ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪx : ᴅɪᴠᴇʀsɪᴏɴ ʙᴀᴊᴏ ᴇʟ sᴏʟ
Mi primer instinto es tirar la revista lo más lejos posible de mí y fingir que nunca la vi.
— (Pero entonces nunca sabría por qué Jungkook la tenía)
En lugar de eso, abro la revista en una página al azar e intento averiguar qué dice mi brillo de labios favoritos sobre mí. Hojeo los distintos artículos hasta que escucho que cierra la ducha, y no tarda en unirse a mí en la cocina.
— La ducha está libre, ¿sabes?
— Lo sé.
Golpeo con un dedo la portada para intentar llamar la atención de Jungkook, pero no se da cuenta.
— (O finge no darse cuenta)
Él agarra una botella de agua de la nevera y da un trago. Me mira por encima del hombro.
— ¿El brillo de labios rojo significa que eres apasionada? ¿Eso es cierto?
Cierro la revista para que la portada nos mire fijamente.
— Ni idea.
— Quizás podamos probarlo.
Me doy un golpecito en el labio inferior.
— ¿Por qué no?
Él sonríe.
— ¿Vienes a la cama?
Me doy cuenta de que Jungkook no va a ceder.
— (O quizás no se ha dado cuenta de que es ella)
— Seh. Vamos.
Cuando me pongo en pie, él me pasa un brazo por los hombros.
— ¿Tienes brillo de labios rojo?
Le doy un codazo juguetón.
— Esperaba que tú lo tuvieras.
Los dos nos reímos y nos dirigimos al dormitorio.
• ୨❀୧ •
A la mañana siguiente, bostezo y estiro los brazos sobre la cabeza. Normalmente, soy la primera en despertarme... pero esta vez, Jungkook no está por ninguna parte. El olor a tocino y huevos inunda el apartamento.
Hay todo un desayuno preparado en el mesón. Huevos, tocino, frutas diversas, panqueques... todo.
— Guau.
Miro por encima de su hombro las papas fritas que chisporrotean en el sartén.
— ¡Buenos días!
Empiezo a llenar un plato. Él se voltea hacia mí, sosteniendo una espátula y llevando un delantal que dice "besa al cocinero". Le doy un beso en la mejilla, haciendo que sonría.
— Buenos días para ti también.
Me acomodo en una de las sillas y me sirvo jarabe de arce en el plato.
— ¿Cuál es el motivo? ¿Intentas ganar la apuesta conquistándome con la comida?
Al mencionar la apuesta, los hombros de Jungkook se ponen rígidos. Mi sonrisa desaparece.
— Ah. Así que eso es lo que pasa aquí.
Le doy un sorbo al café que él preparó tal y como me gusta.
— ¿Es tan difícil creer que solo quería hacer algo bueno por ti? ¿De verdad tienes una opinión tan baja de mí?
Los dos nos quedamos en silencio mientras observo el dolor que se dibuja en su rostro.
— (Tiene razón. He tratado a Jungkook como una especie de criminal)
— Supongo que he sido bastante molesta.
Jungkook se ríe. Miro mi plato, cargado de comida que él se tomó la molestia de cocinar.
— Pero sinceramente... gracias. Por todo.
En lugar de responder, él se inclina hacia delante. Sus labios acarician los míos con suavidad. No es un beso apasionado y acalorado. No es un beso furioso, de "te odio". Es simplemente... un beso de amante y cuando sus cálidos labios abandonan los míos, mis ojos se abren de golpe. Me deja atónita.
Me toco los labios con suavidad mientras Jungkook observa cada uno de mis movimientos.
— Supongo que me equivoqué. Me parece que, en cambio, te estás enamorando de mí.
Sus labios se vuelven en una sonrisa. Él se inclina hacia delante como si fuera a besarme de nuevo... pero no lo hace. En lugar de eso, me quita un croissant del plato.
— ¡Hey!
Le da un gran mordisco y se aleja.
— ¡Eso es mío!
No dice nada mientras salta alegremente por el pasillo. Sacudo la cabeza. Mientras sigo disfrutando de mi desayuno, mi teléfono se ilumina.
Alex:
¡Buenos días, Eva!
¿Tienes algún plan para el día?
Eva:
¿Un plan?
