ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ²² ᴄᴏɴғᴜsɪᴏɴ
ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ
La luz que se filtra en la habitación me hace despertar debido a lo molesto que es, todo mi cuerpo duele, siento que fui pasado por una trituradora, y lo peor de todo es que no recuerdo nada, aparte de aquel trago que nos dimos Jimena y yo después de haber tenido una tonta pelea porque ella pensaba que podía estar ebrio y con alguna chica por ahí.
Aunque nuestro matrimonio no sea real nunca podré hacerle eso. No soy tan malo así.
Tanteo con mi mano buscando en la mesita de noche mi teléfono, cuando lo obtengo lo enciendo para ver la hora, ¡es la una de tarde!
Iba a restregarme los ojos y sentarme en la cama pero mi vista deja de ser borrosa debido a que recién despierto y me doy cuenta de que no estoy en la habitación de invitados, ¡estoy en la habitación que debería de compartir con Jimena! Vale, que no cunda el pánico.
Otra vez intento sacar mi mano y siento algo encima de mí, me volteó viendo a Jimena dormida abrazándome así como yo a ella, parecemos dos tortolitos. Ash, quisiera despertar así contigo todas las mañanas.
Lleve mi mano libre a mi boca cuando me doy cuenta de algo. Debido a que se había movido las sábanas que nos cubrían habían dejado su cuerpo ¡desnudo! fuera, bueno parte de ellos. Mi vista se dirigió a sus pechos. Aparte la vista y la tape obligandome a no entrar en pánico y gritar.
Logré quitar mi mano y sostuve las sábanas y la levanté, ¡yo también estaba desnudo! ¡Y desnudo de no tener ni siquiera el boxer puesto!
¡Dios santo que habrá pasado!
—Mmm... Taehyung —Jimena restriega sus ojos.
Parpadea varias veces y su mirada se centra en mi cuerpo.
—¿Por qué estás desnudo? —pregunta con toda la tranquilidad de él mundo.
Sonríe pero parece que se da cuenta.
—¡Estás desnudo! —de un brinco salió de la cama.
Mis ojos se querían salir de su lugar cuando al salir de la cama Jimena no se cubrió.
—¡¿Y por qué yo estoy desnuda?! —dijo paranoica.
—¡¿Podrías taparte?! —grité volteando mi rostro.
Cogió las sábanas pero eso hizo que está vez yo quedara desnudo.
—¡Me estás desnudando! —dije cuando me vi desnudo debido a que se llevo toda la colcha.
—¡Ahhh! ¡Fuera! ¡Vete! —la miré—. ¡No mires!
—¡Tengo frío!
—¡Tapate!
—¡¿Cómo?!
La habitación quedó en un total silencio, me di cuenta de que estaba desnudo, ash, tengo frío allá abajo.
—Jimena, tengo frío allá abajo.
—No estás mal —susurro y sentí mis mejillas calentarse—. Digo ¡vete!
Le arrebaté las sábanas dejandola desnuda a ella está vez y salí corriendo de la habitación sintiendo sus gritos. Entre rápidamente en la ducha sintiendo mi corazón acelerado, nunca pensé que vería a Jimena desnuda, aunque no niego que mi pecho se llenó de orgullo cuando dijo que no estaba mal.
Lo sé, yo mismo lo sé.
—Mereces un premio —dije mirando a mi entrepierna—. ¿Tú sabes lo que pasó cierto? Dime, ¿anoche tuviste acción? Yo no lo recuerdo.
Parezco un loco hablando con mi pene.
Abrí la llave, el agua estaba caliente, menos mal. Apoye mi cabeza en el cristal mientras trataba de pensar en lo que había pasado.
Espero que no hayamos echo eso y si lo hicimos Jimena, no me arrepentiría.
Habíamos salido de aquel bar, todo me daba vueltas y con cada paso que daba sentía que me caía, pero no llegaba a hacerlo aunque varias veces ví el suelo cerca. A Jimena le había dado un ataque de risas y no dejaba de reírse y al igual que yo sé tambaleba.
Me le uni en las risas, no sabía de qué nos estábamos riendo pero de igual lo hacíamos.
—Mira un duende —dijo.
Mire hacia el lugar pero lo que lograba ver era un cesto de basura. Parpadee varias veces hasta que me di cuenta de que en verdad había un duende.
—¡Los duendes existen! —gritamos a la vez.
