ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ⁴ ʙᴏᴅᴀ
ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ
Me miré en el espejo grande que había, el tan esperado día por todos, en especial por mi mamá había llegado, y ni siquiera puedo describir cómo es que me siento respecto a todo.
Quiero huir y no ir, no quiero ir a aquel lugar y mucho menos quiero casarme, no con él, no con mi mejor amigo. Pero a la vez siento ese impulso de ir ahí ya acabar con todo. Casarnos en irnos y ya.
Aquella mujer estaba terminando de peinar mi cabello que no era muy largo, me llegaba un poco más arriba que la mitad de la espalda.
Veo a mi mamá mirarme de reojo, me siento estúpida, deseo que solamente terminen ya, quiero acabar con todo y salir de esto lo más rápido posible, pero yo, más que nadie sabe que esto será algo que durará, y estoy más que segura de que el tiempo no estará a mi favor.
No quiero que me malinterpreten, no es que Tae tenga algo malo, claro que no, es solo que es mi amigo ¿ustedes se casarían con un amigo a él que consideran como un hermano? En mi caso no lo haría, pero a mí me obligaron.
No es como si antes hubiera tratado de hablar con mi mamá y mi papá para no casarme con él, pero ambas repuestas fueron las mismas.
Mi casa todo se volvió peleas por mi parte. Ni siquiera me dejaron planear al menos mi boda. Yo solamente di algunas instrucciones, lo demás fue como quiso mi mamá.
Y ahora mírenme aquí.
Ni siquiera eso me dejaron hacer. Es una estupidez. No quiero.
¿Estaría bien escaparme?
—Pero mira que presiosa estás —dijo mi mamá acercándose a mí.
—¿Dónde está Ji Woo?
—Ahora viene, estaba afuera con Mijoo.
Terminaron de darle los últimos retoques a mi maquillaje y me habían dejado sola con mi mamá en aquella habitación.
De nuevo traté, intenté, aún sabiendo cuál era aquella respuesta.
—¡Unnie! —mi hermana ingreso en la habitación, Mijoo iba detrás de ella moviendo la silla de ruedas.
Mijoo es una amiga de la universidad, estudiamos juntas y será mi madrina en la boda, aún recuerdo la cara que me puso cuando le conté que me casaría con Taehyung.
Y más aún cuando le conté la razón.
Mi hermana está en silla de ruedas, desde pequeña nunca ha podido caminar y se niega a ir a un tratamiento, ya que nos dijeron que las posibilidades son bajas, aún así ella siempre se mantiene firme y con una sonrisa.
Ella también está emocionada por la boda con Tae, pero claro, ella no sabe el motivo, piensa que nos amamos.
—¡Unnie! ¿puedo usar labial? Por favor —hizo un puchero demasiado adorable.
—Como hoy es un día muy importante te dejaré.
No puedo decirle la verdad a mí hermana, es una niña y aunque a veces puede llegar a ser muy madura, pero tampoco es como si le diré que me voy a casar con Tae solo porque mis padres quieren.
Hecho el pequeño labial que no es más que brillo, siendo tan pequeña no dejaré que se pinte.
Cuando terminó se mira en el espejo y comienza a saltar de alegría como puede. Es mi pequeña y siempre lo será aunque tenga 25 años, siempre lo he dicho, y no importa si está en silla de ruedas.
—Mamá —la miró con cara suplicante.
—Jimena no empecemos.
—Unnie estoy segura de que TaeTae oppa se quedará con la boca abierta cuando te vea literalmente.
—¿Tú crees? ¿Y si no le gusta? —hago un puchero.
—Claro que le va a gustar, ya vas a ver.
Acentí con una sonrisa cuando sentí que mamá ya me decía que debía salir, acentí con una sonrisa dado que Ji Woo no sabía nada. Mi mamá salió con ella hacia afuera.
El lugar era enorme y la decoración para que, al menos me alegro de que mi mamá haya tomado en cuenta mi opinión y la manera en la que yo quería algunas cosas.
