ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ²⁰ ʙᴇsᴏ

ᴘᴀʀᴋ ᴊɪᴍᴇɴᴀ

Estiro los brazos mientras doy un largo bostezo, me volteó hacia el lado donde debería estar Taehyung, tenía dolor de cabeza, a mí nada más se me ocurre tomar hasta que mi conciencia se seque, pero yo no me pase de las quince cervezas... Creo.

No recuerdo nada, solamente cuando Taehyung llegó a él bar, no recuerdo más nada.

—¡Mi príncipe azul!

Taehyung se volteó mientras me miraba con una expresión dudosa como si estuviera dudando sobre lo que había dicho.

En realidad es mi príncipe azul.

—¡Mi esposo! ¡Mi vida! —me reí—. ¿Dónde estabas? Te extrañe mucho.

No podía hacer dicho eso, solamente esas palabras era lo único que había recordado, y la cara de Taehyung, parecía como si en cierta manera le hubiera gustado, y a mí también me gustó decirle así.

Me levanto de la cama, me levanté y en ese momento la colcha cayó dejándome solamente en bragas ¿y esto porqué? ¿Qué fue lo que pasó?

Chillo sintiendo como mi piel se eriza debido a él contacto de él aire que es levemente frío y busco la colcha y me envuelvo en ella como si fuera un saco de papa, no, la papa dentro de él saco.

Todo mi pelo está desgreñado y me di cuenta de que dormí con el cabello suelto, primer día y el único, es que lo odio.

Mire la hora y ya la universidad hace como dos horas que empezó las clases, así que sería por gusto ir, también Tae debe estar en su trabajo así que estaré sola.

—Mijoo te presento a mi... Esposo. ¿A que es lindo? —dije apretujando sus mejillas—. Tengo la mejor suerte de él mundo —trago saliva.

Jungkook conversaba sobre algo pero yo estaba ajena a la conversación, solo estaba en mi propio mundo donde la única persona que había en el era Taehyung, mi Taehyung.

—Eres muuuy lindo —exclamé

Vamonos —dijo tomando un trago.

—Nos vamos... A... Nuestra casa... Solo nuestra.

Trago duro.

—Si. Nuestra.

—¿Sabes? Tendremos hijoooos. Correrán por toda la casa y te volverán looco —solté una carcajada—. ¿No quieres hijos?

—Jimena estás borracha. No digas cosas que no sientes.

Hice una mueca.

—Mi única manera de ser sincera es estando ebria.

Sentí como un nudo se formaba en mi garganta, otra vez todo se volvió una inmensa oscuridad, quisiera saber todo lo que realmente pasó, pero en mi mente todo está oscuro, como si ya no hubiera vida.

—Mi única manera de ser sincera es estando ebria —susurré para mí misma.

¿Entonces que siento por ti? Ush, todo es tan difícil, ¡maldita sea quisiera irme corriendo, quisiera gritar hasta que mi garganta se desgarre a más no poder, quisiera llorar de la impotencia que siento! ¡Me siento en un laberinto sin salida!

Pero tú eres mi luz, siempre lo has sido, no importa si Hoseok estuvo, tú siempre eras aquel que estaba allí, siempre fuiste tú y yo... Yo no me daba cuenta.

Busque una camiseta de Taehyung, mientras me dirigía a el baño. Cuando salí después de haberme dado un baño fui a mi habitación que debía de compartir con Tae, pero cuando volví a bajar para buscar algo de comer ya que mi estómago me lo pedía sentí la puerta ser abierta.

Me detuve en medio de la escalera viendo como dejó las bolsas que tenía en la mano, deduje que fue a él supermercado ya que de seguro no había mucho en la nevera. Su mirada estaba perdida en la nada. ¿Qué te pasa Taehyung? Su semblante estaba serio, el nunca está serio, bueno pocas veces.

Suspiro llendo a la cocina me quedé recostada a la isla mientras veía a Tae guardar todo en la nevera.

Se volteó y dió un respingo cuando me vió.

—J-jimena ¿q-que haces aq-qui?

—¿Por qué estás tan nervioso?

—¿Sabes que te pasó ayer?

—Fui a un bar con Mijoo, tome de más me fuiste a buscar, no siquiera se en que nos fuimos, no recuerdo nada más después de eso.

