ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ²⁶ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍᴀs
ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ
No sabía que era lo que pasaba, mi corazón latía como loco, siento que yo me voy a volver loco, ella me dijo que me amaba, pero eso mismo hizo ayer. Ya no se ni siquiera que debo pensar o que debo hacer.
Me sentía terrible, no quería ver llorando a Jimena, lo odio, pero no sabía que hacer en estos momentos, quería envolverla entre mis brazos, quería llenarla de mimos y de besos. ¿Está embarazada? Ella misma me lo dijo y le creo, no se porque se lo que pasó aquella noche, lo recuerdo. Recuerdo cada detalle como si hubiera sido ayer cuando ocurrió.
Y pienso que no debería.
Me siento horrible. Fue mi culpa que la haya hecho llorar.
—No firmaré —volvió a susurrar—. No, no lo haré.
Ví como cogió los papeles y los rompió, vale que no me esperaba esa reacción, en mi mente estaría saltando de alegría mientras firma para irse de esta casa y casarse con Hoseok, creo que mi mente me jugo en contra.
Los pedazos de papeles cayeron encima de mí e instintivamente cerré los ojos dejando que hiciera conmigo lo que quisiera.
—¡No te daré el divorcio! ¡Coge tus malditos papeles! —se agachó junto conmigo y comenzó a golpearme—. ¡Te odio! ¡Te odio!
Vaya, esta chica sí que es bipolar, ¿o ese embarazo? Hace un rato me dijo que me amaba y ahora me dice que me odia, creo que con esto es con lo que tendré que enfrentarme ahora en adelante.
¿Yo dije eso? Claro que no, seguro estoy soñando y esto no acaba de pasar, pero si Jimena en serio está embarazada ¿que será de mi? Estoy seguro de que no seré buen padre, nunca me lo esperé.
Bien, si quería tener hijos, pero no ahora, no estaba en mis planos. Cuando sus golpes se calman se queda aferrada a mi mientras sigue sollozando, vale, esto es el embarazo.
Pero aún así, a veces suelo pensar que es mentira, que no es mío, pero recuerdo esa noche, ni siquiera sé cómo fue que con tres tragos andaba que volaba y ni siquiera tenía alas, todavía eso aún es confuso, pero yo lo recuerdo todo.
Y una semana por ahí después fue que comenzó a estar extraña.
Ni siquiera se que debería hacer, pero algo me di que puedo confiar en Jimena. Ella nunca me mentiría con un asunto tan serio, ella no jugaría con la vida de un bebé.
Necesito hablar con alguien sobre esto.
Recosté mi cabeza en su hombro mientras la acurrucaba en mis brazos, sintiendo como se calmaba y su respiración se controlaba. Creo que se ha dormido, lo imagino, el cansancio emocional de seguro y ese embarazo por el cual ahora se la pasa durmiendo.
Aún me cuesta creer que está embarazada y aunque lo digo me cuesta creerlo.
La cargo estilo princesa, y la llevo hacia la habitación y la acomodo en la cama. No sé qué debo hacer en estos momentos, todo me da vueltas, aún no estoy seguro de que pasó.
Otra vez Jimena besándose con Hobi viene a mi cabeza ¿por qué ella lo beso? ¿Por qué dice que me ama si beso a Hobi? Todo es tan confuso, quiero creer en sus palabras, quiero creer en que nosotros también podemos tener nuestro felices para siempre.
O eso quisiera creer.
Ahora mismo todo es tan confuso, que se vuelve problemático.
ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ
Abro la puerta de la habitación, y la veo ahí, está durmiendo.
Salí hacia la sala y pongo su mochila encima de él sofá, pero siento su teléfono sonar así que abro viendo que la llamada es de Mijoo. Veo también un papel y la curiosidad es más grande que yo, así que lo abro y veo que es el médico y un ultrasonido. Mi mano tiembla mientras tengo aquel papel en frente de mí, lo dejo en donde estaba.
—Vale Taehyung cálmate. No seas tan pesado. ¿Pesado? ¿Estoy siendo pesado? Claro que no, solo estoy nervioso ¿pero nervioso? ¿Por qué estás nervioso? —volví a mirar hacia su mochila—. ¡No! ¡No mires! ¡Ush!
Esto es sofocante, ni siquiera se porque no debo mirar, me revuelvo el cabello con mis manos.
