ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xɪɪ : sᴇᴄʀᴇᴛᴏs ʏ sᴏʀᴘʀᴇsᴀs

— ¿Eva? ¿Qué haces aquí?

Los bonitos labios de Helen se fruncen.

— Ella viv...

— Jungkook y yo estábamos trabajando en un proyecto. Nuestro jefe es muy exigente con los detalles, ¿sabes?

Como él y yo seguimos con nuestro atuendo de oficina, la excusa es perfecta... y Helen parece creérselo.

— ¡Ah!

— ¿Qué haces aquí?

Miro la cara de Jungkook y, con sorpresa, me doy cuenta de que no está muy contento de verla.

— (Le estaba dando una salida... ¿Pero quizás quería que ella supiera que vivimos juntos? ¿Intentaba ponerla celosa?)

Helen le muestra su mejor sonrisa de modelo.

— Vine a pedirte ayuda. Acabo de comprar una lavadora nueva, pero necesito tu ayuda para recogerla.

Ella le enseña la mano.

— No puedo arriesgarme a estropear mi manicura antes de la sesión de fotos.

Noto que Jungkook duda.

— ¿Jungkook? No tienes algo importante que hacer, ¿verdad?

Sus ojos miran hacia mí durante un instante... pero cuando Helen pone mala cara, cede.

— De acuerdo. Nos vemos abajo en un momento.

Su puchero desaparece de inmediato, sustituido por una sonrisa radiante.

— ¡Perfecto! No tardes mucho.

Ella se va y cierro la puerta.

— ¿Qué fue todo eso?

— ¿Qué parte?

— ¿No quieres que las personas sepan que vivimos juntos?

Parece sorprendentemente... herido.

— Deberias darme las gracias. Estoy intentando no arruinar tu oportunidad con Helen. ¿Qué pensaría ella si se enterara de que vivimos juntos?

Jungkook está a punto de responder, pero decide no hacerlo. En su lugar, se va, y yo apoyo la cabeza en la pared más cercana y suspiro.

La idea de tomar un baño caliente y una copa de vino me anima un poco... pero antes de llegar al baño, mi teléfono suena.

Alex:

¡Hola, Eva!

Eva:

¡Hola!

¿Qué tal?

Alex:

Intento contactar con Jungkook, pero su teléfono va directamente al buzón de voz...

Pensé que tal vez estaba contigo.

Eva:

En realidad, se fue no hace mucho.

Helen necesitaba su ayuda.

Alex:

¿¿¿En serio??? 👀

Eva:

Seh.

Con su lavadora.

Alex:

A veces no puedo creer a Jungkook.

¿¿¿Por qué no puede salir con alguien normal???

Eva:

¿Están saliendo?

Alex:

Olvídalo.

Lo llamaré más tarde y le diré lo que pienso.

Ella no responde al resto de mis mensajes.

— (No la había dado cuenta de que estaban saliendo oficialmente. Las cosas deben ser más serias de lo que pensé. ¿A menos que Alex se equivoque?)

No puedo meditarlo demasiado tiempo. Mi teléfono vuelve a vibrar, esta vez con un mensaje de Theo. Gruño al darme cuenta de que lo dejé en "leído" la última vez que hablamos.

— (No puedo evitarlo... Theo es muy aburrido)

Me siento mal por pensarlo, pero no puedo evitar lo que siento.

Theo:

Hola, preciosa 😊

Eva:

¡Hola!

Theo:

¿Qué haces?

Eva:

No mucho.

Estaba a punto de acostarme por hoy😴

Theo:

¿Qué?

¡Pero si a penas son las 6 de la tarde!

Eva:

¿Y qué?

Theo:

¡Es DEMASIADO temprano para eso!

Y si te acuestas, no podré ir a una cita contigo.

Eva:

¿Una cita?

Theo:

Sí, ¡ahora mismo!

Si quieres, por supuesto.

Eva:

Claro que sí.

¿A dónde vamos?

Theo:

Es una sorpresa 🎊

Eva:

¿Una sorpresa?

Mmm...

No soy una gran fan de las sorpresas...

Theo:

Esta te gustará.