Dió un suspiró de alivio, ¿pasó algo de lo que deba acordarme? ¡Tal vez es algo importante! ¡Seguro me contó un secreto mientras yo andaba ebria!

Estaba nervioso, lo sabía, lo conozco bien como para saber hasta cuándo está cagando.

—Voy a hacer el almuerzo —dijo dandome la espalda —cuando termine te llamaré, puedes ir a la habitación. Digo, seguro estás cansada y b-bueno será bueno que descanses ya sabes, estabas ebria y-y ¡¿Tomaste alguna pastilla?! Ya sabes p-para el dolor de cabeza. Puedes ir, está en el botiquín.

—¿Me estás echando?

—N-no.

—¿Entonces por qué razón no me das la cara? ¿Tengo algo malo? —dije tocándome la cara.

—No puedo.

—¿Qué?

—Te haré un té. Estoy seguro de que te hará mejor.

Me di la vuelta para salir de la habitación con molestia de la cocina y se que Kim lo notó.

¿Por qué está así?

Me desabotone los dos botones que tenía mi blusa. Trago duro tratando de no ver mucho.

Tae recogió mo cartera dejándola encima de él sofá mientras se dirigía a mi.

—Jimena vamos.

—¿A donde? Ah, se supone que ahora debemos consumir nuestro amor —abrió los ojos como si fueran platos—. Vamos vamos.

¿Nosotros no hicimos eso verdad? Claro que no, si de algo estoy segura es de que Tae no se aprovecharía de mi estado.

¿Estará molesto por eso?

Prendo la tele mientras veo que en ese momento están dando una canción de BTS, Best of me.

Siento una presencia detrás de mí.

—Mi favorito es Rasputín.

Arqueo una ceja y me volteó.

—¿Rasputín? ¿Quién diablos es ese?

—Mi bias.

—Pero ninguno ahí se llama Rasputín.

—¿En serio? Claro que sí. Kim Rasputín.

—¿Kim Rap Monster?

—Ah, ¿es Rap Monster? No importa, siempre será Rasputín.

Solté una carcajada, Tae se notaba algo incómodo pero como queriendo hacer el intento de que lo que sea que le afecte no lo hiciera, pero otra vez se sintió como si estuviera incómodo.

—Nos vemos.

Seguí viendo la tele mientras Taehyung hacia el almuerzo, yo esperaba a que lo hiciera.

Cuando me llamo para almorzar fui hacia el viendo como hablaba con teléfono y por lo que pude identificar era con Jungkook.

—¿Entonces la besaste?

—Vamos mi príncipe Kim. Seré tu princesa. Qué lindo suena Kim. Seré Kim Jimena. Ah no espera, que ya lo soy.

Soltó una pequeña risita.

—Si, soy tu príncipe, y si tú me lo permites tú serás mi princesa.

—¡Acepto! ¡Serás solo mío! Mío mío mío.

—Si, seré todo tuyo. Ya lo soy.

Ush, que bien se siente saber eso.

Entramos en la habitación y me dejó de pie frente a la cama, me senté y él se acerco a mí.

—Jimena ya me voy.

—¡No!

Lo tome de la chaqueta apegando su cara a la mía, sabía que si se movía podía nuestros labios rozar.

Pase la lengua por mis labios y su mirada subió encontrándose con la mía.

Ji-jimena ¿q-q-que planeas? —trago saliva, nervioso, lo podía notar.

—Voy a besarte.

¿Y yo hice eso? ¿Yo lo besé? Estaba en un punto donde no sabia que pensar de mi misma, de mis acciones, de mis sentimientos. Todo era tan confuso.

Lo miré como ponía los platos en la mesa mientras hablaba con Jungkook, me senté en la mesa y lo miré, sus labios se movían a el compás de lo que hablaba.

Estampé sus labios en los míos con agresividad, sentía que se dejaba besar hasta que empezó a mover sus labios sobre los míos con dulzura, como si me rompiera si fuera brusco conmigo, trato de saborear cada parte de su boca, poder disfrutar al máximo, como si así el sabor de sus labios se quedarán grabados para siempre en los míos, suelto un pequeño suspiro al sentir como enrolla su lengua con la mía empezando una guerra entre ellas, siento un revoloteo en mi interior y una corriente eléctrica recorre mi cuerpo. La falta de aire se hizo presente entre los dos, así que solo tomamos un pequeño espacio para que nuestras bocas no quedarán unidas, cuando iba a volver a besar esos labios tan provocativos se apartó bruscamente de mí mientras negaba.

