ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪɪɪ : ᴜɴᴀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅᴇʀᴀ ʟᴏʙᴀ
La Manada se ha reunido en el campo de batalla una vez más... esta vez para ver a Morgan enfrentarse a Jett.
- Esto no es justo. Morgan no puede transformarse como Jett. ¡La hará pedazos!
Jimin aprieta los labios en una fina línea, y sabes que la situación le desagrada tanto como a ti.
- Jett tiene el derecho, por la ley de la Manada. Desde que declaré a Morgan miembro, está sujeta a nuestras reglas.
- ¡Pero podría matarla! Supongo que tienes razón. Si rompes las reglas por ella en este momento, nunca la aceptarán.
- Es el camino. Debe demostrarle a la Manada que es una verdadera loba.
Abrumada por los nervios, te muerdes el labio y observas a Morgan mover su cuerpo con ansiedad en el terreno. Su miedo es un escalofrío embragiador y palpitante que se extiende a través del Vínculo.
- Puedes hacer esto...
Jett entra al terreno frente a ella, mirándola fijamente.
- Vamos.
- De acuerdo.
Él se transforma en su forma Primigenia con un aullido de rabia y arremete contra ella. Morgan retrocede, moviéndose de un lado a otro.
- ¡Lucha... conmigo...!
Sientes el intento desesperado de ella de recurrir a la magia Primigenia, esforzándose por encontrar su propia forma Primigenia. Pero Jett se le echa encima demasiado rápido, con sus garras afiladas como dagas dejando rastros rojos y brillantes en su hombro desnudo.
- ¡Ah!
- ¡Aah!
Sientes el dolor como propio, al igual que te paso con Jimin, una ola caliente que reverbera a través de ti mientras Morgan lucha por incorporarse, jadeando.
Observas a Jett dando vueltas, siguiéndola con tus ojos y tu nariz, y te das cuenta de que se está moviendo para ponerse a favor del viento, para quitarle a Morgan su mejor forma de rastrear.
¡El pánico de ella se apodera de ambas, a través del Vínculo, y te sientes paralizada mientras Jett se abalanza sobre Morgan como un camión de carga! Ella lo escucha cuando se precipita hacia su posición y se agacha un instante antes de tiempo. Jett la golpea de costado, haciéndola gritar.
- ¡Ahhh!
- ¡No!
- ¡Eres muy lenta!
Morgan gira, jadeando con fuerza y buscando alguna pista sobre el siguiente movimiento de él. Puedes sentir la sangre resbaladiza derramándose por su hombro, metiéndose en los pliegues de su puño.
- Ven... a... buscarme. Si... es que... puedes.
Jett se desplaza repentinamente a la izquierda de Morgan, rodeándola... Ella se hacia él con un último esfuerzo para dar un golpe, ¡pero tropieza y cae!
- ¡No!
Él se abalanza sobre Morgan con furia, con sus garras rasgando su piel una y otra vez.
- ¡No!
Ella se tambalea hacia atrás, tratando de alejarse, pero Jett parece estar en todos lados a la vez. Sus garras aterrizan en su brazos, su pecho, su mejilla, la sangre corre por todas partes, manchando la tierra a sus pies.
- Rrrrr.
- ¡Aaaaaah!
- ¡Auu!
Su dolor es un pulso constante que estremece los pensamientos y que resuena a través del Vínculo. Sangrando y cojeando, Morgan se levanta de nuevo, con la cara tan manchada de sangre que apenas es reconocible.
- Ríndete... humana...
- No.
Miras a Jimin de forma suplicante.
- ¡Jett demostró su punto! ¿Cuánto tiempo vas a dejar que esto continúe?
Él te mira, luego a los competidores injustamente emparejados en el terreno.
- ¡Basta ya!
Jimin entra al terreno, separándolos. Se dirige a Jett, con un tono de advertencia, aunque sus palabras son respetuosas.
- Morgan te ha enfrentado en combate y ha demostrado ser más débil. ¿Estás satisfecho con el resultado?
En su forma Primigenia, incluso la sonrisa de Jett parece decididamente amenazante.
- Soy... el vencedor...
- Lo eres.
- Ella... debería decirlo.
- Eres... el vencedor.