¡Te lo prometo!

¡Usa un atuendo deportivo!

Mi mente se acelera con las posibilidades. Me dirijo al dormitorio y abro el clóset en busca del look perfecto.

~ Conjunto elegido ~

Elijo mi conjunto deportivo favorito.

• ୨❀୧ •

Cuando llego a la dirección que Theo me da, se me hunde el estómago.

— (¿Un... gimnasio?)

El olor a sudor y a limpiador de limón llena el aire mientras busco a mi cita. Los hombres gruñen y levantan pesas con dificultad. Me muevo entre dos elípticas para encontrar a Theo en la zona de pesas.

— ¡Eva!

Me da un rápido beso en la mejilla. La mirada de Theo recorre mi cuerpo en señal de asombro.

— Te ves increíble.

Sonrió con dulzura.

— Gracias.

Intento parecer entusiasta.

— Me sorprende que hayas elegido un gimnasio para nuestra cita.

— Sé que no es convencional... Pero últimamente me está gustando mucho hacer ejercicio.

— Umjú.

Intento que no me den asco los cuerpos sudorosos y los gruñidos de los demás asistentes al gimnasio.

— Sinceramente, no soy una gran fan.

Theo ignora mi incomodidad.

— Te convertiremos en una rata de gimnasio.

Él se sienta en el banco.

— ¿Me verás? Quiero enseñarte cuánto puedo levantar en el banco.

Intento parecer interesada.

— De acuerdo.

Me situó detrás de Theo y observo cómo levanta la barra con experticia. Su forma es estupenda, y sus fuertes músculos se ondulan con el movimiento... pero la imagen no me hace nada.

— (No como cuando veo a Jungkook...)

Me sacudo ese pensamiento persistente. Durante la siguiente hora, más o menos, Theo y yo nos turnamos par levantar pesas y hacer cardio. Cuando estoy lo suficientemente sudada, me bajo de la cinta de correr.

— Voy por agua. Vuelvo pronto.

Él sigue trotando y me despide con la mano mientras me alejo. Me dirijo a los vestuarios y agarro la botella de agua que traje. La bebida está tibia y es decepcionante.

Me siento en el duro banco y suspiro.

— (Sé que debería volver a salir y fingir que me divierto... pero la idea de ver a Theo durante otro par de horas me hace querer salir corriendo)

Saco el teléfono del bolso, desesperada por una distracción. Un mensaje de Jungkook me concede mi deseo.

Jungkook:

Cuéntame un chiste.

Eva:

¿Parezco tu bufón personal?

Jungkook:

No.

Eres mucho más guapa 😋

Pero en serio, me vendría bien una distracción.

Eva:

¿Por qué?

¿Qué está pasando?

Jungkook:

Helen está peleando con un empleado.

Está intentando conseguir un descuento porque le entregaron la lavadora del color equivocado.

Eva:

¿Qué color pidió?

Jungkook:

Adivina 👀

Eva:

Mmm...

¿Quería el azul Tiffany?

Jungkook:

Nop.

Ella.

Quería.

Chispitas ✨

Eva:

Espera. ¿Qué?

¡¡Eso ni siquiera es un color!!

Jungkook:

No le digas eso a Helen.

Armará un berrinche.

Eva:

Bueno, siempre podría ser peor.

Podrías estar detrás de un tipo y escucharlo gruñir mientras hace pesas de banca.

Jungkook:

Eso es extrañamente específico.

Eva:

Y es exactamente lo que estaba haciendo.

Theo me invitó a una cita.

Pensé que iba a ser una bonita cena o algo así, pero no.

¡Estoy en el GIMNASIO! 😭😔

Jungkook:

Definitivamente, ese no es un lugar al que se vaya para una cita.

Eva:

¡Eso es lo que estaba pensando!

Pero Theo estaba decidido a mostrarme cuánto peso puede levantar.

Jungkook:

¿Y?

¿Cuál es su número?

Eva:

200.

Jungkook:

Yo puedo hacer más 😏

Eva:

Claro que puedes 😎🔥

Jungkook:

Pero levantar peso es aburrido.

Prefiero quemar calorías haciendo otras cosas.