—Esto está mal. Estás ebria Jimena.

—Pe-pero-

—No, Jimena. Tú no entiendes.

Salió de la habitación y me quedé sola con mis pensamientos, hacia demasiado calor así que me quite mis prendas y me quedé solamente en bragas y me acosté, mañana sería otro día.

Mi mirada se queda perdida en la nada mientras mis dedos se dirigen hacia mis labios sintiendo un extraño revoltijo en mi estómago, como si todo se estuviera cambiando de lugar.

Creo que se me fue el estómago a donde estaban los riñones. Oh bueno, se siente bien sentirme así.

Miró hacia Tae todavía hablando con Jungkook mientras ahora está buscando los cubiertos, mi mirada se posa en sus labios que se mueven al compás de lo que habla.

Yo besé esos labios.

Sus labios.

Besé tus labios Taehyung.

¿Tú también te sentiste así como yo?

¿Acaso ya caí en tus encantos? Creo, creo que me gustas, otra vez.

¡Nada seguro!

—Listo —veo como deja su teléfono en la isla y se sienta en la mesa—. Jimena ¿no vas a comer?

—S-si.

Su mirada me vuelve a esquivar mientras yo lo miro atentamente. ¡Quiero que me mires Taehyung!

¿Te gustó cómo a mí?

—¿Por qué no me miras?

—¿Por qué no comes?

Solté una risa sarcástica.

—¿Sabes que tienes esa manía de contestar una pregunta con otra cierto?

—Así es.

—Espero que tus —nuestros—...hijos no sean como tú.

—Yo quisiera que salieran más a su mamá.

—¿Ah sí? —dije mirándolo fijamente.

—Si. Quisiera que fueran exactamente como su mamá. Sus lindos ojos, sus labios, su cabello, su inteligencia, su manera de ser, su imperfecta perfección, solo espero que su actitud no la tuvieran.

—¿Tan mala es?

—Uff, se ve que no la conoces. Pero yo creo que lo haces.

—¿Por qué no me la presentas?

—Está más cerca de ti de lo que en realidad crees.

—Vale. Comamos, Rasputín —solté una carcajada recordando el apodo que le había puesto a Rap Monster, o seguro que ni siquiera se sabía bien el nombre.

Ví la sonrisa de Taehyung, su sonrisa que con ella logra iluminar a medio mundo.

A qué te gusta.

Comencé a comerlo sin apartar mi mirada de la de el nuevamente viendo como por tercera vez en el día creo me trata de esquivar la mirada.

Maldito Taehyung. Haces que sienta miles de cosas en mi interior para después ni siquiera tener el valor de darme la cara, además de que lo hiciste hace menos de cinco minutos.

Pero vale, está vez lo dejaré pasar. Estoy segura de que tarde o temprano me darás la cara.

¿Cierto? Yo me encargaré de ello.

Oh, en estos días quedé con mi hermana para pasar el sábado y parte de el domingo para hacer una pijama de chicas, y Mijoo también la invité.

Noche de chicas.

Hace un tiempo que no veo a mi hermana.

—Haré una noche de chicas.

—Lo sé.

—¿Qué?

—Me lo habías dicho hace dos días.

—Oh.

—Yo también haré una noche pero de chicos. Jungkook, Jimin, Hoseok y yo. Tenemos pensado hacer varias cosas.

—¿Ah sí? ¿Como qué?

—Ver una peli de terror, ir a un bar y tomar hasta que nuestra garganta arda. Y quizás esos chicos se vayan con alguna chica.

—¡Te lo prohíbo!

—¿Qué?

—¡Al menos debes respetarme! ¡Soy tu esposa! ¡Qué ni se te ocurra acostarte con alguna puta de ahí!

—Oye cálmate. Dije que los chicos. Yo no sería capaz de hacerte eso Jime.

—Mas te vale —le apunte con el cubierto—. Ya sabes, debo cuidar mi reputación.

Di una sonrisa para seguir comiendo. Creo que de verdad he caído en tus encantos, Kim.

Al principio tenía pensado ¡nada de beso! Pero ñeh, este par se ama :) ¿y quién soy yo para negarlo?

Besos :3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top