Capítulo 28 💥

Hope

El silencio que se había prolongado en el pasillo dejaba oír el suave sonido de nuestras respiraciones.

Sentía la piel de Jonah rozar mi mano y la entrelacé con la mía.

Todos tenían la mirada fija en la puerta, esperando una señal de Khalid para entrar en la sala y acabar con todo esto de una vez.

-¿Creéis que será fácil? -pregunté nerviosa.

-Solo espero que sea rápido -me contestó Newt en un suspiro ausente.

Me aferré al brazo de Jonah en cuanto el chico de tez morena levantó la mano para mandarnos callar.

Contuve la respiración.

-Hay cámaras -dijo-. Deben saber que estamos aquí. Preparaos.

Asentimos firmemente y bajó la mano con delicadeza para empezar a deslizarla por el pomo de la puerta.

Mi corazón iba a mil en esos instantes.

-1... -susurró girando el pomo lentamente - 2... -lo giró un poco más. Tragué saliva y preparé mi arma- 3 -abrió la puerta con fuerza y la empujó para después esconderse entre la pared y el marco de la entrada.

Los disparos no tardaron en precipitarse contra nosotros por el hueco abierto de la puerta, pero fuimos rápidos y pudimos escondernos apretujados detrás del marco.

-¿¡Y ahora qué?! -gritó Jonah furioso poniendo su brazo sobre mí.

-Hay que esperar a que se les acabe las municiones.

-¿Y si no se les acaban? -repuso Daniel a la explicación de Julia.

-Se les acabarán en algún momento -intervino Khalid no muy seguro.

Mientras tanto Newt empezaba a salir del escondite sacando el brazo por la puerta, dispuesto a cobrar venganza por la paliza a la que le sometieron. Disparó descontroladamente sin importarle las consecuencias. Julia le siguió después de un rato con su arco y me uní a ellos pese a las réplicas de Jonah.

Tras varios minutos todos nos encontrábamos disparando a las posibles personas más importantes del refugio.

La adrenalina corría por mis venas a cada segundo que pasaba.

Los disparos de aquellas personas iban disminuyendo y nos veíamos con posibilidades de salir de allí vivos.

Hasta que los sonidos particulares de las balas saliendo de un arma dejaron de oírse tras aquella puerta.

Nosotros también nos detuvimos, exhaustos.

Nos miramos dudosos ¿Se habían rendido? ¿Habían muerto ya todos?

-¿Deveriamos mirar?

-¿Y si es una trampa?

-Creo que debemos irnos.

-Pero, ¿Y si siguen vivos?

El murmullo de todos discutiendo lo que hacer golpeaba mi cabeza con fuerza.

-Debemos terminar con esto -intervine y me miraron-. Si en verdad sigue alguien vivo allí dentro nada le impedirá volver a intentar toda esta mierda de nuevo, hay que asegurarse y yo iré primero.

Salí de detrás del marco de la puerta y enfrenté la entrada preparada para cualquier cosa.

Pero no había nadie. Al menos era lo que parecía.

Jonah se colocó delante de mí apuntando a la nada, y los demás le siguieron con cautela.

Rodeé a Jonah poniendo los ojos en blanco y entré a la habitación lentamente.

Era amplía, gris y con varias máquinas extrañas.
Unos cuerpos humanos yacían en el suelo, inertes.

A la izquierda, se encontraban algunos Canavarlar, apagados al parecer.

-Parece no haber nadie.

Pero el sonido de un disparo nos verificó lo contrario.

Nos volteamos alterados y con las armas preparadas.

Un hombre herido en el suelo sonrió victorioso y Khalid le disparó en la cabeza con rapidez.

-¿Le ha dado a...?

-Chicos -susurró la débil voz de Daniel y le agarré antes de que cayera al suelo.

-Oh, mierda -murmuró Jonah y me ayudó a sujetarle.

Una gran mancha roja acaparaba la camiseta de Daniel, justo en el pecho.

-Tranquilo, podemos s-salvarte -intervino Julia agachándose frente al chico que ahora estaba en el suelo con la cabeza en mi regazo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas con rapidez y sollocé al oír las palabras de la morena.

Ellos dos siempre habían sido buenos amigos.

-Creo que ya es demasiado tarde -dijo con un hilo de voz-. Coger el cuaderno, lo necesitaréis.

Señaló débilmente al bolsillo de su pantalón y Newt sacó el objeto con pena y cuidado.

