ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ LorenaRodrguez297
Yo solo espero que te guste 🥺😣❤

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

—¡Taeeeeetaeee! —gruñí molesto mientras tomaba mi almohada con los ojos cerrados y me voltee para poder dormir tranquilo sin la molesta voz de Jimena.

Coloqué mi almohada está vez encima de mí cabeza tratando de no oír tanto la segunda vez que me llamo para seguir durmiendo. No sabía que horas eran, yo solo quería seguir durmiendo así despertará al día siguiente.

Sonrío cuando no siento ningún ruido y logro relajarme.

Error.

Volvió a gritar y me voltee aún medio dormido. Le di una patada en la pierna. Fue suave, nada violento, tampoco agredirla, solo quería que se callara y dejarme dormir de una vez, pero no era mi intención botarla de la cama.

—¡Me las pagarás, Kim! —se levantó con rapidez y se abalanzó contra mí—. ¿Por qué hiciste eso?

—Solo quería que te callaras. Tengo mucho sueño. ¿Puedes dejarme dormir ahora?

—Me botaste de la cama.

Hice un puchero—. No era mi intención, yo que sabía que eres floja como el espaguetis.

—¡Kim Taehyung!

Solo reí mientras con mis manos detenía las de ella tratando de que no me pegara.

—Vas a despertar a Joongie —fue lo único que le dije mientras aún aguantaba sus manos que se movían tratando de ser liberadas y poder golpearme, pero cuando dije aquello parace que funcionó, porque se detuvo.

En cambio, solté sus manos y lanzandose encima de mí, con ambas piernas a mis costados, se estiro hasta dar con la mesita de noche.

Fruncí el ceño mientras solo rezaba por poder tener un poco más de tiempo para dormir.

Cuando saco algo la tomé de la cintura y con un movimiento la dejé debajo de mí. Me miró perpleja, aunque solo duró unos segundos.

—¿Que tramas, Kim Jimena?

—¿Que día es hoy? —me preguntó.

—Viernes, y como ando de vacaciones no voy a trabajar.

—Vamos a ir a un viaje.

—¿Eh?

—El vuelo sale a las diez, y son las nueve. A menos que querramos esperar el siguiente que es en dos semanas, y como yo soy Jimena, no me parece. Mejor nos debemos dar prisa. Y no te preocupes por las maletas, yo ya hice la mía, de Joongie y también la tuya. Además, arregle los papeles y pasaportes de ambos, reserve transporte en cuanto llegáramos al hotel y arregle algunas reservaciones.

Me quedé mudo, ni siquiera parpadeaba, esperaba algún indicio de que era una broma o algo así pero al parecer no lo era. Yo ni siquiera sabía que íbamos a ir a un viaje.

—Eres una agenda humana.

Me sonrió. Me levanté dejando que ella también lo hiciera. Nos vestimos en silencio mientras ella arreglaba además a Joongie. Estoy seguro de que nada más monte ese supuesto avión que Jimena dice estaré rendido.

Desayunamos rápido, Jimena tenía prisa, aunque solo era conmigo, ni siquiera sabía si alguien más sabía de esto.

No deje conducir a Jimena en el camino al aeropuerto, todavía le tengo miedo, creo que he desarrollado un trauma con ella manejando. En ningún momento debí haberla dejado sacar la licencia.

Llegamos justo a tiempo para procesar los documentos y pasar las maletas, incluso habíamos abordado el avión ya, solo estaba tratando de ponerme cómodo en el asiento.

Había pensado que quizás sería Jimena quien se dormiría en mi hombro, en cambio yo fui quien lo hice.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Ni siquiera había sentido cuando el avión tocó piso firme de lo suave que fue. Jimena me tuvo que despertar.

Joongie saltaba emocionado en el medio de ambos dándonos la mano a los dos. Yo solo miraba todo atontado y ayudaba a mi hijo a impulsarse con mi mano así como Jimena con cuidado de que no caiga.

Teníamos que ir a recoger nuestras maletas para poder ir a el hotel y después dar un paseo.

Esto es opuesto a cualquier cosa que me esperaba.

—¿A qué lugar me has traído?

—Sopresa, TaeTae —rió.

Jimena se había ido primero después mientras yo guardaba las maletas en la habitación para después salir con mi bebé en busca de mi esposa.

Quería hacerle compañía en cuanto antes.

Pero aún así, lo que ví fue totalmente distinto a todo lo que imaginé que podría ver. Oh no, no sabe quién es Kim Taehyung.

—¿Ves ese de allá? —le señale a mi hijo aunque solo miraba todo a su alrededor—. Pues a ese le voy a patear las bolas.

Me miró curioso y yo solo negué.