- Suficiente. Lo admite. Ahora tenemos que ocuparnos de su heridas.
Pasas por delante de Jett y Jimin, que te dejan ayudar a Morgan a salir del terreno. Los susurros y comentarios de la Manada las siguen mientras se alejan.
- ¡Duró más de lo que esperaba!
- Tiene agallas, lo reconozco.
- Una mujer loba que no puede transformarse no tiene lugar en la Manada.
Sin la adrenalina de la lucha para sostenerla, Morgan se hunde contra ti, apenas consciente de sus numerosas heridas.
- ¿Marisa...?
- Tenemos que llevarte a un hospital.
- No puedes llevarla a un médico humano, Marisa. ¿Cómo explicarías sus heridas?
- ¡Pero necesita ayuda!
- Marisa, no. No voy a... poner en peligro a la Manada.
- Llévala a la laguna curativa. Si tiene alguna conexión con la magia Primigenia, la encontrará ahí.
- Un chapuzón... suena bien.
- No quiero arrastrarla por el bosque si no estamos seguros de que servirá de algo.
- Está bien, Marisa. La magia Primigenia obviamente no tiene utilidad para mí de todos modos.
Hace una mueca de dolor, examinando un largo rasguño que sangra en su bíceps.
- Pero un poco de jabón y vendas estaría bien...
• ୨❀୧ •
Un día después... Te sientas con Morgan, sonriendo mientras los otros miembros de la Manada se acercan y hablan con ella como si siempre hubiera sido una de ellos.
- Morgan... Parece que las cosas están mejorando.
- Es cierto. Nunca podría haber imaginado todo lo que me estaba perdiendo, todo lo que me quedaba por aprender.
- Me lo dices a mí.
- ¿Quién iba a saber que todo lo que se necesitaba era dejar que Jett me golpeara sin sentido?
Noemí sonríe desde donde está sentada con las piernas cruzadas bajo un árbol.
- Fue mucho más que eso. No retrocederías ante un desafío que no pudieses esperar ganar. Eso es exactamente lo que nosotros debemos hacer cada día.
Pero al otro lado del claro, Isobel está hablando con Callum, observando a Morgan con una cara amarga.
- ... La abandonaron por una razón.
- No es justo...
- No parece que Isobel esté muy impresionada.
- Incluso Jett es más agradable que ella.
Isobel continúa, Callum se mueve incómodo a su lado.
- Ella ni siquiera puede ver, y mucho menos transformarse. ¿Cómo se supone que vamos a tratarla como un miembro de la Manada?
- Jimin cree que tiene conocimientos del mundo humano que pueden sernos útiles.
- Lo único que necesitamos saber es cómo planea Sayre atacarnos a continuación, cosa que Morgan no nos dirá.
Para tu sorpresa, escuchas una voz conocida que se dirige a Isobel.
- Hey.
Te sorprende ver a Zane ahí. Tu reconocimiento en la Manada parece haberle dado un nuevo lugar a él también.
- Eso no es justo... lo que acabas de decir sobre Morgan. No entiendes a lo que tuvo que renunciar, ¿de acuerdo?
Isobel mira el lugar sombreado donde Zane se ha unido tímidamente a otros piel de lobo. Lo mira con desagrado.
- ¿Quién eres tú? ¿Ese piel de lobo que trabaja para nuestro mayor enemigo?
- ¿Qué otra cosa se supone que debe hacer, Isobel? Si la Manada no abandonara a los piel de lobo para que se valieran por sí mismos en el mundo humano, Zane no habría tenido que sufrir bajo el mando de Sayre todo este tiempo.
Él tiene la cara roja y tiembla un poco, pero con tu apoyo, se recupera.
- Ninguno de ustedes entiende lo que es tener que ganarse la vida en el pueblo. Si Morgan pudiera ayudarnos, estoy seguro de que lo haría. Igual que lo haría yo. Pero el señor Sayre hace las cosas con discreción, ¿entiendes?
El labio de Isobel se curva, pero ella solo se da la vuelta.
- Lo siento, Marisa. No quise avergonzarte...
- No lo hiciste. Es agradable tener a alguien más dispuesto a enfrentarse a ella.