Aún no estoy segura.
¿A menos que se te ocurra algo?
Alex:
Me alegra que lo hayas dicho 😊
¿No suena mejor un buen día de piscina que quedarse encerrada en el apartamento todo el día?
Conozco un sitio estupendo 😌
Eva:
En realidad...
¡Suena como un gran plan!
Me apunto 👍
Alex:
¡Perfecto!
¿Nos vemos allí en una hora?
Eva:
¡De acuerdo!
Me voy a mi habitación para vestirme.
~ Conjunto elegido ~
Cuando me ato el tirante del traje de baño, se me dibuja una sonrisa en la cara. El traje de baño se ajusta a mi cuerpo en todos los lugares adecuados.
Jungkook parece estar de acuerdo, a juzgar por la forma en que me mira cuando salgo del dormitorio.
— Guau. ¿A dónde vas?
Agarro mi bolso de playa.
— A la piscina con Alex.
Al mencionar su nombre, los ojos de él se abren de par en par con sorpresa.
— Alex, como...
— ¿Cómo tu ex-esposa? Sip.
— Tú y mi ex.
Le muestro una sonrisa descarada.
— ¿Sabes? Si tienes algún problema, puedes unirte a nosotras.
Él no duda.
— Lo haré. Dame cinco minutos.
• ୨❀୧ •
Fiel a su palabra, él tarda unos minutos en preparase para la piscina. Cuando llegamos, Alex está acostada en una de las sillas. Ve a Jungkook junto a mí y sonríe.
— Jungkook, sabía que no te resistirías.
Ella se levanta y se acerca a nosotros.
— Me encanta una buena piscina.
— O no puedes soportar la idea de que salga con Eva...
— Tal vez. ¡O tal vez vine a hacer ESTO!
Él agarra a Alex y la lanza a la piscina. Ella grita mientras el agua salpica a nuestros pies. Cuando ella nos lanza un chorro de agua, chillo.
— ¡Hey, no me metas en esto! ¡Yo no hice nada!
Jungkook me rodea la cadera con una mano y me acerca.
— Qué pena... porque tú eres la siguiente.
Antes de que pueda protestar, él y yo estamos cayendo en la piscina. Pero no me suelta como hizo con Alex. En cambio, me mantiene cuidadosamente envuelta en sus brazos. Me limpio el agua de los ojos y lo salpico como hizo Alex.
— Eva, nosotras... Podemos con él.
Ella extiende las manos y Jungkook jadea.
— ¡Señoritas, podemos hablar de esto!
Ella y yo avanzamos.
— ¡Solo estaba jugando!
Le sonrió a Alex.
— ¿Lista?
— Lista.
Salto sobre Jungkook y lo rodeo con fuerza.
— ¡Ahh!
Alex le salpica agua en la cara y él escupe mientras nos reímos.
La tarde transcurre de forma similar. Ella y Jimin son naturalmente amistosos entre sí, pero eso es todo. Se comportan como un hermano y una hermana, burlándose y bromeando, pero nada más. En cierto modo, es un alivio.
— ¿Eva?
Parpadeo. Jungkook y yo estamos acostados uno al lado del otro en unas sillas bajo una gran sombrilla. Él se sienta y me toca la rodilla.
— ¿Todo bien?
— Seh. Estoy bien.
Su rostro se relaja. Me doy cuenta de que nunca lo he visto mirar a Alex como me mira a mí.
— (Quizás... quizás...)
Antes de que pueda pensar más, ella se acerca y le hago espacio en mi silla.
— Toda esta nadadera me tiene con hambre. ¿Les apetece ir a comer pronto?
— Lo siento, ya tengo planes para cenar.
— ¡Oh! ¿Van a salir?
Sacudo la cabeza.
— No, no. Tiene una cita con una modelo.
— ¿Una modelo?
La mandíbula de Alex se contrae.
— Te refieres a Helen.
— ¿La conoces?
Ella se ríe, pero está llena de veneno, no de satisfacción.
— Ah, sí que la conozco.
— Alex.
— ¿Hablas en serio, Jungkook? ¡Esa mujer te trató como una mierda!
Él se frota el puente de la nariz.
— Eso fue hace mucho tiempo.
— ¡Las personas así no cambian, Jungkook! ¡No lo hacen!
