🧠Capítulo 11🧠
Por fin ahora todo estaba mejorando para el azabache en la comisaría. Jungkook pudo encontrar a alguien que lo ayudara a rastrear la ubicación de las chicas pero aun los resultados no llegaban, tenía que seguir esperando un poco más.
Mientras tanto se quedó en su oficina tomando algo de café con tranquilidad, aunque no paraba de mover el muslo, agitándolo de arriba abajo, la tensión por saber ya la dirección de las chicas lo tenía inquieto, porque obviamente, si hacia este caso bien, tal vez podría llegar a ser un gran policía como lo fue su padre una vez.
Hubiera estado más tiempo esperando, hasta que tocaron a la puerta de su oficina, por un momento pensó que la suerte estaba de su lado, aunque retiro lo dicho cuando al abrir la puerta se encontró con su jefe, el teniente RM. El azabache se tensó un poco cuando lo vio, hasta tembló al mirarle directamente a los ojos, no era culpa de él que su jefe tenga una pinta tan atemorizante, lo único que el azabache le gustaba de RM era su cabello teñido de color morado oscuro.
Jungkook dejo callar sus pensamientos e inclino su cuello un poco arriba para ver mejor a su teniente, el cual se podría decir que era bastante alto.
—Quería verme, teniente?—hablo el azabache enderezando su espalda y poner sus pies rectos, quería mostrar algo de respeto delante de su superior.
Antes de que el teniente empezara a responderle su pregunta, atrás de él se encontraba otro hombre, era el detective Tao que desde hace un tiempo trabaja en la comisaría.
El azabache supo en ese momento que vendría alguna noticia cruda para él.
—Un informante del detective Tao tiene una pista en el caso de la chica muerte—le respondió su jefe al azabache mientras este tocaba el hombro de Tao.
Jungkook fulminó con la mirada a Tao, este era su caso no el de ese hombre, sabía que tenía una pista pero el tambien la tenía, a pesar de que ese detective ya tenga experiencia en algunos casos debería dejarle algo a él, ya que es un novato...necesita por lo menos saber que sirve para trabajar en la policía.
—Él se encargara de ese caso de aquí en adelante—volvió a poner su atención en el menor.
—Pero estoy muy cerca, teniente-protesto el menor, este era su caso y nadie tiene porque quitárselo—El asesino de Shin Hye fue uno de sus clientes. El cual estaba buscando su anillo robado, y la mato tratando de recuperarlo, pero ella no lo tenía. Tengo un testigo que dice que ella salió de su casa con varias maletas y la otra chica debe estar con ella—el azabache comenzó a explicarle al teniente toda la información valiosa que tenía respecto al caso, y cuanto deseo tenia por ayudar a resolverlo—Tengo pistas sobre las chicas, bueno...aun no me ha llegado, pero obtendré la dirección en unos minutos en cuento registren su ubicación. Además teniente, tenemos que encontrar a estas chicas antes que el asesino.
—Bueno...tal vez el detective Tao te deje ayudarlo, si es que esa dirección te lleva a algún sitio—el teniente sabía que su novato estaba entusiasmado con el caso, pero aun así no quería darse el lujo de que alguien con tan poca experiencia se entrometa, ya que algo podría salir mal y eso es lo menos quiere.
El teniente RM se retiró de la oficina sin más nada que hacer allí, dejando a solas a los detectives Jungkook y Tao, el ambiente adentro comenzó a ser frustrante para el azabache, de verdad sus esperanzas por convertirse en un gran policía se estaban quebrando delante de sus narices y no podía hacer nada al respecto.
—Lo siento mucho chico—Tao se acercó hacia el azabache dando palmaditas en su espalda para animarlo—Al menos puedes ayudarme. Ve y busca más testigos para preguntar más sobre la vida de cada una de las chicas.
Jungkook quiere este caso, porque no podía tenerlo?, bueno...ya no puede hacer más nada, su jefe fue el que lo detuvo en hacerlo. Al menos podrá ayudar en el caso...pero solo una pequeña porción de esta.
—Esta bien...—le soltó sin más tratando de mostrar una sonrisa, pero la tristeza que le invadía por dentro era difícil de ocultar.
Tao al escuchar su respuesta se fue de la oficina bastante contento, lo cual eso fastidio más al menor. No es que lo odiara por entrometerse y llevarse más del caso, sino que odiaba que Tao tuviera mucho más preparación que él.
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