- ¿Sí? Bueno... Está bien, entonces. Me alegra haber dicho algo.
Jimin sale de la Guarida, apaciguado a Isobel con una mirada.
- ¡Es hora de cazar!
Su anuncio desencadena una oleada de actividad entre la Manada. Has aprendido que esta es su forma favorita de entrenamiento, el equivalente a un deporte y una noche en su restaurante favorito.
- Creo que esta vez no voy a participar.
Layla se pone una mano en la espalda, apoyándose para contrarrestar el creciente peso de su vientre. Callum la rodea con un brazo, apoyándola.
- Me quedaré contigo.
Vuelven a entrar mientras tú das un paso para unirte a la multitud que rodea a Jimin, hasta que te detiene la mano de Isobel en tu hombro.
- Oh, no creo que Morgan y tú sean necesarias en este momento.
- Es una cacería. Todo el que esté capacitado puede ayudar.
- Solo nos retrasarían.
- Isobel... He ayudado en una cacería antes.
- Define "ayuda".
- Según recuerdo, estábamos cazando para ayudarte a recuperar tus fuerzas.
Demasiado tarde, recuerdas que era el dardo tranquilizante de Morgan del que Isobel se estaba recuperando. Ella te lanza una mirada asesina.
- Hoy soy muy capaz de cazar por mi cuenta.
Isobel gira sobre sus talones y se aleja. A tu lado, Morgan se muerde el labio.
- Tal vez esté bien quedarnos atrás...
Para tu sorpresa, Noemí sacude la cabeza ante las palabras de ella, acercándose.
- La caza es el corazón de lo que nos une como Manada. Nunca serás aceptada si no puedes participar...
- Esta es solo otra forma que Isobel está usando para forzarte a abandonar. Tenemos que ir.
• ୨❀୧ •
El bosque está oscuro para cuando la caza comienza. Sigues las colas ondulantes de los lobos, olfateando el terreno frente a ti.
- Jrr...
- Jrff...
- Shrff...
Morgan y tú llevan lanzas, el arma preferida de la Manada para sus aliados piel de lobo. Ella se agacha y olfatea el suelo, luego borra algunas de las huella de las pezuñas de Tyler con su bota y te hace una sutil inclinación de cabeza.
- Tyler está a salvo en casa de mi tío, ¿verdad?
- Sí, pero huele como si hubiera rebuscado aquí a veces. No te preocupes, si la Manada se dirige hacia él, los alejaremos.
Te cuesta seguir el ritmo en tu forma humana, aunque Morgan parece no tener problemas.
- Te juro que la última vez no fue tan difícil...
- Ellos tienen la ventaja de tener cuatro patas.
- Pero tú lo estás haciendo bien.
- Crecí en estos bosque, Marisa. Tuve que aprender a atravesarlos.
- Yo solo te estoy retrasando. Tal vez debería ir a explorar con los otros piel de lobo como la última vez. O volver y quedarme con Layla.
Morgan reduce la velocidad para igualar tu ritmo.
- Vinimos aquí para probar que Isobel se equivoca, ¿recuerdas? Solo aguanta un poco más.
- Lo intentaré.
Obligas a tus cansadas piernas a seguir adelante. Más adelante, los lobos saltan con elegancia por un estrecho arroyo. Doblas el paso, saltando en el último momento...
- ¡Yaaah!
... ¡Y aterrizas a salvo en el otro lado! Con un ligero golpe, Morgan aterriza a tu lado.
- Ves. Lo estás logrando.
Tus pantorrillas arden mientras te esfuerzas por alcanzar a los lobos. A tu lado, ella está sudando y respirando con dificultad.
- ¡Ai ai rai!
Puedes oler el rastro del ciervo que Isobel captó, y sigues a la Manada con facilidad cuando se desvían para seguirlo.
- ¡Está cerca!
Pero a medida que aceleran su ritmo hasta convertirlo en una carrera sin freno, puedes sentir que te quedas atrás... Mantienes la vista en el suelo, tratando de asegurarte de no tropezar en la espesa maleza, y para cuando levantas la vista, ya has perdido de vista a la Manada.
- Mierda...
Incluso Morgan va por delante de ti, con la lanza agarrada con fuerza en una mano. Te esfuerzas por alcanzarla, pero la respiración te arde en la garganta, tus músculos ceden ante el prolongado esfuerzo.
