ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ

Nunca espere ésto, en todo lo que ha pasado recientemente no había pasado por mi mente que esto tendría que pasar. Me tiró en mi cama y veo toda mi habitación vacía, ahora toda mi ropa y mis pertenencias están en las maletas que hay en la esquina de la habitación cerca de la puerta.

No pensé en que debía de mudarme con Tae, y tampoco se a donde iremos a vivir, pero espero que no sea muy lejos de casa de mis padres o de la universidad, así no tendría que caminar tanto.

Además Tae debe trabajar en la empresa de su padre, aunque siendo sincera no me interesa eso para nada.

Estaba irritada y solamente podía pensar en que me voy, me fui solo cinco días y ya me están echando de mi propia casa, es genial, no podía esperar algo mejor, había discutido con mi madre por eso, ella quería que me fuera con Tae, pero yo no quise.

De todas maneras nos volveremos a ver cuando me venga a buscar para ir a la casa en donde viviremos.

No sé cómo pude aceptar aquella oferta de casarme con el, pero no es como si tuviera opción, era sí o sí.

Tampoco he visto a Hoseok, no se lo que por su mente pasa y tengo miedo, ayer me mandó un mensaje pidiendo y diciéndome que debía conversar conmigo.

Tae es su amigo, el no haría nada para lastimarlo y recíproco.

Me levanto de la cama dispuesta a ir a ese encuentro con Hoseok.

—¡Voy a salir! —grité aunque no estoy segura de si alguien me escucho.

Salí de mi casa y ahí estaba Hoseok metido en su coche. Me acerqué y le toque la ventanilla, el alzó su vista de su teléfono y me dió una sonrisa torcida.

Me metí en el auto y el arrancó. No lo veía desde mi luna de miel, que ahora que lo pienso creo que fue más peleas que otra cosa.

Incluso nos llegamos a fajar porque Tae quería el helado de chocolate y yo lo quería de choco menta.

Ahora que lo menciono hace un par de horas que no lo he visto ¿dónde estará? y ¿qué estarás haciendo?

Salir con Hoseok me resultará casi imposible, no podíamos ir a un lugar público porque en ese mismo instante todo se iría a la mierda.

Creo que hasta yo.

—Debemos hablar —dijo Hoseok rompiendo la tensión entre nosotros.

—Lo se.

—No podemos seguir con esto. Te has casado, no puedo hacerle esto a Tae.

Suspiré con pesadez, no se porque pero me lo ví venir, sabía que esas eran las palabras que su boca iría a decir, me siento como una estúpida ante el en estos momentos.

Aunque duele menos de lo que pensé que dolería.

—¿Entonces?

—Muchos piensan que no, pero yo sí me he dado cuenta de lo que siente Tae —¿qué? ¿Esto a que viene?—. Te pido que le des una oportunidad, el es buena persona, solo te pido que lo intentes amar.

—¿En serio me pides eso? ¿Te das cuenta de lo que me pides Jung?

—Si, claro que me doy cuenta.

Por alguna razón ni siquiera podía llorar, creo que es por la rabia y la impotencia que siento.

—Sugieres que cortemos todo lo que tenemos.

—Lo hago. Sé que lograrás ser feliz con él. Te cuidará mucho mejor de lo que yo lo haré.

—Si esa es tu decisión no diré más nada, solo te pido un tiempo, ¿amigos?

—Amigos.

Después de eso nos quedamos hablando sobre cosas triviales como mi luna de miel donde le conté exactamente lo que había pasado y el solamente se reía.

Hoseok es el sueño de cualquier chica, y es mi corazón.

El poco tiempo que pasamos fue bueno, a excepción de que me sentía un poco y diré que realmente también me sentía incómoda.

No supe porque pero nos reímos y charlamos.

A su lado el tiempo se iba rápido, tanto que no me había dado cuenta de que ya había pasado una hora y pico hablando.

Me dolía.

Abrí la puerta de mi casa una vez que llegamos, Hoseok se marchó nuevamente en su auto, lo veía venir, sabía que el haría eso, pero aún no entiendo a qué se refiere cuando dijo que él si se ha dado cuenta de lo que siente Tae ¿qué es lo que siente Tae? No quiero, pero aquello sigue rondando en mi cabeza.

¿Por qué dijo eso?

Nuevamente me tiró en la cama mientras espero a que venga Tae, a veces quisiera irme ya de esta casa, pero a la vez tengo miedo. Miró atentamente mi habitación.

—¡Taehyung! ¡He hecho todo el trabajo sola!

—¿Ah? ¿En serio?

—¡¿Eres idiota Kim?!

—Ya vale. Sabes que yo y la química no nos llevamos.

