💀Final💀
Séptimo día: Muerte súbita.
Ochenta fueron los aspirantes que atravesaron las grandes puertas de metal, durante todos los días de prueba fueron muriendo uno a uno, hasta que esa cantidad se redujo a los veinticinco que participarán en el último día de la semana de sangre. Es ahí donde el momento de gloria brilla con fuerza, la última oportunidad de ganar un lugar de respeto está frente a ellos, y no piensan desaprovecharla.
La muerte súbita se presentará con un combate mortal en la arena de combate más grande que posee el edificio de la organización. Una lucha campal, donde proteger tu vida es la mayor prioridad, hasta que el conteo se detenga en diez, número que el triángulo ha decidido para los sobrevivientes de ese año.
Las gradas están llenas de espectadores, la música retumba con fuerza por los altoparlantes y las luces brindan un espectáculo digno para dar cierre a aquel acontecimiento tan importante para la organización. Los líderes están en sus tronos, justo en el punto más alto, esperando con paciencia que cada uno de los aspirantes se coloque en la arena.
Hoseok se colocó en el centro de la arena de combate, lucía enérgico y los ojos tenían una diminuta dilatación que denunciaba la euforia contenida. Echó un vistazo a los líderes, y cuando ellos asintieron en su dirección fue que comenzó con el espectáculo.
—¡Buenas noches, damas y caballeros! —saludó cantarín, haciendo que la multitud enloqueciera—. Es para mí un verdadero placer serviles de animador en el último día de la semana de sangre —hizo una pausa para ver a cada uno de los participantes—. ¡Veinticinco han quedado! Ha sido un camino cargado de balas y sangre, ahora que estamos aquí sólo diez de ellos tendrán el privilegio de formar parte de la organización más poderosa de Corea ¡Y el puto mundo entero!
La multitud enloqueció, avivando la adrenalina que latía frenéticamente en cada uno de los corazones de los presentes en la arena de combate.
Los ojos bicolores estaban puestos en sus adversarios. Cinco de los participantes compartían un mismo plan creado por Amox, el mismo omega que se ha mantenido de pie desde que inició en aquel infierno para forjar su propio camino al poder.
—Irán por Amox —la voz de Jay Park se escuchó baja para los demás—. Lo miran como la mayor amenaza, así que tratarán de eliminarlo primero.
—Por eso será la carnada —recordó Jungkook.
—Necesitamos que vayan por Amox, nosotros debemos hacerles creer que también vamos por él —dijo Woobin.
—Y cuando crean que lo tienen, morirán —terminó Chen.
El plan que tenían era simple. Para todos era un hecho de que Amox sería la atracción principal y objetivo a destruir, es por eso que él mismo se ofreció de carnada. Ninguno de los presentes desaprovecharía la oportunidad de atacarlo en compañía de otros, el pelinegro les daría la mínima oportunidad, y cuando se confiaran sería el momento para que Jungkook, Woobin, Chen y Jay Park atacaran desde atrás.
—Esto es una locura —habló Woobin con la adrenalina al tope.
—Recuerden las indicaciones de Amox —dijo Jay con la mirada filosa puesta en cada uno de los presentes—. Debemos romperles el cuello.
—No usar armas te da más puntos —recordó Chen, dando pequeños saltos en su sitio—. Joder, quiero empezar ya.
Jungkook se tronó el cuello. —Como en los viejos tiempos.
La gran pantalla que cubría una de las paredes del lugar inició con el conteo regresivo. Sesenta segundos que iban descendiendo de forma rápida, aumentando los gritos en la muchedumbre y la excitación en los competidores que ya estaban listos para dar inicio con la masacre.
Y en medio de tanto barullo, los ojos bicolores hicieron colisión con los oscuros del líder del Dragón Negro.
La mirada de Yoongi permaneció entrelazada con la de Amox por largos segundos. Ambos sin parpadear, ni mostrar el mínimo indicio de emoción, convirtiendo de sus ojos en pozos profundos de oscuridad que poco a poco consumía todo a su paso.
