ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ³² sᴜᴇɴ̃ᴏ

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Traté de animar a Jimena toda la tarde, había pasado una semana desde entonces, pero ella no salía de la habitación, llorando, incluso a veces me hacía quedar como si fuera un idiota, pero no importaba, yo solo quería ver su sonrisa, y cuando lo logré no saben la satisfacción que obtuve. Es como si me hubiera ganado la lotería.

Todo el día se lo había pasado encerrada en su habitación —como siempre ha hecho— comiendo y estoy seguro de que llorando, pero cada cuánto interrumpía y hacia lo mismo que ya he mencionado.

Hasta que el escuchar ahora mismo su carcajada hace que una enorme sonrisa se expanda por mi rostro sintiendo como bobo enamorado, sintiendo mi corazón latir apresuradamente.

Jimena, siempre voy a intentar sacarte una sonrisa, aunque yo estuviera peor que tú.

—Y entonces Jungkook la cargo y ambos se cayeron.

—¿En serio? —otra carcajada resonó.

—Ujum. Entonces Mijoo se levantó y le dió una bofetada.

—Oh, esa era la marca que tenía Jungkook en la cara hoy.

—Si.

—Vaya, que pareja tan... peculiar.

—Son lindos juntos.

Como tú y yo.

Quería decirle que había hablado con Hoseok, que me contó que está bien y tiene una nueva vida, ahora trabaja en un bar como barman y conoció una chica, una pero muy rara chica, y cada vez que quiere saber algo de ella se va como si el fuese fuego y la iría a quemar. Y que lo sentía por la perdida.

Pero preferí quedarme callado. No quería echar a perder todo lo que había logrado.

—TaeTae, se acabaron los dulces.

—Si. Ya lo estoy viendo.

—¿Mañana me compras más?

Todo lo que quieras.

—Si.

—¿Promesa? —dijo

—Promesa.

—¿Y si la sellamos con un beso?

Vaya, esto no lo esperaba.

—Uno chititititito. —Volvió a decir.

Está vez quién sonrió fui yo y me acerqué a ella. Por alguna razón no podía negarme a su petición. Terminé sentándome en la orilla de la cama con una pierna sobre esta y otra en el suelo. Me incline hacia delante entrecerrando mis ojos a él igual que Jimena. Cuando nuestros labios se tocaron fue como si toda preocupación y malestar que sentía se drenará de mi cuerpo.

Ladee la cabeza permitiéndole a Jimena acomodarse y encajar nuestros labios mejor aunque ni siquiera era un beso lascivo, era demasiado —muy— inocente para nuestra edad, creo que ni siquiera recuerdo haber dado en años un beso tan inocente así. Tan solo mis labios sostenían el superior de Jimena mientras ella presionaba los suyos contra el inferior.

Pero fue suficiente como para hacer que mi corazón se desborde y ahora mismo estuviera sonriendo y saltando de felicidad si no fuera porque Jimena está ahora frente a mí presionando sus labios contra los míos.

Sin dudas, ella es lo mejor que me ha pasado.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Al principio Jimena me había pedido dormir con ella, pero debido a que no podía nos fuimos a la sala a ver una película.

Cuando Jimena me había pedido que me quedara con ella está noche pensé que quería que durmieramos abrazados, que yo le diera mimitos y ella poder dormir tranquila pero me había replanteado esa duda y supe que me había equivocado. Pero ahora solo me concentraba en devolverle el beso a Jimena.

Sobre la película ni recuerdo de que era.

—Jim-

—Por favor TaeTae.

Me miraba como un cachorro perdido en medio de la lluvia haciendo que mi corazón se encogiera de tan solo verla. Ella era hermosa.

Con cuidado aparte los mechones de su cabello que caía enfrente de sus ojos.

—Te lo ruego —susurró otra vez—. Hazme el amor.

No sabía que pensar en ese momento, porque también comprendía la razón de Jimena, ella solo quería quizás alejarse de aquel dolor de haber perdido a su padre al menos unos minutos.

—Jime, yo-

Pero no pude continuar cuando sentí sus labios otra vez presionar contra los míos y eso solo hizo que todo pensamiento racional que tenía desapareciera en solo cuestión de segundos.

Sentía que esta noche íbamos a pasar el límite, que al fin íbamos a dar el siguiente paso. Los besos fueron más desenfrenados junto con las caricias que nos proporcionamos uno al otro, yendo hacia la habitación quedando sentados en la orilla de la cama, sentada sobre mi decido romper el beso, le tomo por las mejillas y separó nuestras bocas.

—Jimena yo-

—Taehyung —casi reprocha mientras dice mi nombre—. Debes de aprender a vivir más el momento en vez de pensar, todo está bien ¿Vale?

No, todo no está bien pero solo puedo confiar en ella, por qué ¿que más da? Así que no pierdo tiempo en perderme en la piel de su cuello la cual está expuesta, paso mi lengua por cada centímetro de su piel sin dejar sitio. Oigo sus suspiros lo cual hace que me detenga para mirarla a los ojos.

Esta vulnerable frente a mi, y me doy cuenta de que esto no es solo sexo, es hacer el amor con Jimena por qué está exponiendo su vulnerabilidad frente a mi, está confiando en mi. Como yo lo estoy haciendo ahora con ella.

Le tomo por la cintura y de un salto le acuesto en la cama con cuidado de no hacerle daño me posiciono entre sus piernas.

Las prendas van desapareciendo a medida que pasa el tiempo y la excitación aumenta entonces, cuando siento su calidez acogiendo me, como si siempre hubiera sido mi casa. Como si estuviesemos echos el uno al otro. Me doy cuenta de que estoy perdido, y que ninguna mujer podría hacerme sentir tantas emociones al mismo tiempo como lo hace Jimena.

