Psychotorturavirus Superius

Érase una vez, en el corazón de la naturaleza salvaje del vacío, la existencia de un planeta donde las fuerzas primarias de la naturaleza reinan supremas, un planeta devorador de mundos, Necrosfera Planetaria Devorix. Las criaturas, unidas por su código genético y sus instintos primarios, vagan por la tierra en una búsqueda salvaje de sangre. Su forma de vida, grabada en los anales del tiempo, es una danza implacable de muerte.

En el gran tapiz de la evolución, esta búsqueda incesante había esculpido la esencia misma de nuestra existencia. Otorgó a sus seres vivos los rasgos necesarios para la supervivencia, incluso restos de una época pasada, como la ley no escrita del más fuerte. En este mundo, la fuerza era la clave del dominio y los vencedores marcaron el curso de la historia.

Los ecos de esta ley resonaron en todo el reino animal. Los más poderosos eran líderes de su manada, protectores de sus parientes y vencedores de sus adversarios. Pero ¿y si existiera una fuerza que pudiera desafiar a cualquier especie, desde los humildes ciervos de cuatro cuernos hasta los majestuosos gigantes? Una fuerza invisible, intangible y esquiva, acechando a plena vista, lista para desatar la destrucción.

Esta fuerza, un simple virus creado por la propia naturaleza, había evolucionado hasta convertirse en el máximo depredador, un conquistador silencioso y una némesis implacable. Su poder no superó nuestras expectativas, pero nos hizo dar idea de que aún podíamos seguir sorprendiendonos.

El virus Psychotorturavirus Superius, conocido coloquialmente como 'El Virus de la Super Tortura Mental', es una entidad biológica tan intrigante como aterradora. Parece sacado directamente de las pesadillas más sórdidas, y su comportamiento desafía todas las leyes de la biología y el sentido común.

Este virus, previamente desconocido para la ciencia de nuestra civilización, desencadena una mutación gradual y totalmente irreversible en las neuronas de su portador. Pero eso no es lo peor. A medida que remodela tu cerebro a su gusto, también hace que tu umbral de tolerancia al dolor se dispare exponencialmente. Imagina sentir un dolor tan abrumador que te hace cuestionar si has sido atropellado por un camión. Sin embargo, aquí está el giro retorcido: no puedes desmayarte y escapar de ese tormento. Los analgésicos y las drogas relajantes que existen son inútiles frente a este virus, que parece disfrutar del sufrimiento como un sádico maestro de la tortura.

El proceso comienza con un período de incubación que dura entre dos y cuatro horas, durante el cual el virus se propaga sigilosamente a través del sistema nervioso central y el cerebro de su huésped. Al final de esta etapa, la víctima sufre un dolor agudo y, en un macabro giro, una pérdida temporal de la conciencia. Esto marca el inicio del desarrollo de la enfermedad.

Lo más desconcertante es que el número de etapas de la enfermedad parece no tener fin. Sin embargo, ningún ser ha llegado jamás a la séptima etapa, y solo en un caso documentado, una rata de prueba llegó a la novena antes de que decidieran poner fin a su sufrimiento.

Cada etapa de esta pesadilla se desarrolla de manera constante. El sujeto, después de un tiempo variable, comienza a experimentar un dolor intenso, que sin embargo, nunca supera su umbral de tolerancia actual. Tras alrededor de 36 horas, el dolor se intensifica y el sujeto pierde momentáneamente la conciencia. Pero el alivio es efímero, ya que en cuestión de minutos comienza la siguiente etapa.

Durante el período de "actividad", ningún analgésico ni sedante puede aliviar el tormento. El sujeto se ve atrapado en un ciclo de sufrimiento sin fin, sin la posibilidad de huir ni de perder el conocimiento para escapar de su dolor.

Lo que es aún más intrigante, el período de "calma" aumenta exponencialmente, al igual que el umbral de tolerancia al dolor. El primer período de "calma" dura entre 48 y 108 horas, y durante ese tiempo el sujeto se siente completamente normal. Sin embargo, es solo el breve respiro antes de la próxima tormenta.

La parte más retorcida de esta historia es que nadie ha sobrevivido más allá de la sexta etapa. Nadie sabe lo que sucede en el séptimo piso de esta casa del horror, pero imaginamos que debe ser una fiesta de dolor delirante. ¿Quizás hay un buffet de sufrimiento y un DJ del dolor pinchando las mejores canciones de angustia? Quién sabe.

En un giro de los acontecimientos, nuestra 'empresita' está considerando convertir este virus en una especie de 'fármaco' para los amantes del sadomasoquismo extremo. Sí, has leído bien. Porque, ¿quién necesita de la depresión cuando puedes tener un virus que te tortura con un estilo mil veces peor? El futuro de la diversión ha llegado, y viene en forma de virus.

Aún se encuentra en contención y es un asunto de máxima prioridad y precaución. La cámara de contención debe mantenerse sellada herméticamente en todo momento. El acceso solo está permitido a través de un sistema de triple bloqueo y se requiere que el personal use trajes protectores completos antes de ingresar. Después de cualquier contacto con Psychotorturavirus Superius, se debe realizar una ducha de esterilización rigurosa, seguida de una cuarentena obligatoria de seis horas. Si se detecta que algún miembro del personal ha sido infectado, se aplicará la eutanasia de inmediato, seguida de la cremación para evitar la propagación del virus. La despresurización de la cámara de contención se considera un evento de alto riesgo y se llevará a cabo siguiendo protocolos estándar, seguidos por la esterilización de la cámara y las áreas circundantes a través de temperaturas ultraaltas. Actualmente, Psychotorturavirus Superius se encuentra bajo custodia en el Sitio 7.