Eva:

¿Ah, sí?

¿Cómo qué? 👀

Jungkook:

Creo que sabes...

Eva:

Tal vez.

Pero sería mucho más divertido si me lo describieras tú.

Jungkook:

Entonces espero que estés sentada.

Porque estoy a punto de hacer que te desestabilicen las rodillas 😘

La idea de sextear con Jungkook mientras estoy en una cita con otro hombre se ve muy mal... pero también tentadora. La tentación es demasiado grande para no ceder.

Eva:

Estoy sentada.

Y ahora estoy esperando.

Jungkook:

¿Esperando qué?

Eva:

Que entres por la puerta 😉

Jungkook:

¿Estás sola?

Eva:

Sí...

Y estoy desnuda.

Jungkook:

Bien.

Por que cuando entro, cierro la puerta.

Ahora estamos solos tú y yo.

Eva:

Estoy toda sudada por mi entrenamiento.

Jungkook:

Entonces supongo que deberíamos asearte.

¿Qué tal si abro la ducha? 

Me encantaría ver cómo corre el agua por tu cuerpo.

Eva:

Esta ducha es muy resbaladiza.

Jungkook:

Me lo imagino.

Eva:

¿Me estás mirando mientras me toco?

Jungkook:

Sabes que sí.

Se te escapó un punto.

Eva:

Creo que es mejor que lo hagas por mí.

Jungkook:

¿Con mis manos?

Eva:

Para empezar.

Presióname contra la pared, Jungkook.

Tócame.

Jungkook:

Ya lo estoy haciendo.

Estoy pasando mis manos por tus pechos.

¿Lo sientes?

Eva:

Sí.

Jungkook:

Mi rodilla separa tus piernas.

Y presiona contra tu núcleo.

Eva:

Dios.

Sabes dónde tocarme, ¿verdad?

Jungkook:

Claro que lo sé.

Quiero que gimas.

Eva:

Y quiero que te sientas tan bien como yo.

Te estoy apretando.

Wow, estás duro como una piedra.

Jungkook:

Solo por ti.

¿Lo quieres?

Eva:

Sí, lo quiero.

Mucho.

Jungkook:

Entonces pídelo con amabilidad.

Eva:

Tengo una idea mejor.

Quiero arrodillarme y meterte en mi boca.

Jungkook:

Mierda.

Eva:

Mi lengua está dando vueltas alrededor de tu cabeza.

¿Lo sientes?

Intento llevarte lo más profundo posible.

Jungkook:

Dios, Eva.

Me estás volviendo loco.

No creo que pueda aguantar más.

Eva:

Será mejor que te aguantes.

Porque quiero que acabes dentro de mí.

Jungkook:

Creo que eso se puede arreglar.

Te ayudo a ponerte de pie y te acaricio entre tus piernas.

Lentamente.

Lo suficiente para que te excites.

Eva:

Mmm...

No creo que pueda aguantar mucho más.

Jungkook:

¿Estás lista para mí?

Eva:

Sí.

Jungkook:

Bien.

Porque estoy listo para estar dentro de ti.

Te abro las piernas y me preparo para penetrarte.

Eva:

Estoy lista.

Ay, Jungkook.

Me llenas por completo.

Jungkook:

Y lo tomas muy bien.

Quiero tomarte en mis brazos y clavarte en la pared.

Eva:

Hazlo.

Y empieza a penetrarme.

Duro.

Jungkook:

Tu deseo es mi orden.

Y tus gemidos suenan deliciosos.

Eva:

No puedo contenerlos.

¿Y si alguien nos escucha?

Jungkook:

Deja que lo hagan.

Quiero que sepan lo bien que la estamos pasando.

Eva:

Lo tienes muy grande y grueso.

Creo que estoy al límite.

Jungkook:

Bien.

Mis empujones son duros y rápidos.

Por mucho que lo intente, no puedo saciarme de ti.

Eva:

Más rápido.

Jungkook:

¿Así?

Eva:

Más duro.

Jungkook:

No duraré mucho más.

Eva:

Yo tampoco...

No puedo dejar de contraerme a tu alrededor.