-Daniel... -susurró Julia con voz rota.

-Mejor morir así que rodeado de zombies -rió un poco y de su boca salió sangre, luego dejó de de respirar y moverse.

Se quedó quieto, inerte.
Su corazón dejó de latir y desapareció de nuestras vidas.

Tapé mi boca para aguantar mi llanto y cerré los ojos con fuerza abrazando al moreno a mi lado.

-Debemos de salir de aquí -exclamó Newt alarmado y le miramos confusos mientras nos recomponíamos de toda esta mierda- Hay una cuenta atrás.

El rubio señaló un panel cerca de los Canavarlar, donde los números iban descendiendo lentamente.
15 minutos.

-Esto va a explotar -entendió en ese momento Khalid.

-¿Qué hacemos con él? -señalé preocupada a Daniel.

No podíamos dejar su cuerpo allí.

-Es tarde para él -murmuró Newt- Tenemos que irnos ya.

Dejé la cabeza de Daniel descansar en el suelo y cerré sus ojos.

Julia dejó tristemente una de sus flechas azules encima de su pecho, limpió sus lágrimas y se irguió hacia nosotros.

-En marcha.

Empezamos a correr como desquiciados por los largos pasillos y atravesando todos los módulos del refugio.

Jonah agarraba mi mano y me conducía por todo el lugar delante de los demás.

Había luces rojas parpadeando comuna estridente alarma por todo el edificio. Se nos acababa el tiempo.

Llegamos a la puerta de salida y, con rapidez, Khalid se dirigió a abrir, pero en cuanto lo hizo unos cuantos zombies se asomaron por allí con furia.

-Creo que no podemos salir por aquí -exclamó alterado cerrando la puerta en sus viscosas caras.

Nuestras respiraciones estaban agitadas mientras buscábamos alguna opción para poder salir.

-¿Oís eso?

Todos nos concentramos en aquel extraño sonido que procedía de arriba.

Eran como fuertes ráfagas de aire chocando con metal, produciendo una gran vibración.

-¡Rápido! ¡A la azotea! -gritó Newt sin darnos tiempo a opinar nada.

Julia revisaba el libro de Daniel con el ceño fruncido.

-Vamos Julia -la animé y comencé a correr detrás de Khalid.

Al llegar a la azotea lo primero que vimos fue el refugio rodeado por zombies que nos observaban desde abajo.

Después estaba la máquina responsable de aquel ruido ensordecedor; un helicóptero.

-¿Subís o preferís morir? -rió la inigualable voz de Corbyn abriendo la gran puerta del armatoste.

Vianey, Zach y Jack estaban allí también, junto con otros chicos más inmunes.

Sonreí agradecida y con lágrimas en los ojos.

-Era mi hermano -susurró una inaudible voz a mi lado y me giré confusa.

Julia sujetaba aquel cuaderno con lágrima en los ojos y el rostro anonadado.

-¿Qué? -cuestionó el chico de tez morena sujetándola por los hombros-. ¿Quién?

-Daniel... Él era mi hermano.

Todos nos quedamos callados en estado de shock, arrepentidos por no haber podido hacer nada por él.

-Se nos acaba el tiempo... -susurró Jonah impaciente- Hay que irse ya.

Julia asintió y las dos fuimos las primeras en subir al helicóptero antes de que una pequeña alarma sonara dentro de allí en cuanto Jonah entró.

-Demasiado peso -murmuró la chica que conducía -, no pueden entrar más de dos personas.

-¿Qué? -exclamé horrorizada mirando a Jonah.

El moreno bajó del helicóptero bajo mi atenta mirada.

-Ireís vosotras -concluyó Khalid con algo de tristeza en su voz mientras observaba a Julia.

-Ni de coña -objetó la morena bajando del helicóptero-. Me quedo contigo.

-Yo igual -dije e intenté salir del helicóptero, pero Jonah me sujetó para me quedara dentro.

-Tú te quedas y... -cogió al rubio de la camiseta- Newt ira contigo para que no te pase nada.

-¿Qué? -chistó el susodicho al igual que yo-. No seas idiota, los dos deben de estar juntos -bajó del helicóptero-. Yo me quedo con mis colegas -abrazó a Khalid y Julia con una sonrisa- Siempre juntos, ¿No es así?

Khalid sonrió asintiendo.

-Tomar -Julia nos tendió el cuaderno- Seguro que os puede servir para algo.