Taehyung seguía encima de mí cama recostado a la pared con su teléfono en su mano, anteriormente estaba tecleando algo, pero cuando lo llamo me presta atención y deja de hacer eso.

El trabajo es solamente para Tae dado que estamos en diferentes años en la universidad, anteriormente me había pedido ayuda para hacerlo, pero ahora yo he hecho el trabajo completo.

Tae nunca se ha llevado bien con la química, siempre su nota baja es en esa asignatura y siempre estoy yo ayudándolo. ¡Y ahora tengo que hacer el trabajo completo!

Bueno casi completo ya que aún no lo termino.

El sonríe, quiero partirle la cara, ¿como me puede dejar haciéndolo todo sola y el jugando en el teléfono o haciendo no se qué?

—Te ayudaré.

—¿En serio? —dije sarcásticamente—. ¿Cómo lo harás?

No dijo nada y salió de la habitación tirando su teléfono en mi cama, tuvo suerte de que no se cayó y no esté ahora mismo en el suelo con la pantalla hecha pedazos.

Suspiro rendida y me volteó nuevamente para ver mi laptop en la pequeña mesa que tengo en mi habitación junto con su libro de química. ¡Es increíble que yo estando en un año menor que el tenga que hacerle sus trabajos! Al menos este contenido es fácil.

¿Como puede no saber esto?

Sigo en lo mío cuando siento alguien entrar en mi habitación, no le prestó atención, tal vez es mi hermana o mi mamá, incluso puede que Kim.

Amo decirle Kim.

Una flor se posa ante mi vista, una rosa, miró la mano fuerte que la sostiene y sigo su recorrido hasta que me doy la vuelta viendo a un Taehyung dandome una sonrisa de oreja a oreja.

Ni siquiera Hoseok tiene estos detalles conmigo.

—Una flor... Para una lombriz.

Tae y su sarcasmo son uno.

—Ah —suspiro—. Acabas con el ambiente ¿romántico? Nah.

—Ten —me dió la flor—. Ahora podemos continuar.

Tome la flor y sonreí, aunque luego hice una mueca debido a lo que dijo ¿acaso dijo continuar?

—Lo he hecho todo yo sola.

—¡No te pongas así! ¡Con lo que yo te quiero! —hizo un puchero demasiado adorable—. Hagamos un trato.

—Mm... Me parece justo.

—Te haré tú tarea de matemáticas y de también la de fís-

—¡Acepto! —grité dejando la flor encima de la mesa y salí corriendo buscando la libreta en donde tenía mis apuntes y mis libros.

Se los di viendo como volvió a la cama y comenzó a leer para ver de qué era lo trataba.

—Es fácil.

—Claro, lo es para tí que amas las matemáticas.

—Soy el sueño de toda mujer.

Reí sarcásticamente—. Seguro —rodé los ojos.

Sonreí mientras negaba, desde aquel día Tae siempre hacia mis tareas de matemáticas y yo hacia las suyas de química siempre y cuando las entendía, y a pesar de que había algunas que no sabía aún así Tae siempre hacia mis tareas de matemáticas y algunas de física.

El sonido de la puerta me pone en alerta y miro hacia ella donde la veo abierta y mi hermana en su sillón de ruedas dandome una sonrisa mientras espera la aprobación de mi parte para poder ingresar en mi habitación.

Le doy un asentimiento y ella entra moviendo su sillón.

—Unnie ¿de verdad te vas? —me pregunta haciendo un pequeño pucherito.

Recordé aquello, si me voy eso quiere decir que no podré ver tan a seguido a mi hermana. Me siento algo culpable.

—Si, me iré.

—Extrañaré pasar tiempo contigo Unnie. ¿Recuerdas nuestras noches de desvelo viendo películas?

Ambas reímos.

—¿Cómo no voy a recordarlo?

—Unnie te quiero.

Mis ojos picaban, no era momento de llorar, no delante de mi hermana.

—Yo también te quiero mucho mi vida.

—¿Vendrás a verme?

—Claro que lo haré. No siempre podré venir pero trataré de hacerlo siempre y cuando pueda.

—Esta bien. Yo también iré a verte cuando pueda... Y cuando mamá me deje —lo último lo susurro y yo reí.

—Siempre serás bienvenida.

—Estoy segura de que TaeTae oppa te hará muy feliz, se ve que te quiere mucho, sé que ambos se quieren mucho, siempre supe que ustedes acabarían juntos.

Arquee una ceja, claro que no, seguramente en unos años o en no se qué tiempo acabaremos. No existe un para siempre, no creo en eso, ni siquiera con Hoseok, por eso siempre quería estar a su lado, porque quería aprovechar todo el tiempo antes de que todo acabará.

