ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ⁵ ʟᴜɴᴀ ᴅᴇ ᴍɪᴇʟ ʏ ᴘᴇʟᴇᴀs

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

La cara que tenía Jimena nunca la había visto, y no quisiera verla más. No quiero que esté molesta conmigo o que piense que todo esto fue mi culpa porque sinceramente no lo fue.

Ni siquiera tuve tiempo de alegrarme cuando papá me dió la tan esperada noticia que desde hace unos días ya andaba rondando en la casa, como siempre el lanzandome indirectas, y solamente tuve tiempo de entender que era lo que me quería decir, lo supe cuando me lo dijo, y lo único que estaba en mi cabeza era la reacción de Jimena y su relación con Hoseok.

No importa si no soy feliz yo, lo importante es ella, aunque tuviera que arriesgar mi felicidad por ella.

Durante todo el vuelo apenas nos miramos a la cara, ella estuvo todo el tiempo mirando hacia afuera através de la ventana hacia afuera, y yo simplemente andaba con mi celular.

Ni siquiera parecemos una pareja recién casados, aunque nuestra relación solo sea una farsa. Una dolorosa falsa.

Después tuvimos que esperar un rato más en el hotel para que nos dieran la llave de la habitación y esas cosas, digamos que no soy alguien paciente, a diferencia de Jimena. Creo que somos algo opuestos, creo que no estamos destinados, ella y Hoseok ambos son iguales en algunos sentidos, quizás por eso se complementan tan bien.

—Vamos —dijo y tomo su maleta.

Casi no hablábamos, el ambiente se había vuelto algo incómodo y yo tampoco tenía mucho que decir, espero que no esté molesta conmigo.

Yo seguía con mi cabeza gacha solamente siendo guiado por ella. Me sentía tan incómodo y fuera de lugar como cuando llegue a Incheon los primeros años, y es increíble cómo cuando conocí a Jungkook por estar llorando solo el también me ayudó a sentirme parte de aquí.

Me gusta Jimena, pero me siento tan incómodo, ella se ve tan seria y tan fría ¿es porque arruiné su relación con Hoseok?

No es mi culpa, pero parece que para ella no. ¿Se supone que debo conseguir su amor? Sé que dije que lo haría, pero me siento tan patético.

—Aquí —dijo y nos detuvimos.

Abrí yo esta vez la habitación e ingresé en ella y detrás de mí Jimena. Cuando finalmente entramos hubo un aire de incomodidad rápidamente. Esto en serio era para los recién casados, no para una pareja falsa.

La cama estaba adornada con pétalos de flores, las sábanas eran blancas y había un olor a lavandería.

Me sentía en una película, ¿acaso esto es solamente para los recién casados? Creo que sí, al menos trataré de disfrutar mi estancia acá.

Si mi memoria no falla... Mire hacía la puerta de él baño, Jimena y yo nos acercamos, abrimos la puerta y ahí estaba la bañera preparada. Un baño de espuma con flores y todo. Rápidamente un aire de incomodidad nos volvió a rodear.

No estoy soportando más está incomodidad a él estar con Jimena.

Ese baño debe ser mío.

—¡Yo tomaré el baño! —gritó Jimena tratando de entrar pero yo no la dejaba.

La cogí por los hombros y la saqué de la habitación, ¡ese baño es mío!

—¡Ni lo pienses!

—Mío, no pienses que dejaré que tú tomes el baño de espuma —me miró asesinandome con la mirada.

Más bien me dió ternura.

—No, el baño me espera —me di media vuelta cuando siento como me jalan hacia atrás y Jimena se va por delante de mí—. Detente ahí loca.

—¡¿Loca?! ¿Me has dicho loca Kim Taehyung? —se detuvo—. ¡A mí Park- digo, Kim Jimena!

Se sintió bonito y cómodo que mencionara aquello, y sentí un alivio cuando sentí que no lo negaba, tuve miedo, tengo miedo.

Veo como sale de nuevo en dirección a él baño y me apresuró en atraparla. La cojo por la cintura antes de que logré cerrar la puerta y la empujó en la cama, haciendo que nuestro impacto haga que los pétalos de flores que había salieran y algunos quedarán en el suelo.

La miró a sus ojos, trata de zafarse, pero yo me pierdo en sus orbes verdes.

—¡Suéltame! ¡Tengo que darme ese baño! ¡Kim Taehyung!

Alejo todo tipo de pensamientos y me levanto de encima de ella y salgo corriendo, logró ser más rápido que ella y me cuelo en el baño y cierro la puerta rápidamente poniéndole el seguro mientras me despojaba de mi ropa para meterme en la bañera.

