ʙᴇɢɪɴɴɪɴɢ
A la mañana siguiente, cuando llegaron al edificio, los agentes estaban en pleno alboroto.
— ¿Qué ocurre? -Preguntó Jin a su mejor amigo, el agente en jefe Kim NamJoon.
—Hubieron varios homicidios anoche. -Contestó con pesadez. —El modus operandi parece ser el mismo. Un corte profundo en la garganta.
SeokJin sintió que sus piernas flaqueaban. Él conocía a alguien que asesinaba de esa forma...
— ¿Cuáles son las evidencias? -Preguntó HoSeok.
—Por el momento, ninguna. No hay huellas, ni de botas, neumáticos, mucho menos dactilares. Tampoco se encontró el arma homicida. Y no existe un patrón que conecte a las víctimas... Por lo menos, no de forma sanguínea o amistosa, pero... Las investigaciones arrojan que todos tienen algo en común. Y eso es en el físico. -Decía mientras extendía un informe con las fotos de todos los fallecidos.
La pareja miraba perplejos aquellas fotos. Si bien tampoco eran escenas fuertes, lo que si asustaba era el "parecido" entre las víctimas.
—Todos son rubios... -Comentó SeokJin con un nudo en el estómago.
—Rubios, piel blanca, ojos marrones, nariz pequeña, delgados, altos. -Enumeraba el de gafas leyendo aquello en su computadora. —Y todos tenían veinte y ocho años.
— ¿Cómo diablos encontraría a personas con las mismas características y asesinarlos casi a la misma vez? -Preguntó HoSeok sombrío.
—Eso es lo que no se sabe... -Nam acarició sus sienes. —El primer crimen sucedió a unos metros de una discoteca gay, eran las doce de la media noche, de ahí los crímenes se extendieron, con media hora exacta de diferencia, y todos cercanos a bares o discotecas lo suficientemente retirados el uno del otro. Lo que indica que se movilizaba en una motocicleta, ya que en auto hubiera sido más complicado el acceso a los lugares donde fueron asesinados. Que según las investigaciones... Fueron en lugares desolados, como un matorral o un callejón.
Jin estaba desconcertado. Si lo pensaba seriamente, él poseía las mismas características.
—Pero... ¿Cómo hizo para llevarlos con él? Si los mató cada media hora, y digamos que se lleva veinte minutos de distancia entre los lugares... Eso sólo le dejaba diez minutos para ir por la víctima, llevarla a un lugar que estoy seguro estaba a más de media hora de distancia y asesinarlo... No tiene sentido, el tiempo jugaba en su contra por más leyes de tránsito que haya roto para lograr eso cada treinta minutos.
—Las cámaras de seguridad captaron una motocicleta rompiendo, efectivamente, las leyes de tránsito... Lo raro es que en todas las cámaras, sólo se vislumbra la aparente silueta de la moto, una color negra, más no se captura en ningún momento a detalle, pues iba tan rápido que extrañamente no ocasionó ningún accidente y nadie de Informática logra capturar la imagen en hd para distinguir placas o alguna decoración que nos sea útil.
SeokJin sintió de nuevo ese escalofrío, volvió a sentirse observado pero estaba a cuatro pisos arriba de la entrada principal, dentro de una enorme oficina donde sólo había un ventanal que daba al edifico de en frente, y estaba rodeado de policías... Todos ahí lo conocían, por lo que era absurdo que hubiera alguien externo mirándolo .
—Jin... Será mejor que ya no salgas solo. Te haz dado cuenta que tienes las mismas características de las víctimas. No queremos que corras el riesgo. -Dijo NamJoon seriamente.
—Descuida Kim, estaré con Jin en todo momento, pero debemos capturar a ese loco. Cinco asesinatos durante la madrugada no se puede ignorar. ¿Qué tal y sucede hoy también?
—El agente Park y el agente Min están en ello. Cuando tengamos más información se los haré saber y Jin... -Lo miró fijamente. —Cuídate, por favor.
El mencionado asintió y con su pecho hundido se fue a su escritorio. Tenía trabajo que hacer.
—Tranquilo, amor. -Le dijo HoSeok mientras besaba su cabello. —No estás solo.
Y Jin se aferró a su novio, notoriamente asustado.
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