ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ⁷ ᴀᴘᴜᴇsᴛᴀ

ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ

Después de haber guardado todas mis cosas le di un recorrido completo a la casa mientras observaba todo atentamente, había renunciado a la elección de tener una ama de casa, menos mal el padre de Taehyung, quién ahora es mi suegro no se le pasó eso por la cabeza.

Me siento sola en una casa tan grande, extraño todos los momentos que pasé junto con los demás chicos, extraño todos esos momentos, quisiera volver el tiempo atrás, todas aquellas bromas que hacíamos juntos.

Incluso una vez cuando fuimos a él parque de diversiones me monte en la rueda de la fortuna junto con Jungkook, aunque este le tiene mucho miedo a las alturas, pero entre Tae y yo lo logramos convencer, aunque no fue nada fácil, ni siquiera se para que es que viene aquí si casi ni se monta en los aparatos, pero volviendo a él tema principal cuando estábamos llegando a lo más alto hubo un fallo técnico y nos quedamos casi en la cima.

Ese día obtuvo dolor de garganta de tantos gritos que había dado, no se de donde saco la fuerza para gritar tanto aunque sus palabras solo se resumían a ¡Auxilio! ¡Qué alguien me saque de aquí! ¡Me voy a morir! Demasiado dramático.

Ese mismo día nos burlamos y nos reímos de él, hacerlo enojar es muy cómico, como cuando aquella vez que habíamos salido solamente nosotros y pasó un carro pitando y diciéndome cosas y adivinen que fue o que dijo el hermoso y querido de mi amigo.

Bueno pues lo que dijo fue que si quería un guantazo.

Me estuve riendo más de media hora.

No sé en donde está TaeTae, y creo que no está en la casa, hay demasiado silencio, donde esta Kim no existe esa palabra.

Pueden preguntarle a los demás, aunque en ocasiones, muchas veces se queda en silencio sin decir nada.

Me dirijo a la habitación, no se qué hacer y me siento sola en esta enorme casa y en el trayecto me encuentro con el susodicho saliendo de una de las habitaciones, una la cual aún no he inspeccionado. Lo miro con cierta duda y el lo nota pero me hace un ademán de que no diga nada, tampoco pensé decir algo ya que está hablando por teléfono y parece ser importante.

Cuando cuelga la llamada pasa sus manos por su cabello, me mira y sonríe.

—Lo siento, ¿pasa algo?

—No, ¿con quién hablabas? —inquiero con notable duda.

—Apenas comienzo en la empresa y ya mi papá me da más carga de la que podría soportar. Me siento presionado. Pero tampoco quiero decepcionarlo, quiero que esté orgulloso de el hijo que tiene.

—Estoy seguro de que así es. No te sobreesfuerces a ti mismo.

Me sonrió y recuerdo mi duda principal.

—¿Qué hay ahí?

—Oh, es mi oficina —me lo ví venir—. ¿Quieres entrar?

Negué, en otra ocasión será.

No sé qué hacer, me siento estúpida en esta casa, Tae pasa por mi lado, dijo que iba a la cocina. No es como si me tuviera que informar de todo lo que hace. No somos una pareja de verdad.

No solamente tengo miedo de mi boca, también tengo miedo de decir algo, o hacer algo que podría lastimarlo como cuando el hotel, no soy una persona que mide mis palabras ni mis acciones y puedo llegar a ser mala cuando quiero, porque algo dentro de mí hace clic y las acciones y las palabras se van solas. Siempre he sido así.

—¿Quieres algo de comer? —siento la voz de Tae y veo su figura recostado a la puerta de la habitación.

—Solamente quiero irme a mi casa —dije con sinceridad.

Otro defecto —o virtud— en mi es que suelo ser demasiado sincera, quizás por eso es que hablo tanto.

Veo como baja la cabeza y asiente, se va lentamente de la habitación y yo solamente quiero que el tiempo pase volando, que se vaya rápidamente, no se cuanto pueda aguantar aquí.

Me siento fuera de sitio.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Nuevamente me quedo sin hacer ni decir nada mientras mi alma duele, las palabras que dijiste dolieron aunque estoy seguro de que tu no piensas lo mismo. Ante tus ojos soy tu mejor amigo quién nunca podrá verte con otros ojos.

¿Por qué eres tan mala Jimena?

Si tan solo supieras lo que tus palabras causan en mi, para ti no son más que unas estúpidas palabras, pero a mí me destrozan el alma, me quitan la vida.