Cerré la llave y salí de la ducha, había enrollado la toalla a mi cintura debido a que por cogerle las sábanas a Jimena no había llevado ropa. Entre en la habitación. Jimena salió corriendo hacia el baño.
Cuando me vestí fui a la cocina y me preparé un té.
Me había sentado en la isla mientras miraba la taza de té en frente de mí. Di el primer sorbo.
Escupí mi té cuando ví a Jimena que se puso enfrente de mí.
—¿No has recordado nada?
—N-no.
—Oye, tú, esto, ¿tú crees que ya sabes? Que hicimos eso.
Me encogí de hombros.
—¿No te sientes incómoda?
—La verdad no, es mejor haberlo hecho contigo que con algún idiota por ahí. Por esa parte estoy tranquila.
—Es como si no te molestara.
—Creo que, bueno, no —susurro la última palabra.
La taza en donde estaba el té calló en el suelo. Aquel sonido de él vaso romperse hizo que volviera a la realidad. Ví el rostro de confusión de Jimena y cómo fue a recoger la taza rota.
Negué mientras tomaba sus manos y las alejaba, comencé a recoger los restos de la pobre taza pero logré cortarme, aún así lo recogí.
Jimena examinó mi herida para salir de la habitación de seguro a por el botiquín.
¿Mi hermosa Jimenita que harías tú si supieras la verdad?
Yo no la sé y por un momento me perdí en el tiempo, pero ¿y si hicimos eso?
Regresó con el botiquín, estaba mudo y no lograba articular ni una palabra.
—¿Estás bien, Taehyung?
—Estoy bien.
Negué para mí mismo, sentía como el calor se expandía por mi cuerpo.
—Esto, creo que voy a casa de Jungkook —aleje mis manos de las suyas.
—Oh, yo iré a casa de Mijoo para que me pase los apuntes de hace unos días cuando falte a la universidad.
—V-vale —dije yendo hacia las escaleras para ir hacia la habitación—. Apúrate. Te llevo.
Tengo miedo de recordar.
—Mañana —susurre—, después de la universidad quiero enseñarte un lugar.
—Vale —dijo con emoción.
ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ
Me emocionaba que Taehyung me quisiera llevar a algún lugar. A la vez tenía miedo por lo que hubiera pasado anoche aunque confío en que Tae no me hubiera tocado sin que yo lo quisiera, aquel día cuando lo besé se alejó.
Me siento patética.
Guardo mi laptop, está vez decidí llevarla conmigo, tengo un trabajo también que debo hacer junto con Mijoo además de pedirle algunos apuntes de una clase que se me pasó.
Taehyung entra en su coche y yo hago lo mismo. Me pongo el cinturón y Taehyung me imita. Mi mirada se dirige hacia el frente.
—¿Que vas a hacer con Jungkook?
—Nada.
—Taehyung, con respecto a lo de ayer en la fiesta, lo siento mucho. Me enoje sin ninguna razón.
—Tenías tus razones Jimena.
Razones que yo misma desconozco. Asiento y miró hacia el frente cuando siento como pone su auto en marcha.
Cuando llegamos a casa de Mijoo me baje y lo despedí con la mano cuando se iba.
Toqué la puerta y de inmediato Mijoo la abrió. Solté una carcajada y rápidamente me mandó a que pasara mientras ella se escondía detrás de la puerta.
—Deberías peinarte más a seguido —le digo entrando en su casa.
—Lo detesto. Odio peinarme —rueda los ojos—. ¿Y tú qué haces aquí? Me sorprende.
—Necesito tus apuntes de la semana pasada y quería hablar contigo. Sobre anoche.
Ví como se puso nerviosa y su cuerpo se tensó. Decidí entrar y no prestarle atención a eso. Nos dirigimos a su habitación, exactamente como la imaginé, al menos la cama es todo un desastre. Eish, verla así hace que me den ganas de acostarme a dormir.
Taehyung, puede ser que yo haya dormido con Taehyung pero el pensamiento no me hace sentir mal, todo lo contrario.
Cuánto daría por recordar.
Entra en la habitación con una bandeja en la mano, su desayuno. Estoy segura de que a pesar de la hora que es hace poco que se despertó.
—Bu-bueno, cuéntame.
—¿Recuerdas que anoche Tae y yo estábamos em, molestos?
—Si, se bebieron aquel trago de una. Y tú no eres de tomar.