Jungkook no sabrá que decirme de esta situación, el no es padre, ¿qué experiencia tiene él?
Cojo mi teléfono que está encima de la mesa de centro.
—¿Podemos hablar?
—Claro, ¿pasó algo?
—Después te cuento. ¡Y por favor papá, no le digas nada a mamá!
—Vale, hijo, soy una roca, sabes que puedes confiar en mí.
Siento que me voy a arrepentir de esto ¿pero que más da? Es la única persona a la que puedo recurrir, no se a quién más.
Me siento en un total caos.
Salgo de casa, puedo ir caminando, el lugar no queda tan lejos de todas formas además de que necesito un poco de aire, lo necesitaba, me sentía como si me estuviera ahogando dentro de casa, siento que tengo miles de problemas encima:
En primer lugar, papá quiere que dirija su empresa, yo no quiero.
Segundo, Jimena y el caso de él divorcio.
Tercero, ¡ese embarazo!
Siento que en cualquier momento moriré.
Ah, faltó uno.
Cuarto, ese beso de Jimena y Hobi anda rondando en mi mente y no me deja descansar en paz.
Cuando llego al pequeño restaurante que hay en la zona me siento en uno de los asientos que hay fuera, menos mal que habían disponibles, muchas veces tengo que sentarme en la parte de adentro y no puedo hacerlo en la parte de afuera.
Visualizo a mi papá entrando en el lugar, le hago una seña con la mano.
—Bueno, ¿y que pasa?
Le conté todo, aunque no sabía si lo estaba haciendo bien, papá puede llegar a ser muy comprensivo pero también suele ser algo duro.
—Vaya, ya caigo en la cuenta de porque no te alegras.
—¿De veras? ¿Por qué?
—Por qué piensas que Jimena se quiere divorciar. Se te ha metido en la cabeza, te dejará y no verás a él niño.
Tiene razón, tal vez que haya roto los papeles de divorcio fue un arrebato y luego se va a arrepentir.
—No solo eso, papá, yo no sería un buen padre. No sabría que hacer, seré pésimo.
Baje mi cabeza soltando un suspiro.
—Te entiendo. Cuando tu mamá quedó embarazada también tuve miedo. Un día se despertó sobresaltada, no encontraba una zapatilla, estaban debajo de la cama. La buscaba pero no la encontraba así que se puso a llorar. Cuando estaba de tres meses le dió por llorar porque se dió cuenta de que no podía arreglarse las uñas de los pies, lloraba cuando se perdía un trapo de cocina, lloraba porque la ropa era amarilla y no roja, y espera, esto apenas acaba de empezar. En cuanto le crezca la barriga dirá: Mira cuanto he engordado, y claro a llorar. Te regañará si quedas mirando a una modelo de la tele, verás cremas anticelulíticas desde el cuarto de baño hasta el cajón de los calcetines. Créeme, te pasará como a mí. Y más te vale saber dónde quedan las tiendas que abren las 24 horas, te aconsejo que tengas el número de teléfono. Almendras, fresas, melocotones, encurtido, sandía, melón, berenjena, aceitunas, uvas, comerá todo lo que le quepa en la boca y más. Te contaré esto, jamás lo olvidaré. Era a finales de octubre, hacía calor, yo estaba en calcetas por suerte quién presentaba las noticias era un hombre si fuera una mujer no quisieras ver eso, entonces me dijo: Bu Hyun; le pregunté que quería, me miraba aquí en el hombro: tengo mucha hambre, ¿puedo morderte el hombro? Te lo juro. Pueden llegar a extremos insospechados. ¡Ella quería comerme!
›› Hijo, cuando las mujeres están embarazadas, cambian por completo ¿entiendes? Es como si se convirtiesen en otra persona y no me refiero solo físicamente, va a seguir teniendo el mismo aspecto pero podrá pasar de angel a demonio. El embarazo les cambia el cerebro porque ahora ella es madre pero tú aún no eres padre. En cuanto el bebé es concebido se convierten en madres pero nosotros Taehyung no nos convertimos en padres, lo hacemos cuando el niño nace. En cuanto coges en brazos a tu hijo y lo hueles, entonces ya eres padre ¿lo entiendes? Así es.
Acentí, tenía razón. Nunca lo había visto desde ese punto.