—¡Kim Taehyung abre la puerta! —sentí los gritos de Jimena y los golpes en la puerta mientras yo me relajaba tomando ya aquel baño.

—¿En serio quieres entrar?

—Estee-

—Te aseguro que no te llevarás una decepción.

—¡Maldito seas Kim Taehyung! ¡Qué te den!

—¡Qué me den comida!

—¡Joder, vete a la mierda! —estalle en risas y estoy seguro de que si estuviera en frente de ella me hubiera enseñado su dedo de en medio.

—No sé dónde es ¿por qué no vamos juntos? Así aprendo para una próxima.

—¡Jodete!

ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ

Sentí su escandalosa risa, maldito sea el que me las va a pagar. Yo quería haberme dado ese baño ¡Te odio Kim Taehyung! Y también que me las pagas y además de que bañarme contigo no es una buena opción, ni muerta.

No somos nada, solamente estamos unidos por aquellos papeles que tuvimos que firmar. Más nada.

Íbamos a estar solamente unos cinco días ya que no puedo faltar mucho a la universidad y en unos meses se acaban las clases y con ello el año y terminaría la universidad de una vez por todas. ¡Libertad!

Se siente emocionante pero a la vez no.

Taehyung también debería comenzar a trabajar en la empresa de su padre.

Fui hacia el balcón que había en la habitación, sonreí y me recosté a él barandal. A lo lejos se veía el mar, nunca imaginé esto, aunque si con Hoseok.

Siento tanto haberle hecho esto. Joder, el no se lo merecía.

El demostró amarme tanto y mírame aquí de luna de miel con Tae.

—Es absurdo.

Lo es y lo sé, tengo tanto miedo de poder ver a Taehyung como algo más que amigos que me atemorizo y no es porque el sea malo o nada de eso, tengo miedo de destruir la hermosa relación que tenemos.

Volví a mirar hacia la playa, todo estaba muy lindo, a excepción de que yo era quien quería ese baño.

—¡Ya terminé! —sentí la voz de Tae.

Me volví para ir a la habitación para reclamarle miles de cosas, como la primera ¡tomo mi baño! ¡Mío!

—¡Kim Taehyung, no sabes que-! ¡Ah imbécil vístete! —dije poniendo mis manos en mis ojos.

—¡Loca, no mires!

Aunque no estaba totalmente desnudo, ya que tenía una toalla alrededor de su cintura no pude evitar ver su esculpido pecho, no es novedad para nadie que Tae se ejercita.

¡Y más bueno que la sopa!

Debo dejar de tener esos pensamientos.

—¡Tú me gritaste! —dije dándole la espalda.

—No había llevado ropa, fue de lo último que me acordé, tenía que conseguir a como diera lugar ese baño.

—Me lo tenías que haber dejado a mí. Soy tu esposa ahora.

Podré usar esto en casos de emergencias.

—¿Eso quiere decir que nos teníamos que dar el baño juntos?

No, mejor ya no lo puedo usar.

—Claro que no.

—Entonces ya deja de decir palabrerías.

Suspiré rendida, está vez te dejare ganar Taehyung, pero no siempre. Solamente está vez.

Camine de vuelta a el balcón mientras esperaba a que el se terminara de vestir, con la excusa de que en el baño es muy molesto.

¿Alguien más no quiere ocupar mi lugar? Yo se lo doy con todo gusto.

Cuando Taehyung termino fue hacia donde yo estaba y se puso a mi lado. No lo miré, simplemente seguí mirando hacia el horizonte.

Aún hay tiempo de dar un paseo, o eso creo. Pero a la vez quisiera quedarme aquí mirando todo y en el silencio de la habitación, junto con Tae ¿no? Digo, si el no tiene pensado salir. A quien engaño, creo que no quiero salir por vaga. Listo.

Es mejor decir eso.

Tae se ve tranquilo y con una pizca de felicidad, yo creo que estoy igual, pero no estoy feliz, más bien tengo miedo.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Aquel baño estuvo demasiado relajante, aunque aún me da gracia la reacción de Jimena. Creo que la tensión y la incomodidad que había entre ambos poco a poco va pasando hasta que lo más probable es que nos adaptamos a esto.

Nunca pasó por mi mente que llegara a pasar un momento como este, pero ahora me preguntó ¿cuánto nos durará la farsa? ¿Seré lo suficientemente fuerte como para aguantarla?

Quisiera preguntarme si a pesar de él tiempo Jimena seguirá escogiendo a Hoseok, pero la respuesta está grabada en su rostro.

El siempre será el chico que tenga su corazón.

Ay veces en las que me siento tan patético.