—Estaba celosa, ¿sabes? ¡Estaba hablando con una chica!
—¿Y? ¿No que su relación es falsa?
—¡Ella le estaba coqueteando!
—Jimena, siempre has dicho no me gusta Taehyung —dijo imitando mi voz en la última frase—. No entiendo el porqué te molestas ahora. Su relación es falsa, te debe dar igual con quién está o quien no. Como si tiene sexo con otra. Si es que no te gusta.
—Ese es el problema.
Su mano que tenía un pedazo de fruta que iba camino a su boca se detiene y me mira expectante. ¿He dicho algo malo?
—¡Lo admites!
—No he admitido nada. Solo me siento algo rara.
—Vale, no soy muy buena en cosas de el amor, nunca he experimentado eso. Así que no se qué decirte.
—Algún día lo experimentarás.
—Eso espero. Así como mi primera vez.
—Y bueno, necesito desahogarme con alguien.
—Sabes que siempre estaré aquí para tí.
—Amanecí junto a Taehyung.
—¿Y? No le veo problema. Están casados, deberían de dormir así.
—Estábamos desnudos.
—¡Qué! ¿Me estás diciendo que te acostaste con Taehyung? ¿Con Kim Taehyung? El chico de tus no sueños.
—No lo sé. ¿Y que es eso de él chico de mis no sueños —arqueo una ceja.
—Olvídate de eso. No debía haberte dado tanto dro- digo, que tomarás tanto.
—No lo sé, solo tome tres vasos, estaba molesta con Tae por aquella chica. Pero de repente todo se nublo y no recuerdo nada.
—Si te hubieras llegado a acostar con Taehyung. Tú, ¿tú te arrepientes?
—Diablos no, es lo que no entiendo.
Mijoo me dijo que la esperara, así que me quedé sentada en su habitación mirándolo todo, no era nada nuevo para mi que la habitación de Mijoo estuviera llena de post de J-Hope.
Miró cada uno de los post, ¡miren a mi bebé en uno de ellos! Te amo Jin. Por favor como si me pudiera escuchar.
El celular de Mijoo vibra y miró hacia la mesita donde lo tiene, acercó mi mano y lo tomo. La sorpresa me gana, ni siquiera a mí se me había ocurrido ponerle ese nombre de contacto. Ni tampoco esos emoticones.
Me río por la forma en la que llama. Algo me perdí.
Kookiiiiii 💜
Bruja
14:57
Necesito hablar contigo
14:58
Jungkook es una persona que suele usar emoticones en los mensajes, de no ser habría pasado algo. Espero que no sea culpa de Kang Hee Sun. ¡La mató! Desde el primer día en que la vi nunca me acabo de convencer.
Taehyung se que también tiene esos pensamientos. Una vez conversamos sobre eso. Creo que Tae nunca te quedas sin tema de que hablar. En unos diez minutos hablamos de cinco temas diferentes a él menos.
—¿Qué haces con mi teléfono?
—Oh —se lo doy—. Jungkook te mando un mensaje. Creo que le pasa algo, lo conozco como para poder saber cómo se siente tan solo en su manera de mandarte ese mensaje. Ve con él. Solo pásame los apuntes.
Haciente buscándome los apuntes y llendo a su tocador.
—¿Al menos peinarme no?
—Eres tan diferente.
—No tengo culpa. No soy como la mayoría de las mujeres, no me interesa el maquillaje para nada y apenas me peino una vez a él día. Dios, mi mamá siempre me crítica, pero nunca sería como ella. Dios no.
—Me voy.
—Gracias por la corta visita.
—Suerte con tu Kooki.
—Tiene novia, solo somos amigos.
—Son tan diferentes pero a la vez tan iguales.
Susurro y se que sabe a qué me refiero. Ambos son así, tienen muchas diferencias, pero sus sentimientos son tan puros y vulnerables, y en eso es en lo que se parecen.
Salgo y tomo mi teléfono, Tae dijo que iba a ver a Jungkook, supongo que no está en su casa así que lo llamaré, además de que al menos les dejare el plan de conversar.
Cuando Tae se entere de que algo le pasa a su bebé. Ja, se prendió está mierda. Espero no sea malo y sea mi imaginación.
Lo mima demasiado, Taehyung no es como un hermano solo conmigo, con Jungkook también, se cuanto lo quiere.
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