literalmente, todo.

- Wow. Estaré realmente impresionada si consigues terminar la mitad de eso.

- Cuando tengas la oportunidad de comer comida no cocinada al fuego, aprovéchala, cariño.

Los platos llenan toda la mesa y ella te lanza una mirada socarrona entre bocado y bocado de cada plato.

- Entonces... ¿ya te acostaste con Jimin?

Te atragantas con la ensalada.

- ¿Disculpa?

La socarronería desaparece y ella bebe un sorbo de agua antes de mirarte con seriedad.

- Bien, bien, quizás no sea asunto mío, pero de verdad, nunca lo había visto actuar así. ¿Sinceramente? Antes me parecía un poco... aterrador.

- Puede ser intimidante, sí... ¿pero aterrador?

- Es que siempre estaba muy enfocado en su deber con la Manada... Nunca me lo hubiera imaginado enamorado.

- Pero... ¿crees que lo está...?

Poco a poco, ella te muestra una sonrisa.

- No lo sé. No estoy vinculada a él, pero sí que está diferente desde que llegaste.

- Háblame de Jimin. ¿Él e Isobel estuvieron... juntos? Le forma en que se comporta con él, es como si él le perteneciera...

- En realidad, no lo sé. Para ser sincera, no quiero saberlo, y de todos modos, sea cual sea su historia, seguirá siendo historia.

- ¿Cómo puedes estar tan segura?

- Cariño, ¿lo has visto? Apenas puede apartar los ojos de ti. Creo que incluso lo he visto sonreír dos días completos seguidos. Eso nunca había ocurrido.

- Es bueno saberlo...

- Ay, por Dios, estás toda sonrojada.

- ¡No es cierto!

Comes en silencio durante un rato, asimilando todo lo que Layla te contó. Finalmente, ella deja el tenedor y su actitud burlona se vuelve seria.

- Pero de verdad. ¿Cómo estás? Bromeo, pero esta debe haber sido una semana infernal para ti. ¡Es que pensaste que te ibas de vacaciones y ahora formas parte de una manada de hombres lobo!

- Es... demasiado. Todavía estoy intentando asimilarlo todo, supongo.

- Y mira, no pretendo obligarte a ti y a Jimin a estar juntos. Puedes sentirte como quieras. Solo quiero que los dos sean felices. Sea lo que sea que eso signifique.

- Yo... Creo que me estoy enamorando de él.

Layla se queda boquiabierta.

- Men-ti-ra.

- ¡Chsss! No puedes decir nada.

- Bueno, no lo haré, pero... sabes que está loco por ti, ¿verdad?

- Lo sé, lo sé. Solo que aún no estoy preparada para decir nada, ¿sí?

Layla dibuja una X imaginaria sobre su corazón.

- El ratón me comió la lengua... pero me alegro muchísimo por ustedes.

• ୨❀୧ •

Terminan la comida y salen juntas.

- Hey, tengo que ir a mi apartamento y descansar un poco antes de nuestra gran noche, pero nos veremos en ro bar más tarde, ¿sí?

- Prepárate para el festejo de tu vida.

- Siempre estoy preparada.

Cuando se separan, te encuentras mirando el Lejano y verde borde del bosque, con una extraña sensación que te recorre. Aunque ahora estás muy lejos de Jimin, a medida que el sol se oculta, empiezas a sentir su cambio... La energía surge a través del Vínculo. Se siente ruda y animal, magnética... irresistible... Antes de que te des cuenta de lo que estás haciendo, tus pies te llevan al borde de los árboles...

- Jimin... sé que estás cerca.

- ¿Qué crees que estás haciendo aquí?

Isobel se encuentra justo al otro lado de la línea de árboles. Entonces miras sus ojos...

- La luna está a punto de...

Miran juntas hacia arriba mientras los últimos rayos de sol se esconden en el horizonte. Te paralizas en el sitio, viendo cómo el cuerpo de Isobel se extiende hasta una altura inhumana, el pelaje y los dientes brotan, y sus ojos brillan con ira y letalidad.

- ¡No!

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top