Alex se levanta y lo fulmina con la mirada.
— Helen fue horrible contigo. Te dejó plantado en innumerables ocasiones. Llegaba tarde a todos los eventos. ¡Te engañó, por el amor de Dios!
Jungkook sacude la cabeza.
— Ella pensaba que estábamos dándonos un tiempo.
— ¡No es la maldita Ross Gellar!
— Como ya dije. Han pasado años.
— ¡Sí, años para que se ponga cada vez peor! Esta es la peor idea que has tenido.
Siento que no debería formar parte de esta conversación... así que, agarro mis cosas y me voy.
Las voces de Jungkook y Alex se escuchan mientras doblo la esquina. Cuando veo un cartel que señala el jacuzzi, me relajo.
• ୨❀୧ •
Todo mi estrés parece desvanecerse cuando me sumerjo en el spa climatizado. Unos chorros me masajean la espalda mientras estiro las piernas y mi cabeza descansa en la almohada de felpa. La única luz proviene del propio jacuzzi.
— (Cuando le pregunté al empleado si podía utilizarlo, me dijo que solo estaría abierto al público a partir de la semana que viene... pero como fui tan encantadora, tuvo que dejarme entrar)
El agua caliente relaja mis músculos y mi mente. Estoy a punto de adormecerme cuando siento que unas manos frías me cubren los ojos.
— "Adivina quién soy...".
Sonrió. Puedo oler la colonia de sándalo que le gusta a mi compañero de apartamento.
— Buen intento, Jungkook. Pero te reconocería en cualquier parte.
Sus manos se apartan de mi cara y alzo la vista para encontrarlo arrodillado detrás de mí. Él se inclina hacia delante y me da un beso en la frente. Me derrito aún más ante el gesto de cariño.
Me muevo para dejarle espacio para que se meta... pero él no me deja ir lejos. Me agarra por las caderas y me sube a horcajadas sobre su regazo. La luz del jacuzzi parece brillar a su alrededor mientras me besa con dulzura. Sonrió contra sus labios y le rodeo los hombros con mis brazos... y sus manos recorren mi espalda y me acercan a él.
Me caliento más que el agua que me rodea. Cuando la mano de Jungkook acaricia el borde de mi traje de baño, mi sonrisa se amplía.
— Se supone que este jacuzzi no se abrirá hasta la semana que viene.
Él mira el sitio vacío mientras sus dedos siguen rozando mi piel.
— ¿Dices que lo tenemos para nosotros solos?
Sus ojos adquieren una chispa peligrosa cuando asiento.
— ¿Qué tal si lo aprovechamos al máximo?
— Entonces será mejor que te acerques.
Jungkook pasea sus labios por la línea de mi mandíbula y yo inclino la cabeza para permitirle más acceso. Cuando sopla aire fresco contra el lugar que besó, suspiro con total felicidad. Él me pone una mano en el hombro y me aparta el tirante del traje de baño. Poco después me lo baja, liberando mis pechos.
Me levanta y cubre un pezón con su lengua... y yo me balanceo en el agua espumosa y dejo que me acaricie. Jadeo cuando Jungkook me mordisquea la sensible piel. Él continúa con sus movimientos mientras su otra mano se desliza entre mis piernas. Y un dedo acaricia mi entrada.
Apoyo mis manos en su pecho musculoso y dejo que ejerza una presión firme pero suave contra mí. El bulto de su bañador crece cuando gimo... y él desliza su dedo dentro de mí. La acción activa un punto dentro de mí que hace que me contraiga. Entonces Jungkook deja de enfocarse en mis pechos para observar mi reacción.
Cuando añade otro dedo a la ecuación, inhalo con brusquedad. Sin darme cuenta, mis caderas empiezan a moverse contra su mano. Jungkook rodea la parte baja de mi espalda con su mano libre y me presiona más... y siento como si se encendiera un fósforo. El calor del agua combinado con su toque experto, enciende un fuego en mi interior.
Muevo una de mis manos para ofrecerle el mismo placer. Cuando encuentro su duro miembro, su cabeza cae hacia atrás contra el borde del jacuzzi. Entonces lo aprieto con suavidad y veo cómo se muerde el labio. Mi mano sube y baja por su larga longitud mientras sus dedos siguen trabajando en mí. Cuando siento que voy a arder de placer, susurro el nombre de Jungkook. Y sus ojos se encuentran con los míos. Bajo el agua, guió su miembro hasta mi entrada. Su mano se queda quieta.