Sentí felicidad en ese momento.

No era cuestión de ir lento, no lo necesitamos, aunque siempre tenía cuidado por el bebé, Jimena y yo solo queríamos sentir como volabamos mientras la hacía mía, y quizás de eso se trataba hacer el amor. No es el ir con cuidado o paciencia, sino el hacerte volar como si fuera el sexo más intenso de tu vida, pero al contrario de hacerlo, cuando haces el amor vuelas de la mano con alguien, mientras en el otro te encargas de volar solo.

Pero ahora Jimena estaba volando conmigo.

No sabía cuánto duraría este sentimiento, pero esta noche me siento tan amado como nunca lo había sentido.

Éramos Jimena y yo haciendo el amor.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Sonreí mientras tomaba la fresa que tenía Jimena en la mano mientras abría la boca esperando para comer. Volví a sonreir cuando lo hizo.

El césped verde nos rodeaba y estábamos sentados encima de una manta blanca, incluso nuestra ropa era completamente blanca, no se veía nada más a lo lejos además de césped, y un lago un poco más lejano de donde estábamos nosotros.

Había una diferencia en Jimena, su cabello era rojo vino, como si se lo hubiera teñido, a diferencia de el mío que seguía de él mismo color, supongo que a mí el negro no me abandona.

—¿Por qué tan silencioso? —le sonreí a Jimena mientras le daba una fresa de comer.

—El silencio es lindo.

—Tú no eres precisamente una persona silenciosa. Vamos TaeTae, ¿me dirás qué te pasa?

—Solo estaba pensando.

—¿En?

—En que mi pelo sigue siendo de color negro.

—Oh —ella iba a seguir hablando pero un llanto nos interrumpe.

Miro alarmante hacia todo el lugar, yo pensaba que estábamos solos en este lugar, donde apenas se oye el canto de los pájaros, pero parece que estaba equivocado.

Aw, ¿ya despertaste bebé? Tú papá es muy ruidoso —arrugó su nariz.

—¿Bebé? ¿Papá?

—Taehyung, ¿en que mundo estás?

—Eso mismo me pregunto yo.

Yah, podrías dejar el sarcasmo de lado un momento. Gracias. No le hagas caso, tu papá anda loco.

Entonces lo ví, Jimena sujetaba en sus brazos un pequeño bebé que había sonreído cuando dijo eso mientras llevaba sus deditos a su boca mirándola fijamente con sus ojitos grises iguales a los de Jimena.

Entonces reí. Su mirada se conectó con la mía y sentí una felicidad inmensa.

—Min Joong. —Susurré, como si de repente recordara algo.

—¿Quieres cargarlo?

Acentí mientras estiraba mis brazos para tomarlo en ellos. Cuando Jimena me entrego a el bebé en brazos una enorme sonrisa se posó en mis labios, entendí la razón por la cual caí completamente enamorado, el es como un pequeño ángel.

Siento algo removerse entre mis brazos, los separo un poco abriendo los ojos viendo a Jimena dándose la vuelta quedando frente a mí y cuando lo hace posa sus brazos en mi cintura y su pie en mi cadera. Una sonrisa se planta en mis labios para volver a abrazarla y cerrar los ojos para volver a dormir.

ᴋɪᴍ ᴛᴀᴇ ʜʏᴜɴɢ

Confuso fui a abrir la puerta cuando sentí que la habían tocado. Estaba trabajando en un nuevo proyecto que me cruzó la mente. Desearía dejar de una vez por todas la empresa de papá, pero no puedo hacerlo, estoy consiente de ello. Es mi deber como el único heredero de la familia.

Desearía tener un hermano, y uno que le gusten los autos.

A veces pienso que sería hasta mejor trabajar en el bufete de abogados que tiene o tenía el papá de Jimena.

Abro la puerta y para mí sorpresa me encuentro con un repartidor de pizzas, ¿qué es esto?

Bueno, pues es un hombre pero repartiendo pizza.

—¿Kim Taehyung?

—Si soy yo.

—Tenga.

¿Qué? De todas maneras no protesto. Pago las pizzas y después de que se va frunzo el ceño. Esto solo hace que me venga a la mente el nombre de Jimena.

Ruedo los ojos y cierro la puerta dejándolas en la isla.

—TaeTae, ¿no ha llegado mí pizza? —dice aún con su tono dolido.

—Si.

—Perfecto. Ah —dice cuando las ve en la isla—. Toma un mini pedazo y lo demás déjamelo.

—¡¿Te vas a comer dos pizzas familiares?! ¡Jimena por tu vida!

—¡Me da hambre, pendejo!

—¡Pendejo tu madre!

—¡Es tu suegra!

—¡Es como mi segunda madre!

—¡¿Entonces?!

—¡Tú cosa!

—Me ofendes Taehyung —nego levemente—. Me ofendes, la ofendes a ella también —dijo cerrando los ojos y juntando más las piernas—. Ah, ofendes a bebé también.

—Bebé será varón.

—¿Como sabes eso? —Arqueo una ceja desafiandome.

—Porque lo soñé. Así como su nombre. Será Min Joong. Kim Min Joong.

—Ya veremos, Taehyung.

—Ya veremos, Jimena.

Dije cogiendo el mini pedazo de pizza que me correspondía aunque lo hubiera pagado yo y me fui nuevamente a mi oficina con una sonrisa malvada en mi rostro.

—Una pregunta.

—Huh —dije comiendo el pedacito de pizza aún sonriendo victorioso.

—En la habitación había una carpeta azul.

Mi sonrisa victoriosa se borró rápidamente.

¡Maldición!

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