Quería una boda en la playa, al menos quería cumplir mis expectativas, pero mi mamá no quiso que fuera allí ya que según ella eso era algo cliché.
Así que aquí estamos, en uno de los hoteles más costosos y hermosos de Seúl. Mi mamá y la de Taehyung insistieron mucho para que fuera aquí.
Y mi mamá casi que se encargó de todo.
Como si ella supiera mucho de bodas.
Un pesado suspiro sale de mis labios y la miro ya sin esperanza alguna. Lo siento Taehyung, pero nos tendremos que casar.
Sé que tu tampoco quieres, pero espero que con el tiempo nos adaptemos a esto, y en algún momento retomar nuestras vidas si es que así se le puede decir.
Me miré por última vez en el espejo. Hasta yo me casaría conmigo misma.
La puerta de aquel lugar en donde estaba fue abierta y mi padre entró, su semblante serio pero fue reemplazado rápidamente con una sonrisa cuando me vió, me preocupa y siento que algo está fuera de lugar, pero ya es imposible. A la vez que diga aquel acepto se que no abra vuelta atrás.
—Papá yo no-
—Estas preciosa mi amor. Estoy tan orgulloso de ti cariño.
Besó mi frente con ternura como si no quisiera separarse de mi.
—Se que no querrás casarte, pero creeme, es lo mejor para tí. Y estoy seguro de que en el futuro sabrás porque tome esta decisión. También te pido que no culpes a Taehyung, el es un buen muchacho y el no tuvo nada que ver y tampoco fue quien intervino para que se casarán.
—No lo culpo.
—Ya no eres aquella niña que siempre quería estar enganchada en mis pies.
Reí ante el recuerdo, cuando era niña siempre estaba enganchada de el pie de mi papá, me encantaba hacerlo aunque el se cansara por darme paseos por la casa de ese modo.
Tengo curiosidad sobre porque tomo esta decisión, pero también tengo miedo.
Estábamos frente a la enorme puerta, al abrirse podía ver a mis familiares y amigos, así como amigos de mis padres y de los padres de Taehyung. Lo nervios me consumieron a pesar de que desde temprano estuve luchando contra ellos.
Lo más doloroso para mí fue ver ahí sentado a él hombre que amo, a el cual le pertenecía mi corazón.
Deseaba que Hoseok no estuviera ahí, pero Dahyun lo había invitado como su pareja.
La gente se puso de pie inmediatamente, Jungkook me sonrió y Taehyung parecía peor que yo con los manojos de nerviosos. Se veía tan tierno así que me dieron ganas de reírme pero me contuve, todo un caballero.
La marcha nupcial comenzó a sonar.
Quisiera que esto acabará rápidamente y apenas ha comenzado.
ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ
Me siento que estoy haciendo algo loco, no puedo más con los nervios, estoy hecho un manojo de ellos, intenté calmarme pensando en cualquier cosa que pudiera desviar mis pensamientos relacionado con la boda o con cualquier cosa que tuviera que ver con ella.
Jungkook soltó una risita, supongo que sabe cómo me encuentro, mis manos tiemblan mientras juego con el dobladillo de él traje.
Me doy cuenta de lo que estoy haciendo así que lo dejo antes de que lo arruine.
Dicen que la boda es un día especial que nunca se debe olvidar. Yo nunca lo olvidaré y especial por lo patético que me siento.
Hoseok está entre los invitados y no he tenido el valor de darle la cara a pesar de que fue a donde estaba yo y me felicitó, desde aquel momento no no dejemos visto más, ni siquiera hemos cruzado miradas. Solamente se por Jungkook que vino de pareja con Dahyun. Ellos fueron y son grandes amigos, aunque nosotros dos no nos llevamos tan bien con ella.
—Cálmate —logre leer los labios de Jungkook seguido de una risita de su parte.
Cuando la puerta se abrió y Jimena venía caminando hacia mí de la mano de su padre, el señor Park. Mis nervios pasaron a segundo plano.
