sɪɢɴs
Cuando YoonGi no recibió respuesta por parte del dueño de la casa, supo que su corazonada era correcta.
Haciendo uso de sus habilidades, sacó una pequeña llave maestra y abrió la puerta después de algunos minutos.
El lugar parecía como si un huracán hubiese arrasado con todo. Los muebles estaban volcados, habían extraños símbolos en las paredes que parecían haber sido dibujados con sangre, papeles por todos lados y un extraño hedor.
YoonGi inmediatamente avisó a su jefe, después se adentró al lugar y con su arma en mano y en silencio, buscó a su amigo por toda la casa, pero no daba con él y eso lo tenía muy ansioso, pues toda la casa parecía destruida.
Preocupado, buscó algún lugar escondido y dio con una puerta de madera en la parte trasera de la casa. Estaba abierta ya que podía verse la oscuridad del interior, tragó con un nudo formándose en el estómago y se puso un par de guantes de látex, abrió lentamente y encendió la luz. Las cajas que habían en el sótano también estaban desparramadas por todo el lugar, también un estante y un par de sillas de madera estaban rotas. YoonGi pensó que había sido un intento de robo, bajó las pequeñas escaleras y caminó lentamente, esquivando las cosas dañadas, seguía con su arma en mano hasta que vio una línea de sangre...
Abrió los ojos asustado y giró bruscamente hacia donde nacía aquel hilo, sin importar nada corrió y quitó algunas mantas hasta que dio con el cuerpo de su amigo.
Nada lo preparó para lo que vio...
HoSeok... Su querido HoSeok, estaba tirado en el piso, con la sangre escurriendo por la boca y tenía varias puñaladas en el torso que provocaron aquel pequeño río de su vital líquido.
¿Estaba muerto?
Palpó el pulso en su cuello y aún tenía, muy débilmente pero aún vivía.
Rápidamente llamó a una ambulancia y luego reportó aquello a su jefe que le indicó que ya estaban a nada de llegar.
YoonGi se inclinó y con un nudo en la garganta observó el estado de su amigo.
— ¿Qué te hicieron?... ¿Quién demonios lo hizo?... -Yoon estaba enfurecido.
¿Había sido la misma persona que atacó a SeokJin? Él sólo podía pensar que sí.
Eso se había convertido en algo personal, habían atacado a dos agentes del FBI, tras que eso era penado, el individuo no tendría oportunidad de salvarse de una pena de muerte si resultaba ser el mismo asesino de aquellos chicos...
Un estruendo en la entrada se escuchó y Min supo que sus compañeros habían llegado, segundos después dos paramédicos irrumpieron en el sótano y con sumo cuidado levantaron el gélido cuerpo de HoSeok, atendiéndolo con prisa.
—Sálvenlo, por favor. -Murmuró cuando ya lo llevaban a la ambulancia.
YoonGi regresó a la sala donde NamJoon inspeccionaba el lugar con ojos agudos. Era claro que estaba analizando lo sucedido.
— ¿Hipótesis?
—Estoy seguro que es el asesino en serie del que estamos al tanto... Aunque ni SeokJin y tampoco HoSeok tienen alguna cortadura en el cuello, ambos fueron atacados en su casa. -Respondió YoonGi con seriedad. —Lo que no entiendo son los símbolos en la pared, además... En un principio pensé que se trataba de un robo, pero las puñaladas que tiene Hobi... Y considerando que SeokJin tenía algunas en el cuerpo... No lo sé, NamJoon. Sólo puedo pensar en ese tipo.
—He pedido que revisen las cámaras de seguridad de todo el perímetro. Además, HoSeok tiene una cámara en la puerta principal, debemos ser capaces de ver algo que nos de las pistas que estamos necesitando. -Dijo NamJoon que miraba aquellos dibujos raros en la pared.
—Jefe. -Dijo una agente que había estado investigando sobre aquellos símbolos. —Según lo recolectado... Estos símbolos son satanistas... Por ejemplo tenemos el Ojo de Horus, es egipcio, y representa el ojo que todo lo ve, es decir... La persona que hizo esto ha estado observando a nuestros compañeros en todo momento. Luego está ese dibujo en forma de rayo, eso representa la destrucción, que está más que claro que ya lo ha hecho, y el último pero no menos importante, está esa calavera en el piso... Que claramente representa la muerte, si unimos los puntos... Podemos notar que ha seguido un patrón, primero los observó, luego destruyó su hogar y ahora...
—Quiere matarlos... -Concluyó NamJoon con enojo.
— ¿Estamos tratando con una secta de psicópatas? ¡Lo que nos faltaba! ¿Y ahora qué? ¿Planea entregarle las almas de nuestros compañeros al diablo? -Preguntó YoonGi sin poder creerse lo que estaba sucediendo. — ¿Qué clase de mierda es esta?
—No creo que se trate de una secta... Pero sin dudas, está haciendo esto con un terrible propósito, que Dios nos ampare, Min. Este caso no es igual a muchos otros con los que hemos tratado. Esos símbolos jamás auguran algo bueno, lo mejor será que después de las investigaciones, los chicos abandonen este lugar.
Y como si las palabras de NamJoon tuvieran vida, una fuerte explosión dio paso en el sótano.
— ¡¿Qué carajos?! -Gritó Min desconcertado. — ¡Todos afuera, rápido!
Las alarmas se encendieron y más pronto que tarde, la parte trasera de la casa estaba ardiendo en furiosas llamas.
Los agentes e incluso vecinos llamaron a los bomberos, pero aquel incendio rápidamente se propagó. Llevándose con él casi toda la casa... No pudieron sacar nada. Absolutamente todo se había perdido.
— ¿Qué mierda, NamJoon? -Murmuró YoonGi viendo el desastre. —Si no hubiera llegado a tiempo... HoSeok... Él... -Se quedó callado.
Si no hubiera llegado a tiempo... HoSeok hubiese sido la víctima mortal de aquel incendio que poco a poco consumía los sueños y anhelos de la joven pareja.
—Que nadie se acerque a las habitaciones del agente Kim SeokJin y Jung HoSeok. -Ordenó el pelinegro. —Ni siquiera familiares o amigos. Los únicos que pueden entrar somos el médico, Min YoonGi, Park JiMin y yo. Ni siquiera las enfermeras. Da la orden. -Ladró el jefe a uno de ellos agentes que estaban con él al momento de que los bomberos llegaron y rápidamente lucharon contra el devastador incendio.
— ¿Qué haremos? -Preguntó Min.
—Cuando se recuperen, me los llevaré a casa, HyeJin no tendrá problemas con aceptarlos. Deben estar vigilados.
— ¿Qué pasa con la grabación de la puerta?
—Está en proceso, recuerda que todo tiene un registro. Respira Min, Kim y Jung nos necesitan.
YoonGi asintió, la casa de sus amigos había sido destruida por un maniático que estaba suelto, era cierto que nunca tuvieron un caso semejante, lo peor de todo es que no lograban dar con ninguna pista, todo se había vuelto espantoso.
¿Quién demonios era el asesino?
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