Entramos en la habitación, quería ir a dar un paseo y aprovechar de la tarde. Pero la voz de Jimena me interrumpe justo cuando iba a decirle que iba a salir por si se me quería unir.

Quisiera que al menos fuera un viaje divertido entre amigos que son marido y mujer.

—La cama es mía.

Espera ¿qué?

—¿Qué?

—Lo que oíste Taehyung. Dormirás en el sofá —señaló a el sofá de terciopelo blanco que había en la habitación.

Ni loco, es demasiado pequeño y yo no quepo ahí. Probablemente amanezca con dolores en el cuerpo y demacrado, además de en el suelo.

Eso no sería para nada lindo considerando que cuando llegue a Corea de nuevo, en Incheon debo comenzar a trabajar en la empresa de mi padre.

Y ando un poco emocionado a decir verdad. Aunque prefiero ser abogado.

Pero ese no es el tema aquí.

La mire con cara de pocos amigos, creo que mi mirada dice todo.

—No dormiré allí. Ni siquiera quepo.

—No dormiremos en la misma cama.

—¿Tan malo soy? No es como si te fuera a tocar o hacer algo.

—No quiero dormir con un hombre el cual no me gusta.

Dolió, como la mierda que si dolió, pero yo sabía con lo que tenía que lidiar de ahora en adelante.

—Jodete Jimena. ¡Haz lo que te salga de lo que tienes entre los pies! ¡Está bien dormiré en el sofá! —dije dándole un portazo a la puerta para salir de allí.

Me sentía enojado, con ella por no confiar en mí y conmigo mismo por haber reaccionado así cuando conozco las adversidades a las que debo hacerle frente todos los días.

Siento como me llama pero yo simplemente salgo corriendo, no dejaré que me alcance, necesito un tiempo a solas y se lo agradecería mucho.

Me siento insuficiente para ella, lo soy, no soy lo que ella quiere.

Creo que necesito relajarme.

Dios, el lugar es hermoso. Cuando llegamos no tuve tiempo de verlo mejor, y hasta ahora desde que llegamos aquí he salido de la habitación.

Una chica, muy amable y linda me dió un tour, era muy linda, y su forma de hablar y explicarme con detalle era muy simpática, y la flor que tenía en el cabello la hacía ver más linda.

Todo mi tiempo estuve dando vueltas de aquí para allá por todo el hotel, me siento en una película. Es muy diferente a los hoteles en Corea.

Aún tengo en la mente las palabras de Jimena. Bien, dormiré en el sofá si tanto gusta. No quisiera que las peleas entre nosotros avanzarán o empeorarán.

Ni siquiera me había dado cuenta de que se estaba haciendo de noche. Y además tenía hambre.

Volví a la habitación, pero no tuve el valor de abrirla, así que simplemente me quedé allí con la mano puesta en la manija después de haber ingresado la llave aquella.

Tengo miedo.

Tome una boconada de aire y la abrí. En el momento en que lo hice, y cerré la puerta justo cuando mire hacia adelante lo único que visualice fue una cosa blanca ir en mi dirección.

Una almohada venía volando en mi dirección.

Me dió tiempo esquivar el impacto y mire a Jimena en la cama y parecía haber llorado, de hecho aún estaba sollozando.

—¡¿Dónde estabas?! ¡No sabes lo preocupada que estaba! ¡Pensé que te había pasado algo! —dijo sollozando.

—Estoy bien —dije restándole importancia.

—¡Te vas y me dejas aquí como quieres que no le tome importancia! ¡Eres malo Taehyung! En serio pensé que te había pasado algo —lo último lo dijo en un hilo de voz.

—No me pasó nada, estoy aquí, y estoy bien.

Recogí la almohada de él suelo y se la lance consiguiendo que cayera en la cama. Soy genial, buena puntería Taehyung, aunque creo que eso lo hace cualquiera.

—¡Mírame imbécil!

—Vamos a comer. Muero de hambre.

Ella se rió demostrando sarcasmo.

—¡No sabes lo preocupada que estaba! —busco su teléfono—. ¡20 llamadas perdidas Kim! ¡No me respondiste ningúna!

¡Diablos! Creo que por eso dicen que no hagas enojar a tu mujer.

Saque mi teléfono viendo que en efecto tenía 20 llamadas perdidas de Jimena, además de que estaba en silencio, y unos 13 mensajes de ella.

Además también Jungkook me había llamado, de él tenía solamente 5 llamadas.

—Lo siento.

—Yo lo siento.

Quisiera creer que no será tan malo como parece. Pero conozco el carácter de Jimena, así como su facilidad de decir las cosas y meditarlas después sin saber cuánto daño le ha hecho a la otra persona.

Ella es Jimena, mi ahora esposa.

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