Era una mañana tranquila, con un viento cálido, y las nubes cubriendo gran parte del cielo, alguna persona melancólica creería que no va a ser bueno, pero a mi me parecía el día perfecto para poder ir con la cabeza en alto y demostrar que podía ser franco, declarando mi amor por la persona que amo, sin importar nada ni nadie.
Como mucho antes lo había mencionado, yo tenía pareja que claro no era nada oficial, lo mantengamos en secreto así me gustaba, quizá yo no quería algo serio pues no era lo que buscaba en aquel tiempo, pero después de ver aquellos ojos verdes, quedé encantado ante su belleza, estaba seguro que amor no sentía pero si una fuerte atracción por él, que hacía mi corazón latir, lo supe, pues el amor no es por el físico si no por como eres dentro, tus sentimientos y forma de tratar a la gente, no se da sólo por ser de cara linda o tener el cuerpo perfecto, todo viene de adentro, y eso lo demostró aquel joven insistente que luchaba por tenerme.
Era una pena que no fuéramos correspondidos.