Siento que tengo una oportunidad, quiero hacerlo todo bien ¿me dejarías intentarlo? ¿Podrías dejar que intente que te enamores de mí? O es que soy tan patético que piensas que no te merezco, lo sé, no lo hago.

Debes odiarme por haberte casado conmigo, trataré de ser fuerte, todo requiere sacrificio en la vida, y yo lo haré. Simplemente debo ser fuerte.

—Veamos... ¿Dónde carajos está la sal aquí? Bueno, la pregunta sería donde mi mamá puso la sal.

No me pregunten si ya saben, pero mi mamá fue quien se encargó de los arreglos de la casa, así que ahora solo queda investigar en donde puso cada cosa.

Convirtamonos en Sherlock Holmes.

—Aqui estás —dije cogiendo el pozuelo en donde estaba la sal.

La notificación de mi teléfono sonar hace que lo saque de él bolsillo de mi pantalón.

Resopló, soy uno, no soy dos, así que ignoro el mensaje de mí papá y me dispongo de comer mientras veo algo en el televisor.

No debo darme por vencido tan pronto.

Aunque dolió.

Una idea pasa por mi cabeza y sonrío, solamente espero que no sea rechazada, aunque para ello necesite la ayuda de Jungkook, nuestro arquitecto. Si, todos optamos carreras diferentes, pero siempre unidos, Hoseok estudió y actualmente es dueño de un restaurante, es un buen chef.

Extraño esos tiempos donde estábamos en la universidad y no debíamos preocuparnos por nada solamente por el estudio, bueno, Jimena aún está en la universidad pero extraño cuando yo y los demás chicos lo estábamos.

ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ

Siento ruido y risas, creo que me quedé dormida mientras estaba en mi teléfono sin hacer nada, aburrida y deseando estar en mi casa con mi hermana viendo novelas o series. Cualquier cosa, o también estar con Hoseok, lo extraño, lo quiero.

Tallo mis ojos con mis manos y miro la hora en el reloj, es casi de noche, tengo hambre, creo que Kim no me había despertado por no hacerlo, el nunca lo hace, ni siquiera aquella vez que me quedé dormida en medio de la clase, en ese momento el ya había terminado y cuando fue a mi salón me vió, y en vez de despertarme o hacerme algo de manera que el profesor no se diera cuenta me justifico cuando vio que el profesor estaba dispuesto a castigarme.

Suerte por TaeTae que no me castigaron y no me pusieron a limpiar la escuela. Una vez nos pasó a nosotros cuatro, pues a él estúpido de mi amigo llamado Kim Taehyung se le ocurrió una grandiosa idea —que se note el sarcasmo por favor.

Bueno pues, cogió el bolígrafo de él profesor y lo desarmo, cogió el palito en donde estaba la tinta y le había quitado la punta que era por donde se escribía e hizo que la tinta cayera en la camisa de él director.

Espero haberme explicado bien.

Si, pero te salió bien pendeja esa explicación.

¿En serio? Bueno, el asunto aquí no es ese. Te preguntaría quién eres pero hay algo más importante.

¡Nos culparon a todos!

Yo no tuve nada que ver con eso, maldito Kim.

De todas maneras eso ya pasó.

Me levanto lentamente de la cama y me pongo mis pantuflas, camino hacia la puerta y la abro sintiendo las risas más fuertes junto con un no de parte de Tae, supongo que a alguno de los dos se le ha ocurrido algo.

—¿Quieres apostar? —la voz de ¿Jimin? hace presencia.

Me asomo por las escaleras y logro ver a Hoseok, Jungkook y Tae de pie mientras los otros dos están sentados.

¡Y Jimin también está ahí! ¿En que momento mi primo llegó?

—Hecho —Jimin y Jung se dan un apretón de manos cerrando el trato.

—Jimin no puedes comer sandía en el cine —Tae entrecierra los ojos.

Oh sí, Jimin es amante a la sandía. A mí no me gusta mucho, aunque la como.

—Ahora veremos como podrás llevarla —dijo Hoseok.

—Eso no es lo malo —la voz de mí ahora esposo hizo presencia—. Sino que lo dejen pasar con ella. Vas a perder Jimin.

—Claro que no ¿por quién me tomas?

—Nadie me ha pedido que te tome, así que —se encogió de hombros.

Taehyung y su sarcasmo, inseparables.

—Hijo de-

—¡Hey no ofendas a mi mamá!

—Ni siquiera lo llegué a decir.