- Agh...
- ¡Todavía podemos alcanzarlos!
Los gritos de la Manada te impulsan hacia delante, con la emoción de la persecución en tu sangre. Pero tu cuerpo flaquea. Falla. Por mucho que lo intentas, no es suficiente.
- Soy... demasiado humana... para esto...
El latido acelerado en tu pecho se siente como el golpeteo de los tambores de la Manada. Tus pies en el suelo del bosque no tardan en encontrar el mismo ritmo, un ritmo que viene de algún lugar más allá de ti, de todo lo que te rodea... Y empiezas a sentir el poder creciente de la magia Primigenia en lo más profundo de tu ser. Una fuerza poderosa acecha en tu interior, lista para acudir cuando la llamas. Una criatura de dientes y garras que no se cansa... Todo lo que tienes que hacer es liberarla.
- Quizás no tenga que ser humana...
Escuchas el aullido de la Manada en la distancia mientras se acercan a su presa. Morgan gira la cabeza, alerta al instante, antes de emprender de nuevo el rumbo, atraída por la llamada de la caza.
- ¡Vamos, nos estamos quedando atrás!
- ¡Voy justo detrás de ti!
Te esfuerzas por seguir el ritmo de Morgan y de la Manada, con el corazón palpitando con fuerza, corriendo lo más rápido que puedes... y luego más rápido... De repente, sientes que tus piernas salen disparadas debajo de ti, que tu cuerpo se estira horizontalmente. Ahora corres más cerca del suelo, el verde del bosque se difumina a tu paso. Y sin ni siquiera intentarlo... te transformas.
- ¡ArrUUUUuu!
- Marisa, eres...
Ahora tienes cuatro patas, no dos, y desarrollas una velocidad increíble, rebasando a Morgan y alcanzando fácilmente al resto de la Manada.
- Jrrf... Jrrf...
Los lobos giran sus cabezas al captar tu olor.
- ¿Jruff?
- ¡Arrruf!
Isobel y Jett se quedan totalmente impactados. Jimin viene corriendo hacia ti, sintiendo el cambio al instante. Lees el asombro en sus ojos antes de que salte juguetonamente sobre tu espalda, lamiendo tu cara con excitado afecto.
- ¡Aaaaauuuu!
- ¡Jrff!
Corres junto a él, ocupado fácilmente su posición juntos al frente de la manada, con el corazón lleno de la grandeza de tu nueva gracia y poder. Jimin se separa mientras lidera la embestida final, y te das cuenta de lo que debes hacer junto con el resto de la Manada.
- Rrr...
Isobel gruñe, y tú te abalanzas sobre ella, apartándola del camino para ocupar su lugar. El resto se pone en fila detrás de ti. Juntos, se mueven sin problemas, como si formaran parte de una sola criatura, sin necesidad de hablar. Con una maniobra hábil, ayudas a separar a un ciervo de su manada, rodeándolo, mordiendo sus pezuñas...
- ¡Blaaart!
Pero incluso cuando la Manada se acerca, saltando y mordiendo al ciervo, se escucha el sonido repentino de una lanza de madera que pasa infaliblemente entre los lobos para hundirse profundamente en el corazón del ciervo.
- ¡Orrk!
Levantas la vista para ver a Morgan, con el brazo aún en el aire por haber lanzado la lanza.
- ¡ArUUuu!
- ¡Arruu!
Los otros lobos se agolpan, listos para desgarrar la carne, pero Jimin se pone delante de ellos.
- Jrff...
Los demás retroceden, cediendo ante el Alfa. Él arranca un trozo de carne de la garganta del ciervo y lo deja caer a los pies de Morgan, transformándose en humano.
- Morgan, esta es tu presa. Es tu derecho comenzar el festín.
- Mmm... ¿genial?
Observas con hambre, con la saliva goteando de tus mandíbulas, cómo ella se atraganta con un bocado de la carne cruda y goteante. Echas la cabeza hacia atrás y aúllas en celebración con el resto de la Manada.
- ¡Auuuuuuu!
