26
Quería llorar de rabia, mi cuerpo no aceptaba aquel horrible toque, sentía unas ganas inmensas de vomitar encima de él y matarlo a golpes.
-¿Porqué no hablas maldito infeliz?!-
Forcejeo para desatarme de esas cuerdas que me impedían hacer cualquier cosa en contra de ese hombre. - Claro aprovechándose de las personas y teniendo las contra su voluntad sólo para saciar sus ganas de deseos impuros qué no pueden hablar ... Malditos no son tan inmundos, qué no merecen perdón! Ojala sus almas se condenen en el erebo!- escupiendo al terminar lo antes dicho con aborrecimiento.
Él hombre hizo un sonido raro, mientras olía mis hebras negras, para después jalar hacia atrás con fuerza.
- Cariño no grites~ -
Reconocí la voz de inmediato, por mi cuerpo recorrió un escalofrío, no lo podía creer...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top