Estos chicos en serio son un espectáculo, creo que podría quedarme aquí las 24hr viendo esto, además ¿como es que Jimin, mi grandioso primo, va a meter una sandía a el cine? Se ha vuelto demente. Sabía que estaba mal pero ahora comprobé que está re mal.

Miro a Hoseok serio, sé que le dolió lo nuestro, a mi me duele y un sentimiento de nostalgia me invade, ¿por qué todo tuvo que acabar? ¿Por qué el destino es tan cruel?

Me siento tan extraña ahora mismo, quisiera desaparecer de él mundo.

El destino es en verdad curioso.

Me siento mal e impotente, quisiera llorar, pero no puedo, no ahora, quisiera soltarlo todo, pero no puedo, no ahora.

—¡Jimena! —parece que Jimin se dió cuenta de mi presencia.

Rápidamente todos voltearon en mi dirección, me encojo de hombros y bajo las escaleras, mientras siento la voz de Park.

—Jimena amor mío, la mejor prima que tengo, ¿tú me quieres? —no me gusta para nada el rumbo que tiene esto. Acentí—. ¿Cuánto? ¿Qué llegarías a hacer por mí?

—¿Qué quieres Park Jimin?

—No —dijo Kim palmeandose la frente, parece que ya sabe lo que quiere Minie—. No dejes que haga eso Jimena.

Bueno, para diversión pueden decir mi nombre. Aquí Jimena ¿alguien me necesita? ¿No? ¿Nadie? ¿Seguro? Ah, yo creo que sí solo que ustedes se hacen los duros.

No importa, yo les daré donde más les duela.

—Dime de una vez que quieres Park Jimin.

—Ufff, tú diciendo mi nombre completo.

—¿Como puede ser posible que seas tan inmaduro?

No sé en qué momento llegó Jimin, es mi primo, aunque vivimos lejos, y viene de vez en cuando, y cada vez que viene esto se vuelve una locura.

Justo como la que está a punto de hacer.

—¿Cuando piensas madurar? —le pregunta Kook.

—Lo que madura primero se acaba pudriendo. —Vaya que cosa más... Cierta.

—Bueno, ¿qué es lo que quieres hacer conmigo primo hermoso?

Rió de lado, esto ya me está dando mala espina, ahora mismo ya tengo miedo de aceptar.

Esperen... Yo no he aceptado, solamente pregunté.

—Esto es una apuesta estúpida —dije llamando la atención de todos.

—Estúpida pero no imposible —dijo mi primo levantando la mano.

Ví las miradas estupefactadas de todos, me imagino, ni siquiera sé que es lo que Jimin tiene pensado, creo que no quiero saber.

¿Como carajos va a meter una estúpida sandía en un cine? Solamente se puede comer lo que hay adentro.

Me siento en una película, espero que Jimin sepa que hacer, no que se comporte como un idiota, es tan inmaduro, e idiota soy yo por siempre caer en la suya.

¿Y a que sacaron el tema de el cine?

Jimin siempre hace que mis preocupaciones se vayan de lado con sus locas travesuras, y eso que es solamente un año mayor que yo, no sé cómo puede ¿será así en la universidad?

Espero que no.

—¿Vamos a el cine?

—Fue idea de Jung —Kook señaló a Hoseok.

—Podemos ir los cinco —Hoseok me sonrió sin mostrar sus dientes.

¿No le duele? ¿Ya no piensa en mí? ¿Por qué se siente como si no se sintiera mal?

Yo solamente siento unas enormes ganas de abrazarlo y decirle que no, que no me puede dejar, claro que no puede hacerme eso.

Yo lo quería, no, yo lo quiero, lo amo.

Eso no cambiará, eso quiero decir, pero tampoco se qué pasará, pero siempre estarás en mi corazón.

Eres el único hombre a él que amaré.

Hagamos como que te creo.

¿Y tú quién eres?

¿Quién más seria?, soy tu conciencia. Olvídate de mí y sigue narrando.

—Vamos, tenemos que prepararnos para llevar mi hermosa sandía —dijo Jimin sacandome de mis pensamientos.

—No podrás comerla —Tae susurro.

—Ni siquiera podrá hacer que pase con esa cosa —dijo Kook.

—Preparate para pagarme Jimin —dijo Hoseok con una sonrisa de lado.

—Vamos Jimena, démosle una sorpresa a las personas aquí presente.

Me siento en esos tiempos de la escuela cuando nos la pasabamos de broma en broma, éramos imparables.

Hoseok actúa normal ¿ya no me ama? No, uno no deja de amar a una persona de un día para otro, yo aún lo amo, y siempre lo amaré.

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