-¿Y a dónde vamos? -pregunté mirando a Corbyn.

-Ehhhh...

-Hay una isla -interrumpió Newt Al desconcierto del otro rubio- Al noreste de California, dicen que ahí no llegó la infección. Si llegáis, decir que vais de mi parte, seguro que algunos amigos míos se sorprenden de que siga vivo.

Corbyn asintió y Khalid nos obligó a subir al helicóptero.

-¿Qué vais a hacer? -murmuré con la voz rota.

-Nos las apañaremos -respondió Julia cargando su ballesta con una sonrisa-. Como siempre.

-Os volveremos a ver -intervino Khalid-No os librareís de nosotros con tanta facilidad.

Sonrió con los ojos llorosos.

-Es hora de alzar el vuelo -habló Jack a nuestras espaldas y la puerta de la nave se cerró.

Los tres chicos de la resistencia se alejaron mientras se despedían de nosotros con la mano.

Nada más despegar empezaron a aniquilar zombies por doquier, sin separarse los unos de los otros.

Abracé a Jonah con El corazón en un puño y los demás se unieron a nosotros llorando.

Íbamos a escapar para siempre de este lugar, quizás al paraíso, pero ¿A qué precio?

(...)

Sí era el paraíso. Todo relucía y había montones de árboles que jamás había visto.

El mar rompía en la costa de la isla y en algunos acantilados de roca negra, dónde estaba yo sentada, sintiendo como aquel viento cálido movía mi pelo.

Desearía que Daniel, Newt, Julia y Khalid pudieran ver todo esto.

Nada más aterrizar, un gran grupo de personas nos rodearon confusos y armados.

El que iba al frente, un tal Thomas, nos interrogó y le dijimos de Newt.

Sus ojos se volvieron brillante con simplemente nombrarlo, igual que los de un guapo asiático y un chico de tez morena con una voz alegre.

Nos preguntó muchas cosas, la mitad no las pudimos contestar, pero me agradaba su curiosidad, me recordaba a mí cuando empecé a seguir a Jonah.

Él estaba sentado a mi lado, jugando con mi mano y acariciando mi pelo como si fuese la cosa más hermosa del mundo, lo que me resultaba gracioso.

Hacía varios meses que no me quería ver ni de lejos, y ahora allí estaba, embelesado con mi piel brillante por el sol y sin intención de separarse de mí.

Quizás Vianey, después de todo sí tuviera razón.
Estábamos enamorados.

Desvíe mis ojos del mar hasta él y le sonreí tímidamente.

-Te amo -soltó de la nada y me quedé sin aire-. Lo sé, es precipitado y seguro tú no sientes lo mismo. Es decir, ¿Quién amaría a un grosero e idiota como yo? -reí por sus palabras y sonreí arrugando la nariz-. Pero te juro que lo siento así y me alegra poder estar contigo para siempre.

Le sonreí abiertamente una vez más y besé sus labios sin miedo.

-Te amo igual Jonah -susurré y enredé mis dedos en su pelo.

Él me agarró de la cintura y me volvió a besar.

Sus labios siempre habían sido un gran paraíso, sobre todo cuando no tenías más ganas de seguir con tu vida.

Ahora las cosas ya no era así, pero seguía disfrutando sus besos de igual manera.

-¡Han vuelto! ¡Han vuelto!

Detuvimos nuestras acciones para mirar a Zach, quién nos llamaba desde la playa.

-¿Quién? -grité yo de vuelta.

-¡Será mejor que lo veas por tí misma!

Reí ante sus torpes pasos al salir disparado a las pequeñas cabañas.

-¿Por qué siempre nos interrumpen? -gruñió el ojiverde a mi lado mientras se levantaba.

Solté una carcajada después de oír su réplica y alcé los hombros sin saber que responder.

-¡Te veo en la playa! -chillé y salí corriendo a toda prisa.

-¡Hey!

Él me siguió mientras yo me reía.

Por sin era nuestro momento de disfrutar de nuestra vida, o mejor dicho, comenzarla.
Dejar todas las catástrofes detrás y ser nosotros mismos sin tener miedo morir por algunos zombies.

Fin

Y ya está.

Ese es el final.

¿Quién creéis que ha vuelto 👀?
Creo que es obvio ¿No?

Las amo mucho y espero que les haya gustado la historia.
Bye❤❤❤

Zachy_poo_is_mine


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