"¡Diez! ¡Nueve! ¡Ocho! ¡Siete!"
Los gritos de la multitud le informaron al asesino que ya había llegado el momento para ganar lo que por tanto tiempo ha estado esperando. Miró a los cuatro chicos que compartían sus intereses y asintió en silencio, recibiendo la misma señal de ellos.
"¡Cuatro! ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!"
—Ya es hora —susurró con una sonrisa oscura que deformó sus facciones.
El blanco inmediato fue Amox, tal y como lo estuvieron esperando. El pelinegro bloqueó dos ataques directos de filosas navajas, aunque no pudo con el tercer agresor, quien le enterró uno de los filosos objetos en el hombro izquierdo. La sangre salió sin control, el ardor de la herida se extendió por todo su cuerpo aumentando los latidos frenéticos de su corazón, dejando escapar un gruñido combinado con dolor cuando una segunda navaja fue enterrada en su brazo derecho.
Jungkook y Chen lograron quitar dos de los alfas que pretendían eliminar a Amox, les rompieron el cuello sin ningún tipo de contemplaciones, posicionándose alrededor del cuerpo del omega cuando tres alfas más intentaron acercarse.
—¡Jay Park, elimina a ese bastardo! —gritó Chen, en lo que él se encargaba de otro alfa.
El mencionado rápidamente hizo trizas a su contrincante, miró a su alrededor y todavía tenían varios para matar. Nuevamente devolvió la mirada hacia donde Amox se encontraba y rápidamente frunció el ceño.
Algo estaba mal.
Los ojos bicolores se encontraban completamente dilatados, al punto de casi perder el color. El cuerpo del pelinegro sudaba y la piel estaba enrojecida, la respiración era rápida e inestable, tanto que tenía que mantener la boca abierta para que suficiente oxígeno llegara a sus pulmones. Los aromas dulces aumentaron, iban bañados de un singular aroma que intimidó a los alfas presentes en la arena, provocando que retrocedieran un paso y enseñaran el cuello en señal de sumisión.
Desde su lugar Yoongi podía ver con claridad lo que estaba ocurriendo con el omega. Una sonrisa pequeña se formó en sus labios, aquel aroma pudo llegar hasta sus fosas nasales, y aunque sólo duró un par de segundos, fue suficiente para que el alfa pudiera reconocerlo y confirmar su teoría.
—¿Qué diablos está pasando? —inquirió Hwasa.
—Parecen síntomas del celo —respondió Siwon, aunque no sonaba seguro.
—No es el celo —mencionó Yoongi ganándose toda la atención de los contrarios—. Simplemente está teniendo una batalla interna con su lobo —hizo una pausa en lo que analizaba lo que estaba ocurriendo—. Su parte animal le exige salir para hacer una matanza —sonrió complacido—. Y yo estoy esperando que lo haga.
—Si es verdad lo que dices, no tarda mucho para que pase —dijo la alfa—. La raza pura y líder se basa más en instintos, mismos que son casi imposibles de dominar.
—Tú lo has dicho —habló Yoongi, concentrado en la imagen del omega—. Casi.
El lugar se había consumido en un profundo silencio. Todos los presentes estaban concentrados en la imagen que Amox estaba dando, inclusive los aspirantes detuvieron sus ataques estando completamente quietos, se mostraban afectados con la presencia dominante que la sangre del omega imponía y ninguno de ellos pensaba arriesgarse a dar un paso en aquel campo desconocido.
El rugido que emergió desde el interior del omega sacudió a los alfas que estaban cerca y causó tensión en la multitud presente. Los ojos de Amox se pintaron de rojo, tal como el carmín que su propia bestia le exigía, los huesos crujieron de forma dolorosa y los colmillos relucieron amenazantes, mostrándose filosos y mortales.
—¿Esto está dentro del reglamento? —indagó el líder de Xolot, al ver la transformación del omega en la arena de combate.