Cuando te sientes satisfecha, Jimin te aleja de los demás, que están con las mandíbulas hundidas en el cadáver caliente y no se dan cuenta. Una vez a solas, te transformas de nuevo en humana, pero el triunfo y la adrenalina de la caza en forma de lobo te acompañan.
- Jimin... Ahora soy realmente tu Novia Loba...
- Siempre supe que lo eras.
Conmovido, te atrae hacia un fuerte abrazo, levantando tus talones del suelo.
- No podría estar más orgulloso.
- No sé cómo, pero en cuanto lo intenté, fue como si la loba estuviera ahí mismo, esperándome. Como si estuviera lista para ser liberada.
Jimin rodea tu nuca con la palma de su mano y te besa con fuerza.
- Lo has hecho muy bien, mi amor. Eres una con la magia Primigenia.
• ୨❀୧ •
Más tarde, la Manada descansa tranquilamente alrededor de la Guarida como una... bien alimentada manada de lobos, reposando lo que comieron. Te sientas al lado de Morgan, sonriendo mientras ella disfruta de alguno que otro cumplido somnoliento...
- No pensé que fuéramos a lograrlo. ¡Al menos hasta que hiciste ese lanzamiento!
- ¡No necesitamos lanzas humanas para hacer nuestras matanzas!
- ¡Tú las necesitaste aquella vez!
- Creo que voy a dormir temprano esta noche.
Jett te da la espalda y se aleja hacia su propio lugar. Contienes la respiración, con la esperanza de no haber empezado nada, pero nadie parece dispuesto a seguirte.
- Fue una buena cacería. Una buena matanza.
- Parece que has causado una buena impresión, Morgan.
- Vale la pena vomitar carne de ciervo cruda.
Intentas no pensar en qué hay exactamente en la cálida plenitud de tu estómago... Jimin se pone de pie, las mira con orgullo, y las conversaciones a tu alrededor quedan en silencio.
- Morgan ha demostrado ser una cazadora capaz, ¡un miembro de la Manada!
Callum aplaude, dándole una palmada en la espalda de ella.
- ¡Bienvenida, hermana!
- ¡Hey, hey!
Jimin se voltea hacia ti, sin poder ocultar el orgullo que brilla en su sonrisa.
- Y, como muchos de ustedes vieron, ¡Marisa ha liberado su loba interior y ha demostrado ser una auténtica Novia loba!
La Manada aúlla en señal de aprobación, y tú no puedes evitar sonrojarte ante tanta atención.
- No fue nada.
- Marisa, nuevamente confirmaste mi fe en ti. Estoy deseando ver cómo tu influencia da vida al futuro de nuestra Manada.
- Muchas gracias, honorable Sacerdotisa.
Jimin te acerca a él, te hace retroceder y te besa apasionadamente delante de toda la Manada, que grita y vitorea, algunos con sugerencias lascivas.
- ¡Busquen una habitación!
Cuando te separas, estás sin aliento, con las mejillas calientes. Él te habla en voz baja, solo a ti.
- No podría haber encontrado una mejor persona para compartir mi vida, Marisa. Solamente espero ser digno de ti.
- Aprendes rápido. Estoy segura de que te pondrás al día.
Jimin sonríe, y luego se dirige a la Manada con el brazo todavía bien sujeto a tu cintura.
- ¡El futuro de nuestra Manada está asegurado!
- ¡Sí!
- ¡Wuuuu!
Isobel se pone de pie, y los vítores restantes se apagan ante la mirada fría de su rostro.
- Si la habilidad de una humana para matar en una cacería es todo lo que se necesita para unirse a la Manada, entonces deberían aceptar a lo peor de ellos.
- ¡Morgan no es humana!
- Tampoco es una loba.
- ¿A dónde quieres llegar?
- Isobel... ¡Siéntate y cállate!
- ¡Cómo te atreves!
- Todos aquí sabemos que odias a los humanos. Si queremos volver a escucharlo, te lo pediremos. Mientras tanto, ¡guárdatelo!
Puedes sentir la magia Primigenia fluyendo alrededor de Isobel, y sus piernas se alargan, sus brazos se engrosan mientras se acerca a los límites de su forma Primigenia.