Anexo 507-1: "Los experimentos que involucren sujetos humanos solo serán autorizados con un permiso especial del Consejo Empresarial. Se rechazarán todas las solicitudes de experimentos que involucren llegar a la sexta etapa. Antes de considerar solicitar permisos, se insta a los investigadores a contemplar la inimaginable tortura que implica este virus".

Anexo 507-2: Extracto de la Transcripción de la Conversación:

Sujeto: "No puedo soportarlo... es como si todo mi cuerpo estuviera en llamas.

Investigador: "Mantén tu fuerza. Estamos haciendo todo lo posible para comprender este virus y encontrar una cura."

[...]

Sujeto: "No puedo... más... el dolor es insoportable..."

Investigador: "Lamento profundamente tu sufrimiento. Por ahora, debemos concluir esto. Tu valentía al ayudarnos no pasará desapercibida."

Sujeto: ¡Me infectaste con alguna maldita basura!

Investigador: Por favor, describe más a profundidad cómo te sientes.

Sujeto: Me siento... bien. ¿No funcionó? He estado aquí sentado durante dos horas y todavía estoy... bien... ¡Aaaaaa...!

[El sujeto grita mientras el dolor lo consume. Sus palabras se intercalan con gritos y sollozos.]

Sujeto: ¡Por Dios, detente! ¿Por qué... por qué esto?

[El robot de seguridad lo contiene con todas sus fuerzas, pero aún así parece dar pelea para tranquilizarse.]

Sujeto: ¿Qué quieren de mí? Lo he dicho todo. Lo he confesado todo. Déjame ir. Las lastimé... las maté y violé... ¡Déjame ir! Por favor, detente...

Investigador: Tranquilízate y dime dónde sientes dolor.

Sujeto: (Ininteligible) Cabeza... piel... corazón... estómago... huesos... dientes... ¡Ayuda! ¡Por favor, ayúdame...!

[El sujeto finalmente pierde el conocimiento y el robot de seguridad lo suelta.]

Investigador: Esperemos hasta que se recupere.

[Pasaron tres largos minutos.]

Sujeto: ¿Qué... qué pasó?

Robot de seguridad: Lo recordarás en dos días.

Investigador: Komov, por favor, mantén silencio.

Anexo 507-3: Extracto de la transcripción del informe de la Dra. Ghulk, Jefe de Investigación, ante el Consejo de Supervisores de la empresa:

Dra. Ghulk: ...Por último, me gustaría añadir que insisto en el cese total de la experimentación y la eliminación del virus. Odio parecer una fanática, pero esto es solo un patógeno diabólico.

O7-4: Doctora, ya hemos limitado mucho nuestros experimentos y hemos vendido muy pocos especímenes. El virus no se puede destruir. Si podemos deshacernos de los efectos secundarios en forma de una "fase activa", no habrá precio para ello, lo lograremos vender a muy alto costo.

Dra. Ghulk: Incluso en ausencia de una fase activa, la persona infectada podrá experimentar y ser consciente de un dolor que nunca soñó. Aún que sean criminales los sujetos de investigación, no es ético ni moral.

O7-2: Lo entendemos, por eso es muy rentable. Pero el hecho de que se mantenga despierto… puede resultar sumamente útil en determinadas situaciones, ¿no crees?

Dra. Ghulk: No estoy de acuerdo para nada. Y debo declarar que no apruebo categóricamente su posición, los antiguos humanos no supieron llevar bien sus negocios y ahora estan fosilizados.

O7-2: En ese caso, tengo que declarar que usted se retira del proyecto. ¿Quién es su asistente?

Dra. Ghulk: …Komov. Investigador robótico de seguridad Komov.

O7-4: Espera un minuto, ¿no es ese…?

Dra. Ghulk: Exactamente. ¿Todavía quieren eliminarme de este proyecto en el que trabajé durante meses?

O7-2: Está suspendida. Su asistente ocupará su lugar.

O7-4: En segundo lugar, Komov observó el desarrollo de la enfermedad hasta la sexta etapa y contuvo al sujeto. Es un sádico con fuerza, y usted es muy blanda para los negocios.

O7-2: Es una máquina, de por sí carece de emociones como esa. Personalmente, me inclino a creer que en su desempeño es simplemente más estable que la Dra. Ghulk. De una forma u otra, resolveremos este problema más adelante. Pero mientras la Dra. Ghulk, se debe hacer cargo de entregar temporalmente la documentación al asistente Komov.

Dra. Ghulk: Algún día entenderán lo que acaban de hacer.

Actualización a partir del día de la fecha: Permiso otorgado para experimentos con sujetos hasta la Etapa 9 - Investigador robot Komov.

Espero que estén contentos y el fármaco cumpla con tus expectativas. Si tienen alguna solicitud adicional, no dude en hacerla saber a la empresa y gracias por comprar Neuroviral Tormentix.

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