—Nunca habíamos tenido a un omega puro líder como aspirante —dijo Yoongi, mostrando tranquilidad y cierto grado de satisfacción—. Tendremos que modificar las reglas.
—Esto se convertirá en un baño de sangre, a menos que pueda mantener el control —mencionó Hwasa.
La exaltación del público ganó la atención del los líderes. Los tres pudieron ver con claridad la imagen de un imponente lobo de color blanco, el cual poseía una extraña raya roja que cubría desde la cabeza hasta la cola. El animal gruñía en clara amenaza, con las fauces dispuestas a desgarrar todo lo que se moviera a su alrededor.
—Esto no era parte del plan —reconoció Chen, mirando con desconfianza al gran lobo.
—No lo era —estuvo de acuerdo Woobin—. Jungkook, ¿Qué está pasando?
El mencionado sonrió ladeado. —Simplemente no interfieran en su camino.
No importó el número ni la cantidad de armas, una vez el lobo inició a atacar fue imparable. Los gritos aterrados y sonidos grotescos llenaron cada rincón del lugar, uno a uno iban cayendo bajo las garras de la bestia hambrienta de poder, la cual no se detuvo en ningún momento. El pelaje blanco quedó manchado de toda la sangre que arrebató, la escena era escalofriante y excitante de ver, siendo un verdadero espectáculo, con un movimiento sorpresa por parte de Amox.
—¡Jungkook! —el grito de Hoseok impactó en el alfa—. ¡Sácalos de ahí, ahora!
Fue entonces cuando Jeon pudo ver que el lobo tenía intenciones de atacarlos. El control de Amox estaba fallando, dejando el mando total a su parte animal, quien todavía seguía sedienta de sangre.
—Maldición —tomó a Chen y a Woobin para luego empujarlos sin ningún tipo de cuidado fuera de la arena—. ¡Jay Park, sal de aquí antes de que te mate!
Jay Park saltó fuera de la arena y se reunió con sus compañeros, el público permanecía estático con los aromas agrios danzando en el ambiente y demostrando toda la tensión retenida.
—¡Jungkook sal de ahí! —gritó Hoseok, listo para subir los barrotes de la arena y convertirla en una jaula.
—¡Alguien tiene que controlarlo! —fue la respuesta que dio antes de convertirse en un enorme lobo de color café oscuro.
Ambas bestias se gruñían entre si, hasta que llegó el momento del ataque. El lobo blanco se abalanzó contra su contrincante dando inicio a un golpe mortal que causó más tensión en todos aquellos que veían por primera vez una pelea de dos lobos de raza pura y líder.
<<¡Contrólate, Jimin!>> rugió el alfa, dando una fuerte zarpada en el lomo del lobo contrario.
Hoseok elevó los barrotes que contenían alto voltaje, los dos lobos quedaron encerrados en la jaula sin detener su pelea, una que al parecer nunca pararía mientras los dos siguieran con vida.
—Está venciendo a Jeon —murmuró Hwasa con la mandíbula tensa—. Se necesita de más fuerza para doblegarlo.
La mirada de Siwon y Hwasa impactó en un sonriente Yoongi.
—¿Qué? —preguntó el pálido, haciendo una mueca de dolor cuando miró como los colmillos del lobo blanco se enterraban en el cuello del lobo marrón.
—Si no lo controlas, esto será un desastre —gruñó la morena—. Los barrotes no soportarán mucho tiempo, y ese lobo piensa matar todo lo que respire cerca.
—Primero dejemos que mate a Jeon —habló Yoongi con diversión.
—Hazlo ahora —ladró la alfa con mirada feroz.
El pelinegro rodó los ojos, se puso de pie e inició a bajar las gradas mientras gruñía por lo bajo. Sus movimientos lentos ganaron la atención de la mayoría de los presentes, inclusive de un tenso Hoseok que le miraba con completa incredulidad.
—Debes estar loco —dijo el pelinaranja.