- Puede que tú hayas encontrado tu conexión con la magia Primigenia, pero eso no significa que Morgan lo haga. Y si no lo hubieses influenciado con tus puntos de vista humanos, Jimin jamás habría dejado entrar a alguien como ella a nuestras filas.
- ¡Marisa tiene tanto derecho a hablar como tú, Isobel!
Te sorprendes al ver que el tío Zane se levanta, saliendo del lado de la cueva donde se han reunido los demás piel de lobo.
- Los piel de lobo no debilitan a la Manada. ¡Somos la diferencia entre la extinción y la supervivencia!
Te quedas sin palabras cuando Zane te señala.
- Mi sobrina es tu maldito futuro. Ha intentado encajar aquí, pero ¿tú qué has hecho? ¡La has alejado en todo momento!
- Tío Zane, no tienes que...
- Morgan renunció a todo para elegir a la Manada, ¡incluso después de que la Manada renunció a ella! Eso es valentía en comparación a ti. Verdadera valentía.
No puedes evitar que una sonrisa se extienda por tu rostro al ver la expresión cada vez más agria de Isobel.
- No puedes hablarme así...
- Gracias, Zane, considero que tu punto de vista ha quedado claro.
Un poco nervioso, Zane pierde energía. Te hace una última y significativa inclinación de cabeza antes de regresar, y tú hablas en voz baja.
- Gracias.
- Estás fuera de lugar, Isobel. Marisa es tan miembro de la Manada como cualquiera de nosotros.
- ¡Bien! Entonces, como parte de la Manada, asumo que estás dispuesta a defender tu lugar con uñas y dientes, tal como lo hizo Morgan. ¿O eres demasiado cobarde?
- ¿Disculpa? ¿Quieres que luche contigo?
- ¡Eso no es justo!
- ¿Te niegas?
Jimin se inclina, murmurando en voz baja.
- Esto tenía que pasar eventualmente, Marisa. Podría ser una buena oportunidad para que le muestre a la Manada tu fuerza. Si no te sientes capaz de igualar la de ella... Intervendré si parece que te lastimará, pero no creo que sea necesario. Puedes con ella.
- ¿Sabes qué? Hagámoslo.
- Excelente.
• ୨❀୧ •
De camino al campo de batalla, Jimin y Morgan te instruyen.
- Escucha. Independientemente del dominio que hayas obtenido de la magia Primigenia, ahora es el momento de usarla. No te pongas nerviosa. Isobel seguramente no lo hará.
- Oh, no hay peligro alguno.
- También puedes usar su temperamento en su contra. No le gusta que la consideren débil.
- Es más rápida que la mayoría de los otros lados. Deberías atacar primero si quieres mantenerla desequilibrada. Y si puedo ayudar en algo, como tú me ayudaste, lo haré.
- Está bien, Morgan. Esta es una pelea que tengo que llevar acabo por mi cuenta.
Isobel cruza los brazos con impaciencia mientras espera dentro del terreno.
- ¿Terminaste? No creo que necesites tu boca para el duelo.
- Estoy... Más que lista para ti.
- Jmph.
Se rodean en el terreno, Isobel se burla, mientras la adrenalina recorre tu cuerpo, haciéndote saltar. La observas de cerca. Parece estar reuniendo fuerzas, preparándose para un poderoso golpe...
- ¡Yaaaaah!
Saltas hacia ella en una repentina carrera y te diriges directamente a su rostro gruñón. Sus manos atrapan las tuyas antes de que puedas golpear, y en lugar de eso, forcejean, igualando fuerza con fuerza.
- Te has hecho fuerte, cachorrita.
- ¡Más fuerte que tú! Hey... Te comportas como una vieja. Pareces cansada. Está bien, tus reflejos no son lo que solían ser.
- ¡No creas que puedes distraerme, cachorrita!
Ella desciende, barriendo tu rodilla con una patada redonda que enorgullecería a Bruce Lee.
- ¡Ufff!
A medida que el duelo avanza, vas encontrando el ritmo, asestando y esquivando suficientes golpes como para sentir que tu confianza aumenta. Pero entonces Isobel te tira al suelo de repente, levanta la cabeza, y...
- ¡Awuuu!
¡Los agudos ojos de Isobel te miran ahora desde la cara de una loba!
- Así que va a ser así, ¿no?