—Tu papá es algo estúpido a veces, pero te aseguro que ama mucho a mamá —le revolví el cabello mientras dejaba un beso en su mejilla—. Y a ti también. Eres mi vida —el soltó una risita.

Y recordé a Jimena.

No estaba sola, sino que conversaba con alguien, específicamente de el sexo masculino con los pies sumergidos en el agua.

Me enojé.

Cargue a mi hijo y camine a toda prisa. Jimena es mía.

No me preocupé de verle el rostro, solo lo empuje al agua.

—¡Imbécil! ¿Que demonios tienes en la cabeza, Kim?

—¿Quien es ese?

—¡Es que eres idiota! ¡Quería ser tu amante, pero ya no, se acabó todo esto, Taehyung! ¡León de monte!

No espere ver a Hoseok salir del agua, es más, yo ni siquiera pensé en la posibilidad de que quién haya estado hablando con Jimera era él.

—¡Yo creía que lo nuestro era especial!

No podía hablar.

—Pe-pe-per-pero, ¿H-hoseok? ¿Q-que...?

—¡Vengo a animar sus noches!

No. Puede. Ser.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

No pensé que fuera tan cierto lo de animar nuestras noches. Había vuelto a la habitación, estaba un poco molesto y frustrado conmigo mismo, había dejado que unos molestos celos me ganaran y acabé empujando a mi mejor amigo al agua.

También me había dicho Jimena que creía que había venido Seolhyun, pero no estaba segura porque Hoseok fue a verla solo, y que se estaba hospedando en este mismo hotel, ellos estaban en el segundo piso mientras nosotros estamos en el sexto.

Terminé de bañar a mi hijo y de ponerle su ropita, sentía ganas de ir al bar del hotel así como lo había hecho Jimena con Hoseok, pero no podía ser tan irresponsable con Joongie, y Jimena se merece un poco de vacaciones por así decir.

Nos habíamos quedado ambos en la cama, le puse el canal de los muñequitos, en cambio yo esperaba a Jimena.

—No se si soy yo el impaciente o Jimena la que se demora.

Al final, Joongi acabó llorando y tuve que darle algo de comer, y siendo el desastre que soy en eso tuve que volverlo a cambiar de ropa, porque sí, no fue su culpa, sino la mía.

Cuando se durmió sentí como tocaban la puerta. Con pasos lentos y deseando que mi bebé estuviera lo suficientemente dormido como para no despertarse la abrí.

Sip, ni siquiera me sorprende ver a Jimena un poco ebria.

¿Y Hoseok?

—Aquí —se rió y entró—. Esta dormido.

Salí de la habitación mientras daba una vuelta, me sentía como si hubiera vuelto a tener mi luna de miel, solo que varias cosas —por no decir muchas— habían cambiado, solo el hecho de que Jimena me ama, y ahora tenemos una familia.

Comencé a caminar hasta llegar al ascensor. Las puertas se abrieron, y subí hasta mi cuarto.

—¿Y Hoseok? —inquirí curioso cuando entre en la habitación y solo vi a Jimena secándose el cabello—. ¿Y Joongie?

—Oh, se fue a su habitación. Y se llevó a Joong con él.

—Bien.

Me acosté en la cama y encendimos la televisión, pero pronto dejamos de prestarle atención.

—Tae. ¿Sabes que soy casada?

Había preguntado con la voz un poco embriagante.

—No, ¿con quien te casaste? —decidí seguirle el juego.

—Con un chico, tiene muuuchoos rizos. Incluso llego a pensar que un día de estos su cabeza no aguantará tantos y explotará.

—Debe ser muy feo.

—No lo es —susurró—. ¿Quieres ser mi amante? Pero no podemos decírselo a Taehyung, o te mataría.

—No, no quiero ser tu amante.

—No importa, yo tengo a Taehyung.

—Dudo que ese Taehyung quiera seguir contigo después de que le diga que me propusiste ser tu amante.

—Bah.

Chasquee la lengua, la voz de Jimena sonaba como si estuviera en una misión secreta.

Sentí sus manos desabrochando el cinturón de mi pantalón, la detuve, no deje que me quitara los pantalones.

—Le diré a tu esposo lo que intentas hacer —susurré.

—No me importa, señor Kim.

Sonreí cuando vi como entrecerró los ojos.

—Vamos a dormir, Jimena —susurré, tratando de que Jimena no consiguiera quitarme los pantalones.

Su cara estaba roja, sus ojos entrecerrados pero aún sonreía. Y pensar que quizás, un algún momento quise detenerme, y dejar todo.

—Quiero el divorcio.

—Te amo

Te amaba tanto, Jimena, que dolía. Pero ahora, puedo compartir el dolor de mi amor contigo, así como sé que tú también lo haces conmigo.

—¡Taehyung! —replicó.

—¿Qué?

—¡Quiero serrucho!