—Creí que ya lo sabías —bufó Yoongi comenzando a quitarse la ropa—. Cuando yo te diga bajarás los barrotes y también necesito que Taehyung y tú saquen a Jeon de ahí.
—¿Qué piensas hacer? —interrogó Jung, estando listo para la señal del mayor.
Yoongi lo miró con intensidad. —Enseñarle a ese omega quien manda aquí.
Pocos segundos después la imagen de un gran lobo negro ganó el silencio absoluto. El gruñido territorial detuvo todo a su paso, siendo esa la señal de Hoseok para bajar los barrotes.
Taehyung y Hoseok fueron rápidos en ayudar a Jeon a salir de ahí. Mientras tanto, el lobo líder ingresaba al lugar gruñendo amenazante al lobo blanco que le devolvía con creces cada una de sus amenazas.
La pelea de ambas bestias dio inicio al segundo siguiente. Mordidas, gruñidos y sangre arrebatada bañó la arena de combate, demostrando la lucha interna que ambos tenían por conseguir el poder absoluto.
El lobo negro logró arrinconar al blanco en una de las esquinas. Las descargas eléctricas que contenían los barrotes le golpeaban directamente, aumentando la furia en el omega que no pensaba dejarse dominar.
El alfa aulló cuando los filosos colmillos mordieron con fuerza en su cuello, las garras se enterraron en el omega con violencia y ahí lo mantuvo por largos minutos, imponiendo su poder y dominación. Sin embargo, tiempo después el lobo blanco se libró de su agarre con un potente salto.
Y fue entonces cuando la verdadera pelea entre ambos dio comienzo.
Los sonidos eran aterradores al igual que la imagen. Aquel lobo omega le estaba dando frente a un alfa puro líder, iba en contra de toda naturaleza conocida, eso todos los presentes lo supieron cuando Yoongi cayó y Amox se posicionó encima para seguir atacándole.
—También dominará a Yoongi —la incredulidad bañaba las palabras de Hwasa.
Siwon acarició su barbilla y sonrió a medias. —La fuerza de Yoongi es superior, pero Amox tiene mayor agilidad. Min necesita encontrar la oportunidad para derribarlo.
Y la encontró.
Justo cuando el lobo blanco pensaba dar el golpe final, el alfa se impuso.
Utilizando las patas traseras logró empujarlo fuera de su cuerpo, para posteriormente inmovilizarlo en un rápido movimiento que el omega no esperó. Cuando lo tuvo sujeto los fuertes colmillos del mayor mordieron una de las patas del menor, el dolor fue tan punzante y agudo que dio los segundos exactos para que Taehyung ingresara al lugar y le inyectara un potente sedante que le ayudaría a recuperar la lucidez perdida.
El lobo alfa dejó escapar un aullido potente que estremeció en sumisión a cada uno de los presentes. Salió del edificio en total silencio, a la espera de que cuando Amox despertara estuviera lo suficientemente bien como para dar inicio con la formación de su grupo.
Porque esa misma madrugada el grupo de misiones especiales había nacido en la arena de combate.
|FINALIZACIÓN DE LA SEMANA DE SANGRE|
▪️Muertos: Setenta y dos miembros.
▪️Sobrevivientes: Ocho miembros.
▫️Amox. |omega puro líder|
▫️Jungkook. |alfa puro líder|
▫️Jay Park. |alfa puro|
▫️Chen. |alfa puro|
▫️Woobin. |alfa puro|
▫️Zeo. |alfa puro|
▫️Goon. |alfa impuro|
▫️Kai. |alfa impuro|
—Deja de verme así —pidió Amox por tercera vez en lo que iba de la mañana.
Chen parpadeó un par de veces y le siguió mirando con una extraña combinación de miedo y fascinación. El comportamiento del peliplata irritó una vez más a Jay Park, quien para evitar matarlo ahí mismo decidió hacer una de las muchas preguntas que tenía rondando en su cabeza.
—¿Qué fue lo que sucedió horas atrás?