El señor Park, que es como un padre para mí como para los demás chicos me entrego a mí y mis nervios volvieron.
Joder. Creo que hoy también me tendrán que hacer el funeral.
El anciano comenzó a hablar. Creo que Jimena se dió cuenta de mis nervios y me dió una sonrisa torcida.
Yo le correspondí a la sonrisa y volví mi vista hacia el frente. Sabía que Hoseok la estaba mirando, pero yo no podía hacer nada, ellos se amaban, y yo les estoy arrebatando eso, les estoy arrebatando su felicidad.
Yo debería ser quien esté en el puesto de Jungkook y Hoseok en mi lugar, aunque a él estar viendo esto sienta que mi corazón finalmente se hace cenizas y mi alma se desvanece y las lágrimas amenazaran con salir pero yo no sé lo permitiría y esperaría hasta estar solo y lo haría allí, demostrando estar feliz por ellos y estar bien, estar con todos aunque en la soledad de mi habitación este destrozado y hecho pedazos.
El momento de la pregunta llegó.
—Kim Taehyung ¿aceptas a Park Jimena cómo tú legítima esposa para amarla, cuidarla, respetarla en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, en la abundancia y en la pobreza; para honrarla hasta que la muerte los separe?
Pase mi lengua por mis labios, gesto que fue desapercibido por todos.
—Acepto —dije firme y sentí mis nervios llegar a flote cuando comenzaron a hacer la misma pregunta a Jimena.
—Park Jimena ¿aceptas a Kim Taehyung como tú legítimo esposo para amarlo, cuidarlo, respetarlo en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, en la abundancia y en la pobreza; para honrarlo hasta que la muerte los separe?
Un corto silencio de unos segundos se hizo presente y tuve miedo, miedo a que rechace porque siento que esto es lo que va a salir de sus labios.
Con los nervios a flote aparte aparte mi mirada de ella quien me miró sonriente para decir:
—Acepto.
La mire, ya no me estaba mirando, sino a el frente, creo que estaba en una clase de shock, porque nunca espere que dijera eso. Ella hizo lo imposible y lo posible para que no nos casaramos. Y sinceramente pensé que me diría un no y se iría.
Llegó el momento de los anillos, deseaba que todo acabará. Mis nervios habían desaparecido un poco por suerte y Jungkook no hacia otra cosa más que burlarse de mí.
Cuando acabó la ceremonia, Jimena y yo éramos marido y mujer, lo siguiente no se qué será, todo está en manos de nuestros padres.
No queríamos fiesta, ninguno de los dos queríamos una fiesta, pero nuestras madres insistieron tanto que ahora estamos aquí, en la fiesta en este lujoso hotel. Todavía no me creo que hayamos venido de Incheon para aquí a casarnos.
No es una boda por amor, no para ella, es una boda por obligación.
Ella me ignoro en todo el transcurso y yo solamente estaba cabizbajo tratando de dar mi mayor sonrisa tratando de que las personas pensaran en lo feliz que estaba, aunque no era así. Me sentía culpable y me sentía mal.
Nos vimos de nuevo en el momento en que tuvimos que bailar en el centro de una pista mientras todos observaban lo enamorados que estábamos.
Me evita, puedo sentirlo, y no la culpo, le he hecho la vida una mierda. Ella no lo quería.
—No soporto estos zapatos —me dijo suavemente, mirándome está vez.
Ambos reímos suavemente.
—¿Qué sigue después de esto? —pregunto y me encogí de hombros—. ¿Cuando terminara esto?
—Tampoco se, así que solamente sigue así.
Estaba casado con mi mejor amiga quién no me amaba. A partir de hoy eres Kim Jimena y aunque no me ames, yo siempre lo haré. Te amo Jimena.
No se como me ha quedado esto, es la primera vez que narro una boda y pues esto fue lo que salió :v y espero les haya gustado. Besitos :3
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