Hoy lo hizo, y me siento como si todo se estuviera derrumbando lentamente dentro de mí.

Como si todo se hubiera acabado, y siempre supe que pasaría, pero no creo que hubiera sido en este momento.

Bueno, creo que en ningún momento lo hubiera pensado.

—Cariño, Tae está aquí.

Mi mamá entra en la habitación y me sonríe, se posiciona junto a mi y me acaricia suavemente el cabello.

Aparto su mano y le sonrió cogiendo mis cosas.

¡No quiero ir! ¡Odio esto! Pero de que vale, todo lo tengo que callar, de nada servirá hablar, ni siquiera tuve la oportunidad de elegir por mi misma, no pude, mi vida fue escogida por mamá y papá, yo no tuve derecho sobre mi vida misma.

Dejo mis maletas en el maletero y subí con el en el coche dándole una última mirada a mi casa, suspiré y cerré la puerta a la par que sentí que encendía el motor de él auto para comenzar a movernos.

—Lo siento, y-yo-

—Silencio Kim —se lo que dirás—. Quiero descansar —dije recostando mi cabeza en el asiento cerrando mis ojos.

Se lo que dirás, nuevamente te disculparas, ya no quiero oír tus disculpas, ¿por qué lo haces? ¿Por qué te sigues disculpando? No eres culpable de nada.

Soy la culpable, quizás no me di cuenta de que siempre estuviste a mi lado, aguantando mi horrible actitud, digo las palabras sin medirlas y actuó sin saber, pero tú nunca dijiste nada.

¿Por qué? Los demás a veces me regañaban y me mandaban a callar o decían que me pasaba, tú me abrazabas y me decías que no les hiciera caso.

¿Por qué? ¿Por qué eres tan bueno conmigo?

Y hace una semana me casé contigo, con la persona que siempre estuvo ahí para mi, con una persona a la cual no amo y es mi mejor amigo.

Tengo miedo de cambiar ese título. Solamente quedate como mi mejor amigo Tae, así me gustas más, así te quiero. No creo poder quererte de la otra manera, así como sé que tú tampoco lo podrás hacer, y te pido que no lo hagas.

Por favor, no me mires con otros ojos.

—Jimena —siento que me remueven en el asiento, suelto varios quejidos—. Jimena ya llegamos.

—Mmhg ¿En serio?

Mire hacia el lado y ví una casa enorme, creo que exagere, pero de igual es grande, no puedo creerlo, ¡solo seremos dos!

—¿E-esa es nuestra casa?

—Mi papá la escogió. No es mi culpa. También me quedé como tú.

Nos bajamos de él auto, Tae tenía mis maletas, la anciana de al lado nos saludo dándonos la bienvenida, ambos sonreímos dandole las gracias y entramos en la casa, en serio que era grande.

No puedo creer que está sea mi casa.

Simplemente la sala era enorme, no quiero imaginar lo demás.

Quería darle un recorrido completo a la casa, que tiene un patio enorme, aunque creo que exagero, pero lo es, y eso que mi casa era grande también, los padres de Tae exageraron. Alguien, o mejor dicho Kim, no me permitió dar mi grandioso recorrido ya que rápidamente me estaba llamando para que fuera con el a la habitación.

Subí las escaleras detrás de él, se paró frente a una puerta, supongo que esta será nuestra habitación, tomo el pomo de la puerta y lo giro luego empujando la puerta.

—Jimena cierra la boca.

Las paredes estaban pintadas en un tono azul cielo, la cama era enorme, ¿estoy soñando? Ni siquiera mi habitación era tan grande. Incluso hay unos pequeños cuadros, eso lo quitaré.

Tae señaló el closet y dejo mis maletas cerca de la cama dandome las indicaciones de que podía guardar mi ropa.

—Mira, de este lado está mi ropa, y de este la tuya, si quieres puedo cambiar —se encogió de hombros.

—No tranquilo.

Pero algo llama mi atención.

—¿No hay baño en la habitación?

En mi casa tenía uno en mi habitación.

—No, aunque creo que en el cuarto de invitados si hay. Después te puedo enseñar la casa, por ahora date un baño y guarda tu ropa.

—¿Y dónde está el baño? —entecerré los ojos.

—Ah cierto —se arrasco la nuca—. Esta abajo.

Vaya que explicación.

Le hice un ademán para que saliera de la habitación, y así lo hizo. Comencé a desempacar mis cosas.

Me senté en la esquina de la cama aún con toda la ropa regada como quiera.

Mire todo a mi alrededor y suspiré pesadamente.

Yo no te amo, y tú tampoco lo haces ¿verdad?