¡Despliegas los dientes y convocas a tu loba interior! Te pones a cuatro patas y te sale pelo por todo el cuerpo. Tus orejas giran, captando hasta los sonidos más silenciosos de tu oponente. Tu lengua recorre los largos y afilados dientes.
- ¡Ar aruuuu!
Sintiéndote poderosa en tu nueva forma, no pierdes tiempo en abalanzarte sobre Isobel, haciéndola caer de espaldas. Mientras lucha por enderezarse, sientes cómo sus dientes rasgan tu pelaje y oyes el chasquido de sus mandíbulas al intentar sujetarlas a tu carne.
- ¡Rrrr!
Pero la excitación de la loba todavía está en tu sangre, y arrastras tus garras por su costado. Ella retrocede, manchando de sangre su pelaje.
- ¡Jrrf!
Bufas y te abalanzas sobre ella de nuevo. Tus mandíbulas se clavan satisfactoriamente en los cuartos traseros de Isobel y ella chilla.
- ¡Arr!
Débilmente, como si fuera desde lejos, escuchas a Jimin pidiendo que se acabe la pelea, pero ambas están encerradas. Tus mandíbulas se cierran sobre la garganta de Isobel, inmovilizándola. Por un momento piensas, tentado de morderla y derramar su sangre, pero hay algo en ella que sabe a familia y parentesco. Ella es de tu Manada, y no te atreves a hacerle daño.
- Rrrr...
- Jrmm...
Aflojando tu agarre, dejas que se levante, transformándose en humana mientras se aleja. Para tu sorpresa, está sonriendo.
- Marisa... parece que te has fortalecido desde que nos conocimos. Me alegra saber que el futuro de nuestra Manada será fuerte.
- ¿En... serio?
- Han pasado muchos años desde que me derrotaron. Jimin tenía razón al ver tu poder.
- Esto es lo más amable que has sido conmigo y casi te arranco la garganta.
Para tu sorpresa, Isobel te tiende la mano y tú la estrechas tímidamente, preguntándote si tal vez esto sigue siendo una elaborada trampa.
- Eres una digna competidora, Marisa. Y una valiosa integrante de nuestra Manada.
- Tú... eh, no estás tan mal.
Jimin se acerca a ti mientras el terreno de lucha se vacía de espectadores. Antes de que puedas decir una palabra, toma tu cara entre sus manos y te besa.
- Te mantuviste firme contra una de las más fuertes de la Manada. No podía mostrar favoritismo, pero en mi corazón, te animaba.
- Ayyy, estabas preocupado por mí.
- No quería verte herida. Pero confié en que perseverarías.
Se inclina para besarte de nuevo, larga y lentamente...
- Mmm... deberíamos volver. Eso pudo parecer fácil, pero lo voy a sentir en la mañana.
- Sí. Vamos a casa.
• ୨❀୧ •
Al día siguiente...
- Marisa, necesito tu ayuda. Necesito que vayas a buscar agua al manantial. Se está terminando.
- Eh, claro. Puedo hacerlo.
- Y lleva a Isobel contigo.
- Prefiero ir contigo...
- Y yo con gusto aprovecharía cualquier oportunidad para estar a solas contigo.
- Entonces vamos.
- Pero también me gustaría ver si puedes lograr algún avance con Isobel. Ahora te respeta por tu victoria. Espero que puedan aprovechar eso, dejar de lado las diferencias que han tenido hasta este momento.
• ୨❀୧ •
Más tarde, Isobel está callada mientras caminan juntas. Recordando tu promesa, intentas encontrar algo para decir, pero antes de que puedas...
- ¡Blaaaart!
- ¿Tyler? ¡Hola, amiguito!
Te agachas para acariciar al emocionado Tyler, cuya blanca cola se mueve con entusiasmo. Isobel los mira, atónita.
- ¿Tú... conoces a esta criatura?
- Por supuesto. Isobel, este es mi buen amigo Tyler. Tyler, te presento a Isobel.
- ¿Tiene un nombre?
Tyler olfatea a Isobel de forma pensante, y luego retrocede unos pasos, mirándote con ojos dudosos.
- No te preocupes, Isobel no le haría daño a un chico lindo como tú. ¿Verdad?