—No tengas miedo, serás un padre perfecto para tu hijo. Dime Taehyung ¿sabes por qué cuando los padres cargan a sus hijos y los lanzan en el aire no tienen miedo?
—¿Por qué? —pregunté.
—Porque confían en que no lo dejara caer. ¿Recuerdas cuando yo te cargaba? —acentí—. ¿Tuviste miedo alguna vez? —negué—. Ves Taehyung. No es necesario que seas el mejor padre para tu hijo, solo demuéstrale que lo quieres. Eso es más que suficiente para él.
Acentí.
—¿Dejaste a Jimena sola? —preguntó.
—Estaba durmiendo.
—Bueno, yo me debo ir, estaba haciendo un nuevo proyecto.
Acentí, me levanté tratando de cortar rápidamente la conversación, seguro que de nuevo me saca eso de que ya es hora de que ocupe su lugar en la empresa y no quiero, bastante con que ya trabajo en ella porque nunca quise ni eso.
Me quedo en aquel lugar y pido una limonada, esto me tiene mal, necesito refrescarme, necesito algo, no lo sé.
ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ
Quiero el divorcio.
Era tan difícil que esas palabras salieran de mi mente, retumban en ella como si me estuviera volviendo loca y comenzara a oir voces. Me doy cuenta de que estaba en la habitación, de seguro Tae me trajo. ¿Y el donde está?
Me levanto y me pongo mis pantuflas y bajo las escaleras, todo está desolado, ¿Tae se fue? Tal vez volvió a dejarme papeles de divorcio y se fue.
Una lágrima escapa de mis ojos, él no se pudo haber ido, en serio que no lo pudo haber hecho, el no pudo haberme dejado aquí sola, claro que no. Él no es así, él no haría eso.
Pero ¿y si me dejó?
—Idiota Taehyung. ¡Idiota!
Ni siquiera se que es lo que me pasa, ¿por qué estoy así? No lo sé, solo que siento estás ganas de llorar, ni siquiera sé si me ha dejado de verdad o no.
Odio esto, lo odio todo.
Quisiera estar en un cuento y despertar lo más pronto posible de él.
Me levanto y voy hacia la habitación, ¿Taehyung volverás verdad? Cuando el sale siempre me dejaba una nota. Abracé con fuerza el peluche que me había regalado y por el que gastó una fortuna de monedas el día que fuimos a comer en aquel hermoso restaurante y me acuesto haciéndome una bolita en la cama.
—Volverás.
ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ
Abrí la puerta, todo estaba en silencio, lo más seguro es que Jimena todavía siga durmiendo. Deje las llaves en la isla y tome un vaso de agua. Había dado una vuelta para poder despejarme un rato, problemas y problemas es todo lo que tengo.
Subo las escaleras y abro despacio la puerta de la habitación, no esperaba ver la luz encendida ni mucho menos a Jimena hecha una bolita en la habitación, y se que cuando hace es por dos razones, o tiene frío o algo pasó.
Me acerco y veo como se aferra a aquel peluche, como si su vida dependiera de ello. Pero sus ojos están cerrados, está dormida y lo sé, la conozco tan bien que es difícil para ella incluso fingir cuando está dormida.
Quito los mechones que estan en sus ojos molestando, ella suelta un quejido y poco a poco abre sus ojos.
—¿T-taehyung? Si regresaste —me abrazo aferrándose a mí.
Me quedé confundido.
—¿Por qué no lo haría? —pregunté bajito pero sé que me oyó.
—Pensé que te habías ido. Qué me habías dejado.
Negué.
—No lo haré, no más.
Ella sonrió.
—Taehyung.
—¿Huh?
—Tengo hambre.
Creo que me tengo que comenzar a adaptar a esto de ahora en adelante.
—Pero nada de lo que hay en la nevera me apetece.
A esto también.
Dios Taehyung, aquel día —o noche— no podías pensar en al menos ponerte un maldito condón ¿qué te costaba?
Agh, este capítulo, no me convence para nada, siento que fui algo rápido con respecto a la reacción de Tae, no lo sé.
En fin, me iré a ver si escribo otro o al menos una parte ya que en una semana tengo que comenzar de nuevo la escuela (ya me estreso) y mi tiempo para escribir se resumirá a los fines de semana seguramente debido a los estudios.
Yo que me había adaptado ya al encierro ._.)
Besoos <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top