Jungkook:

Y no creo que pueda aguantar más.

Eva:

Jungkook.

Jungkook:

Eva.

Eva:

• • •

Creo que acabé de verdad.

Jungkook:

• • •

Me estás matando, Eva.

— Eva, ¡ahí estás!

Me sobresalto, sorprendida, y bloqueo mi teléfono con rapidez. Mis mejillas están rojas de calor. Hace un puchero mientras flexiona el brazo.

— Te perdiste mi última serie. Conseguí una marca personal.

— Estaba descansando, pero estoy lista para volver a salir. Tal vez puedas establecer un nuevo récord para ti.

— ¡Perfecto! Voy a preparar las pesas.

Cuando Theo se va, vuelvo a mirar mi teléfono.

Eva:

Supongo que tendremos que terminar esto en persona más tarde.

Mi cita acaba de venir a buscarme.

Jungkook:

Maldita sea.

Tú la tienes más fácil.

Estoy ocultando mi excitación detrás de un cojín.

Eva:

😂😂😂

Buena suerte con eso.

Jungkook:

Nos vemos en casa 😘

Arrojo el teléfono a la bolsa del gimnasio e intento quitarme el rubor de las mejillas.

— (Espero que esta cita termine pronto... porque estoy deseando ver a Jungkook)

• ୨❀୧ •

Vuelvo a casa sin prisa, apenas capaz de moverme sin sentirme dolorida. Jungkook no se ve mejor.

— ¿Qué te pasó?

Está acostado en el sofá con las luces bajas.

— Me golpeé la rodilla con la lavadora.

Le miro la pierna. Hay un gran moretón que rodea una roncha horrible.

— No se ve bien.

— Me halagas, Eva.

En lugar de responderle, agarro una bolsa de hielo del frigorífico junto con una toalla, y me siento junto a él. Envuelvo la compresa y se la aprieto en la pierna, haciendo que suspire.

— Lo siento.

— No lo sientas.

Presiono con suavidad, asegurándome de que el hielo se amolde a su rótula. Nos quedamos en silencio. Cuando Jungkook habla, su voz es suave.

— ¿Sabes? Escribirte fue lo único bueno de mi tarde.

Lo miro. Tiene una sonrisa suave en la cara... una sonrisa que me hace desear ser vulnerable.

— Me siento igual.

Jungkook me pasa el pulgar por el labio inferior. Y me encuentro inclinada hacia él... hasta que nuestros labios se tocan brevemente. Pero no es suficiente para ninguno de los dos.

Él me acerca más. Su lengua entra en mi boca con suavidad, encendido un fuego bajo mi piel. Encuentro mi mano recorriendo su pecho, explorando las montañas y llanuras de sus abdominales. Y justo cuando estoy a punto de ceder... llaman a la puerta. Entonces gimo.

Me aparto de él a regañadientes y abro la puerta. Pero, para mi sorpresa, hay alguien inesperado al otro lado.

— ¿Sophia?

Ella me rodea con sus brazos con un fuerte abrazo.

— ¡Mira!

Cuando nos separamos, me muestra su mano izquierda. En su dedo anular hay un enorme anillo de diamantes.

— No puede ser. ¡No puede ser!

¡CLARO QUE SÍ! ¡¡¡Me voy a casar!!!

Ella chilla de felicidad.

— ¡Y quiero que seas mi dama de honor!

Me quedo boquiabierta.

— ¿Yo?

— ¡Por supuesto que tú!

Su brillante sonrisa parece iluminar el oscuro apartamento. Se me llenan los ojos de lágrimas.

— ¡Me encantaría!

Y nos abrazamos de nuevo.

— ¡Felicidades, Sophia!

Jungkook consigue despegarse del sofá y le da un rápido abrazo.

— Sabes que tú también estás invitado. ¡Será la boda del siglo!

— ¿Ya eligieron la fecha? Escuché que los viñedos van a tener una buena cosecha el año que viene...

Ella me interrumpe riéndose como si hubiera dicho algo divertido.

— No, no, no. La fecha ya está fijada. ¡Nos casamos dentro de 2 semanas!

— ¡¿2 semanas?!

Continuará...

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