Amox permaneció en silencio unos segundos antes de responder:
—Perdí el control —se encogió de hombros, arrepintiéndose por el ardor que llegó a su cuerpo producto de las heridas.
—¿Sucede a menudo? —inquirió Woobin.
—Tranquilos que no voy a matarlos —gruñó, la cabeza le dolía horrores.
—Eso no fue lo que vi en la arena de combate —dijo Jungkook, una gran venda cubría su cuello y parte de su hombro derecho—. Hace mucho no perdías el control así.
—Debo transmutar cada cierto tiempo para que este tipo de situaciones no se presenten —el disgusto acompañaba cada palabra dicha por Amox—. Pero esta vez fue algo que se salió de mi control. En cuestión de días entraré en celo, fue una reacción normal de mi lobo.
—O sea que casi muero por culpa de un lobo hormonal —bufó Chen, provocando una risa en el omega.
—¿Estás bien ahora? —indagó Jungkook, recibiendo un asentimiento por parte del mayor. Luego agregó con diversión—. Fue una fortuna que Yoongi supiera domarte, lindo.
—¡Eso fue grandioso! —exclamó Chen—. Tenía la adrenalina al tope, y fue la pelea más épica que he visto.
—Cierra la boca o morirás antes de tiempo —gruñó Woobin, en el mismo momento que los líderes hacían su ingreso al salón donde estaban.
Los que sobrevivieron a la semana de sangre se formaron en una fila para recibir a sus líderes. Hwasa evaluaba con ojo crítico a cada uno de los presentes, Siwon con expresión relajada les daba sonrisas contentas y orgullosas, mientras que Yoongi presentaba un semblante de piedra y autoridad que mantenía en una fina línea de tensión a cada uno de los presentes.
—Felicidades —habló la morena, posicionándose en el centro—. Desde hoy son miembros oficiales del triángulo.
—Amox —llamó Yoongi—. Un paso al frente.
El omega acató la orden sin rechistar. Dio un paso, manteniendo la mirada en alto, con sus aromas controlados y la expresión en blanco.
—Hiciste la solicitud para liderar un escuadrón, triunfaste en cada una de las etapas y finalmente saliste vencedor —mencionó el líder del dragón negro—. Desde ahora tienes el respeto y el poder de mis subordinados, te ganaste el título de líder en el escuadrón de misiones especiales del triángulo. Tú, un omega que labró su camino en una jauría de alfas.
Yoongi se colocó frente al omega y le tomó la muñeca izquierda donde presionó con fuerza el sello que llevaba en sus manos. La imagen del triángulo quedó dibujada en tinta roja, anunciando con ello el alto estatus que Amox había logrado en la organización bajo sus propios medios.
—Jungkook —llamó Min, volviendo al objetivo inicial—. Formarás parte del equipo de misiones especiales, bajo el poder de Hwasa, Siwon y yo estará Amox, quien será tu superior.
Jeon dio un paso al frente y recibió el sello que anteriormente le colocaron a Amox.
—Jay Park, Woobin, Chen y Kai —nombró Yoongi, recibiendo la atención inmediata de los alfas—. Ustedes también formarán parte del equipo de misiones especiales.
—Y por último —la voz de Siwon se dejó escuchar—. Zeo y Goon, ambos pertenecerán al equipo que lidera Kim Taehyung.
Cuando los líderes abandonaron el lugar, una sonrisa satisfactoria surcó en cada rostro de los presentes. Amox sentía el hormigueo de la adrenalina subiendo por sus venas, había conseguido estar en el lugar que anheló desde un principio, y desde ahí empezaría a destruir a cada uno que se interpusiera en su camino.
Sin embargo, aquella llamada le daría un giro brusco a su destino, con aquella noticia que desataría el mayor infierno de todos en el cruel asesino.
Una simple oración se necesitó para que la verdadera batalla por el poder diera comienzo.
"Se llevaron a Petit"
‼️FIN DE LA ESTRATEGIA: INICIO DE LA GUERRA‼️
YOONGLH💀
|Hermoso fanart realizado por @nattbu|
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