— "Permíteme" — dice con delicadeza.
Los dedos de Jungkook me abandonan y yo gimo en señal de protesta... pero pronto son sustituidos por su grueso miembro. Entonces grito de plenitud. Siento sus movimientos dentro de mí y mi voz resuena en el espacio cavernoso. Él me atrae contra su pecho para que el agua no pueda separarnos. Nuestros labios chocan uno contra el otro en un abandono temerario... y me contraigo contra él como si pudiera sujetarme.
El agua salpica a nuestro alrededor mientras los chorros masajean nuestra piel sobrecalentada. Jungkook me muerde el labio inferior con suavidad y lo hala, haciéndome gemir. Pasa su lengua por el lugar que mordió. Y vuelvo a gemir... y cuando además empieza a acariciar mi punto de placer con la mano, me vuelvo loca de lujuria.
Me inclino hacia atrás, con las manos apoyadas en sus hombros, y dejo que mis caderas se muevan contra él. El agua gotea por mis pechos. Él disfruta del espectáculo, a juzgar por la velocidad con que se mueve contra mí. El agua salpica fuera de la bañera con cada empuje. El ritmo de Jungkook se vuelve más rápido y errático. El agua resbala por su sien mientras su mano me trabaja en círculos firmes... hasta que no puedo soportar más el placer.
Lo envuelvo con mis brazos y entierro mi cara en su cuello. Él susurra lo bien que me siento. Lo increíble que soy. Y todo se mezcla en una presión tan deliciosa que no tengo más remedio que ceder. Mi clímax es como fuego líquido. Grito el nombre de Jungkook y me estremezco ante la intensidad de todo. Su propio clímax se produce con rapidez y sus brazos me rodean con un apretón mordaz. Palpito a su alrededor durante lo que parece una eternidad.
El temporizador se apaga, y los chorros y las burbujas se detienen. Solo quedamos Jungkook, yo, y nuestros orgasmos que destrozan el alma y el agua caliente que nos rodea. Suspiro satisfecha mientras él echa la cabeza hacia atrás y me frota círculos en la espalda. Cuando podemos volver a respirar con normalidad, nos reajustamos los trajes de baño.
— No vine para tener sexo contigo, ¿sabes?
Me río mientras me besa el hombro.
— ¿Y cómo te fue?
— Muy bien, obviamente.
Sonrió y le doy un codazo para que se aleje antes de que empecemos una segunda ronda.
— Bueno, entonces... ¿De qué querías hablarme?
Jungkook se rasca la nuca.
— Quería disculparme por lo que pasó afuera. Alex es... poco amigable con mi ex.
— Me lo imaginé. Hablando de... ¿DÓNDE está Alex?
— Refrescándose en la piscina.
— Ah. Bueno, debería ir a despedirme antes de irnos. No queremos que llegues tarde a tu cita.
Él abre la boca como si quisiera decir algo, pero luego lo piensa mejor.
— Seguro. Vamos.
• ୨❀୧ •
Mientras Jungkook se arregla para ir a su cita, yo me preparo para ver una película. Cuando encuentro una película adecuada, la pauso al principio. Me inclino hacia adelante y agarro el teléfono que descansa en la mesita. Cuando voy a desbloquearlo, me doy cuenta de que es el teléfono de Jungkook y no el mío.
Me río, a punto de vengarme de él por lo tacos que pidió con mi tarjeta la otra noche. Después de hacer el pedido, estoy a punto de bloquear el teléfono y devolverlo a la mesa... pero cuando llega un mensaje, mi dedo lo pulsa por instinto. Intento salir, pero el mensaje se muestra completo.
Helen:
Solo algo para mantenerte ocupado hasta la cena...
😉😜
La foto del desnudo aparece antes de que pueda bloquear el teléfono.
— Ay, mierda...
— Eva, ¿dejé el teléfono aquí?
Jungkook entra en la sala vestido de punta en blanco para su cita.. y se detiene al ver el teléfono en mis manos.
— Eva... ¿Qué estás haciendo?
Continuará...
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