- Mamá, esa es una loba mala.
Sonríes serenamente hacia Isobel.
- Realmente no es tan mala cuando la conoces.
- ¿Qué está haciendo...?
¡Tyler se pone en posición hacia Isobel, sacudiendo sus cuartos traseros y preparándose antes de galopar en su dirección con rapidez!
- ¿Por qué está...?
- ¡Mrrrp!
Tyler da un cabezazo juguetón en las rodillas de Isobel, casi derribándola. Ves que una pequeña sonrisa de sorpresa aparece en su rostro.
- ... Para ser una criatura diminuta que apenas se puede comer, tienes una valentía admirable.
- Ese es Tyler.
- ¡Chirrup!
- Tyler, Isobel y yo tenemos un trabajo importante que hacer ahora, pero te traeré algunos arándanos más tarde, ¿de acuerdo?
- ¡Mrp!
Tyler te mordisquea los dedos antes de salir disparado hacia el bosque. Isobel y tú vuelven a caer en un incómodo silencio.
- Entonces, eh. Buena pelea ayer, ¿no
Ella mira hacia ti y luego vuelve a mirar el camino mientras responde con rigidez.
- Fue... impresionante. Para alguien tan nueva en los combates.
- ¿No puedes hacer un cumplido genuino? Creo que después de todo este tiempo me he ganado el derecho a preguntar. ¿Qué tienes en contra de los piel de lobo? ¿Tu propia madre no lo era?
- Por supuesto que lo era. Cumplió con su deber. Me trajo al mundo y luego regresó a vivir con los suyos.
- ¿No conociste a tu madre? Eso... Es muy triste.
- Por supuesto que la conocí. Visitaba la manada cada vez que era convocada por su compañero. Unas cuantas veces al año.
- ¿Pero no para verte a ti?
La voz de Isobel se suaviza, de repente, y su paso se hace más lento.
- Pues, no. ¿Por qué iba a hacerlo?
- No es de extrañar que nunca hayas conectado con el lado humano de tu familia.
- ¿El... lado humano? Soy una mujer loba completa.
- Sí, pero tu madre era humana. La mitad de ti vino de ella.
- Supongo que... nunca lo pensé así. Consideré el acto de llevarme en su vientre como una especie de... donación. Como supongo que ella también.
- Estoy segura de que le rompió el corazón tener que renunciar a ti, aunque pensara que era lo mejor.
Ella te mira de reojo en un momento de desprevenida curiosidad.
- No había pensado en eso antes... Supuse que se alegraba de haberse liberado de la carga.
- ¿La carga? No me extraña que mi madre huyera. Ella nunca me habría dejado. Ella me ama.
Sigues el arroyo adentrándote en el bosque. Isobel ni siquiera lo mira mientras se esfuerza por conseguir las palabras para responder.
- ¿Y los compañeros humanos...? La forma en la que hablas con Jimin, como si fueran iguales...
- Yo soy su igual.
- ¿Esa es la forma... común entre los humanos también?
Te volteas y esperas sorprenderla con una burla, pero hay una nueva expresión de curiosidad en su rostro.
- Pues... Solo en las buenas relaciones. Hay muchos hombres humanos que no tratan a sus parejas como iguales. Muchas mujeres tampoco. Pero, afortunadamente, podemos elegir nuestras propias parejas, y yo nunca estaría con alguien que me considerara menos que su igual.
- ¿Y qué pasa si...?
Cualquier pregunta que Isobel estuviera a punto de hacer termina en un grito ahogado, al llegar al manantial...
- ¡Eso no puede ser!
Hay una verdadera angustia en su voz, algo que nunca habías escuchado de ella.
- El agua no debe ser de ese color...
Isobel corre hacia la orilla del manantial y se asoma con indignación y consternación hacia la mancha aceitosa.
- Este manantial es nuestra principal fuente de agua dulce. Y lo han envenenado de una forma tan terrible... que es posible que no se pueda limpiar.
- ¿Quieres decir que es posible que Noemí no pueda arreglarlo?
- No lo sé... Sin agua limpia, no podemos sobrevivir aquí... Si no podemos sanar esto, la Manada tendrá que encontrar un nuevo territorio.
Continuará...
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